Veamos algunas características del haiku:
El haiku, al igual que otros géneros breves, está de moda. Tal vez por la falta de tiempo a la que nos somete la rutina, o el reto de envasar la esencia en frascos tan pequeños. Lo cierto es que el haiku, en medio de grandes discursos, ensayos y tesis, abre una nueva perspectiva de enfoque de la realidad mucho más directa y con mucha más capacidad de asombro.
Son muchas las exigencias a las que nos somete el haiku aunque en esta sesión hemos tratado de ser un poco flexibles y apartarnos de algunas reglas como el uso del kigo o palabra de estación. Estas son algunas de las coordenadas trazas en el taller:
Desafío: el haiku es un camino de búsqueda en el que tomamos conciencia de nuestra sensibilidad y nuestros mecanismos de percepción. Encontrar las palabras justas y precisas para dar nombre a estos sentimientos y sensaciones no siempre es fácil. Aunque una de las máximas del haiku es la espontaneidad y la sencillez trataremos de ser selectivos con las palabras.
Disciplina: someterse a la rígida pauta silábica (5-7-5) supone un ejercicio de disciplina. No todos los haiku que escribimos son buenos, ni siquiera muchos de ellos son haiku. Debemos aprender a distinguir el haiku de otros géneros similares o de otras formas de escritura breves para tener una visión lo más enfocada posible sobre este arte. En este trabajo debemos de ser humildes (como los japoneses) y críticos (será preciso escribir muchos para lograr para llegar a un buen haiku).
Distinción: no resulta fácil ser original en el terreno minifundista del haiku. Como tampoco lo sería para un gimnasta deportivo hacer un número en un ascensor. Pese a todo trataremos de buscar nuestro propio estilo, nuestra propia voz y temas que no se hayan repetido hasta la saciedad dentro del género. Es importante, para lograr este objetivo, sumar nuestra mentalidad occidental a la filosofía oriental, de modo que no todos los haiku hablen de cerezos, de luciérnagas, de crisantemos, de libélulas y otros muchos tópicos. Se trata de aprender a mirar. De modo que hablemos de todo lo que queda registrado en nuestra mirada, en nuestro objetivo, sea el escenario que sea. Sólo así conseguiremos que nuestros haiku se diferencien de los demás.
Y veamos ahora un fragmento del prólogo, de Jesús Aguado, y una breve selección de haikus del libro: “Y entonces llega Manolo Lara y los pone a escribir haikus (y a leer poesía y a conocer poetas y a pensar en sílabas contadas los grandes problemas del mundo), esa composición pequeña pero flexible que lo mismo sirve de escalera (tres peldaños son suficientes para cambiar la bombilla de la lámpara del techo o para coger un libro del último estante), que de taburete (con lo que ayudan a descansar después de una hora en la cola de la panadería o del partido de fútbol), que de catalejo (hay que ver la de cristales de aumento que tiene un buen haiku, lo que acerca el horizonte) que de anzuelo para pescar ideas, emociones, imágenes o historias [...]
El lector instruido en el haiku, tal vez, disienta de esta última consideración, en lo que se refiere a las ideas. Pero el objetivo de este libro no es tanto la fidelidad al haiku ortodoxo como la expresión libre y espontánea de los chavales.
Muchos de los haiku denotan una gran precisión en la mirada"
Un aperitivo, para abrir boca:
Sobre el 11-M:
La cuna sola.
El peluche no juega.
Sábanas limpias.
Araceli Aroca
Árboles negros,
capital del dolor:
Madrid en lágrimas.
Ana Alcaide
Sin pasajeros,
las maletas absurdas
por la estación
Soledad Cano
Despertador
roto. Mientras yo sueño,
la pesadilla
Daniel McDyre
Sobre la problemática
de los malos tratos y
la violencia de género:
Rosa de mármol.
Con cincel grabado:
veintidós años
Antonio Cantero
La sopa fría.
Niños bajo la mesa.
El tenedor.
Tamara Gutiérrez
La primavera.
Cuando yo me marchito
ellas florecen
Araceli Muñoz
Como un pañuelo
que se mancha y se tira.
Muchacha usada.
Mari Ángeles Pino
Tras el reflejo
de sus gafas oscuras
ojos morados
Julián C. Yepes
Esta fue la propuesta de escritura:
Escribe uno o varios haikus donde se advierta, de forma clara, el
desamor. Procura huir del artificio, de la rima y de las figuras literarias.
Trata de ser objetivo, como si se tratase de una fotografía sin retoque
posterior ni photoshop.
Y estos son los trabajos presentados por algunos alumnos del taller:
Haikus
Des-amor
Muchacha joven
llora desconsolada
pareja rota.
Robo de besos
noche de borrachera
no lo recuerdo.
Luis Iglesias
Media docena de haikus
La niña llora
la mochila de rosa,
todos al cole.
Charcos por tierra
chubascos incesantes,
días de paraguas.
Las piedras negras
entre aguas rebeldes,
puentes viejos son.
Sombras en luces
el miedo es tenaz,
¿corro o paro?
Por tu ternura
dedico este haiku,
por tu belleza.
Piel porcelana
recorro tus caderas,
ojos marrones.
Nicolás Hernández
Haikus
Una mirada
es todo sentimiento
refleja dolor
El taburete
aparece tumbado
acometida
Por la mañana
una chica golpeada
sufre silente
Alfredo Domínguez
Haikus
Aquella noche
las infidelidades
salieron caras
La lluvia limpia
la huella que ha dejado
el desamor.
Me han seducido
esas lágrimas tristes
evaporadas
Vicente M. Martín
Haikus
Me sangra el alma
Sembrada de aguijones.
Tristes recuerdos.
Están volando
Oscuras golondrinas.
Es primavera.
Mis sueños dulces
No me permiten dormir.
Son ilusiones.
Sembrada de aguijones.
Tristes recuerdos.
Están volando
Oscuras golondrinas.
Es primavera.
Mis sueños dulces
No me permiten dormir.
Son ilusiones.
Ramón Sánchez
SE despidieron
hasta mañana amor
sabían que no
cerezos en flor
la primavera surgió
en mi casa no.
Porque te quiero
decía su marido
en paz descanse.
Carmen Alonso
Haikus
sortija al suelo
arrojada con fuerza
después la espalda
flores marchitas
con restos de jarrón
manchan el suelo
manto de lluvia
emborrona la imagen
de los dos juntos
suena la puerta
se encoje un corazón
en la cocina
Sole pasado
un giro de cintura
Patri futuro
Miguel Ángel Pérez
Haikus
Cae la tarde
donde gimen los sauces,
mueren las hojas.
Pájaros negros
alborotan el cielo,
rasgan las nubes.
Roto el silencio,
despierta la palabra,
se muestra el verso.
Tristes pupilas,
abiertas a la luz,
Rizan la hierba.
Niños y niñas
se pegan en el patio,
amistad rota.
Sofía Montero
El más simple
desamor
El tren se marcha.
En el andén, parejas
Nadie la espera
Se acuestan juntos
No hay nieve en las montañas
La cama helada
La mesa en orden
Dos cafés, dos tostadas
La leche agria
La luna llena
El sofá sin su manta
La tele puesta
Llegó la lluvia
el columpio está quieto
Nadie se sienta
El parque es viejo
En un banco hay un joven
Lento es su llanto
Entre vestidos,
las perchas sin corbatas.
El jarrón roto
La joven llora
Mira otra vez el whatsapp
De él, no hay nada
Sangre en el baño
Él, ronca en el sofá
Ella se lava
Ella no grita
Él gime y se disculpa
Un bebé mama
Ya no se hablan
las dos miradas huyen
la luz se apaga.
Lluvias y lloros
carrera entre los charcos
setas de otoño
Son estas lágrimas
en mares tenebrosos
faros sin luz.
Cafetería
ella sale llorando
un café solo.
Las hojas caen
pisadas en silencio
me pego un tiro.
Raíces secas
asoma cada lágrima
tras ramas muertas.
Embarrancando
dos barcos sin amarras
cielos azules.
Chema y Richar García
Luces de guerra
Corro de talibanes
Entorno al fuego
Noche en el mar
Humo en el horizonte
Pozos quemados
Gritos e insultos
Abusos sexuales
Golpes y cortes
Cuerpo desnudo
Pieles entre las uñas
Braga en la boca
Bebé en escorzo
En la vía del talgo
Tieso de frío
Un manicomio
De amplios pabellones
Gritos y quejas
Indios salvajes
La máquina y el hombre
Otro árbol cae
Joven suní
Contra sus compatriotas
De etnia chií
Antonia Oliva
Fotógrafo del desamor
Cabezas gachas,
verde sin esperanza,
mal de derrota.
Manchas carmín
en la sábana blanca
el viento ondea.
Una guitarra
de cuerdas oxidadas
abandonada.
Noche sin luna
calles desiertas y
casas en ruinas.
Un gato negro
sobre el tejado ve
el fin del día.
Redes raídas
y postes oxidados
en hierba seca.
Daniel Ruiz González
Dos cuerpos yuntos
Uno se marcha
El cielo llora.
Nara Zardin
sopa de sobre
lágrimas que resbalan
y caen al plato
Alejandrina Sánchez
Una nota de suicidio
Rosas rojas,
restos de sangre.
No queda nada.
Una mirada dolorida,
lágrimas verdaderas
ante la soledad.
Cerró la puerta,
de golpe,
una nueva vida.
Iria Costa
noche sin freno
Invento una excusa
Beso de Judas .
bronco discurso
puños como arietes
mejillas rotas .
noches de vino
fulgurante acero
silencio mortal
nada por decir
portazo en la noche
temido final .
falsa quimera
perfume que embriaga
carmín delator.
Fernando de Castro Cardoso
Amores que matan
Porque te quiero
te poseo y por eso
puedo matarte.
Tu maquillaje
esconde sin pretender
su ira certera.
Hechos añicos
tus sueños y tus labios
destilan rojo.
Gemma Rojo
Obsolescencia programada
Mantel de fresas
Adornadas con nata
Sus ojos brillan.
Le esperará
De nuevo se encuentran
Para amarse.
Distinto olor
La tarde es oscura
Lloran los gatos.
El viento gime
Su pelo se enreda
Un coche gira.
Mueren las horas
Los olivos ya duermen
Bajo la luna.
Trenza su pelo,
Recoge sus recuerdos
Desprotegidos.
Apaga la luz,
Ahogando su llanto…
Cortocircuito.
Tina Martín Mora
Dos almas juntas,
dos sueños y un reloj,
uno se marcha.
Dos cuerpos juntos,
uno de ellos se va,
el cielo llora.
Dos almas juntas,
sienten el desamor,
Dos cuerpos juntos,
uno de ellos se va,
el cielo llora.
Dos almas juntas,
sienten el desamor,
mejor querer.
Nara Rúbia Zardin
Nara Rúbia Zardin
Luis:
ResponderEliminarMuy bien esos dos haikus. ¿Recuperado?
Nicolás:
No entendiste bien la tarea. La temática era sobre el desamor y malos tratos. Pero para iniciarse no está nada más… sigue practicando. Repasa la fórmula 5-7-5.
“Sombras en luces
el miedo es tenaz,
¿corro o paro?” – corre y no pares je…je.
Alfredo:
Muy bien Alfredo…
“Una mirada
es todo sentimiento
refleja dolor”. Yo cambiaría “dolor refleja”, porque dolor al ser aguda cuenta una sílaba más… tampoco le queda mal.
Carmen Alonso:
Bien Carmen, sentidos.
“cerezos en flor
la primavera surgió
en mi casa no.” Cuando la última palabra es aguda se cuenta una sílaba más por lo que te queda una estructura de 6-8-6. Pero es precioso, podría ser: Cerezo en flor/surge la primavera/no en mi casa.
Ramón:
Desconocía esta vena tan poética… Muy bien, Ramón. Te sacaré un fallito para que no digas que todo lo digo bien. Dormir es aguda por tanto cuenta sílaba más con lo que te queda en 8. ¡huy!... El resto perfecto.
Miguel Angel:
Te mueves en tu terreno, “titanio-men”… se ve que te gusta el género y lo practicas… Practica también el amor que es muy saludable… je…je
Todos perfectos, medidos, ajustados y cuidados. Me gustan todos. Enhorabuena.
Sofía:
No se ajusta mucho a la temática propuesta pero son bonitos.
Ana:
Me gustan más tus cartas de amor… je..je.
“La joven llora
Mira otra vez el whatsapp
De él, no hay nada”. Este me gusta va con lo que se lleva ahora. Y los demás bien…
Creo que esa naturaleza aséptica en la forma forma parte del haiku, los tengo mucho más "implicados" aunque no sé si son haikus.
EliminarNo voy a comentar uno por uno porque en verso no me siento yo capacitado para consejar a nadie. Sólo animaros porque parece que cuesta, pero para mí, que los versos no son (ni a éstas alturas serán ya) lo mío, me salen fácil las estructuras 5-7-5. Luego serán malos, subjetivos, poco adecuados... pero practicando acaban saliendo. No es hacer soneto. Aquí arriba tenéis la prueba.
ResponderEliminarSayonara.
Taller de haikus
ResponderEliminarLeídos desde la cama
Quedo encantado
Gracias por tu sugerencia que me parece acertada
ResponderEliminarPreciosa colección de haikus,a todos. Este taller está adquiriendo un nivel como se merece su nombre "casa de las conchas¡Admirable escritorescreativos os quiero a casi todos!. Gracias Maestro ¡usted si que sabe!
ResponderEliminarEste ordenador me come las palabras. Quiero decir: ¡¡ENHORABUENA A TODOS!!
EliminarCada haiku es una lágrima –en serio, alguno me ha hecho llorar.
ResponderEliminarBrotan limpios y sin pretensiones desde la sencillez.
Qué triste y desconsolado es el desamor y qué bien lo habéis expresado.