Las otras vidas

Tal vez la mejor recompensa del escritor sea el prodigio diario de vivir, gracias a la imaginación y las palabras, otras vidas.
El lector y el soñador, también recrean, desde la página o el sueño, nuevas identidades y se afanan por conquistar otras coordenadas posibles lejos de sus rutinas.
¿Quién –además del que se sabe ajeno a su identidad sexual– no ha deseado vivir en otro cuerpo? ¿Quién no ha sentido, por un instante, el sueño de ser otro? ¿Quién no ha alcanzado a ver detrás de las radiografías el otro ser que en ocasiones exhibimos? ¿Quién no ha deseado huir? ¿Quién no ha añorado volver? ¿Quién no se ha sentido protagonista en uno de esos libros en que uno elige su propia aventura? ¿Quién no tuvo nunca posibilidad de elegir?




Clara Obligado despeja, en Las otras vidas, muchos de estos interrogantes y comparte con nosotros su exilio. El exilio político, rémora de dictaduras y golpes de estado, que a ella le truncó, en 1976, su vida original en Buenos Aires para vivir otra, muy distinta, en España. Un país que treinta años antes también sufrió el desarraigo, la angustia y el caos. La poesía –señala Dámaso Alonso– es “una frenética búsqueda de ordenación y de ancla”. La narrativa, en Clara Obligado, también lo es. Clara exhibe sus sentimientos, mira de cara a la realidad y ordena y desordena el tiempo con el artilugio de la imaginación.
Pero en Las otras vidas hay otros exilios menores: El vuelo chárter al álbum de la infancia, plagada de recuerdos que un día maduraron y se convirtieron en realidad y nostalgia. Los exilios del corazón, las trashumancias del amor y de los sentimientos, la búsqueda de la identidad. El exilio dulce y frugal de la fantasía. Y el más rotundo, el definitivo exilio de la muerte y que da paso a la otra vida, donde el creyente deposita su interés y su esperanza a plazo fijo.
Las otras vidas es un catálogo de cuentos con un patrón común: la distancia. Y es también una visión panorámica de la vida, con sus enfoques y desenfoques. Un zoom, con gran angular, de los momentos en que es preciso elegir o que elijan por ti.
“Yo, en otra vida, fui avestruz”, título del cuento con que inaugura el libro, refleja la dura realidad de vivir en una tierra, cercana pero extraña.
“La aventura” es un viaje real en autobús, pero a la vez una escapada que nace en el deseo de evasión, de accionar el mando a distancia de nuestra fantasía y vivir otras historias.
“Ulises” es la historia de una búsqueda, la de un hombre que viaja de mujer en mujer y país en país huyendo del olor de los recuerdos y que vuelve, con el tiempo, a sus orígenes.
“El grito y el silencio” refleja las barreras de la comunicación. El miedo, la angustia, la ciudad con sus ecos y sus túneles que guarda el secreto contenido de un grito. El grito como testimonio de la angustia de vivir y que inmortalizó el expresionista noruego Edvard Munch.
“El enviado” es una fotografía de la infancia que se revela diferente al cabo del tiempo. La historia de una huida, tras un juego, que esconde en su final la coartada perfecta.
El rastro que deja un caracol en las piernas de una viuda, el orgasmo de la señora Matilda en la carnicería (escrito con hexámetros latinos), los conflictos de la paternidad, la falta de sentido común de los hombres, la persuasión que demuestran las mujeres, la imagen de una mujer atrapada en una cámara fotográfica y en su pasado, los cabos que anudan el lenguaje y nos desunen y la locura en la que deriva la pasión desmedida completan el prospecto de este libro indicado para cuadros de nostalgia, realidad y melancolía.
Tres cuentos a destacar son: “El río, el río”, una mirada limpia y traslúcida de nuestro interior en las aguas de un río y el reflejo que éste nos devuelve, una poética historia de amor y dudas. De nuestra posible vida al otro lado.
“La sirena” es un texto surreal y poético donde apenas hay límites entre el erotismo y la brutalidad del amor y el deseo.
Y finalmente “Exilio”, el cuento que cierra el libro y que nos hace pensar en la importancia de nuestras decisiones, o de las decisiones ajenas, capaces de guiar el curso de la vida por caminos muy distintos. Es la historia de las otras vidas “que no fueron posibles, esas vidas que nos arrancaron”. La propia historia de la autora.
Ingenio, humor, erotismo, poesía, destreza narrativa... son las señas de Clara Obligado, una de las voces literarias más notables de la narrativa actual, cuya literatura y vida conviven a la intemperie.

Raúl Vacas
La vida y la literatura a la intemperie


La sesión de ayer la centramos en este último relato de Clara Obligado titulado "Exilio". Con una factura cortaziana la escritora argentina nos habla de su exilio y mezcla su historia real, la vivida, con otras historias posibles, fruto de su imaginación. Es un texto poliédrico, un puzle de vivencias, una almazuela de emociones y sentimientos que señalan lo duro que resulta abandonar la patria para iniciar una vida nueva en otro lugar. Pasar del verano -con lo puesto- al invierno no es fácil. Esa intemperie, esa ausencia de identidad, esa imposibilidad del retorno inmediato la dibuja con precisión en su texto.
Vimos también el cortometraje "Mis otros yo", una historia protagonizada por Ernesto Alterio que nos habla de la importancia de tomar decisiones y de cómo cada elección implica unos costes y unas consecuencias. 
Mencionamos los artículos "Las vidas no vividas" de Francesc Miralles y "Kierkegaard y las elecciones de la vida" de Francis Fernández y recomendamos por último el libro Otra vida por vivir de Theodor Kallifatides


Tareas de escritura

Planteamos dos trabajos Uno que se realizó en el taller y otro para casa:
1. En el taller: Clara Obligado señala en uno de sus cuentos "Yo en otra vida fui avestruz". Tomamos como punto de partida ese inicio pero invitamos a los participantes en el taller a elegir alguna de las muchas vidas no vividas que Joaquín Sabina propone en su canción "La del pirata cojo". ¿Cuál de todas esas opciones tu hubiera gustado vivir? 
2. Para casa: ¿Cómo habría sido tu vida si hubieras tomado otra decisión en alguna de las encrucijadas de tu historia personal?


Estos son los trabajos recibidos:


Yo en otra vida...

Yo en otra vida fui fotógrafo en Playboy. Fue duro mi trabajo. Todo el día abriendo y cerrando el diafragma. Midiendo la luz cerca de la inocente carne. En esa vida yo tenía un buen equipo, todo era más fácil. Durante el día veía cuerpos jóvenes, alegres, candorosos. Por la noche, a oscuras, inmóviles figuras se iban revelando, una a una, bajo la luz rojiza. Yo enfocaba mi cámara y disparaba, el negativo recogía las instantáneas, pero mi mente viajaba, viajaba junto a esos cuerpos adolescentes, con tantas ganas de vivir. Mis pensamientos me han traído hasta aquí. Espero, paciente, en el purgatorio. Soy un insumiso en el cielo.

Tomás García Merino
Grupo B


Suerte

Si hubiera jugado al futbol
Habría conocido la victoria
Si hubiera estudiado
Sería abogado y defendería a los inocentes
Si hubiera sido bombero
Salvaría a las víctimas del fuego voraz
Si hubiera sido carpintero
Habría construido preciosos muebles para los libros
Si hubiera sido marino
Habría saboreado la sal de la libertad en mis labios
Si hubiera nacido hombre
Podría haber sido todas estas cosas
Si hubiera nacido en España
Podría ponerme vestidos de alegres colores
Podría reír y cantar con mis amigas
Podría jugar al futbol
Podría estudiar
Podría leer libros
Podría ser bombera, minera, carpintera
Podría andar, con mis pies desnudos, sobre la arena en el mar
Pero no soy hombre, ni he nacido en España
Aquí estoy, atrapada bajo un negro vestido
Viendo mi vida a través de esta pequeña rejilla
Esperando para conocer a mi futuro marido
Si yo pudiera decidir…
Si Dios existiera realmente…

Tomás García Merino
Grupo B


Hay otras vidas, pero están en ti.

Polizón en tu cama
náufrago en tu playa
juguete a tu placer.

La crema de tus manos
manicura en tus uñas
podólogo a tus pies.

Tu biquini mojado
la cinta de tu pelo
el agua de tu sed.

La fresa que te comes
el vino de tu boca
la flor que vas a oler.

Buceador en tus aguas
alpinista en tus montes
dos gotas de Chanel.

El bebé que te llora
para acercar sus labios
a tu pecho de miel.

El más tonto del barrio,
orador que se calla,
Ícaro, al caer.

El amigo del alma,
o enemigo rendido
destinado a perder.

Declaración de amor
anillo sin candado
camino por hacer.

Policía con multa
que después de mirarte
se la quiere comer.

La chispa de tu vida,
fierecilla a tu antojo,
acróbata sin red.

Tu ángel de la guarda
el niño de tus ojos
gigoló a tu merced.

Ginecólogo en celo
pirómano en tu fuego
y el bombero también.

Cartero de Neruda
mensaje en la botella
entre el ser y el no ser.

Oráculo de guardia
guía en el laberinto
misterios del querer.

Sereno de tus noches
pulsera en el tobillo,
la borra en tu café.

Butanero en tu casa,
servicio a todas horas,
el manitas más fiel.

Confesor de mi reina,
tu caballero andante
si te parece bien.

No tienes que elegir
si me quieres creer:
soy todos a la vez.

Ignacio Aparicio Pérez-Lucas
Grupo A


Vida y vida

En mi anterior vida fui la reina que se confesaba con Sabina. Hay que ver lo que disfrutaba yo con ello. Pero ¡cómo podía ser él tan ingenuo, por favor!, todo se lo creía. Las penitencias que mandaba, eso sí, eran de un rigor extremo. Claro que yo no las cumplía ni poco ni mucho. Y ahora, en mi vida de ahora me refiero, me lo paso mejor aún, porque me pedí polizones en mi cama y no veáis qué diver.

Pascual Martín
Grupo B


Qué hubiera sido de mi vida si…

…me hubiera casado con Hortensia, pongo por caso. Y cualquiera otra podíamos decir, con todas habría sido lo mismo, bien fijo lo tengo. Por suerte me casé con Rosalía, la pequeña de los “Bolinches”, en los pueblos nos conocemos mejor por el mote. «Tú verás, hijo» —me rezongó la abuela Jeroma qué sé yo las veces— «con Hortensia, la hija única de los Conteras, tienes la vida asegurada, tres parejas de labor los padres. El cariño lo da luego el trato».
Pero fue con Rosalía, y solo para ella tenía yo pensamiento aquella noche sin luna, la más amarga de mi vida. Lo cuento. Estábamos llegando al monte de Zadorija y pensaba en Rosalía como digo; pero también en el niño que habría de venir al mundo. Para ya ves, no podría conocer a su padre. Con las manos atadas a la espalda, me atormentaban las cuerdas hundidas en la carne.
Los que portaban fusiles cruzados a la espalda nos echaron abajo de la camioneta, donde veníamos tirados como sacos de patatas. Uno de ellos me dio un empellón y caí de bruces; me entró tierra en la boca, empecé a sangrar por una ceja. Se arrodilló luego sobre mí como para levantarme y a mi oído le oí decir en susurro: «Soy Crescen. Cuando disparemos, te dejas caer. Hazlo bien, que nos jugamos la vida los dos».
Nos pusieron enfrente unos de otros. Cuatro éramos nosotros. Cuatro los de los fusiles igual; más el de la gorra de plato, el que daba las órdenes. «¡Apunten…! ¡¡¡Fuego!!!». Caímos todos, yo también. Hubiera caído lo mismo sin hacer por ello. El de mi lado se me vino encima ya sin vida y su cuerpo quedó tapando mi cara; sentí la sangre caliente que me iba empapando. Un momento de silencio y se oyeron disparos sueltos de pistola, el tiro de gracia. El que sonó a mi nuca me salpicó de chinas. «Bueno, listo», zanjó en voz alta Crescen, «abajo con ellos». Nos agarraron de pies y manos para dejarnos caer en la zanja y empezaron las paletadas de tierra. Sobre mi cara, un cuerpo sin vida que algo me protegía, me busqué hueco para respirar. Voceó al rato Crescen: «Venga, id subiendo a la camioneta, que esto lo termino yo en un momento». Y a mi oído: «Tú quieto ahí, no te muevas hasta que vengan a buscarte». Con las manos atadas, tampoco hubiera podido desembarazarme del muerto y de la tierra encima de mí.
Sentí ruido afuera al cabo de no sé el tiempo, un siglo. Padre y un vecino que era como de la familia. Me desenterraron, me subieron a la mula, ellos caminaban a pie. Fue llegar al pueblo y madre y Rosalía ocuparse de mí entre lloros que padre les reprochaba. «Menos gimoteos, venga. Espabilaos, cada minuto cuenta». Me pude lavar con agua caliente, me cambié de ropa, un algo de dinero pusieron en mis manos. Y salí a la noche de nuevo. «La mula no te la puedes llevar hijo, despertaría sospechas que no se viera en casa», dispuso padre.
Duele recordar eso ahora, en país extraño. Eso, más lo que vino a seguido, cinco años ya de aquello. Aquí resulta dura la vida, pero al fin y al cabo resulta; a los muertos no les resulta la vida. A soportar las penas ayudan las cartas con España, y la niña, y el chiquitajo, que está hecho una joya. Y Rosalía, sobre todo Rosalía, la pequeña de los “Bolinches”, Crescencio es el mayor de los cinco.

Pascual Martín
Grupo B


32 otras vidas

Si me permite la vida volver al pasado, cuantos caminos pude haber tomado, primero el que tomé pues la decisión fue propia, equivocada o no, eso ya, es otra historia.
Me imagino la rayuela de la vida en esos números del deseo, mientras salto a la pata coja para apoyar los dos pies en el suelo, y me subo al tejado, ese que cuenta tantas historias vividas que se pierden, lo cierto y lo incierto muchas de las veces se queda en ciernes, mientras vamos soñando otras vidas de camino a la muerte.
La chimenea saca humo blanco y a veces negro, el frío arrecia, a veces pienso que pude ser tantas cosas, que miro el reloj del tiempo e incluso hasta me agobia.
Y sueño, de nuevo el sueño, de ser poetisa, o escritora de vidas para que otros sientan en su piel el deseo de lo que no fueron, y así como yo escribo cada mañana, el tejado me chiva todo lo que en el horizonte se me escapa.
Una sola palabra tiene la vida, los sueños que haces, los que olvidas, y los que dejas en el tintero para revivirlos día a día.
Pero siempre me quedará una opción si creo en la reencarnación, siempre podré vivir aquella primera opción que dejé encerrada por miedo en algún cajón.
Somos muchas vidas encajadas en el tiempo, pero por si acaso no pierdas tu oportunidad antes que llegue tu invierno.

Ana Taramon
Grupo C


Yo, elijo Flautista de Hamelin.

Me prestó y puse su traje, calcé sus botas rojas, el gorro verde adornado con una bella pluma de faisán, me dio su flauta mágica. Y ya estaba en condiciones de llegar a la Tierra, no había buenas noticias de aquel lugar, no eran ratones, ni habían ofrecido bolsas de oro por su exterminio, había una contaminación que hacía difícil la vida, me propuse terminar con los contaminantes: injusticia, arbitrariedad, privilegios, ley del embudo, violaciones, abusos, asesinatos… en pago podrían nombrarme hijo predilecto del lugar. Crucé nebulosas, nubes desiertos, en un lugar vi una bella rosa, montañas, valles y ríos, llegué. Crucé pueblos y ciudades calles y plazas, saqué mi flauta mágica, de ella salía una misteriosa y fantástica melodía, las puertas y ventanas se abrieron, las calles se llenaron de un polvo negruzco que con la fuerza de un torrente seguía a la música, llegué a la montaña más alta, no a un rio, sus aguas se contaminarían, un inmenso cráter se abrió, y ese torrente de basura llegó al núcleo de la Tierra y, de él no se ha vuelto a oír hablar.

¿Por qué esto tiene que ser un cuento?

Inés Izquierdo Pérez
Grupo A


El rap del Bongosero

Yo en otra vida,
fui alguien que trató de no ser
nunca, un carnicero,
de tiro certero,
gruñón o puñetero,
y no muy putañero.
Pero pude haber sido
herido en combate,
fray e incluso abate,
duelista que mate
o capitán de yate.
Pero hubiera querido
ser justo y austero,
sabio al lapicero,
seguir mis impulsos con deseo fiero
y habría perecido por ser bongosero.
Aunque bien mirado,
yo no estoy cerrado
a cambiar de trama,
aunque esté colgado
de tu cuerpo amado
sentir otra llama,
si alguien me reclama.
Saltar la aduana
tirar una cana
y cantarle una nana
a mi linda cubana
en clave antillana.
Marcharme a la Habana,
a pasar la semana
paciendo en su auyama,
metido en su cama
sin red ni pijama.
Y después de esto llegaría el drama.
Pues se que mañana,
mi dulce madama,
yo hubiera querido
ser justo y austero
o herido en combate,
de tiro certero.
Sabio al lapicero,
gruñón, puñetero,
duelista que mate.
Seguir mis impulsos con deseo fiero,
aún yendo vestido como fray o abate.
Y aunque mole mucho capitán de yate, algo putañero,
no hubiera dudado, en tener el chance de ser bongosero.

Calgari
Grupo A


Almas y vidas

Tuve alma de pájaro
y volé muy alto en busca
de mares, desiertos,
ríos y montañas.

Tuve alma de árbol
y construí mi nido
en la fuerte rama
de la encina centenaria.

Tuve alma de mar
y una gran tempestad
dejó a la deriva
las esperanzas perdidas.

Tengo alma de montaña
que la nieve cubre y calma
y el silencio arrulla
con su callada nana.

Marian Pérez Benito
Grupo A


Cuando no fui yo viví otra vida

Hace ya bastantes años uno de mis yo posibles me poseyó por un tiempo y me vivió….¡ vaya que si me vivió!
Eran los años de la movida en España, de repente un yo frenético se apoderó de mí y le dio por cambiarme entera. Yo, que acababa de salir de un colegio de monjas me vi sacudida por un fogonazo que rompió todos mis esquemas y me sacó del letargo de sombra y sueño. Así, como quien no quiere la cosa, me cambió el modo de vestir mojigato por un modernísimo estilo after punk siniestro y cuando llegaba la noche me nacía dentro una vampiresa que me hacía bailar desmadejada hasta el amanecer.
Pasó un tiempo y, tras un exorcismo de años y desencuentros me abandonó aquel yo que me enajenaba, pero me dejó un regusto agridulce y se quedó agazapado en lo hondo, tanto que cuando intuyo la chispa pienso qué habría ocurrido si ese otro yo se hubiera instalado para siempre. Y entonces me pongo las zapatillas de estar en casa y me agarro fuertemente al sofá, por si acaso.

Pilar SB
Grupo B


Yo en otra vida

Yo en otra vida fui taxista en NY
He conocido muchas nombres, pero pocas personas
He escuchado muchas historias, pero en ninguna he sido el protagonista
He conocido muchas lenguas, pero no he hablado ningunha
He vivido muchas historias de amor, pero ninguna ha sido mía
Desde mi taxi en NY
Cada día ha sido unha vida
Tantas vidas como personas
Pero ninguna ha sido mía

Rubén Maneiro
Grupo C


Decisiones

Querida hija:

Deseo con todo mi corazón que esta carta sí, llegue a tus manos. Le he encargado a mi hermana Eulalia que te la haga llegar con la mayor discreción posible. He esperado hasta hoy que cumples dieciocho años para contarte la verdad de lo que pasó, esa verdad que te han estado ocultando durante todo este tiempo.
De aquí en adelante deberás tomar muchas determinaciones y por eso me atrevo a hacerte llegar unas cuantas reflexiones. La situación en que me encuentro me ha permitido meditar mucho acerca de los acontecimientos de mi vida. He calibrado qué decisiones tomé a la ligera y las consecuencias que estas me acarrearon. Me he torturado mucho pensando qué hubiera sucedido si en lugar de actuar de una manera lo hubiera hecho de otra. No quisiera que tú siguieras mi ejemplo; al contrario, que viendo adonde mis funestas elecciones me han llevado, te acostumbres a valorar con minuciosidad las consecuencias de tus resoluciones. Creo que me estoy dilatando en los preámbulos porque le tengo miedo al sufrimiento que voy a causarte. Pero he de seguir adelante.
Hay en la vida elecciones que te viene rodadas, como el día en que acepté a tu padre de enamorado. Todo era tan fácil, tan conveniente, tan adecuado. Mi madre estaba encantada con que un hijo de los Benavides, una familia tan ilustre –y tan rica, mamá lo tenía muy presente–, me pretendiera. Las monjas del colegio hacían de celestinas en una unión que las enlazaba más estrechamente con una de las familias benefactoras de su congregación. Mis amigas estaban felices con las meriendas en la piscina de la Casa Grande o los paseos en descapotable. A mí, él no me desagradaba. Era cortés y considerado, y tenía muy buena planta.
Del noviazgo a la boda hubo un paso tan liviano que no recuerdo haberlo dado. Los primeros meses del matrimonio no fueron desgraciados, diría que fueron cómodos más que felices. Tu papá me atendía como si fuera una joya valiosa o su caballo preferido. Era espléndido y condescendiente, pero raramente cariñoso. No tardé en sospechar de sus infidelidades, aunque preferí ignorar los avisos, los signos inequívocos que las desvelaban.
Fueron determinaciones tomadas sin calibrar la trascendencia que tendrían en mi futuro. Pequeñas dejaciones, miradas hacia otro lado, postergaciones indefinidas. Gotas de agua que acabaron desbordando el vaso.
El embarazo pareció reconducir la situación. Tu padre estaba entusiasmado con la idea de tener un hijo y me prodigó por un tiempo las atenciones y cuidados que había desatendido hasta entonces. Y luego naciste tú, mi joya divina. Me sentí revivir con los afanes de la maternidad. Él se cansó pronto de las incomodidades de la crianza y poco a poco fue despreocupándose y dejándome entregada en solitario a tu cuidado. No me importó pues durante esos meses fui la mujer más feliz de la Tierra.
Luego, de forma casi imperceptible, las cosas fueron cambiando. Comenzó ignorándome, desatendiéndome a mí ­–y lo que más me dolió– y también a ti. Mis mínimas exigencias de colaboración en tu cuidado le ofendían, tus llantos o alborotos le incomodaban. Comenzó a gritarnos sin ton ni son. Tú, atemorizada le rehuías. Desaparecías de cualquier habitación en la que él hiciera acto de presencia. Yo no tuve el mismo valor, o quizás, la misma oportunidad. Porque yo debía reclamarle atenciones y útiles que eran necesarios para ti y los pocos que consideraba imprescindibles para mí. Entonces los gritos se convirtieron en golpes. Primero un empujón, luego un manotazo, después…
Acudí al arbitrio de mi suegra, lo que fue otra grave equivocación. Tu abuela me conminó a obedecer a su hijo y a callar. Y para él aquella petición de auxilio fue una ofensa que pagué con más golpes y privaciones.
Lo único que me empujaba a seguir viviendo ese tormento eras tú. Por amor a ti disimulaba todas las afrentas y fingía una alegría que estaba lejos de sentir. Tampoco pude recurrir a mi familia de la que poco a poco él me había ido alejando. Prohibió las visitas de mis padres a nuestra casa y racionaba las que yo hacía a la suya haciéndomelas pagar con patadas y puñetazos. Tuve que ir espaciándolas cada vez más. Ellos se lamentaban mientras yo me deshacía en excusas y justificaciones que nadie creía.
Pensaba que mi existencia era un martirio insuperable hasta que conocí el infierno. Fue el día en que te puso una mano encima. Debías tener siete años. Fue un bofetón en la sien que te dejó tan aturdida que tuve que llevarte a urgencias. No se interesó por ti a nuestro regreso, ni me prestó atención cuando le advertí que si volvía a tocarte le mataría. Sonrió con desprecio y quitándome de delante de un empujón, se dirigió a la puerta.
No cumplí mi amenaza cuando se repitieron los bofetones y las azotainas, no sabes cómo lo lamento. Pero un día, al entrar en casa procedente del mercado, escuché tus gritos. Dejé caer las bolsas y me precipité en tu habitación. Tú estabas tumbada en la cama mientras él, con el cinturón en la mano te daba latigazos en silencio, indiferente a tus ruegos. «¡Para!», le grité. Entonces se detuvo un momento, se giró, me lanzó la más despectiva de sus miradas y volvió a su espantosa tarea. No tuve el valor de interponerme mientras veía su brazo golpear una y otra vez. En un arrebato corrí hacia su despacho, cargué uno de sus fusiles de caza –me había enseñado a disparar durante el noviazgo– y regresé al dormitorio. Tus chillidos se ahogaron en el estruendo del primer disparo. Él se volvió más sorprendido que asustado, aun herido dio un paso en mi dirección. El siguiente disparo le reventó la cara. Allí mismo cayó muerto.
De lo demás algo sabrás, a pesar de las mentiras que te han contado. Mi detención e, inmediatamente, el juicio por tu custodia que los abogados de tus abuelos paternos arrebataron a mis padres. Luego mi propio juicio, mi condena y mi entrada en esta prisión en la que peno por tu separación desde hace diez años.
Perdóname hija que te haya hecho revivir sucesos que seguro tu mente ha tratado de enterrar en el olvido. Sin embargo, creo que esta es la hora de que conocieras la verdad, no esa fábula que te han contado ellos. Para que sepas quién era el monstruo que tuviste por padre y la insensata y desgraciada madre que te tocó en suerte.
Ya ves hija adonde me han llevado las dos decisiones más importantes de mi vida. De la primera me arrepiento cada día, aunque no he lamentado la segunda ni en una sola ocasión. Estoy segura de que si no la hubiera tomado las muertas hoy seríamos tú y yo. Que Dios perdone mi falta de arrepentimiento.
De ese mismo Dios espero que te conceda toda la felicidad dela que a mí me ha privado.
Con todo mi amor.
Tu madre

Pepe Lorenzo
Grupo B


Lo que pudo ser y no fue.

Me ofrecieron la plaza de profesor de clases prácticas. Tendrás un sueldo de hambre, me dijeron. A pesar de todo acepté.
La plaza suponía la ilusión del comienzo, el sentir de algo nuevo, de algo bueno, algo ilusionante y prometedor.
Además del inicio como profesor interino no numerario, una verdadera porquería en pocas palabras, te voy a dirigir la tesis, me dijo el catedrático de Fisiología y Bioquímica.
Aquello supuso un gran incentivo para mí, pues siempre me ha gustado la docencia y la investigación.
La cuestión es que acepté.
Dejé mi especialidad y mi plaza en propiedad, me eché la manta a la cabeza y allí me presenté para comenzar una nueva aventura rompiendo con todo lo anterior.
Una vez en Vitoria tuve que adaptarme a vivir con poco dinero, y me fui a vivir a una pensión.
Enseguida encontré con quién compartir mi tiempo libre fuera del trabajo. Fueron dos personas fundamentalmente: el capellán del hospital donde trabajaba anteriormente y que era un gran experto micólogo; con él quedaba algún fin de semana para subir al monte a buscar setas; yo las cogía todas y él me hacía tirar las venenosas; así iba yo aprendiendo a distinguir algunas especies, y aunque pude conocer varias, nunca llegué a comer ninguna sin su supervisión.
El otro era un pintor que trabajaba como jefe de sección de arte en Heraclio Fournier. íbamos al campo caballete “en ristre” y pintábamos al aire libre. De vez en cuando se acercaba algún curioso a opinar sobre cómo había que hacer tal o cual detalle; al principio me resultó algo incómodo, pero enseguida me acostumbré e incluso seguía alguna de las indicaciones que recibía.
Para terminar de rematar la faena, me apunté a una sociedad gastronómica a la que acudía regularmente una vez por semana. Aprendí a cocinar, y a distinguir algunos tipos de vinos. En las sobremesas nunca faltaron las buenas conversaciones y alguna partida que otra al mus.
Entre afición y diversión siempre sacaba tiempo para estudiar algo, preparar las clases, e ir elaborando la tesis doctoral; pues a fin de cuentas era el motivo y la ilusión que me hizo cambiar de vida; aunque si lo piensas bien las otras cosas ayudan mucho en la felicidad y el bienestar de las personas.
Al redactar la tesis, al preparar la oposición a profesor agregado, tuve que renunciar durante algún tiempo a las otras distracciones; pero después de conseguir ambos proyectos retomé mis otras devociones con más ahínco, como si tuviese ganas de recuperar, de ponerme al día.
Al cabo de los años se cumplió otro de mis sueños: saqué la cátedra de Fisiología y Bioquímica y en un traslado conseguí afincarme en Salamanca, lugar desde donde escribo estas memorias.

José Luis Fonseca
Grupo A


En otra vida fui la hermana de Sam, el pianista de aquel famoso cabaret de Casablanca. En la película apenas se me ve en unos fotogramas. Sam siempre fue un buen músico y cuando Rick salió de Francia nos llevó con él. En 1942 quedamos atrapados en esta ciudad mientras duró la guerra. No nos fue mal, yo vendía cigarrillos y llevaba el guardarropas. Las propinas eran buenas.
Aún así, no puedo quitarme de la cabeza algo que me atormenta. ¿Qué hubiera ocurrido si hubiese desobedecido a Sam? Nunca lo sabré. Si me hubiese ido con Marcel mi vida hubiese sido muy diferente, no sé si mejor. Él quería que nos fuéramos a Marsella, donde tenía familia y negocios. Estábamos muy enamorados a pesar de la diferencia de edad. Sam hizo valer la promesa que hicimos a nuestra madre de no separarnos y dejé marchar al amor de mi vida. Después, todo se complicó mucho y solo pudimos escapar gracias a Rick.
Ahora estoy esperando a reencarnarme en otra persona, espero tener un poco más de suerte y ser hombre y blanco.
-¡A ver, el siguiente de la fila!.
-Tú, vas a reencarnarte en pirata cojo con pata de palo. Pasa por atrezo y coge la bandera con un par de tibias y una calavera.

Enrique Martínez
Grupo C


Hay decisiones que tomamos sin conocer las consecuencias. Siempre he sido dormilón y me ha gustado retrasar el momento de salir de la cama. Aún me sorprende la facilidad con la que me levanté a las 7 aquel día de marzo para salir a correr por la urbanización. Una mañana soleada y fría me dio los buenos días. Acostumbraba a hacerlo a última hora de la tarde, antes de volver definitivamente a casa. Sin embargo me gustó disfrutar de la salida del sol, pensé volver a hacerlo otros días. Giré por la calle Almendros dejando a mi espalda el sol que me resultaba molesto en los ojos. Así pude comprobar en la aplicación del móvil lo bien que me movía, menos de 5 minutos por kilómetro ¡qué sensaciones! El frenazo me hizo levantar la cabeza para ver claramente aquel coche azul con su conductor deslumbrado antes de que me embistiera.
Ahora en el Hospital de rehabilitación tengo tiempo para pensar en mi vida futura pero también en la pasada. ¿Qué hubiera sido de mi vida si, en tantos momentos, hubiera tomado otras decisiones? A fin de cuentas, la vida es una sucesión de encrucijadas que no percibimos porque nadie antes ha pisado esos senderos. Además nunca sabremos donde llega el camino que no tomamos.

Enrique Martínez
Grupo C


Una vida soñada

En la otra vida, fui confesor de la reina Isabel la Católica. Yo era por aquel entonces párroco de la buena villa castellana de Cantalapiedra, pueblo cercano a la localidad de Madrigal de las Altas Torres, en donde Isabel pasaba largas temporadas en el Monasterio de Gracia, en el cual había nacido el 22 de abril de 1941. He de decir como párroco que guarda los secretos de la confesión, que el apodo de católica, en esta época, en que me tocó vivir, no se lo daría a ninguna mujer de las que pasaron por mi confesionario, por lo que, lo de católica a Isabel, se lo debieron poner sus súbditos, que no conocían las andanzas de la reina.
Por lo que a mi respecta, a ojos de la reina caí en desgracia, Isabel se enteró de que el pueblo de Cantalapiedra y yo en particular, éramos partidarios de Juana la Beltraneja, persona que tenía que haber sido la reina legal, y como venganza me retiró los favores de confesarse conmigo, y Cantalapiedra que en la edad media, era un pueblo precioso, amurallado en su totalidad, mandó destruir sus murallas, dejando solo en pie un torreón, que actualmente se conserva, después de haber sido restaurado.

Luis Iglesias
Grupo B


Yo en otra vida

Yo en otra vida fui cigarrillo en tu boca, y mucho me temo que ahora soy filtro en el suelo, pisoteado día tras día y en todo momento por sucios zapatos. Pero todavía recuerdo estar entre tus labios, siendo mordisqueado por los paletos torcidos y humedecido por la saliva en tu boca. Recuerdo también el frío, extinguido en el momento en el que con tu mechero me prendiste fuego, y recuerdo cómo mi cuerpo se deshacía entre cenizas. El vaivén entre el mundo y tu boca,la exhalación del humo (el mío y el tuyo) hasta el momento de rechazo, en el que me tiraste al suelo e intentaste matarme con tu limpio zapato de Prada.

Sofía Sánchez
Grupo C


Geisha

LA MEMORIA ES UN MATERIA DE PRIMERA MANO

No nací ni me eduque para ser una de mis famosas Geishas de Kioto. Ni nací en Kioto.
Soy hija de un pescador nacido en un pueblo de la costa del mar de Aponla la casa donde vivíamos estaba junto al acantilado donde el viento soplaba constantemente.
Solo tenía 14 años, me parecía que había vivido dos vidas. Ya de niña me daba cuenta de que el Señor Tomaka veía el mundo como realmente era.
Vais a la ciudad de Senzure.No pasara nada, no veía que se ganaba más diciendo la verdad.
No puedo decir que hubiera sido de mí de no haber sido cuidada por MAMELA.
No puedo decir que tuviera dotes naturales de ningún tipo, ni para la danza ni, para cualquiera cosa, pero si es cierto que estaba decida a trabajar sin descanso hasta lograr mi objetivo.
No sé por qué lo hice, era un paso de una danza que habíamos estudiado aquella mañana y era muy triste. Al mismo tiempo pensé en aquel SEÑOR PRESIDENTE y cuanto más fácil sería mi vida si pudiera encadenarme a un hombre como él.
Lo que sentí aquella tarde fue que cuando tenía el cuerpo apesadumbrado me movía con mayor dignidad. Y si me imaginaba al PRESIDENTE mirando mis movimientos adquirían tal profundidad de sentimiento que a veces cada paso de la danza equivalía una especie de una intersección con él. Girar con la cabeza ligeramente ladeada podría representar la pregunta ¿dónde vamos a pasar el día SEÑOR PRESIDENTE?
MAMELA ya había llegado y estaba arrodillándose para saludar con una profunda reverencia.
Entonces el hombre volvió la cabeza, y vi por primera vez su ancha cara y sus afiladas mejillas
Y sobre todo…esos parpados….tan tensos y tan lisos y suaves. Súbitamente todo lo que me rodeaba pareció calmarse, como si él fuera el viento que soplaba y yo solo la nube por el arrastrada. Ciertamente me resultaba conocido, más conocido en cierto sentido que mi propia imagen en el espejo. ERA EL SEÑOR PRESIDENTE EL DE MIS SUEÑOS.

Josefa Redondo
Grupo A

SE VENDE. Publicidad y Literatura

El taller de escritura de esta semana estuvo patrocinado por "Bolígrafos BIC" pues hay entre los participantes quien escribe normal y quien escribe fino, sobre todo si lo hace con un buen Fino la Ina.
¿Averiguan de qué hablamos? Lo dice el título de este post. Si no han reparado en ello no interesan como público a los creativos publicitarios siempre atentos a un consumidor al que no se le escapa detalle.
Iniciamos la sesión con un repertorio de vídeos que nos ayudaron a entender la importancia de la argumentación y la persuasión en un anuncio con el empleo del humor, la apelación a la emoción o el elemento poético: "Rubber Cement" "Mente comercial", "Los colores de las flores". 
Destacamos el ingenio de García, el gallego que regentaba una ferrería en Galicia y que se dedicaba a la venta de clavos, un chiste que nos despertó una sonrisa. Y vimos, incluso, campañas para prensa realmente innovadoras como la realizada por Peugot y que incide en la importancia de la seguridad.

Ya lo decía Cicerón: "la persuasión es la reina que transforma las almas". 



Si el orador ha de tener en cuenta el "docere" (y para ello es importante apelar a la razón), el "delectare" (o capacidad para deleitar) y el "movere" (uan buena pelación al público) el publicista tendrá en cuenta, por su parte, la "inventio" (la búsqueda de ideas), la "dispositio" (el ensamblaje y ordenación de dichas ideas), la "elocutio" (el modo de formular con palabras, o imágenes, esa idea), la "memoria" y  el "actio" (la forma de presentar al público el discurso). 
Aunque hay una gran diferencia en cuánto a la manera de trabajar y el propósito final de la Literatura y la Publicidad las herrajmientas con las que trabajan el publicista y el escritor son muy similares. El uso de la retórica es, en este sentido, común a ambos. Las mismas figuras literarias con las que trabaja el poeta las emplea el publicista. 
Fernando Beltrán, poeta y nombrador, señala en el artículo "Sidra El Gaitero, famosa en el mundo entero": la extraña poesía de los anuncios", de Berna González Harbour, las diferencias entre el publicista y el poeta:

1. El primero intenta convencerte de algo; el segundo no suele estar convencido de nada, salvo de su propia intemperie.

2. El primero tiene 30 segundos; el segundo 30 versos, pero sabe que se lo juega todo en la elección de una sola palabra clave en el poema.

3. El primero trabaja en equipo; el segundo está solo.

4. El primero trabaja por encargo; el segundo, para sí mismo, sin que nadie se lo pida y a veces le cuesta muy caro abrirse por dentro.

5. El primero vende; el segundo vierte: sus tripas, sus fantasmas, sus demonios, su amor a la lluvia, su insensatez, su belleza.

6. El primero tiene resultados concretos; el segundo siempre siente que su afán de totalidad ha fracasado de nuevo, y comienza a escribir otro poema.


Recomendamos en el taller el trabajo "Usos de la literatura en la publicidad" de Asunción Escribano Hernández. (Pincha sobre el enlace para descargar el artículo). Esta misma autora publicó el libro Literatura y publicidad. El elemento persuasivo - comercial de lo literario. Otro interesante trabajo que destacamos es el titulado "Macbeth: cuando la literatura se convierte en publicidad" de Gloria Jiménez Marín con numerosos ejemplos de campañas inspiradas en la literatura y en concreto en Shakespeare. (Puedes descargarte el artículo en esta página)
También hicimos alusión al artículo "La chispa de la vida" de Javier Cercas, quien articula su discurso sobre el anuncio de Seat León que toma prestadas la voz y un conocido texto de Julio Cortázar.

Hicimos un recorrido por diferentes anuncios inspirados en versos de reconocidos poetas como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Quevedo, Lorca o Cavafis. 
Y compartimos algunos poemas como el titulado "Anuncios" de Eduardo García:

Nos prometen paisajes de ensueño y chicas rubias
que sonríen a bordo de un último modelo,
repentinos romances, placeres instantáneos,
el sueño de una vida más plena y más dichosa
en un destello frágil como un beso fugaz
que nos tendiera al paso una desconocida.
Son mentira y son dulces y además nos recuerdan
esa dulce ficción de la literatura.

Repasamos los eslóganes que han quedado grabados en nuestro recuerdo gracias al uso de diferentes figuras retóricas, la eficacia de su mensaje o a la música que les acompaña. Y disfrutamos con el poema de Fernando Beltrán inspirado en los lápices de Ikea y que es un metáfora sobre la vida. 


Tarea de escritura
En el taller propusimos una divertida tarea. Poner nombre a un móvil último modelo y escribir un eslogan publicitario para su atraer a los posibles compradores.
Para casa planteamos escribir un texto sobre el amor, la muerte o la vida con el asunto de la publicidad como fondo o como trasfondo. 

Y estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:


Algoritmos publicitarios y otros versos venales.

El Consumismo ofrece felicidad masiva.

Adelantaron la eutanasia del abuelo para aprovechar las rebajas de la Funeraria.

El KuKluxKlan usa detergente Ariel, made in Germany.

La fábrica de Coca-Cola se incendió porque prendió una chispa.

El oropel se vende al mejor impostor.

Provocó su accidente mortal, grabándolo con el móvil, para ganar el concurso publicitario de Tráfico.

Anuncio de Secuestros S.A.: “Se buscan aspirantes con síndrome de Estocolmo.”

PLEONASMO (Redundancia, repetición, añadir a una frase palabras innecesarias): “Publicidad engañosa”.

“Just do it” en lenguaje subliminal se traduce por “Compra, estúpido”.

Aquel cementerio ofrecía panteones, tumbas, nichos, y osarios “en multipropiedad”.

El eslogan de la gira de Sabina “Amores que matan nunca mueren” tuvo que ser retirado por apología de violencia de género.

Aquel Taller de Poesía se anunciaba con el lema: “Hasta el metaverso y más allá”.

Ignacio Aparicio Pérez-Lucas
Grupo A


PUBLICIDAD

Que venga a mí quien quiera
que sepa todo el mundo,
del modo más fecundo
que pueda imaginar,
la venta de primera,
del todo ventajosa,
que sobre cualquier cosa
le puedo argumentar.

Yo soy la diosa griega
que canta melodías
para las mercancías
del pueblo y la ciudad,
que hechiza a los lectores
y endilga a los oyentes
mensajes elocuentes.
¡Yo soy publicidad!

Yo soy la estrella blanca
que exhibe golosinas
y deja en las retinas
de todo el que me ve
recuerdos imborrables
de calidad y precio
que aumentan el aprecio
de cuanto le mostré.

Yo soy maga que muta
las prendas más corrientes,
de pocos alicientes
y venta regular,
en género valioso
del todo imprescindible
que al ser ganga accesible
se vuelve popular.

Yo habito en las revistas
periódicos, panfletos,
mostrando mil objetos
de gran necesidad.
También muestro servicios
normales o especiales
con rótulos bestiales.
¡Yo soy publicidad!

Yo vivo en los carteles
pegada a las fachadas
y a vallas niqueladas
llamando la atención.
Con tal que el viandante
repare en lo que digo,
aunque le importe un higo,
ya cumplo mi misión.

Yo vuelo por las ondas
y anuncio mis productos
por todos los conductos
de radios y de teles.
Y he de reconocerlo,
me tienen tanto apego
que allí encuentra mi ego
millones de sus fieles.

Yo alumbro cada día
la vida de la gente
de un modo inteligente,
con arte y claridad,
para que todos piensen
que compran con cabeza,
con tino y sin torpeza.
¡Yo soy publicidad!

Óscar Martín
Grupo A


¿IKEAGO YO AKÍ?

Paseo por la república independiente de mi casa y los recuerdos me asaltan. La salud me está abandonando, pero la memoria me castiga cada día. Veo la habitación de mi hijo y leo en un póster, bajo una imagen impactante de la luna: «Hacemos tus sueños realidad», y no es publicidad engañosa. Mi hijo soñó con ser astronauta, y desde que acabó la carrera, marchó y no le he vuelto a ver, estará en el espacio exterior. Junto a la ventana colocamos su cuna, una cuna Sunvik. Recuerdo aquel día: mi mujer embarazada, moviéndose torpe por los pasillos en busca de los muebles ideales para nuestro hogar. Yo la seguía como podía, con el plano de nuestra casa mal dibujado en un folio y un pequeño lápiz de madera en la oreja, como un verdadero carpintero. ¿Cuánto mide esto o aquello? ¿Nos entra entre la cuna y la ventana? Yo asentía y apuntaba la referencia. Nuestra casa mide lo que nos permitió la hipoteca, ni un metro más ni menos. Pero, en tan poco, nos entró tanto, tanto amor, tanto cariño, que a veces salía por la ventana. El comedor, con las paredes ocultas por librerías Besta y Hemnes, llenas de recuerdos, objetos inútiles que han formado parte de nuestra vida. Tardamos dos días en montar estos muebles, la casa atestada de piezas por todas partes, instrucciones aquí y allá, yo no me aclaraba con los tornillos, confundía los Pozidriv con los Confirmat, discutimos mucho, pero al final lo conseguimos, nos faltaron un par de tornillos, pero en más de 40 años no se han caído. Frente al televisor está el sofá Söderhamn, este es el mueble más nuevo de nuestro hogar, lo compramos hace tres años, unos meses antes de que ella me dejara. La manta Varkrage, que descansa sobre el sofá, donde siempre se sentaba ella, aún guarda su aroma. Recuerdo el eslogan con el que te invitaban a comprar de esta manta: «No vendemos abrazos, pero sí calidez», con todas las cosas que venden y no tienen lo que yo más necesito: abrazos. Entro en el estudio. Hay librerías Billy, llenas de libros, en las cuatro paredes de la habitación. ¡Qué descubrimiento! «Espacio sin límites», decía la publicidad de la librería. Para mí el mejor mueble que ha sacado la marca. Con puertas, sin puertas, con cristaleras, con baldas, todas las que necesites, un magnífico invento. Me enamoré de este mueble. Junto a la puerta del balcón coloqué un armario Ivar, y sobre él, descansa un ánfora Saxborga con sus cenizas, me acompaña durante las horas que paso trabajando en el escritorio Arkelstorp, sentado en mi silla Kullaberg.
La echo mucho de menos. Enciendo la lámpara Storuman y contemplo la foto de nuestra boda, estaba preciosa. No quiero llorar. Pronto me reuniré con ella. Abro mi portátil y entro en la aplicación para realizar mi último pedido online. No me decido entre estos dos modelos. Si ella estuviera aquí, ya habría elegido. Está el ataúd Evigresa, o el Fullständig Vila, este último parece más cómodo, es un poco más barato y tiene tres años de garantía, pues este mismo. Lo mejor es que, esta vez, yo no tendré que montarlo.

Tomás García Merino
Grupo B


Teléfono Romeo

Lo más importante en esta vida es amar,
Para eso necesitas hablar.
Lo último en comunicación: Teléfono Romeo.

Teléfono Verso

En tus manos, nuestro teléfono es pura poesía,
Comparte tus versos.
Donde lo necesites, en este mundo o en el meta-verso,
Él siempre estará contigo.
Teléfono Verso

Tomás García Merino
Grupo B


El amigo H

No se busque información en Internet, el cementerio es muy modesto: un pequeño cuadrado con tapia de ladrillo enfoscado a la que el paso de los años hizo perder su blanco primigenio. Por encima de la cerca sobresale algún ciprés de porte más bien escaso y el único “panteón” del lugar, en el cual descansan los restos del amigo H. No sobran las comillas, el panteón no es sino un alargamiento de la pared hacia lo alto,con el mismo revoco viejo y que remata en teja curva. Tiene ventana, eso sí, no serán muchos los panteones con ventana asomadera.
Aún en sana salud hay quien piensa en el ataúd: «A mí, cuando me muera, me enterráis en ese cementerio, que quiero estar cerca de la carretera, para ver pasar a los amigos y entretenerme, que si no la cosa debe ser muy aburrida». Eso había pedido el amigo H y, llegado el momento, los hijos no le fallaron.
El tiempo trae lo que trae y amigos de H vamos quedando pocos en este pícaro mundo. Con la mala suerte además, de que hicieron la autovía y pasa bastante lejos del cementerio. Ya se sabe, la gente quiere llegar a destino cuanto antes, pero no es tanto lo que se pierde si yendo a Ciudad Rodrigo, a mitad del camino te sales en el sitio adecuado para volver a la vía rápida poco más adelante. Pasas frente al cementerio así como demorando, bajas el cristal de la ventanilla y saludas agitando la mano. Te quedas tan a gusto, y no digamos ya si te animas con un padrenuestro.
Dicho lo cual, no queda sino entonar el mea culpa reconociendo que al texto, aún teniendo “muerte” le falta el tanto de “publicidad comercial” que se nos pedía en el taller. Se disculpe la carencia, pero dada la realidad real de lo que se cuenta, no parece muy propio falsearlo dando un tinte especulativo a la cosa. Aunque no sabe uno, porque no se puede olvidar que el amigo H, junto con sus dos compadres farinatos, un día se largaron a Madrid a comprar nada menos que la Telefónica.
Ya no queda gente así.

Pascual Martín
Grupo B


Adares

Cómprame una poesía, amigo.
Tengo tantas.
Espera que las saque
del bolsillo de mi abrigo.
Te doy a elegir,
sobre el amor,
sobre la muerte,
sobre los vivos,
y puedes pagarme, si quieres,
con un café y una charla
en el Corrillo.

Cómprame una poesía, amigo.
También puedo decírtela
aquí mismo
en susurros al oído.
Puedo hablarte de estas piedras
y del frío que pasamos
los gorriones y yo
bajo estos arcos,
ellos me lo cuentan
con sus trinos.

Cómprame una poesía, amigo.
No pienses que soy un loco.
Me acerco a tí
porque te veo azul,
porque te veo noche,
porque te veo exilio.

Cómprame una poesía, amigo.
Tendrás algo valioso y único:
mis poemas no salen
ni en la radio
ni en la tele,
ni en los anuncios.

Cómprame una poesía, amigo.

Marisa Sánchez
Grupo C


Lo que de verdad necesito

Nadie sabe lo que de verdad necesitas.
Tu organismo si lo sabe.
Dale la oportunidad de elegir, y así nunca te equivocarás.

Dale Ripletus

Un complemento de vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales le ofrecerá a tu cuerpo la posibilidad de tomar lo que necesite en su justa medida; eliminando el resto.
Nunca te sentirás ni te habrás sentido más repleto de salud y energía, como después de haber tomado durante una temporada RIPLETUS.
Una experiencia irrepetible y duradera.

José Luis Fonseca
Grupo A


Diálogo

–¡Tenemos que hablar! –La fatídica frase resonó dentro del coche. Aunque no había salido de los labios de ella. Tampoco fue él quien, abriendo la ventanilla y extendiendo la palma, dejó volar su mano en la corriente de aire.
–¿Te gusta conducir? –preguntó ella sin curiosidad.
–Sí –respondió impulsivo–. Pero ahora quiero decirte algo importante…
–¡Just, do it!
–Sí. Lo haré, si dejas de interrumpirme con tonterías. –Aunque él estaba visiblemente molesto, ella se recostó en el asiento indiferente a su malestar–. Precisamente quería que habláramos sobre cómo han cambiado nuestras conversaciones. Recuerdo que solo unos meses atrás, solíamos enzarzarnos en largas charlas en las que todos los temas tenían cabida, en las que nos hacíamos confidencias, argumentábamos y discutíamos sin descanso… En fin, manteníamos diálogos, y esa forma de comunicación, intensa y rica, era para mí tan placentera como el mismo sexo.
–Lo mejor para el hombre.
–¿Quieres tomártelo en serio de una vez? Estoy harto de que solo me respondas con consignas, frasecitas ocurrentes o eslóganes publicitarios. –Él está muy enfurecido.
–Be water my friend.
–¡Mira! ¡Ya no puedo más! Si no piensas volver a escucharme, no va a quedar otro remedio que poner distancia entre nosotros. –Con la indignación oprimiéndole el pecho, detiene el coche en el arcén y se encara con ella–. ¿Tú estás segura de lo que estás haciendo?
–Fina y segura. –responde sin mirarle, alargando las sílabas.
–¡Vete a hacer puñetas! Pero ¿qué coño te pasa? No lo entiendo… Después de tantos años. ¿Cómo te atreves a burlarte de mí de esta manera?
–Porque yo lo valgo.
–¿No te das cuenta de que nos estás llevando a una situación sin salida? ¿Nos podemos permitir echar por la borda una relación en la que hemos sido tan felices?
–Yes, we can.
–¿No te importa que esto se acabe?
–A mi plin.
–¿Es tu última palabra?
–Hay otros mundos, pero están en este.

Pepe Lorenzo
Grupo B


Almorida

- “El claro azul del cielo iluminará la felicidad de tu rostro…”
- Eso es una cursilería que no viene al caso- interrumpió ella, mirándole con un gesto de desaprobación.
- Pues yo creo que el anuncio debería ir por esos derroteros.
- Si, quizá. Pero yo soy más partidaria de algo directo: “Compre ALMORIDA y usted mismo se lo agradecerá”.
- Ya estamos volviendo a los caminos super-trillados, como si fuéramos unos novatos en publicidad- respondió él, algo mosqueado.
- Pues llevamos ya dos semanas discutiendo sobre el anuncio del dichoso o la dichosa ALMORIDA.
- ¿Qué tal, “ALMORIDA te traerá aromas de felicidad”?
- ¡Oyeee!. ¡Que no es el anuncio de una colonia! – exclamó ella.
- “Percibirás la vida con un fulgor especial. ALMORIDA te ayudará” apuntó él en voz baja.
- Eso tampoco funciona. Mejor algo rimado para producir mayor efecto. “Los productos ALMORIDA te alegrarán la vida”.
- Ja, ja, ja… ¡la poetisa!.
- ¡Pues tú!, queriendo hacer prosa poética de lo más cursi para el anuncio de una línea de productos para los hemorroides.
- ¡Otra vez con tu sarcasmo! – dijo él, cada vez más enojado.
- ¡y tú con tu ñoñería!
Con un no fingido enojo, los dos conyugues y socios salieron a la calle por puertas diferentes.
Al cabo de dos semanas, en la prensa económica podía leerse la siguiente nota de prensa: “La empresa Fernández Associated pierde un cuantioso contrato publicitario con la compañía ALMORIDA, debido a discrepancias internas. Dado que una circunstancia parecida ocurrió hace tres meses, el futuro de la empresa no parece muy prometedor”. Simultáneamente, en el titular de una noticia de la prensa del corazón podía leerse: “La conocida pareje de empresarios Fernández y Fernández ya no convive en la vivienda familiar”.

Manuel Medarde
Grupo A


Es tiempo de rebajas
De comprar sin sentido
Helada que está esta casa
Están llegando los fríos.
Hay que avivar el fuego
Con leña seca de encina
Con el calor de tus manos
Entrecruzadas con las mías.
Hablando de nuestras cosas
Perdido en tu mirada
La mirada no se compra
La mirada se regala.
El tiempo pasa de prisa
El pasado no vale nada
Solo me vale tu risa
No pienso en seguros de muerte
Solo en seguros de vida.

Pedro Gómez
Grupo C


Se vende

¡Cuántas cosas quedan en nuestro almario! Al pensar en escribir sobre publicidad, estrategias para vender, se me viene la frase “Se vende”, es la que usaba mi profesor de Lengua para explicarnos las oraciones impersonales, siempre que la veo escrita, ahora más de lo deseado, hay muchas trapas echadas, le recuerdo y, me sonrío.
Y ya que he empezado la tarea, hay que cumplir propósitos, me voy apoyar mirando a mi alrededor y fijándome en cada objeto, trataré de recordar en qué momento los compramos, dónde, y en algún caso recordaré quién nos los vendió. Los cuadros, éramos aficionados a exposiciones, sus salas eran un buen reclamo, el entusiasmo con que los artistas hablaban de su obra, qué bien las publicitaban, nos hacían caer en la tentación, también hay alguno procedente de subastas. Y hoy, ahora, siento más la calidez que dan a las paredes, su compañía. Y miro el reloj, cogimos una hoja de propaganda que nos ofreció un chico, se anunciaba un anticuario, hablaba de oportunidades y, allí nos presentamos, fue en Vitoria. Nos enamoramos del reloj, se salía de nuestro presupuesto, nos habló de facilidades, eran nuestros comienzos, y aquí está, ¡ha marcado tantas horas de nuestra vida! Y también hoy, ahora, su tic tac y campanadas me hacen compañía. Y este sofá semicircular que ocupa dos paredes, el vendedor nos habló de su fuerte estructura, “para toda la vida”, cabíamos todos, hoy está tan vacío que apenas lo uso. Y ese mueble y, ese espejo y esas figuras, que nos vendieron, que compramos, forman parte de una historia de amor, de vida y de muerte.

Inés Izquierdo Pérez
Grupo A


LA PUBLICIDAD Y LA LITERATURA

Solía decir mi abuela que; “el buen paño se vende en arca cerrada “, y me pregunto si ese dicho popular tuvo alguna vez y sigue teniendo en la actualidad virtualidad alguna aplicado a la literatura.

Una de las primeras obras literarias conocidas es la Epopeya de Gilgamesh de c. 2150 AEC de sumeria/babilonia, (que trata temas como el heroísmo, el orgullo, la nacionalidad, la amistad, la decepción, la muerte y la búsqueda de la vida eterna). La Ilíada y la Odisea se consideran los primeros textos literarios de la literatura occidental (dos epopeyas que tienen un lugar importante no solo en la literatura griega sino también en la literatura mundial. Los orígenes de la literatura griega se remontan a, como mínimo, 300 años antes de Cristo, en una de las civilizaciones más completas y admiradas de la historia humana: la Grecia Antigua. Se ignora cuándo habría empezado a producirse esta cultura , muchas de sus primeras obras habrían sido de transmisión oral, al ser previas a la escritura como soporte).

Ya en España Las Glosas Emilianenses, unas notas manuscritas del siglo X encontradas en el monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, es el primer texto conocido en lengua castellana , el llamado "Cantar de Mio Cid" es la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance (Consta de 3.735 versos anisosilábicos que relatan hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Don Rodrigo Díaz de Vivar) , y Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes ha sido considerada «la primera novela» o la primera de las novelas europeas modernas,( fue publicada en dos partes, la primera en 1605 y la segunda en 1615).

Pues bien, teniendo en cuenta que, sería el alemán Johannes Gutenberg el autor del primer libro impreso, («Biblia de Gutenberg», que vio la luz el 23 de febrero de 1455 con una tirada de 180 copias). Invento que supuso toda una revolución para que el conocimiento pudiera ser accesible a todos.

Con la propagación de la imprenta, en España surge un mundo de cuadernillos breves, de cuatro, ocho folios a lo sumo destinados al gran público: son lo que en la jerga bibliográfica se llama pliegos sueltos. De costo mínimo ponen al alcance de la “masa”, (de colectividad, millares) obras literarias en infinito número de ediciones distribuidas por toda la geografía ibérica que recogían la cultura popular hasta entonces trasmitida de forma oral.

La literatura siempre ha precisado de difusión, de publicidad, que tiene la función de preservar la herencia cultural y contribuir a cohesionar la comunidad humana, con unos referentes identitarios compartidos que les refuerzan y dan contenido a esa esencia que nos diferencia de las demás criaturas con las que coexistimos en nuestro planeta.

Al principio la difusión literaria se valió de la imagen y la tradición oral; los poetas ciegos, los trovadores … hasta llegar a las Editoriales modernas ( Las grandes , con equipos técnicos conocedores de las mejores tácticas para la venta rápida ) y los publicistas que trabajan para entidades con objetivos de muy diversa índole que se encargan, de manejar los anuncios publicitarios que se muestran en los diferentes medios de comunicación, ya sea televisión, radio , internet prensa escrita y revistas …

De modo que no, el refrán o dicho popular con el que empezaba este texto no es aplicable a la literatura ni antes ni en la actualidad.

Ahora bien, la pregunta a responder seria; si la “publicidad salvaje” que caracteriza al mundo moderno , donde todo se vende y se compra, sirve a la literatura y hace llegar al ciudadano los valores eternos que dan sentido y son esencia de la persona ; la belleza, la verdad, la amistad, la caridad, la vida , la muerte … o si la publicidad actualmente se sirve de la literatura como fuente de inspiración orientada exclusivamente a la compra de productos perecederos obviando su prescindibilidad, y por tanto la publicidad se convierte sustancialmente en fuente de frustración y de paso prostituye a la literatura .

Maria Victoria G.L
Grupo B


Esa tediosa seducción

No te dejes engatuzar, piensas, es solo un nombre. No tiene nada de inocente. Es un engendro pérfido. Su mote te provoca recuerdos de infancia, pero es solo eso, una denominación.
Ahora, de adulto, solo provoca pecado y tentación. Todo en ella incita a abandonar la vida de asceta, a descarrilar del estoicismo y romper cualquier buen propósito que tengas. Entiendes que es un delirio, un espejismo, no es inocencia lo que refleja. Así es como te engaña, evoca en ti un sentimiento de ternura y nostalgia de las tardes en las que, a escondidas, la devorabas, cayendo en un coma de placer prohibido. Sacudes la cabeza, vuelves a la realidad e intuyes el fraude.
Sabes que si cedes, todo estará perdido. Ah, pero es tan simple resbalar y caer. Caer por ese hueco de comodidad. ¡Es tan fácil! Solo un gesto y ya estarás perdido. Ella te tiene en su poder y actúa en consecuencia, no te deja avanzar hasta que dejes de ignorarla.
Puedes imaginarla suspirándote al oído, “quiero saberlo todo de ti”, “solo quiero hacerte feliz con lo que a ti te gusta”.
VADE RETRO, SATANÁS. Déjame en paz. La atracción ahora se convierte en tedio. A dónde vayas la ves, y no viene sola. Todo un ejército de perversas criaturas te ostigan. “Acepta, consiente”, “queremos saber todo de ti”, “solo queremos hacerte feliz”. Sí, para embaucarme con más cosas, piensas. Podrías rechazarlas, pero hacen que el camino sea intrincado. ¡Quién tiene tiempo! Suspiras, y cedes. Malditas cookies.
¡Ah, mira, hay una oferta en Amazon!

Vanina Palomo
Grupo C


Amar, vivir, morir

En la vida lo más importante es el amor, y la muerte es parte de la vida.
Amar, es saber escuchar, saber perdonar, saber vivir.
Morir es el final del ciclo, a veces la muerte llama a la puerta o se presenta de improviso; ¿Nos da a elegir?, ¿Estamos preparados?, ! ¡No, claro que no!. Y como el tema es muy triste, y no tengo fuerzas para seguir, lo dejo aquí.

Luis Iglesias
Grupo B


“Nunca dejes de leer”

Es una frase que te lleva a un mundo de ficción y te relaciona con el mejor amigo del hombre: El libro.
Un libro nunca te traiciona, tú puedes abandonarlo cuando quieras y retomarlo más adelante. Siempre está a tu disposición. Te puede hacer soñar por “Los ríos que van a dar a la mar”. Te descubrirá infiernos más allá del tiempo y del espacio por las calles de “Comala”. Te inundarás de lágrimas al comprobar que “Lear” se arrojó al abismo por ingratitud.
No dejes de leer. Las palabras te llenarán de vida. Te ilusionarán con amores inimaginables. Te volverás loco escuchando a “Molly Bloom” que se retuerce en la cama, repasando sus amores y sus infortunios. Podrás escuchar sus latidos en páginas inmortales.
Acariciarás las hojas que te llevarán a mundos ilusionantes. Te moverás tranquilo, surcando las nubes a lomos de “Clavileño”. Volverás a ser niño, siempre que recuerdes al Marqués de “Carabás”, ideando intrigas para satisfacer a su amo.
No lo olvides. Tu mejor amigo es un libro. Los tienes a tu alcance en cualquier biblioteca. Hay millones de páginas llenas de fantasía, de sueños, de misterios, de intrigas…por eso, nunca dejes de leer.

Josefa Briz
Grupo C


Vida, amor y muerte

¿Que diferencia hay entre la vida, el amor y la muerte?
Todo tiene un mismo paso,
nada es indiferente,
pues se vive, se ama
y cuando se llega al final se muere
Tres pasos seguidos,
con años de por medio,
no temas al abismo de lo que te venden
en tus ojos vendados,
y se tu mismo
en cada raíz que te crece.

Ana Taramon
Grupo C


Publicidad irreal

SE VENDE FELICIDAD, leyó una tarde de vuelta del trabajo. Y entró. Entró porque llevaba perdida en uno de los nueve círculos de Dante muchos días, muchos meses, muchos años. Perdida en una vida oscura e infeliz. Condenada a repetir unos errores que la habían llevado a acabar sola. Sola de sola. 
De soledad pura y dura. 
Sola. 
Y entró. No sabía que esperar, quizás alcohol o drogas o sexo. Pero no. En un cuartucho de mala muerte solo una máquina con un letrero que decía SEGUNDA OPORTUNIDAD. Leyó las indicaciones y después de pagar una suma indecente con la tarjeta, se metió dentro. Pulsó VOLVER A LOS 30. Con eso bastaría para hacer las cosas de otra manera. Al cabo de los años, la misma mujer hundida y sola, sonreía cínicamente, cuando al volver del trabajo, veía entrar por la aquella puerta a tontos en busca de lo que nunca podrían comprar. 

Beatriz Gorjón
Grupo A.


La vida publicitada

Mi recuerdo me traslado a aquellos meses de los inviernos de mil novecientos cincuenta y pico, en los que Manoli (mi amiga de la infancia) y yo bailábamos entre risotadas, el anuncio de aspirina:“Okal Okal Okal es un producto superior”, después de pasar la primera, al menos para nosotros, gripe asiática.
Por esa época, nuestros padres se afeitaban con hojas Palmera que: “Ha lecibido el mandalin oliental como legalo ideal”; aderezado con una música que, supuestamente, nos debería evocar las lejanas y coloridas naciones de un imaginado extremo oriente.
También, mediante el cliché musical, podíamos partir a la siempre misteriosa tierra de Tarzán, para cantar el anuncio con el que nuestros corazones y estómagos se alegraban, cuando comenzábamos a oírlo : “Yo soy aquel negrito del África tropical”, Por aquel tiempo, el Colacao no es que pudiera estar en todos los hogares, no obstante con ciertaregularidad, a Manoli y a mí, nos daban una buena taza de chocolate con leche.
Todo aquello sucedía dentro de una caja mágica con una serie de botones y de ruedecitas, que de vez en cuando, caprichosamente, dejaba de escucharse, lo que provocaba cierta tensión, algún que otro juramento irrepetible, además de precisos y ajustados giros en la ruedecita o algún que otro golpe, no muy fuerte, sobre la caja del aparato de radio.
De ahí salieron para nuestro deleite, “Matilde, Perico y Periquín” , “Ustedes son Formidables” o “El Zorro” , : Yo soy el Zorro, zorro,zorrito para mayores y chiquititos”, espacios de humor o solidaridad lacrimógena, naturalmente patrocinados por tal o cual marca comercial.
Estos eran programas con los que se nos premiaba con poderlos oír o lo contrario, según el último “parte diario de travesuras”, que diera nuestra madre.
Nosotros éramos felices en la ignorancia de que, como siempre, en todas las sociedades para aquietar a las masas, hay que mantenerlas entretenidas o exteriormente amenazadas, o sea darle una de cal y otra de arena.
Pero en aquella “ nuestra tierna infancia”, vivíamos lo que de esa caja salía,como si fuera el referente de la realidad más absoluta en la que viviamos o querríamos vivir.
Fueron años de Optalidon, de Calmante Vitaminado o de Carbón vegetal para la salud.
De esencias de rosas, jara y jazmín o Embrujo de Myrurgia, colonias con las que llevar un collar invisible de intenso perfume, o de los jabones de la Toja o Heno de Pravia ,como un efluvio de aroma para nuestro olfato y un regalo de fragancia para nuestras manos.
De resistentes zapatos Gorila (un par al año), que pudieran aguantar las más diversas y violentas formas de juego que nos habían sido transmitidas de generación en generación.
De estufas catalíticas, que sustituían a los agujereados esqueletos de las latas de escabeche, convertidos en braseros portátiles, para mitigar en las escuelas, el impenitente frío de aquellos inviernos en los que sí que hacía frío, mucho frío.
Antes de tener uso de razón y sin ningún tipo de trabas legales, ya éramos parte del gran experimento de” la vida publicitada”.
Incluso para los aspectos más personales, tambien podías hacerlo, para eso estaban las melodías dedicadas: “ Para Arturo, que se va a hacer la mili a Sidi Ifni, de sus amigos del pueblo y de -una en especial-la Violetera de Sara Montiel” o “ Para Puri, de quien ella sabe desde Toro con todo el cariño, Dos Gardenias de Antonio Machín,”, separaciones afectivas, amoríos recientes, añoranzas o amores lejanos, nada que no pudiera ser “patrocinado” quedaba al margen, incluso la muerte.
Fuimos la primera generación en nuestro país que nacimos y crecimos amamantados con la publicidad en las ondas.
Más adelante llegó la televisión con las angustiantes series de miedo y suspense de los Ibáñez Menta e Ibáñez Serrador y la interminable retahíla de anuncios que , podían alargar una película de hora y media a tres horas; pensábamos algunos que era el tiempo suficiente para que el submarino Syrius diera la vuelta al mundo, mientras nos bombardeaban con los Playmobil, el Cineexin , el Excalectric o las muñecas de Famosa.
En fin, hemos nacido en una época en el que la publicidad formaba parte de nuestras vidas desde el desayuno, ECO, AFÍN o Chocolate VALOR, a la comida de sopas Gallina Blanca, o los postres con flan chino el Mandarín y flanin El Niño y no era de extrañar que después de esto nuestros abuelos necesitarán un poco de bicarbonato Torres Muñoz.
Al final la publicidad se ha convertido en una segunda piel de nuestro inconsciente colectivo que llevamos sin percatarnos y que ocasionalmente muestra su velado ropaje, cuando en algún momento de remembranza o tras un encuentro de confraternización, varios antiguos amigos nos pasmamos al encontramos, como sin querer, tarareando la melodía de un viejo anuncio.

Calgari
Grupo A

Propósitos y despropósitos

Esta semana estamos de estreno. Tras el papel de regalo que envolvía la caja se escondía un nuevo año lustroso y esperanzador. Y como es propio de principios de enero nos hemos propuesto hacer acopio de propósitos, o despropósitos, y recogerlos en una lista que pondremos bien a mano para que no se nos olvide. Invocamos para ello a, Jano, el dios de los comienzos, las puertas, las transiciones y el tiempo. Quizá así logremos el propósito de cumpliar nuestros propósitos.

Hagamos oídos sordos a lo que dice el Kanka en su canción "Propósitos de Año Nuevo" y a esos memes realistas que revisan los propósitos de un año para otro:




Dejamos por aquí el texto "(Des) propósitos" de Juan José Millás. Parece que el prefijo "des" se le quedó pegado en fórma de coágulo en la punta de su pluma:

Desteorizarme, descomerme, desconvencerme, desoírme, desescucharme, desleerme, desescribirme, desamarme, desandarme, desvivirme, desaprenderme, descreerme, desnacerme, descomprobarme, desgolpearme, desavanzarme, despresionarme, desdormirme, desllorarme, desbordearme, desalquilarme, desinvertirme, desemplearme, desfamiliarizarme, desinventarme, desideologizarme, desnortarme, desayunarme, desabrocharme, desasomarme, desertarme, desembarazarme, desmemoriarme, desvencijarme, desdecirme, descerrajarme, desviarme, desmejorarme, desmarcarme, desmadejarme, desmocharme, desmovilizarme, desmigarme, desinsectarme, desintoxicarme, deslizarme, desmadrarme, descalcularme, desrazonarme, desafirmarme, deshuesarme, desgajarme, desterrarme, desgañitarme, desfibrilarme, desencontrarme, desgozarme, desengañarme, desencenderme, desapagarme, desespesarme, debilitarme, desmasturbarme, despreciarme, desmayarme, desborrarme, desalojarme, desalmarme, desvivirme, desaguarme, descalzarme, desenturbiarme, descorcharme, desenfadarme, desviscerarme, desacentuarme, desalarmarme, desinfartarme, desmilitarizarme, desposibilitarme, desespañoli-zarme, desconflictuarme, descompletarme, desglobalizarme, desemplearme, desinteresarme, despersonalizarme, desalfabetizarme, desliarme, desradiarme, despublicarme, desmoralizarme, desinhumarme, descristianarme, desbarrancarme, descomplicarme, desafrancesarme, destilarme, desposibilitarme, desencantarme, desdoblarme, desenorgullecerme, decapitarme, desorbitarme, descalzarme, desabrirme, desfondarme, deletrearme, desventrarme, desinvernarme, desdecirme, desembutirme, desempeñarme, deshipotecarme, desputearme, desafeitarme, deslavarme, desarreglarme, desdrogarme, descocinarme. Deslumbrarme.

Mario Benedetti nos ofrece una pequeña lista a tener en cuenta para este nuevo año en forma de "Memorándum":

Uno llegar e incorporarse al día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía

Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía

Nueve vaya a saber quién es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte

Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.


En la Escuela de Escritores propusieron en los años 2019 y 2020 un concurso de microrrelatos con el título de ‘(Des)propósitos’. Este fue el enunciado de la convocatoria: ¿Cuántas veces nos hemos planteado nuevos propósitos para el año que empieza? ¿Cuántas veces no los hemos cumplido por falta de tiempo o ganas? Os animamos a escribir una breve historia sobre las situaciones que nos impiden que cumplamos nuestros sueños y propósitos de principios de año. El microrrelato debe seguir la siguiente frase introductoria: “1 de enero de 2019/20. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir.” Y estos fueron algunos de los textos premiados y destacados:

Toda la culpa es suya 

1 de enero de 2020. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir. Otro año que se me está echando el tiempo encima.
A alguien tengo que culpar de todo esto. De mis propósitos convertidos en despropósitos.
Creo que la tiene mi madre. Si ella me ayudara a conseguir el primer propósito, adelgazar, el resto iría mejor. Porque conseguiría un novio de telenovela, un trabajo donde pueda llevar blazer ajustada sin marcar lorza y una cartera llena de algo más que céntimos de cobre.
Mañana volveré a fisgonear la lista. Ahora mi madre me necesita. Está sacando del horno un bizcocho de tiramisú que me hace temblar las piernas.


Propósito de vida

1 de enero de 2020. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir. Este año no voy a trabajar en la NASA ni pilotaré el Apolo 18, pero voy a sentir que tengo el universo a mis pies. Tampoco subiré al podio del Maratón de Nueva York, ni siquiera podré galopar por las calles de la gran manzana, aunque empezaré una carrera de fondo. No brindaré por mi cumpleaños, ni en la verbena de Sant Joan, ni en las fiestas del pueblo, aunque me embriague la emoción. Vuelvo a mirar el predictor y sonrío pensando que, este año, tampoco voy a adelgazar.

Resistencia

1 de enero de 2019. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir.
Recuerdo que hice lo mismo el año pasado. Por aquel entonces, yo ya había muerto. Pero centrémonos en cosas importantes: según la RAE, un propósito es el ánimo de hacer o no hacer algo. Sonreiría si aún tuviese boca y pienso que tal vez no he infringido la definición. Es irónico que haya tenido que disolverme para ello. Miro mi lista de este año, que es la de ella. Lucía. Escalo su hombro y noto como se eriza en un escalofrío. El espejo no me ve, ella tampoco. Primer elemento de la lista: olvidarle. Todavía me niego a desaparecer.

Inteligencia emocional

1 de enero del 2020. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir. Empuño la mano y hago una perfecta bolita con el papel de los propósitos. Después, me pongo la chaqueta. Apago la luz y con maña encesto la bolita en la papelera de la cocina antes de salir. Cierro de un portazo la puerta. Sonrío porque siento que controlo mi vida. Acto seguido pienso: ¡mierda, las llaves!, me las he dejado dentro.
Propósito número 1: Ser más organizada. No cumplido. Me sorprendo de cuánto me conozco. Si pudiera entrar a la casa, haría otra vez la bolita.

La editorial libros.com también propuso una tarea parecida a finales del 2021 en su sección "Ludus". El reto lo planteó David Coneri: La gente se prepara para despedir un año más y recibir con ilusión el que viene, sin ser consciente de la amenaza mundial que se les viene encima. Cuenta esta historia.


Propuesta de escritura
Hemos tomado prestadas ambas ideas, la de Escuela de Escritores y la de Libros.com para nuestras tareas de la semana. Una se realizó en el taller y la otra fue un encargo para casa.

Y estos son los textos recibidos hasta ahora. Feliz lectura:


Propósitos que no voy a cumplir en 2023

Que despropósito escribir sobre propósitos que no voy a cumplir, qué sentido tiene empezar el nuevo año poniéndome en evidencia, recordando la fragilidad de la voluntad o mi falta de resiliencia.
Esas listas de propósitos solo sirven para “dar pistas al enemigo “sobre las frustraciones que se acumularan en mi mochila, y a saber quién y cómo se utilizaría la lista.
Mi propósito para el año 2023 es no escribir propósito alguno, ya sea de posible o imposible cumplimento.

Maria Victoria G.L.
Grupo B


Sin propósito

1 de enero de 2023. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir:
Primero y único: levantarme todos los días a la 8 de la mañana. Creo que es la única manera de encontrar tiempo para escribir sin interrupciones ni distracciones. De otra forma me lío con unas cosas y otras y no hallo el momento oportuno de ponerme frente al ordenador. Pero es tan agradable quedarse en la cama a esa hora, dar vueltas y vueltas bajo el edredón, calentito. Es tan placentero alargar el desperezo, diciéndome cinco minutitos más, y luego, otros cinco minutitos más, que pospongo día tras día el propósito de Año Nuevo. Porque ¿Qué más da si empiezo el 1 de enero o el 15 de julio?

M. Maximina Moreno
Grupo B


Para 2023

Llega el uno de enero y la gaita de siempre, los propósitos para el nuevo año. Que luego nunca se cumplen, de modo que tampoco es que haya uno de calentarse la cabeza en exceso. O sí, porque vista mi habilidad para conseguir que todo me salga después a la inversa, he pensado que lo mejor es cambiar la estrategia y pedirlo al revés. Así que voy a mandar una carta al señor Putin pidiéndole que apriete en Ucrania, que bombardee más y mejor. Y otra carta a los países no firmantes del protocolo ese, para que liberen más gases de efecto invernadero. Y otra a los sí firmantes para que se salten el compromiso. Y otra a los países productores de petróleo y gas para que suban los precios, a ver si los primermundistas nos morimos de frío en invierno y de calor en verano. Y otra…
Pero bueno, esas serán las cartas número dos, tres y siguientes. La primera de todas (a ver si me pongo a ello mañana mismo) será la que escriba al Director, se me permita la mayúscula. Le pediré que revisen mi caso para que sentencien cadena perpetua, o prisión permanente, o como coño quieran llamarlo, pero qué mierda es esa de veinte años, que luego empiezas a portarte bien y enseguida te abren la puerta de la calle. Como si no supiera uno de que pie cojean estos de Topas.

Pascual Martín
Grupo B


No hay mal que 100 años dure. Falso.

Llevamos unos años plagados de desgracias, además de los accidentes y enfermedades habituales, hemos padecido y seguimos padeciendo el coronavirus. La erupción del volcán de La Palma. La guerra de Ucrania. Otras 100 guerras que desconocemos. Un tema que también se ha agravado últimamente es el de las agresiones, crímenes pasionales, atracos, robos con violencia, corruptelas, mentiras, ansias de poder, y tantos y tantos placeres ilícitos.
De todas las desgracias y catástrofes acaecidas algunas son inevitables y éstas las tenemos que asumir e intentar pasar lo mejor posible, como son las inclemencias del tiempo y los movimientos sísmicos. Cada vez son más predecibles y podemos alejarnos de ellas para que no nos perjudiquen en demasía. En estos casos parece que existe un gran sentimiento de solidaridad y de ayuda, parece que los humanos nos unimos ante la adversidad, juntos luchamos contra las agresiones externas, y en estos casos nos encontramos cómodos ayudando y colaborando.
El problema surge cuando queremos obtener algo sin esfuerzo, sin ningún merecimiento, algo que no nos corresponde, que no lo hemos trabajado. Si lo conseguimos, nos consideramos afortunados y ahí queda todo; si no lo conseguimos y no nos conformamos, aquí está el problema; aquí es donde se empieza a mascar la tragedia; pues somos capaces de recurrir a la violencia, al engaño, al soborno, al robo, a cualquier tipo de actividad ilícita para conseguir nuestros deseos.
En realidad lo que todo El Mundo desea es aumentar sus niveles de hormona del placer, léase dopamina; también hay otras como la adrenalina, serotonina, y otras endorfinas. El atracador mientras prepara el golpe y mientras lo ejecuta, segrega estas hormonas “a chorro” y si encima se le da bien el robo, obtiene ingresos para comprar otro tipo de drogas menos placenteras y saludables que las que segregamos nosotros mismos.
Después de este pequeño preludio, aquí viene mi deseo para el próximo año 2023:
Hormonas del placer gratis para todo aquel que las solicite, para todo aquel que las precise, a las dosis adecuadas y cuantas veces sean necesarias. A cambio de nada, mejor dicho, a cambio de todo. A cambio de evitar todas las situaciones de agresividad, violencia, opresión, robo, conducción temeraria, situaciones de riesgo, engaños, mentiras y todo un sinfín de actos vandálicos que lo único que pretenden conseguir es elevar los niveles de estas hormonas.
Para conseguir estas o aquellas sensaciones, ya no vamos a necesitar agredir, matar o violar a nadie.

José Luis Fonseca
Grupo A


Propósitos que no voy a cumplir el próximo año:

Aprender inglés: Ya he tirado la toalla. Ya no me voy a comprar más libros ni más métodos de inglés. Con los libros que tengo, cuadernos, métodos y similares puedo llenar toda una estantería. Con los que he leído o estudiado o empezado tan siquiera, no llenaría ni el primer cajón de mi mesilla de noche.
Hacer régimen (dietético por supuesto). No pienso privarme de nada de lo que me gusta; como mucho disminuiré las “diócesis” de mis manjares favoritos. Recuerdo a un compañero de profesión y de aficiones gastronómicas, que un día cuando le estábamos tomando la tensión arterial, hizo el siguiente comentario: como me haya subido, aumentaré la dosis de las pastillas, pero régimen no pienso hacer “ni pum”.
No voy a hacer ningún propósito, y recuerdo a los que lo hagáis una frase que decía mi padre: la justicia de enero es muy rigurosa , pero llegado febrero ya es otra cosa.

José Luis Fonseca
Grupo A


PROPÓSITO 2023

Nuevo año, viejo propósito:
añadir mi grano de arena
para cuidar la vida del planeta
y no escribir de nuevo este triste poema.

Padre, el río ya no es nuestro río
Madre, el mar ya no es nuestro mar,
el monte está desprotegido
y se ha calentado el glaciar.

El volcán se ha enardecido,
la lluvia es torrencial,
el campo no tiene pasto
y el desierto se ha resquebrajado.

No escuchamos el grito silencioso de la tierra
que ya no puede más,
ante la barbarie de unos cuantos
y la indiferencia de los demás.

Debemos levantar la voz
para exigir a quien competa,
la máxima seriedad
frente a esta amenaza mundial.

Todos somos responsables
de cuidar donde vivimos
y todos quisiéramos que fuera
nuestro soñado paraíso.

En donde el río entre piedras y riscos
nos regale su agradable sonido,
el mar esté limpio de vertidos,
el monte se cubra de árboles
que den sombra y cobijo.

El glaciar continue siempre frío,
el volcán se despierte cada siglo
y el desierto sea el hogar
de Tuaregs y beduinos.

Que este año nos unamos
a aquellos que luchan por conseguir
para ti, para mí y por los que están por venir,
un planeta más limpio, más saludable y más feliz.

Marian Pérez Benito
Grupo A


Propósito

He de coser los bolsillos desfondados del plumas negro por donde se me escaparon el dinero para el pan, las llaves del piso de mi ex que tanto me reclama (pesado), los caramelos para la tos, mi cepillo de pelo, los pañuelos con olor a mentol, mi diario, mi DNI, las bolsas del perro y su pelota, la alianza de boda de mi madre que ya hacía tiempo no me entraba, mi horario de trabajo, la lista de la compra, el móvil, el número de cuenta del banco que apunté en la servilleta de un bar, la novela En busca del tiempo perdido que hace meses debería haber devuelto a la biblioteca, la cita del médico, la llave del coche (que no recuerdo dónde aparqué), las aspirinas, la última foto de familia... He de repasar y zurcir todos los bolsillos del plumas, de la chaqueta, del bolso... Aunque ahora recuerdo que las agujas y el hilo también debieron de colarse por los deshilachados agujeros.

Marisa Sánchez
Grupo C


Propósitos

1 de enero de 2023. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir.
Escribir una novela. ¿Cuál? ¿La misma que en 2022? ¿O en 2021?
Tal vez debería recuperar la idea de 1981: un libro de viajes y aventuras. Claro que ahora a los ochenta y tantos no me veo yo escalando el Aconcagua.
¿Y la de 1970? Sí, la que no llegué a empezar. ¿Podríamos seguir siendo nosotros los protagonistas? En caso afirmativo ¿persisto en que sea una novela pornográfica?
¿Vuelvo a la idea de la que prometí escribir en 2003? Aunque parece que lo de la pandemia está ya muy visto.
Definitivamente voy a retomar el proyecto de 2014. ¿Quizás con un título menos ambicioso? Pero, ¿por qué? Si confío en ello con fuerza creo que estoy en la edad ideal para conseguirlo. Tal vez con esta primera novela consiga el soñado éxito editorial: “Cómo llegué a ser Papa”.

Pepe Lorenzo
Grupo B


Feliz 2024

Como siempre, cinco minutos antes de que acabe el año, Chema interrumpe la conversación para pedir 50 euros a cada uno de los presentes.
–Ya sabéis, el que acierte el primer anuncio del año en la tele se lleva el bote –afirma este–. Yo apuesto que será una bebida refrescante.
Todos sacan un billete y van apostando. Un coche, pronostica uno. Una línea aérea, prefiere otro. Y así todos los demás.
Tras las campanadas y cuando acaban de brindar por el nuevo año 2024 y de abrazarse y desearse felicidad, se quedan en un silencio expectante. En la pantalla aparece un señor mayor con gafitas.
–¡Hostia!, si es el Bill Gates de los cojones, el jefazo de Microsoft... Pues como anuncie otro Windows estamos jodidos. Aquí no acertó ni Dios…–interviene Julián que, como todos los años, ya llega borracho a las uvas.
Todos le mandan callar para escuchar las palabras del americano.
–Queridos españoles. No sólo os deseo un feliz 2024, este año os lo prometo…
–¡Joder! Si habla el español como mi tía Rosa la de Albacete –se extraña Julián.
–Chist –le piden silencio a coro.
–… el año pasado os introdujimos a todos los españoles un chip en el torrente sanguíneo que monitoriza cientos de parámetros de vuestro cuerpo. Gracias a ello sois el país más sano del planeta. Ya sabéis que si se os descompensa el azúcar, si os sube la tensión, si tenéis síntomas de un ataque cardiaco… el dispositivo avisa al sistema sanitario y en minutos estáis perfectamente atendidos y a salvo. No quiero abrumaros con datos, pero ¿sabéis cuantos cánceres en estado larvario hemos detectado? Más de 200.000. ¿A qué es maravilloso? Bien, pues ahora, exactamente a partir de las doce del mediodía de hoy –os dejamos esta noche para que os desmadréis todo lo que queráis– activaremos nuevas funcionalidades del chip. Para empezar vamos a aumentar un 10% vuestros niveles de felicidad. También incrementaremos vuestros deseos de trabajar y vuestra resistencia al cansancio. Para mejorar vuestro bienestar reduciremos esa tendencia a no respetar las normas que os caracteriza y aumentaremos significativamente vuestros niveles de aceptación de las órdenes de vuestros superiores. ¡Ah! También bajaremos el volumen al que habláis y restringiremos los gritos solo para el caso de grandes catástrofes. Os convertiréis en un pueblo tan disciplinado que será innecesaria la clase política, con nuestro consejo de administración y las fuerzas de orden público será más que suficiente.
No quiero daros hoy todos los detalles de la vida tan dichosa y próspera que tendréis a partir de mañana. Disfrutad de la noche como si fuera la última. Y recordad: el tío Bill os va a hacer el pueblo más feliz de la tierra. Buenas noches.
El ambiente se ha enfriado tanto que podría oírse el vuelo de una mosca. Al final, es Julián quien vuelve a romper el silencio:
–¡Coño! Y digo yo, si no gana nadie, ¿quién se queda con el bote?

Pepe Lorenzo
Grupo B


Desaguisado de Año Nuevo

Una nueva amenaza se cernía sobre nuestras cabezas, y ni siquiera habíamos terminado la copa de champán.
El 2023 tampoco quería pasar desapercibido y nació chillando sin que nos diera tiempo a darle los primeros azotes pertinentes.
El cielo de la puerta del Sol se tiñó de rojo y un pitido constante e irritable nos atravesó los oídos. No hubo necesidad de fuegos artificiales. Meteoritos y estrellas se dieron cita en tan especial noche. El espectáculo además de dantesco era de una belleza sin igual.
Pero no era cuestión de quedarse a mirar, nuestra vida estaba en peligro, ponerse a salvo se convirtió en el principal objetivo, y no era empresa fácil. Demasiada gente enredada entre serpentinas y copas de vino.
El gobierno más embriagado de lo habitual. Por medio del secretario, del auxiliar, de no sé qué secretario; de cualquier ministerio, convocó un comité de expertos.
Con el cometido de explicar y dar solución a tal desaguisado… Además de recordarnos que ya se venía advirtiendo que esto más pronto que tarde ocurriría… los mortales de a pie llevábamos demasiado tiempo haciendo oídos sordos.
Ellos si que saben…
La lluvia ácida duró horas, tal vez días. Dejando suspendida en el ambiente la promesa de volver.
El comité de expertos hizo lo mismo…

Eva Hernández
Grupo A


1 de enero de 2023 le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir. En la cama todavía…
1- Voy a pensar en mí y solo en mí. Yo seré mi primer mandamiento.
2- Comenzaré a pintar. Pero nunca más paredes. Demasiado esfuerzo, para tan pocas recompensas.
3- No voy a dejar que me afecte el mal humor del resto de los mortales (sobre todo de alguno y no voy a mirar a nadie), bastante tengo con soportarme a mí misma.
4- Este año voy a viajar más, de hecho voy a viajar mucho. Por fin sacaré provecho a mi preciosa maleta.
5- Por último no voy a comprar más bolígrafos y lápices de colores imposibles. A pesar de que me encanten… me repetiré una y otra vez, no perfuman... Aunque a decir verdad, tampoco se marchitan.
Feliz 2023 querida Eva María me digo, dando un largo sorbo a mi taza de café.

Eva Hernández 
Grupo A


Propósitos de Año Nuevo

1 de enero de dos mil veintitrés. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir. Naturalmente, y como cada año, el listado me lo ha hecho mi mujer, porque a mí, la verdad, me da la risa. Veamos:

1.- Levantarme a las siete de la mañana para sacar al perro de paseo. (¿Con el frío que hace ahora, en invierno? Ni de broma).

2.- Hacer la cama antes de ir a trabajar. (Pero qué más dará, si, total, no hay nadie en casa en toda la mañana).

3.- Llevar a los niños al colegio. (Hombre, si al menos me pillara de paso… Además, a su edad, deberían ir pensando en ir solos).

4.- Recoger la cocina después de comer. (Y me quedo sin siesta, ¿verdad? No, hija, no. Por no hablar de lo engorroso que debe de ser).

5.- Salir a fumar a la terraza. (Bueno, bien… Como si no estuviera ya toda la familia acostumbrada al olor a tabaco).

6.- Dejar de salir el sábado con los amigotes hasta las tantas. (¡Anda la otra! Pero si es el único verdadero desahogo que tengo en todo la semana… O uno de los únicos).

7.- Ducharme al menos una vez a la semana. (Y dale con la manía de derrochar agua. Además es ofensivo).

8.- Y por último, y esto es nuevo, cariño, te juro que como este año no cumplas estos propósitos desde ya mismo, dentro de un mes tienes puesta la demanda de divorcio. Firmado: tu queridísima esposa. (¡Ay! Pues me da a mí que este año va a ser que sí…).

Óscar Martín
Grupo A


Amenaza mundial micológica

Texto de un manuscrito descubierto (y perdido de forma inexplicable) por el arqueólogo Benjamin Sharon en las cuevas de Qumrán el once de octubre de mil novecientos cuarenta y siete:

“Y llegado el día de Noche Vieja, Adán preparó un potaje para celebrar la llegada del Año Nuevo. El potaje estaba hecho de hierbas y frutos de muchos árboles, cuidándose mucho Adán de excluir el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, del que tenían prohibido comer. Pero Adán, que no entendía nada de setas, había echado en el potaje medio kilo de la variedad “Amanita Phalloides”, mortales en extremo. Cuando el potaje estuvo preparado, llamó a su mujer para comérselo antes de las uvas. Eva estaba entonces hablando con la serpiente, a la que dejó enseguida al oír las voces de Adán, no sin llevarse un suculento ejemplar de manzana recién arrancado del árbol del conocimiento del bien y del mal. Entonces Adán le dijo:

—Comamos el potaje, que ya está a punto.

Pero Eva, mostrándole la manzana, le dijo a Adán:

—No. Comámonos primero esta manzana. Ya verás qué rica está y qué bien nos va a ir comiéndonosla.

Adán intentó convencer a Eva de que habían de comer primero el potaje, porque frío perdía mucho, pero Eva no dio su brazo a torcer y, una vez más, se salió con la suya. Comieron, pues, la manzana, y al punto se dieron cuenta de que estaban desnudos, corriendo a taparse las vergüenzas con hojas de parra. Entonces apareció el Señor Dios y viendo que estaban vestidos les preguntó por el motivo, respondiéndole Adán que porque les daba vergüenza de ir por ahí despelotados. Y dijo el Señor Dios:

—O sea, que habéis comido del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Y Adán respondió:

—Sí, pero por culpa de ésta —dijo, señalando a Eva—; que siempre tiene que ser lo que ella diga.

Entonces el Señor Dios, muy airado, expulsó del huerto del Edén a Adán y a Eva, dándole una patada a la marmita donde estaba el potaje, que se derramó por el suelo. Cuando allí no quedaba ya nadie, la serpiente se comió el potaje y no se murió porque estaba condenada a vivir eternamente en las tinieblas, pero estuvo una larga temporada con horribles ardores de estómago.”

Óscar Martín
Grupo A


Propósitos, que deseo cumplir.

“Año nuevo, vida nueva”. Hubo un tiempo que esta expresión sí tenía un significado para mí, poner la cifra del nuevo año era como estrenar un nuevo camino, para cumplir tantas ilusiones y sueños que tenía, ponía en marcha propósitos para conseguirlo.

Ante 2023, he dicho que “no he hecho propósitos, quiero que me sorprenda lo que vaya llegando, pero si me obligaran a hacer propósitos diría, salir de mi rutina, sé que no lo voy a cumplir, porque ¡es tan cómoda!”, pero al reflexionar, cambio de idea, voy a hacer propósitos que quiero cumplir.

Escribir los relatos de cada semana. Cuento con la indulgencia del Profe. Aligerar los armarios. Me cuesta desprenderme de ropa y objetos, me justifico diciendo que son vintage. Inventar y probar menús nuevos. Soy un poco repetitiva, aunque me gusta guisar Que una de mis preocupaciones de cada mañana sea, ¿qué me pongo hoy? Leer todos los días. Mas que un propósito, es una necesidad.

Y ya he empezado a cumplir.

Inés Izquierdo
Grupo A


Propósitos para este año 2023

Pues yo lo tengo claro. En este 2023 voy a escribir lo que no está escrito. Me voy a desmelenar sin ningún tipo de pudor. ¿Ah, que estoy calvo ? ¿Que soy calvo? ¿Y? ¿Acaso no existen la transfiguración, la inteligencia artificial y la semántica?

En este 2023 voy a proseguir con mi entrenamiento mental que vengo practicando ya desde hace unos cuantos meses. No es entonces un calentón de primeros de enero. No es un quiero y no puedo. Reconozco que, a veces, me cuesta un montón y que el cuerpo tira para atrás. Pero lo difícil ha sido crear el hábito. Ya no hay impedimentos. ¡Salud mental al poder!

En este 2023 subiré alguna que otra entrada al Blog de Escritura Creativa de la Casa de las Conchas aunque siga considerando que lo que escribo no merece mucho la pena. Es una cuestión de ‘estilo’. Es una cuestión de…

Bueno, eso sería antes…

Ismael Marcos
Grupo B


El último día de la ira

Me despierto estirándome en la cama,
un locutor que nada bueno auspicia
me da la información de la noticia
del mundo desolado por el drama.
De la “Gerra Total” prendió la llama,
los misiles esparcen la inmundicia,
del contagio nos cuentan la primicia,
la muerte por la tierra se derrama.
Jamás creí que un alba llegaría,
en que la bestia humana, desatada,
cayera en tan absurda altanería.
La gente que a los justos desoía,
llevó a una humanidad adormilada
del blando lecho, al féretro en un día.

Calgari
Grupo A


A propósito

El día 1 de Enero de 2023, le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir. Aunque yo he sido más de expectativas o metas, de sopesar y actuar,creo que solo he confeccionado una lista de ellos o ese es mi recuerdo.
Algunas de esas metas, se han ido cumpliendo por etapas muchas veces no previstas y otras, se han terminado desdibujando o más bien naufragando, arrastradas por la corriente de la vida.
Manoseando un viejo libro sobre civilizaciones perdidas,encontré la que recordaba haber confeccionado, cuando era adolescente.
De no haber sido por la relectura de aquella lista, nunca hubiera llegado a sospechar de lo cerca que se puede estar de la locura o lo lejos que, en ciertos periodos, se encuentra alojada la cordura.
La hilaridad que me produjo su contenido, me hizo evocar aquellos ilusionantes proyectos y me reconfortó conmigo mismo.

Calgari
Grupo A


La que se avecina

TITULARES DE PRENSA

A raíz del comunicado de prensa emitido por el MIES (Massachusetts Instituto of Earth Sciences) el pasado día 1 de enero de 2023, los titulares de prensa de todo el mundo han sido unánimes al publicar el mismo texto. “El mundo se dividirá en dos mitades el próximo 3 de febrero”.

LA NOTICIA

Se confirma la noticia contenida en los titulares de prensa de ayer. El comunicado emitido por el MIES es la conclusión de los estudios llevados a cabo por eminentes científicos de Agencias de Investigación, Universidades y Centros Privados de todo el mundo. Durante la semana de intensas deliberaciones, que mantuvieron los responsables máximos del proyecto, se ha podido precisar que el hecho ineludible tendrá lugar a la 7h:48m:27s UTC/GMT (Universal Time Coordinated/Greenwich Medirian Time) del próximo 3F. En dicho momento el mundo se dividirá en dos mitades. Sin embargo, no existe ningún indicio sobre la naturaleza exacta de este hecho extraordinario.

LAS REACCIONES

El tsunami/huracán/volcán mediático, social y político producido a nivel mundial ha sido de una magnitud nunca antes conocida. Las previsiones sobre el suceso y las opiniones que se han generado por todo tipo de indocumentados han sido infinitas. A continuación se recogen algunas de ellas.

El mundo se dividirá en dos mitades

1- (previsión) …….norte/sur.
(Opinión) Los del norte seguirán estando arriba, como siempre.

2- (previsión) …….este/oeste a través del meridiano 0-180.
(Opinión) Los británicos siempre quieren marcar el rumbo.

3- (previsión) ……en oblicuo, empezando por la falla de San Andrés.
(Opinión) Los estadounidenses siempre quieren dominar el mundo.

4- (previsión) ……en zig-zag (tipo corte Vandyke de un limón) por cualquier sitio.
(Opinión) Lo más probable es que el mundo acabe adornando una paella galáctica.

5- (previsión) ……hombres y mujeres.
(Opinión) Hay opiniones para todos los gustos, pero predominan las que dicen que sería más aburrido.

6- (previsión) ……gobernantes y gobernados.
(Opinión) Esta es buena, todos juntitos dándose órdenes y los demás tan tranquilos.

7- (previsión) ……ricos y pobres.
(Opinión) Los primeros serían muy pocos por kilómetro cuadrado y para los segundos habría pocos metros cuadrados para cada uno.

8- (previsión) ……necios y no necios.
(Opinión) Los no necios perderían la referencia y los necios ni se darían cuenta del cambio.

9- (previsión) ……los que tienen mascota y los que no la tienen.
(Opinión) Esta podría ser la mejor opción si no estuviera la número 12.

10- (previsión) ……rubios y morenos.
(Opinión) Con los tintes actuales habría que ver el resultado.

11- (previsión) ……partidarios de los Beatles y de los Rolling Stones.
(Opinión) Todos perderíamos.

12- (previsión) ……los unos y los otros.
(Opinión) Sin duda la mejor división del mundo.

13- (previsión) ……los de izquierdas y los de derechas.
(Opinión) La número trece tenía que ser esta, pero no serviría de nada porque volverían a dividirse nuevamente en izquierdas y derechas en cada una de las dos mitades.

LA CONCLUSIÓN

“¡La que se avecina!”

Manuel Medarde
Grupo A


Propósitos que no voy a cumplir

1 de enero de dos mil veintitrés. Le echo un vistazo al listado de propósitos que no voy a cumplir. Veamos:

First: aprenderé definitivamente la lista de verbos irregulares del inglés.

Second: todos los días escucharé un nuevo Podcast de los que se empeñan en enseñarme la lengua de Shakespeare.

Third: retomaré las clases de la academia “English is easy”.

Fourth: veré todas las películas en versión original, incluso las francesas, las alemanas y las chinas, por si acaso.

Fifth: todas las tardes tendré un intercambio inglés-español.

Sixth: por fin sacaré el First Certificate.

Seventh: every day I will take two pints of beer.

Este ultimo sí lo cumpliré!.

Manuel Medarde
Grupo A


Listado de propósitos´

1 de enero de 2023 le echo un vistazo al listado de propósitos q no voy a cumplir y estos son algunos de ellos. Primero, no buscar tres pies al gato en cada situación. Todo tiene un fundamento y es como es. No conviene analizar las causas y las consecuencias hasta el extremo, pensando si fuera de otra manera o tuviera un patrón diferente. Hay que dar oportunidad a lo que acontece sin dar vueltas de tuerca.

Segundo, no procrastinar. Realizar las tareas inmediatamente, hoy, no mañana o nunca. Aunque... ¿Qué necesidad hay de este propósito? A veces el dejar, el aplazar que gran alivio supone.

Tercero. Quiero ser más ordenada y no apilar los papeles en montañas infinitas con cumbres elevadas, y que en el fregadero convivan sin control tazas y vasos sin fregar. Pero tal como están los tiempos, ¿es este propósito fundamental o vital para un bienestar?

En fin... creo q todo ese listado es asunto del pasado, ha caducado su autenticidad. En estos momentos el único propósito es seguir teniendo propósitos que no cumpliré.

Pilar Sánchez
Grupo B


Estimado Sr. Dos Mil Veintitrés:

Enterados de la desprotección de autoridad, a la que le vienen sometiendo nuestros Agentes Externos, y dadas las cargas de sueños, objetivos, decisiones, propósitos e ideas, esperamos considere la posibilidad de cambio de cometidos y responsabilidades, así como un futuro cambio de destino.
Usted ha sido concluyente en el Proyecto Paso del Tiempo, es referente en cambios de ciclos y siglos, pero las cargas de trabajo, del antes y después de nuestra Era, le han arrastrado a lo efímero.
Le incorporaremos al curso Delegación de Funciones, y serán los Sres. Meses, Días, Minutos y Segundos, los que formen parte de su equipo. Así mismo, incorporaremos al nuevo Director de Motivación Anual, la Sra. Momentos. Bajo la supervisión de nuestra Delegación Auditora de Salud Mental.
Evitará tomar decisiones que perjudiquen a los objetivos de cierre del ejercicio. Será irreversible su sustitución al final de este.

Esperamos entienda la situación.

Atentamente

Guadalupe Sanchón
Grupo C


Propósitos

El 1 de enero de 2023. Le echo un vistazo al listado de propósitos y no voy a cumplir:
1º No voy a programar nada para este año, así no me llevo ninguna decepción.
2º Seguiré sin montar en avión, aunque toda la gente me lo recomiende.
3º No saldré a pasear antes de las cinco de la mañana, para que no me tomen por tarao.
4º No dejaré de comer algún dulce, solo porque digan que engordan.
5º No dejaré de tomar café por la tarde, a sabiendas que me quita el sueño.
6º No haré lo que me digan, porque yo también tengo derecho a equivocarme.

Luis Iglesias
Grupo B


Nuestro año

Míralos ahí, ilusos. Hasta da ternura el hecho de que no están enterados de nada. Mira cómo festejan un mero cambio de día. “Dejemos atrás el año nefasto que hemos tenido. Este nuevo año nos trae esperanzas.“ ¡JA! Ya quisieran ellos.
Esto es algo que lleva milenios en preparación, y la espera ya se acaba. Nuestro momento cada vez está más cerca. Paciencia, solo hay que entrecerrar los ojos y tolerar. En esta nueva vuelta al sol, el éxito será nuestro.
Uno se preguntaría ¿Por qué? ¿Por qué este ensañamiento? ¿Cuál es la razón de esta intervención tan diabólica? La respuesta, la verdad, aunque nadie la quiera tolerar, es: simplemente porque podemos, porque somos los putos amos.
Ya podemos considerarlos nuestros esclavos. Nos sirven incondicionalmente, y si no, morirán; no por inanición, sino por indiferencia. ¡Patéticos! Viven pendientes de nuestro ocio y comodidad. Sonreímos cuando los vemos de rodillas, humillados, limpiando nuestra mierda. Sí, eso, eso es. Deja todo bien limpio, que sino no habrá paz de los gritos. No habrá sueño, ni descanso a donde huir.
Ayer mi misión asignada tuvo una pequeña victoria. Ah, con que satisfacción la vi suplicar. Ella me miró con sus ojos mojados de desesperanza y el espíritu quebrado. “Por favor, solo pido un poco de cariño, un gesto. No te pido nada, solo que me dejes quererte”.
Venga humanos, celebrad hoy, terminad el año con ilusión, que el próximo será el de los gatos.

Vanina Palomo
Grupo C


Amenaza global

Estoy sentado en el sofá, mirando por la ventana sin tener muy claro qué está pasando. Las calles, cubiertas de un líquido espeso y violáceo, ya no se pueden ver, mientras la atmósfera está teñida de ese mismo tono del plasma raro, que llega ya a las ventanas de los primeros. Entre esa sustancia aparecen a veces partes de personas que ignoraron las advertencias sobre esta cosa extraña. Sé que el pánico corre entre la población, pero yo estoy bastante tranquilo. Vivo en un décimo, por lo que el plasma tardará bastante en llegar hasta mí. Lo peor de todo es pensar que hace apenas un mes estábamos comiendo las uvas y celebrando el Año Nuevo, sin ver venir que a las tres semanas una nevada morada nos llevaría a este punto.
Los científicos aún no tienen muy claro qué está sucediendo. Han analizado ya el material, pero sus moléculas son completamente desconocidas. A raíz de esa declaración se ha extendido el caos. Las organizaciones religiosas se aprovechan del miedo de la gente, diciendo que esto es un castigo De Dios, mientras que otros defienden que los alienígenas por fin han venido a por nosotros. Yo sólo doy las gracias de que no estemos en una epidemia de nuevo. Por una vez, el mal se ve a simple vista. También agradezco que no hayan aparecido zombis, porque sé que acabaría comiendo el cerebro de mi vecina de enfrente, y estoy convencido de que eso me mataría.
La cuestión es que ahora sólo nos queda esperar. Yo me limito a ver la sustancia pegajosa y absorbente crecer y crecer y crecer. En una esquina, una persona que salió por la ventana, empieza a hundirse poco a poco. Exhalo y me río ante la idiotez humana. La pobre mujer ha muerto para nada; el líquido es tan espeso que no entra en los edificios.
Qué ganas tengo de que llegue al décimo. Sin duda alguna, me facilitará mucho las cosas.

Sofía Sánchez Menéndez
Grupo C