Me han preguntádico varias persónicas si lo pasamos bien. Y unánimemente diríamos que sí.
Javier Krahe, un hombre mayúsculo, nada pusilánime, ínclito e incluso mayúsculo nos regaló su canción titulada "En las antípodas":
En las antípodas todo es idéntico,
tienen teléfonos, tienen semáforos
con automóviles con sancristóbales,
muchos estómagos están a régimen.
Tienes políticos más bien estúpidos
pero son súbditos muy pusilánimes.
En las antípodas todo es idéntico,
idéntico a lo autóctono.
La problemática es económica
y en lo teórico no son unánimes,
lo hay escépticos, los hay fanáticos,
pero en la práctica no ves apóstatas
sino en los márgenes o con prismáticos.
Y unos son míseros, otros son prósperos,
en las antípodas todo es idéntico,
idéntico a lo autóctono.
Hay mundo artístico con gente excéntrica,
mundo científico con catedráticos
y cuerpo médico y casos clínicos.
La gente rústica puebla las fábricas
y los hipódromos los aristócratas.
Ciertos filósofos sienten escrúpulos.
En las antípodas todo es idéntico,
idéntico a lo autóctono.
Algunos fármacos son ilegítimos
pero hay gran tráfico, lo cual es lógico
porque los réditos son astronómicos
y hay muchas víctimas, hay muchas cárceles.
Voces hipócritas piden, coléricas
medidas drásticas, sillas eléctricas.
En las antípodas todo es idéntico,
idéntico a lo autóctono.
Los eclesiásticos desde sus púlpitos
causan catástrofes, y los omnímodos
poderes fácticos hazañas bélicas
y actos vandálicos los energúmenos,
y los pacíficos, actos inútiles.
Entre los lúcidos cunde el desánimo.
En las antípodas todo es idéntico,
idéntico a lo autóctono.
Se dan fenómenos de rara índole:
idéntico a lo autóctono,
madres estériles con partos múltiples,
idéntico a lo autóctono,
problemas étnicos con los indígenas,
idéntico a lo autóctono,
falsas polémicas con los satélites,
idéntico a lo autóctono,
grandes espíritus viven recónditos,
idéntico a lo autóctono,
y hay lodos tóxicos abundantísimos...
En otros términos que están incómodos.
Pero es fantástico, martes y miércoles,
jueves y sábados, lunes y vísperas,
dan espectáculo con el esférico,
y allí, al unísono, arman escándalo
y es como un bálsamo para sus ánimas.
En las antípodas todo es idéntico,
idéntico a lo autóctono.
Y Daniel Viglietti, hombre cultísimo que hace muy poco nos dejó, en este valle de lágrimas puso la música:
Escribimos a Doña Dárriga Dórriga Dírriga, a partir de la propuesta que Federico Martín Nebrás realizó en un taller de escritura:
Querida
Doña Dórriga Dárriga Dírriga:
Encontrándome tristísimo por vuestra ausencia le mando una brújula que me dio un matemático problemático en búsqueda de su homólogo mayor. Es un fenómeno máximo.
Le dejo encima de la cómoda un mapa de la península ibérica que es lo mínimo que puedo hacer. Le dejo albérchigos dulcísimos, guanábanas agrísimas y plátanos de plástico que me dio un frutícola. Cómalas y haga régimen.
En el crepúsculo de ayer, un ególatra haciendo gárgaras y diciéndose a si mismo príncipe y presumiendo de su perfecto físico comenzó a hablar de física, química y dórrigas. ¿Conoce usted a Federico? ¿Y a este falso príncipe?
Necesito un futurólogo para saber de usted. Mándeme la fórmula secreta para encontrarnos, mándela con su fiel primogénito en un avión de cualquier aerolínea, mientras vea el último capítulo de la película "Antipáticos, xilófono y triángulos".
Necesitándola, deseándolo y esperándola en el ábside de nuestra basílica con máscara de oxígeno le saluda
Ángeles Álvarez Íñiguez
Y Jesús Ge, en un arranque de dignidad política, nos confirmó la sospecha con su "Patéticos estos políticos":
Son tan patéticos
estos políticos
siempre mintiéndonos
nunca verídicos
gritan melódicos
falsas encíclicas
y aprueban códigos
deontológicos,
suben los déficits,
matan los ídolos.
Maquillan pálidos
todos los cálculos
y dejan límpidos
nuestros depósitos.
Es todo un clásico
gastar lo público
en faraónicas
obras inútiles
mientras, impávidos,
los pobres cívicos
pierden los créditos,
sus habitáculos,
rompen sus máquinas
y sus teléfonos.
Son tan patéticos
estos políticos
siempre mintiéndonos
nunca verídicos.
Llega el ejército
de los histéricos,
siembran el pánico
con guerras trágicas,
antisemíticas,
musulmanófobas.
Resuelven rápido
todas sus diásporas,
llenan de tóxicos
los campos fértiles.
Vierten sus cánceres
en los escrúpulos
de gente ética.
Son anacrónicos,
pizca de estúpidos,
quieren ser líderes
ultramediáticos.
Vejan los púlpitos,
tan programáticos,
llenan sus pláticas
de burdas trápalas.
Hablan de pérdidas
socioeconómicas
y visten rígidos
trajes “gurtélicos”.
Y finalmente, Violeta Parra hizo sonar las palabras rarísimas de su "Mazúrquica modérnica":
Propuesta de escritura
Escribe un texto, en verso o prosa, con el mayor número posible de palabras esdrújulas y sobresdrújulas. Dichas palabras pueden ser reales o inventadas. Procura que en el título también haya esdrújulas.
O quizá puedas animarte a escribir a Doña Dórriga Dárriga Dírriga.
Y estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:
El pelícano y las luciérnagas
En un cálido país donde no existía ni siquiera teléfono, ni telégrafo, ni brújula, ni termómetro, habitaba un simpático pelícano en una tierra cercana a una fantástica laguna. Cada día buscaba víveres para alimentarse. Encontraba magníficos plátanos, algunos nísperos y arándanos. La comida era abundantísima siempre.
Pero el intrépido pelícano se sentía solo en ese espléndido paraíso. Necesitaba compartir con alguien sus andanzas, tener nuevas metas… Tal vez estímulos fantásticos o motivos inesperados para volver a soñar. Algunas veces caían lágrimas de sus ojos que regaban la tierra.Vivía en un mágico lugar, pero aún así se encontraba tristísimo y su espíritu se envolvía de lóbregas tinieblas.
Un crepúsculo del mes de mayo descubrió atónito una presencia. Un nuevo hábito incorporó a su vida y cada tarde iba a deleitarse con un mágico danzar casi irreal. Unos seres misteriosos que alumbraban en la oscuridad aparecieron en el lago donde habitaban libélulas, víboras y nadaba algún hipopótamo.
El pelícano deslumbrado por ese baile luminoso cada atardecer se acercaba al lago a presenciar el espectáculo. Eran las luciérnagas. Insólitas luciérnagas que con su magia dieron una razón de ser a su vida.
Pilar Sánchez
Grupo B
Querida doña Cándida Tórrida:
Espero verla próximamente en mi ático para una cena romántica.
Cenaremos ensalada de rúcula tomate y rábanos; de segundo solomillo de cerdo ibérico y de postre plátano.
Podemos contemplar juntos el crepúsculo y puedo acercarla al Sol como Ícaro gracias a la habilidad de los dédados de mis mánulas.
Espero no me tome por un sádico, pues sigo siendo un romántico que al pensar en vos se vuelve esquizofrénico.
Mándeme respuesta, y si es tan cálida como espero, terminaré pintándole un cuadro al óleo.
Suyo afectísimo: Álvaro Dédalo.
* * *
Respuesta inmediata: exploraremos los lugares más recónditos entre pliegues y apéndices, llegaré al epidídimo y juntos hallaremos el éxtasis.
Muy suya: Cándida Tórrida.
José Luis Juan Fonseca
Grupo A
Onírica paz
Preciosas libélulas
descansan simpáticas,
se posan fantásticas
con alas monásticas
en mágicos pétalos
de flores sarcásticas.
En gélida tarde,
de místico olor,
melódicos sueños
de angélica voz
son mi único aliento
de intrépido amor.
Álamos perennes,
llenos de frescor,
lunáticos viven
con verde pasión .
Sofía Montero García
Respuesta inmediata: exploraremos los lugares más recónditos entre pliegues y apéndices, llegaré al epidídimo y juntos hallaremos el éxtasis.
Muy suya: Cándida Tórrida.
José Luis Juan Fonseca
Grupo A
Onírica paz
Preciosas libélulas
descansan simpáticas,
se posan fantásticas
con alas monásticas
en mágicos pétalos
de flores sarcásticas.
En gélida tarde,
de místico olor,
melódicos sueños
de angélica voz
son mi único aliento
de intrépido amor.
Álamos perennes,
llenos de frescor,
lunáticos viven
con verde pasión .
Sofía Montero García
Grupo B
Rap simpsónico
Eres mi sólico
eres mi lúnica
brilla tu cálvica
como ningúnica.
No me pregúntiques
por qué te quiérico…
no tienes, caríñico
de tonto un pélico.
Eres lucérico
eres estréllica
si no es conmíguico
estás con éllica.
No me pregúntiques
"constelaciónico"
y mira la télica
desde el sillónico.
Amas las pápicas
y la cervécica
tronco y cabécica
en tí una piécica.
No me pregúntiques
que si te quiérico
porque te mírico
y no lo créico.
Eres Homérico
tú en calcetínicos
igual de séxico
que unos maitínicos.
No me pregúntiques
que en cuanto al gólico
no eres Cristiánico
con el balónico.
Suena en la nóchica
tu respirárquica
como una mótica
al arrancárica.
Y me pregúnticas
¡todos los díicas!
-"Si no estuviérica,
a quién querríicas"?
A simple vística
digo al "Yors Cloónico"
aunque hoy prefiérica
Brad Pit...tagórico.
Pido discúlpicas
a los lectóricos
pues como díjico
un tal Javiérico
sería mísero,
sórdido y tétrico
someter éstico
al sistema métrico.
(Que no es baládico
para esta artística
escribir vérsicos
con esta rí-t-mica)
Mercedes González
Grupo A
Querida Doña Dórriga Dárriga Dírriga
Como paleontólogo soy un nómada en un continuo éxodo en búsqueda de fósiles de épocas pretéritas. Ahora no estoy ni en África, ni en América o el Cáucaso. Estoy en Nápoles, en la Península Itálica, cerca del Mediterráneo.
El último miércoles encontramos restos de un dinosaurio en un suelo rústico y silíceo. Es una especie única, bípeda, ovípara y carnívora que con sus magníficas mandíbulas devoraba herbívoros cuadrúpedos del tamaño de un bóvido. Vivió durante los períodos Triásico, Jurásico y Cretácico.
Pese al éxito estoy incómodo. Aparte de la problemática burocrática y económica está mi jefe, un escuálido catedrático británico. Es biólogo y geólogo pero tiene ínfimos conocimientos técnicos y teóricos. De matemáticas, no conoce ni los números árabes. No usa un método sólido. En la práctica es un auténtico energúmeno antipático y dogmático que, como en un espectáculo esperpéntico, da órdenes estúpidas y nos trata como súbditos. Este pájaro, pese a su comportamiento público ilícito, díscolo e incívico, está bien considerado en los círculos académicos. Se ha hecho íntimo de Lázaro, nuestro químico búlgaro, que es un científico de élite, modélico, dinámico y simpático.
Quiero ser diplomático y no dar más énfasis a mi legítima y polémica filípica.
El próximo sábado me iré de viaje turístico a las repúblicas bálticas.
Un saludo,
Álvaro
Óscar Fernández
Grupo B
Inventárico o la rueca de Penélope
Como siempre fué Doña cafetera la que organizó todo.Ella siempre tan resabidilla. ¡Se acabó lo de jugar al veo veo. Que si era un juego de niños, que si patatín, que si patatán.¡Por Dios que estupidez! Desde luego no se como se puede ser tan prepotente.
Bueno, el caso es que organizó una obra de teatro. Ella, como no podía ser menos, repartiría los papeles y seria también la directora. Pero eso si todos los nombres serian palabras esdrújulas y además inventadas.De hecho la obra se iba a llamar la rueca de Penélope, pero como Penélope era un nombre verdadero decidió titularla inventárico. Lo de la rueca de Penélope tenia que ver con alguna canción de un tal Joaquín Sabina.
Al parecer el tema de las esdrújulas era una tarea del laboratorio de escritura al que acudía todos los lunes por la tarde.¡Pero que laboratorio ni laboratorio¡, si ella nunca se movía del sitio, siempre tan repantingada sobre la placa vitrocerámica.
Bueno pues a lo que iba, que me subo a los laureles. Llegó el momento del reparto de papeles. La señorita cuchara seria la princesa Pársimone. Don tenedor el príncipe Córnide y don cuchillo llevaría el nombre de Fástulo y seria el amante de la princesa. El cazo y la sartén tenían por nombre Persébulo y Bersémide, reyes y padres de Parsímone. A doña olla le tocó el papel de reina madre, de nombre Dicástula y las cucharillas de postre, damas de honor, se llamarían Dersémine, Párfide y Rómila.
Y digo yo, no hubiera sido mejor una comedia de médicos, que siempre queda muy bien… El dermatólogo que se lia con la ginecóloga que a su vez es la mujer del oncólogo, el cual es amante de la psicóloga…vamos, un enredo de los de toda la vida.
El caso y ello es que cuando llegó mi turno en el reparto de personajes sonó la puerta de la entrada. Era el señor que llegaba del trabajo. Todos nos quedamos quietos esperando que subiera al piso de arriba como todos los días, mas cual no seria nuestra sorpresa cuando oímos sus pasos dirigiéndose hacia la cocina. ¡silencio¡ ¡todos callados¡ que ya esta aquí.
Entro cargado con una caja que dejó encima de la mesa. La abrió y saco de ella un extraño artefacto que colocó al final de la encimera.Cogió a doña cafetera, la metió en la caja y la depositó en el suelo. Entonces pude ver las enormes letras negras sobre un fondo de color amarillo chillón: CAFETERA EXPRÉS VARSOMIDA, su mejor café en cómodas cápsulas.
Poli Rubia Navarro
Grupo A
Una tarde ética, perlética, pelapelambrética
Queridísima Doña Dárriga Dórrira Dírriga:
Sí, queridísima, en esdrújula, con este énfasis. Desde lo más recóndito de mi ánima quiero decirte que ha sido un bálsamo haberme encontrado contigo, no daba crédito a lo que veía y oía, sonaba a música de órgano, la emoción me ha arrancado una lágrima y, ¡tantos recuerdos!, lánguidas, gélidas, tórridas, cálidas y plácidas tardes en mi fantástica Ávila, recordándolas voy a tener una pequeña plática contigo.
En el séptimo año de mi vida, cuando aprendía trabalenguas, leía fábulas, recorría mundos mágicos y fantásticos donde escuchaba cánticos de pájaros exóticos, soñaba sus colores, desde el púrpura al ópalo, al pálido rosáceo, todo un espectáculo, donde las náyades jugaban con nenúfares, cuando entraba en lúgubres, tétricas y recónditas cuevas y allí me asustaba con el vuelo de murciélagos o encontraba ánforas llenas de tesoros, las libélulas revoloteaban, las luciérnagas ponían su puntito de luz en la noche, en aquella época te conocí, ¡cuántas preguntas y sentimientos despertabas en mí!, tu nombre por una parte me parecía ridículo, por otra simpático, luego estaba lo de tus guantes, “que le vienen grandes”, ¿un equívoco o te querían hacer rabiar? Entonces yo te decía: «Doña Dórriga, cuando vaya a América, te prometo traértelos de tu medida, esos estúpidos, ridículos y cómicos guantes que te están grandes, y están hechos “de pellejo de zórriga, zárriga, zírriga”, se los daremos a un médico, dermatólogo o traumatólogo que conozcan a una niña que tenga manazas y le estén bien». Y muy romántica también te decía: «un día en tus manos un príncipe te pondrá un espléndido anillo», todo muy poético y fantástico. Sonríete Doña Dárriga, ya ves qué fácil es soñar en el séptimo año, ¡pero más bonito es hacerlo en la septuagésima década!
Esta no va a ser la única carta, sé que vas a recibir muchísimas, te dejo para que de forma plácida las leas y pases una tarde ética, perlética, pelapelambrética como la he pasado yo.
Recibe un fortísimo y cariñosísimo ósculo.
Inés Izquierdo
Grupo A
La esdrújula
Es la esdrújula brújula balsámica
de monótono código ortográfico
Es término sin vértigo gráfico
de aritmética modélica y rítmica
Es la esdrújula libélula alquímica
de intrépido vértice caligráfico
Es pálpito de melódico tráfico
Semáforo de médula académica
Es probóscide Cyránica y lúdica
que con pictórico júbilo lírico
teje fósforos de estética lúcida
Hay sándalos de versículo onírico
Báculos métricos de voz selúcida
Su cálido ánimo esdrújulo es pírico
Ana Isabel Fariña
Grupo B
Un viaje kilométrico
Salíamos del sótano un miércoles a primera hora, los relámpagos nos anunciaban un cambio meteorológico con el que no contábamos. Viajábamos hacia Málaga, el Mediterráneo , las ofertas museísticas de arte contemporáneo y su festival cinematográfico eran nuestro reclamo.
Nos esperaba un viaje kilométrico, con paradas en Cáceres, Mérida y Córdoba, ciudades históricas. Nada más alcanzar la calle, un lunático, quizás alcohólico, terminó saltándose el semáforo, golpeándonos una lámpara, que durante el viaje terminó fundiéndose. Primer obstáculo.
Llenamos el depósito de gasóleo, el datáfono sin línea telefónica no pudo leer el plástico de crédito, menos mal que teníamos dinero en metálico. Poco tráfico, algún vehículo pesado al cruzar el embalse de Alcántara.
El estómago es un órgano que rápido avisa. Paramos, salimos del habitáculo, comiéndonos un buen plato de ibéricos en una venta artística. Ojeamos el periódico: la política catastrófica, la Púnica, lo económico con la misma canción, Trump polémica tras polémica, el consabido artículo 155, el Madrid entrenándose, esperando a su máximo rival, el horóscopo anunciándonos un viaje romántico.
Vuelta al automóvil, después de aflojar la próstata. Pequeño derrape de neumáticos ante una curva estratosférica, pisando mínimamente el acelerador, provocando un poco de vértigo esférico que terminó esfumándose.
Enorme la península Ibérica, que se comprueba al cruzar esta comunidad autónoma, de terrenos fértiles, con zonas vinícolas, hortofrutícolas, cerealísticas, con muchos cerdos ibéricos y pueblos blanquísimos.
Cruzamos las Béticas para llegar a tierras cordobesas, con abundantísimos recuerdos árabes, con riqueza artística, con su máximo esplendor en la etapa califal, siglos prósperos, pero también bélicos. Fábricas de aceite, de cítricos, de cerámica, en los márgenes de la carretera, riqueza económica de Andalucía, sin olvidar los ingresos turísticos. Cortijos de aristócratas, de políticos corruptos, de futbolistas galácticos. Pocos trabajadores autónomos, planteándose una situación problemática, incómoda, que necesita una búsqueda lógica para dar oxígeno a los jornaleros.
Había subido el termómetro, vimos a lo lejos, cúmulos negros anunciándonos próxima tormenta. Llovió a cántaros cuando enfilábamos el último tramo del larguísimo viaje. Con luz eléctrica recorreríamos los últimos kilómetros, pues la noche se fue anticipando y la llegada retardándose. Murciélagos sorteando los árboles nos reciben en la larguísima avenida de Benalmádena, donde estaba el hotel Cómpeta, casi a las puertas de África. Un viaje de película.
Antonio Castaño Moreno
Grupo A
Esdrújulas
Poli Rubia Navarro
Grupo A
Una tarde ética, perlética, pelapelambrética
Queridísima Doña Dárriga Dórrira Dírriga:
Sí, queridísima, en esdrújula, con este énfasis. Desde lo más recóndito de mi ánima quiero decirte que ha sido un bálsamo haberme encontrado contigo, no daba crédito a lo que veía y oía, sonaba a música de órgano, la emoción me ha arrancado una lágrima y, ¡tantos recuerdos!, lánguidas, gélidas, tórridas, cálidas y plácidas tardes en mi fantástica Ávila, recordándolas voy a tener una pequeña plática contigo.
En el séptimo año de mi vida, cuando aprendía trabalenguas, leía fábulas, recorría mundos mágicos y fantásticos donde escuchaba cánticos de pájaros exóticos, soñaba sus colores, desde el púrpura al ópalo, al pálido rosáceo, todo un espectáculo, donde las náyades jugaban con nenúfares, cuando entraba en lúgubres, tétricas y recónditas cuevas y allí me asustaba con el vuelo de murciélagos o encontraba ánforas llenas de tesoros, las libélulas revoloteaban, las luciérnagas ponían su puntito de luz en la noche, en aquella época te conocí, ¡cuántas preguntas y sentimientos despertabas en mí!, tu nombre por una parte me parecía ridículo, por otra simpático, luego estaba lo de tus guantes, “que le vienen grandes”, ¿un equívoco o te querían hacer rabiar? Entonces yo te decía: «Doña Dórriga, cuando vaya a América, te prometo traértelos de tu medida, esos estúpidos, ridículos y cómicos guantes que te están grandes, y están hechos “de pellejo de zórriga, zárriga, zírriga”, se los daremos a un médico, dermatólogo o traumatólogo que conozcan a una niña que tenga manazas y le estén bien». Y muy romántica también te decía: «un día en tus manos un príncipe te pondrá un espléndido anillo», todo muy poético y fantástico. Sonríete Doña Dárriga, ya ves qué fácil es soñar en el séptimo año, ¡pero más bonito es hacerlo en la septuagésima década!
Esta no va a ser la única carta, sé que vas a recibir muchísimas, te dejo para que de forma plácida las leas y pases una tarde ética, perlética, pelapelambrética como la he pasado yo.
Recibe un fortísimo y cariñosísimo ósculo.
Inés Izquierdo
La esdrújula
Es la esdrújula brújula balsámica
de monótono código ortográfico
Es término sin vértigo gráfico
de aritmética modélica y rítmica
Es la esdrújula libélula alquímica
de intrépido vértice caligráfico
Es pálpito de melódico tráfico
Semáforo de médula académica
Es probóscide Cyránica y lúdica
que con pictórico júbilo lírico
teje fósforos de estética lúcida
Hay sándalos de versículo onírico
Báculos métricos de voz selúcida
Su cálido ánimo esdrújulo es pírico
Ana Isabel Fariña
Grupo B
Un viaje kilométrico
Salíamos del sótano un miércoles a primera hora, los relámpagos nos anunciaban un cambio meteorológico con el que no contábamos. Viajábamos hacia Málaga, el Mediterráneo , las ofertas museísticas de arte contemporáneo y su festival cinematográfico eran nuestro reclamo.
Nos esperaba un viaje kilométrico, con paradas en Cáceres, Mérida y Córdoba, ciudades históricas. Nada más alcanzar la calle, un lunático, quizás alcohólico, terminó saltándose el semáforo, golpeándonos una lámpara, que durante el viaje terminó fundiéndose. Primer obstáculo.
Llenamos el depósito de gasóleo, el datáfono sin línea telefónica no pudo leer el plástico de crédito, menos mal que teníamos dinero en metálico. Poco tráfico, algún vehículo pesado al cruzar el embalse de Alcántara.
El estómago es un órgano que rápido avisa. Paramos, salimos del habitáculo, comiéndonos un buen plato de ibéricos en una venta artística. Ojeamos el periódico: la política catastrófica, la Púnica, lo económico con la misma canción, Trump polémica tras polémica, el consabido artículo 155, el Madrid entrenándose, esperando a su máximo rival, el horóscopo anunciándonos un viaje romántico.
Vuelta al automóvil, después de aflojar la próstata. Pequeño derrape de neumáticos ante una curva estratosférica, pisando mínimamente el acelerador, provocando un poco de vértigo esférico que terminó esfumándose.
Enorme la península Ibérica, que se comprueba al cruzar esta comunidad autónoma, de terrenos fértiles, con zonas vinícolas, hortofrutícolas, cerealísticas, con muchos cerdos ibéricos y pueblos blanquísimos.
Cruzamos las Béticas para llegar a tierras cordobesas, con abundantísimos recuerdos árabes, con riqueza artística, con su máximo esplendor en la etapa califal, siglos prósperos, pero también bélicos. Fábricas de aceite, de cítricos, de cerámica, en los márgenes de la carretera, riqueza económica de Andalucía, sin olvidar los ingresos turísticos. Cortijos de aristócratas, de políticos corruptos, de futbolistas galácticos. Pocos trabajadores autónomos, planteándose una situación problemática, incómoda, que necesita una búsqueda lógica para dar oxígeno a los jornaleros.
Había subido el termómetro, vimos a lo lejos, cúmulos negros anunciándonos próxima tormenta. Llovió a cántaros cuando enfilábamos el último tramo del larguísimo viaje. Con luz eléctrica recorreríamos los últimos kilómetros, pues la noche se fue anticipando y la llegada retardándose. Murciélagos sorteando los árboles nos reciben en la larguísima avenida de Benalmádena, donde estaba el hotel Cómpeta, casi a las puertas de África. Un viaje de película.
Antonio Castaño Moreno
Grupo A
Esdrújulas
Fue una noche algo caótica, que terminó siendo gran velada para recordar.Despues de visitar la exposición de cerámica, con piezas únicas, ánforas, cántaros, y objetos variados y diferentes, todos de época prehispánica.
Sonidos de cítaras nos .trasportaba a otro tiempo.
Un huérfano nos invitó a visitar un tétrico lugar, algo siniestro
Unos murciélagos,aparecen y sobrevuelan nuestras cabezas.
Asustados salimos, y los pájaros, que habían devorado pipas, ahora picotean las cáscaras,que cubren el pavimento.lo mejor de la noche quédate a la espera y te lo contaré en próximo relato.
Pepa Agustín González
Grupo B
Es burdo el rumor
Son rumores que me dejan paranóico,
Me dicen que me llamas homoerótico,
Torpe, falaz, estrábico y daltónico,
Que apesta mi hálito faraónico.
Mal amante, procrastinador abúlico,
Maléfico, histérico alcohólico,
Honorífico huésped frenopático,
Alienígena engendro patológico.
Hablas de mi ronquido catastrófico,
Y denuncias mi falo microscópico,
Que es donde me planto, catatónico.
De la media no bajo ni un parámetro
-Tus amigas probaron el orgásmetro-
Cuenta catorce y suma algún centímetro.
Ignacio Aparicio Pérez-Lucas
Grupo A
Muy estimadisima Doña Dórriga Dárriga Dírriga
Estando tristísimo por su fábula clínica remítome a su problemática, para sintiéndome con ínfulas de catedrático, proporcionar un diagnóstico categórico pero práctico, que sea benéfico para su raquítico hígado.
Impertérrito, remítole unos códigos
Diagnóstico: Hígado caótico con levísima área cirrótica
Tratamiento: Contrólese con análisis en los períodos tórrido, cálido y gélido, obteniéndose una rémora en la patología. Si obstáculos neurológicos gravísimos, trasplántese el hígado.
Suyo afectísimo
Rómulo Próculo
Médico caquéctico
Alfredo Domínguez
Grupo B
Típica semana fantástica
Terrorífico lunes,
martes soporífero.
Miércoles de película,
jueves económico.
Viernes etílico,
sábado de náuseas.
Y como término..
Plácido domingo.
Enrique Rodríguez González
Grupo A
Viaje en helicóptero
La vista desde el helicóptero era fantástica, todo un espectáculo, montañas y valles repletos de vida.
“Mira en aquel campo de productos orgánicos” - me decía mi acompañante - era un espantapájaro esquelético vestido de rojo moviéndose de forma histriónica debido al viento.
¡ Allí, allí ! un rincón ecléctico donde convivían armónicamente varios estilos de arquitectura, dentro de un jardín botánico. Aquello era único, ¿sería una réplica del cielo?...
El movimiento me acunaba, pletórica y emocionada me sentí parte de él.
Fué un día mágico.
Luisa Sánchez Mayorga
Grupo A
Fin de relación
-Hola.
-Estoy atónita.
-¿Por qué?.
-Por el mensaje que que me has dejado, tan drástico.
-Sabía que te ibas a poner así.Siempre has sido un poco pánfila.
-Y para mí, siempre has sido un maniático.
-Bien, lo sabes, hemos roto.
Ahora, no te pongas maniática que te conozco.
-¿Maniática?, ja. A tí lo que te gustaría es que me pusiera chiripiflaútica.
-Oye, no te pongas estúpida que acabas como una neurótica.
-No aguanto a hombres con el ánimo de un parásito.
-Vale. A la próxima, te cuelgo.
-¡¡Falso filántropo, con fondo tiránico.!!.
-¡¡Ojalá te partan el cráneo!!.
-Y a tí, que te entre un cólico. Nefrítico, a ser posible.
Ricardo Paternina
Grupo A
Esdrujulario histriónico
Ilustrísima Sra. doña Dórriga Dárriga Dírriga:
Me dirijo a su carismática persona con la ética más púdica que asiste al caso. Pongo en su crítico conocimiento, que su perro Sátrapa, cuya índole lleva implícita en el nombre, hace la corte a mi gato Flátiron. Y lo más trágico, es que el pícaro felino se muestra empático con su romántico galanteo. Encontrará esta situación diabólica y ya la veo ojiplática y espasmódica pero, repito, este es el caso.
En cuanto a mí, que soy asmático, me invade el pánico y esto no es óptimo, más bien traumático. No me convienen sustos dramáticos. Considerando que soy un clásico, un punto ególatra y algo flemático, voy a ser práctico y un tanto elástico en concederles mi beneplácito. Que un perro Dóberman y un gato Exótico, género machos y anisexuales, quieran amarse es un asunto que no es del mundo. Para juzgarlos un Salomón. Ruego a su lógica sea magnánima, drástica y lúcida y les conceda su bendición. Y en una cita con buen ibérico y algo de etílico celebraremos tan paradójica unión. ¡Ah, doña Dórriga! Invito yo.
Pepita Sánchez
Grupo B
Úrsula
Simbólica sentidísima,
contestándole a su prórroga desde Kórkula le desearíamos telepáticamente el ánimo más esdrújulo.
La terapéutica alopática, etimológicamente polifacética y armónica, es un cómputo de fármacos en un amplísimo catálogo en cuyos orígenes hallábamos a los antifúngicos azólicos, el oxígeno flebotónico y el anhídrido carbónico ignífugo que pienso que puede resultar idóneo para este síndrome lúpico siempre que el célibe con el capítulo bíblico no resuelva lo onírico en régimen de cómplice.
Perdónenos, por súbditos, si le sugiriéramos los fósiles mitológicos atrapados en las Miríades y Pléyades arqueológicas por que en un período olímpico fueron gérmenes microscópicos y exploraríamos así la técnica inmunológica.
En último término, pasándonos a otra temática, no es válida la hipótesis físico-química sobre el cálculo de la casuística de la pérdida del núcleo metálico y el átomo ingrávido; plácidamente cambiaríamos el método matemático por el psicológico.
Admítanos esta réplica y considérela como un polisilábico benévolo
Sus Amandísimos
Antonia Oliva
Grupo B
El último párroco
Le llamaban D. Régulo, y decía que era católico, apostólico y románico, esto último porque descendía de los romanos. En la misa de los sábados, con los ateos y los islámicos desde el púlpito no era nada simpático, más bien polémico, fanático, ególatra, hipócrita, patético, y nada político, y como buen teólogo que lo era, hacía énfasis en sus preceptos y se volvía histérico, provocando escándalo y pánico en los creyentes.
¡Vaya pájaro D. Régulo!
Luis Iglesias
Grupo B
Querida Doña Dárriga Dérriga Dírriga
Me encuentro tristísima por su ausencia.
Pasaba por la Universidad y encontré un cántico público que especificaba su nota de acceso.
Acordándome de aquellas noches donde éramos víctimas de lo estúpido a nivel artístico donde tantas veces tenías la voz alta de aristócratas que tomaban medidas drásticas y a nivel económico era completamente un desastre.
Contábamos nuestras hazañas bélicas, nos reíamos y cambiábamos el mundo. Era maravilloso.
También era incómodo asistir a misa Miércoles y Sábados que tan agusto nos dormíamos hasta tarde.
Era un bálsamo fabuloso para nuestras penas.
Deseándola, me despido, deseando lo mejor.
Iria Costa Trancón
Grupo B
Dirección
Era tan romántico, despertarse y oír la brisa del mar.
Que me pasaría horas viendo el océano.
Tan solo inventando el hábitat adecuado para animales como la libélula, el murciélago o el pájaro.
Ya no queda el brócoli de mi huerta ni tampoco todos los árboles que había en la orilla.
Búscame y encuéntrame, en la dirección que siempre mires.
Iria Costa Trancón
Grupo B
Estimadísima doña Cándida:
Escríbole esta epístola sintiéndome tristísimo ante la noticia que acaba de llegarme anunciándome el óbito repentino de su amadísimo hijo Cátulo en el crepúsculo del sábado pasado. Imagino su angustiosísima situación pues nada hacía presagiar este fatídico y rápido desenlace, a pesar del mal que aquejaba a su hígado y que él soportaba estoicamente.
Ahora lágrimas anegan mis ojos y el desánimo me acompaña , ya que usted es sabedora del grandísimo afecto que yo le profesaba.
Ruégole manténgame informado de los trámites que llevarán a cabo y no dude en acudir a mí si fuera necesaria mi ayuda.
Deseándole mucho ánimo , quedo a su disposición .
Suyo atentísimo. Críspulo Tárrega
Rosa Celia González
Grupo B
Esdrujuleándote
Dibujándote
pícnico, asténico, atlético.
Inventándote
intrépido, enérgico, magnético.
Diseñándote
mágico, bucólico, lunático.
Saludándote
tímido, atípico, mesiánico.
Exprimiéndote
rítmico, sinérgico, galvánico.
Recostándote
sonámbulo, noctámbulo, cinéfilo.
Describiéndote
crítico, empírico, pragmático.
Basculándote
centrífugo, centrípeto, ectópico.
Dislocándote
diabólico, satánico, maléfico.
Desterrándote
cínico, histriónico, sarcástico.
Combatiéndote
sísmico, tectónico, volcánico.
Desarmándote
básico, clásico, daltónico.
Recargándote
lánguido, distrófico, famélico.
Descifrándote
místico, enigmático, telúrico.
Exfoliándote
críptico, apócrifo, tántrico.
Degustándote
ácido, balsámico, aromático.
Recreándome
melódico, armónico, eufónico.
Admirándote…
Concha González
Grupo A
Carta a doña Dórriga Dárriga Dírriga
Estimada señora, pensándola estoy cual mágica ilusión mental, idéntica al típico e ilógico amor platónico que los estúpidos hábitos me tienen letárgico, yo aquí buscándola y usted con sus recuerdos íntegros de un pasado fatídico, en su libro de vida, cuya página debe algún día pasar, escriba pues una nueva y próspera línea cálida, permítase un cambio público verídico con este loco, simpático y huérfano de su amor.
José Eduardo Cadena
Grupo A
Concha González
Grupo A
Carta a doña Dórriga Dárriga Dírriga
Estimada señora, pensándola estoy cual mágica ilusión mental, idéntica al típico e ilógico amor platónico que los estúpidos hábitos me tienen letárgico, yo aquí buscándola y usted con sus recuerdos íntegros de un pasado fatídico, en su libro de vida, cuya página debe algún día pasar, escriba pues una nueva y próspera línea cálida, permítase un cambio público verídico con este loco, simpático y huérfano de su amor.
José Eduardo Cadena
Grupo A
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