Después de leer y comentar brevemente el maravilloso álbum titulado ¿Nada? emulamos a su protagonista, el gatito Morro, y parte del taller le regaló de todo a la otra parte y éstos le devolvieron su nada más valiosa.
Comentamos después algunos textos como "Sobre la nada" de Ángel Crespo:
La nada: ese inmenso cajón, alacena o lago del que Dios ha exiliado a todas las cosas; bosque en el que se escucha el balido de todos los pájaros habidos y por no haber.
Desgraciado de aquel que no tiene su nada, habrá de conformarse con lo que le den los demás, sacando de sus bolsillos o de sus terribles armarios; vivirá como nuncio, como vicario, como ministro, pero jamás con soberanía, porque no tendrá nada.
La mía es el recuerdo, las escamas de los pescados que platean en los mares de medianoche –y del mediodía en que el sol nada–; la nada por crear.
O bien el largo olor a vida de la nada.
Y propusimos como tarea imitar el juego que el poeta José Hierro hizo con las palabras "todo" y "nada" en su soneto "Vida":
Desgraciado de aquel que no tiene su nada, habrá de conformarse con lo que le den los demás, sacando de sus bolsillos o de sus terribles armarios; vivirá como nuncio, como vicario, como ministro, pero jamás con soberanía, porque no tendrá nada.
La mía es el recuerdo, las escamas de los pescados que platean en los mares de medianoche –y del mediodía en que el sol nada–; la nada por crear.
O bien el largo olor a vida de la nada.
Y propusimos como tarea imitar el juego que el poeta José Hierro hizo con las palabras "todo" y "nada" en su soneto "Vida":
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada).
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
Vimos algunas versiones de dicho soneto publicadas en el libro homenaje Todo y nada (Cuadernos del Episcopio, Aula de Poesía José Hierro) como el soneto firmado por Carlos Aganzo con el título "Todo o nada":
Quiso del ansia preso tomar todo,
beberse el mundo y no dejarse nada,
mas no logró saber apenas nada
más que dudar de todos y de todo.
Quiso jugarse el todo por el todo
y al final su ganancia no era nada
pues el que suma nada sobre nada
en su locura va perdiendo todo.
Quiso mirar y comprenderlo todo,
y más miraba más veía nada.
¿Cómo saber que al fin nada era todo?
Acabó así perdiéndose en la nada,
paso a paso lo fue entendiendo todo;
lo tuvo todo al fin, y tuvo nada.
O el soneto de Jorge Arco:
Ser cuanto somos y saber que todo
lo que Dios no consienta será nada.
Ser cuanto somos y saber que nada
habrá tras el dolor y el frío. Todo
será tan solo de un color. Pues todo
tendrá una luz tan blanca que ya nada
ni nadie dictarán su olvido: nada
que no sea el ciprés que enluta todo.
¿Pero dónde termina aquella nada,
pero dónde comienza el fugaz todo
que finge vida y que se llama nada?
Los años serán sombra; y cuando todo
se haga cristal, aliento roto, nada,
galopará la muerte sobre todo.
Escribe un texto, en verso o en prosa, en el que aparezcan las palabras “todo” y “nada” cinco veces. Procura que el texto sea legible. Toma como ejemplo los trabajos de la ficha.
¿Nada o todo?
Día de todos Los Santos, día de difuntos, un cementerio, flores, flores multicolores, dalias, crisantemos, claveles, margaritas, brillantes cruces, cipreses esbeltos y majestuosos bordean las calles, silencio, un silencio espeso lleno de murmullos, y junto a las lápidas, familias y amigos.
¿NADA?, ¿nada de nada? No. Para aquellas gentes que pulieron las cruces, que llevaron flores, que susurraron palabras, en aquel cementerio está TODO, están todas las ilusiones y todos los sueños que se fueron con ellos y, allí, tocando su lápida todo eso se revive, todo con mucha nostalgia y, sienten que no es cierto, para ellos no existe la nada, la nada es olvido.
Inés Izquierdo Pérez
Grupo A
Escribo, no se me ocurre nada
me paso todo el día pensando
recorro Salamanca caminando
brotan los pensamientos en cascada.
Busco el cobijo de mi morada
me veo nuevamente estudiando
todos los textos me están mirando
nada se refleja en mi mirada.
Todo en la vida es provechoso
nada deberíamos dar por perdido
tiene esperanza el andrajoso
todo se iguala en el olvido
nada es realmente tan hermoso
nada como sentirse muy querido.
José Luis Juan Fonseca
Grupo A
O todo o nada
Nico siempre me pareció un maldito borracho. Llegaba a casa de Alex, se quitaba el abrigo, bebía de todo y decía una chorrada tras otra. Era un hombre peligroso en el juego. Parecía que no tenía nada que perder pero todo por ganar. Era realmente el rival a batir en las veladas que hacíamos los viernes y los sábados hasta las cuatro o cinco de la madrugada. Jugábamos a las cartas, apostábamos sumas nada desdeñables de dinero, bebíamos y fumábamos. Fumábamos hasta que todo se llenaba de humo y nos lloraban los ojos. También hablábamos de vez en cuando de fútbol y de boxeo.
Nico solía empezar la partida haciendo jugadas aparentemente estúpidas. Sin embargo, no dejaba nada al azar. En cualquier momento soltaba su frase célebre: “O todo o nada”, señal de que nos iba a desplumar sin piedad.
Con él nunca ganábamos nada. Él siempre se llevaba todo. Así que un día Alex dejó de invitarle. A partir de ahí las partidas fueron más equilibradas y mis pérdidas menores.
Oscar Fernández
Grupo B
Todo y nada
Todo estaba tranquilo, nada perturbada el ambiente de la estancia. ¿ Entonces por qué temblaba como una adolescente en su primera cita ?. Lo había deseado tanto...
Nada es casual y todo tiene su tiempo y este había llegado. Nada podía salir mal, todo el universo se había confabulado a su favor.
Nada de experiencias incompletas - se decía - que participe todo el cuerpo, mente y emociones- se lo merecían- por lo menos en ese momento de sus existencias.
Nada y todo se fundirían para inventar una nueva palabra " natodado" porque, por un instante y de forma rotunda, pasarían a ser uno solo.
Luisa Sánchez Mayorga
Grupo A
Entre todo y nada vagan mis sueños
Si antes del todo, todo fue la nada
si todo fue nada y llegó a ser todo
entiende mi alma que entre todo y nada
nada sana el tiempo y lo cura todo.
Entre nada y todo y entre todo y nada,
vestida la nada y desnudo el todo
por el mar del mundo vagan mis sueños
¡siempre tan grandes siendo tan pequeños!
Mercedes González
Grupo A
Sonó la música
Todo el silencio del mundo
se oía cuando era nada
la música silenciada
compuesta en lo más profundo.
Nada era en el segundo
en el que todo sonó
y todo lo que emanó
estallando de aquel modo
no fue nada sino todo
quizá fue Dios que entonó.
Mercedes González
Grupo A
Todo y nada en mi recuerdo
Pensamiento, que surge de la nada,
se forma en el presente como un todo,
revive en el silencio, sobre todo,
para olvidar el mundo de la nada.
Viva en la realidad, no encuentro nada,
caminando en el tiempo veo todo:
amistad, ilusión y, sobre todo,
ideas que aún resurgen de la nada.
El sentir lo que vivo como un todo
olvida la mirada hacia la nada
que muere cuando todo es siempre un todo.
El tiempo hace posible que la nada
se acerque a adivinar lo que es un todo,
perdiendo la ilusión de ser ya nada.
Sofía Montero García
Grupo B
De la nada
Envuelta en aquel manto azul de lodo,
la noche, la muerte blanca, la Nada
cabalga río abajo. Va embozada
y destruye la vida, el alma, todo.
Si no has cambiado nada tu mirada,
si no has roto aun con tu mundo todo,
si no has visto quién iba por el soto
si no has notado el roce de la Nada,
es que andas soñando en medio de todo,
ajeno al grito implorante a la Nada
que brota de los ojos de esos todos
que ven morir este mundo sin hadas,
duendes, ni elfos que lo salven de todo
aquello que lo lleva hasta la Nada.
Javier Portilla
Grupo A
El tábano
Difícil me es buen amigo contestar a tu demanda. Es su repuesta tan simple que, al carecer de fanfarrias, y bizantinos discursos que laureen su proclama, fijo la tendrás por fatua. El tábano de una duda se ha instalado en tu morada. Mientras su sombra se agranda, el pábilo que sostiene la vida, se apaga. Frágil es la llama venturosa si el oxígeno se arruga. No comes. No descansas. No encuentras placer en nada. Ni exquisitas viandas, ni paseos a caballo, ni juegos de espada o cama. El suave plumón de tu almohada se larva.
¿Se puede -me preguntas- hacer todo por nada? Más ¿qué es todo saltamontes? ¿Ser infinito punto que nace y renace en la nada, sin más nada que su nada? ¿o ser parte de la línea que sostiene una balanza? ¿Ser trazo que cuando se traza pone todo su anhelo en ser todo con la tinta que su decir o hacer derrama? ¿O ser marca que marca el universal papiro con tintes baladís o intensos en función de la recompensa que su hacedor estime ha de recibir su causa?
Ser o no ser dirá Hamlet. Mas ser, es ser en todo. Nacer, renacer, crearse. Omitir el valido del viento que acostumbra pesar la tintura de cuanto digas o hagas. Opacos son esos platillos de paja. Ajena la flor a la inmensa belleza que regala.
Mi pequeño saltamontes, dices que un tábano anida en tu morada. Tu mecha se consume. El oxígeno se arruga. Ni comes. Ni juegas. Ni amas. Escúchame buen amigo, el infinito es frágil. Su venturosa llama se extingue cuando las hormigas pesan el canto de la cigarra.
Ana Isabel Fariña
Grupo B
Contra la nada
antes de todo nunca fue la nada
nada es vacío que amenaza todo
sin principio ni fin el tiempo todo
la vida toda en cada instante nada
la palabra total que dice nada
silencio es música que suena en todo
el cero un infinito sin el todo
blanco agujero negro de la nada
hasta que tú llegaste y fuiste todo
y acabaste del todo con la nada
porque estabas conmigo antes de todo
no temer el final no temer nada
en cada beso dar la vida y todo
efímero big bang contra la nada
Ignacio Aparicio Pérez-Lucas
Grupo A
El todo es un regalo de la nada
Cada hombre ve su poco, pero la nada es una fiera que devora su todo.
La falsa rosa vacía de la nada, nos deja oler un todo de consuelo.
Es espacio del todo, luz y éter la nada de los filósofos, algún todo el espacio vuelve en nada y el todo pierde entonces su sentido si es que no ocupa toda la nada.
No hay aire, sólo vacío; todo es nada, aunque el todo con su brillo nos engañe.
Es la nada un cero inmenso y el todo es un regalo de la nada, el gran conjunto vacío se llena de falsos brillos como falsos espejos de los ojos.
Quizá no sean tan distintos al concebir la nada como un pensamiento metafórico.
No existen las palabras poderosas que definan ni el todo ni la nada, la palabra esencial, que armonice el todo con su nada, debe ser cosa de los dioses.
Emilia González
Grupo B
De tenerlo todo, a no tener nada
Apenas tenía nada cuando dio sus primeros pasos, pero en poco tiempo consiguió tenerlo casi todo. No le importó arramplar con todo lo que pudo, a la sombra del “todo vale”, dejando a más de uno en la nada.
Pero de nada le sirvió tenerlo todo. Creía saberlo todo y no sabía nada. Pasaron los años, sobre todo, hizo mella su ignorancia. Perdió un poco de todo, llegando al final de su vida sin nada de nada. Casi igual que cuando comenzó.
Antonio Castaño
Grupo A
No hay nada, se crea todo
En el lienzo no había nada, era todo vacío y blanco, el artista insertó el primer brochazo, ya había algo, al final en el lienzo vacío apareció una obra de arte capaz de arrebatar todos los sentimientos al más anodino de los seres humanos.
En el tiempo no había nada, solo silencio, el compositor puso en el silencio una semicorchea, y después una corchea entera, (que dura el doble) y luego más sonidos que dieron paso a la más bonita de las melodías, capaz de evadir a cualquiera de toda realidad.
El campesino encontró una tierra yerma y sin nada de provecho, con su trabajo limpió, regó, y sembró hortalizas que acariciaban los sentidos (vista, tacto, gusto, olfato) del más urbanita, aquellos vegetales lo tenían todo.
El poeta encontró un papel en blanco y una pluma, nada más, dudo durante un rato pero supo plasmar un soneto de amor, aquellos versos lo arrebataban todo, y conmovían los corazones de quien nunca conoció esa sensación.
Tenía hortalizas frescas, un poema intenso, una melodía maravillosa y una pintura impactante, lo tenía todo.
Todo hasta que nos vimos por primera vez. Entonces comprendí que no tenia nada. Me faltabas tú.
Esther Yubero.
Grupo A
Todo y nada, da igual
Todo el universo ¿no es ya todo el universo?
El universo que lo abarca todo
¿No está todo ya contenido en él?
Todo cuanto existe es todo lo posible
Porque todo ya es límite en que no cabe nada
Todo y nada,
¿Es la nada una caja vacía donde lo cabe todo?
¿Es todo, lo que contiene a la caja que era nada?
Y si ahora todo ocupa la nada
¿Podríamos decir: ¿no hay nada o más bien, hay todo?
Y parece que la nada que existía para dar origen al todo, desaparece,
Deja de ser nada
La nada es todo lo que puede haber y todo, es lo que no puede haber
¿Cómo puede dejar de ser algo que fue?
¿Vive aún la nada cuando la ocupa el todo?
¡Que complicado es entender la totalidad de algo que ha sido nada, que no ha sido, que no es ¿o es?
¡Ya nada! ¡da igual!
David Vélez
Grupo A
Fuimos todo y nada
Fuimos todo y nada, ahora, en esta soledad a la cual me enviaste del todo, me doy cuenta de que nada de lo que vivimos va a satisfacer todo lo que tú querías, pues nada llenará el vacío de tu ser, si realmente todo es igual, pues perdiste la sensibilidad de valorar esos pequeños detalles tan sencillos, que nada en este mundo podrá enseñarte de nuevo a querer todo lo que pudimos ser. Ya que ahora no somos nada, pero fuimos todo.
José Eduardo Cadena
Grupo A
Nada y Todo
Se imagina la nada con casi de Todo.
La nada es sutil como el contraluz de un milano,
Sin geometría, sin principio y sin fin,
Es ausencia de apenas nada,
Ni siquiera la idea transitoria de un fotón fugaz.
La nada no hilvana un plan,
De sin ocurrencia y lenta actitud
Que sí sigue pero solo hace, nada
NI siquiera aros de humo en el retiro.
La nada mundana es hambre sin frente
Pérdida sin tumba ni llanto,
Soledad sin espada ni campo de batalla,
Ni siquiera el ligero destello de la volátil esperanza.
Huyeron así los recuerdos que fueron vivencias que ocuparon El Todo. Hubo jolgorio y sangre con lluvia y santos y demonios en el carnaval.
Hoy me hundiría en el lodo del Todo después del no vivir en la nada. Si el globo del Todo está por explotar, no quiero saberlo. Me quedo en el medio.
Antonia Oliva
Grupo B
Decía mi madre
A propósito del tema sobre todo y nada, me viene a la memoria cierta frase sin sentido, pero sobre todo, para nada desechable que decía mi madre “esto es la nada en dos platos”. Hace referencia a la escasez de alimento. Y hoy cavilo, razono, me meto en la harina de la divagación que me lleva a preguntarme ¿Acaso la nada en todo su potencial se puede dividir? ¿Se puede trocear como una tarta en una boda? ¿Se puede poner en un plato y comerla con cuchara? o ¿tal vez con tenedor? ¿A qué sabrá? ¿Engordará? ¿Será un transgénico de dudosa moralidad? o ¿será ecológica y estará aconsejada por la OMS? ¿Vendrá envasada al vacío o la venderán al peso? “Por favor, me pone cuarto y mitad de nada” ¿Estará compuesta por proteínas, hidratos de carbono y vitaminas? De ser así, todo el mundo se alimentará de nada por ser Patrimonio de la Humanidad: Y atendiendo a lo que dice el filósofo y antropólogo Feuerback de que “somos lo que comemos”, todo será que no seremos nada.
Pepita Sánchez
Grupo B
Pennywise
Todo lo que deseaba lo tenía al alcance de la mano. Los juguetes de los niños. Miles y miles. Millones. De todos los niños que iba matando aquel verano en Derry de 1985. Desde el primer niño, el hermano de Bill, Georgie que para él todo era su hermano. A los que no mataba los hipnotizaba, y simplemente, desparecían. Muchas familias ni mencionaban el tema, ningún niño volvió nunca.
Los que tenían menos suerte, aparecían mutilados, la mayoría de las veces.
El resto, desaparecían. Al lado del circo, encontraron los juguetes apilados. Era el todo del payaso. Para Pennywise era todo lo que necesitaba.
Para él no significaba nada ese montón de escombros al lado de la alcantarilla. Un simple recuerdo de lo que fue Derry.
Pero, muchos niños se mudaban y eso era parte de la nada de Pennywise. No podría alimentar su miedo hacia ellos.
¿Porque no? Era lo que más deseaba, y si se iban ¿Qué hacía?
Nada más empezar el verano, Bill quería encontrar a su hermano a toda costa y junto con sus amigos del Club de los Perderdores fueron por las alcantarillas.
Pero Georgie no aparecía. Decidió trazar un mapa con las alcantarillas de Derry.
Nada era lo que parecía, y por si fuera poco, uno a uno comenzaron a tener encuentros con el payaso.
Bill estaba escribiendo un libro, nada más empezarlo dedicó las primeras páginas a su hermano fallecido a manos de Pennywise, el payaso bailarín.
Iria Costa
Grupo B
Yo no hice nada...
“La nada no existe, es sólo un todo por llegar” me dijiste cuando había perdido la esperanza.
Tú ya sabías el truco para ignorar la nada y encontrar el todo, y yo aún no me había percatado.
Yo no te contaba nada pero escuchabas todo mi silencio.
No te mostraba nada pero veías que no estaba del todo vacío.
Me hacías ver que no había nada de lo que preocuparse en lo días en que de todo me pasaba.
Tardé sí, pero al final me di cuenta de que tú me sentías todo, que no necesitaba pedir nada más.
Y lo mejor es que cuando te pregunto cómo hiciste todo eso siempre me dices:
“¿yo? yo no hice nada...”.
Enrique Rodríguez González
Grupo A
Todo y nada
En el cielo una nube ablusada, nada
en la tierra a mi modo, todo.
Noche abollada, nada
días sobretodo, todo.
Mariposa ajada, nada
cadena sin recodo, todo.
Agua afilada, nada
fuego en todo, todo.
Nacer ya adoptada, nada
morir en el lodo, todo.
Beatriz Gorjón Martín
Grupo B
Todo o Nada
Al levantarme de la cama saco una hoja de papel para escribir. En ese momento no se me ocurre nada sobre el papel, subo al trastero para ver si puedo encontrar algo para contar una buena historia sobre el papel.
Al terminar de vestirme cojo las llaves del cajón para subir al trastero. Al abrir la puerta y entrar encuentro libros antiguos. En ese momento pensé que todos estos libros se habían perdido. Al hojear uno de ellos veo que no puedo hacer nada con ese libro que acabo de coger entre mis manos.
Al ver que no puedo escribir una historia en el trastero no se me ocurre otra idea que irme hasta el Parque del Retiro, en ese momento me dispongo a coger el metro , en una parada de metro veo una frase en la que pone "todo o nada".
Al llegar al Parque del Retiro me siento en la hierba, saco un boli y escribo en el folio "todo o nada", ese será el inicio de una historia.
David Álvarez
Grupo B
Todo y Nada
Todo o Nada este es el eterno dilema.
Porque yo todo te di y tú nunca me diste nada.
Final de una bonita historia que empezó como lo hacen todas.
En el comienzo:
Todo lo que tenga te daré aunque tú no me des nada. Yo nada quiero porque me basta con tenerte a ti.
Al final:
Pero siempre te recordaré porque,
¡todo te lo entregué, todo te regalé, de todo te apropiaste y un buen día sin nada me dejaste y de mi lado te marchaste dejándome sin nada de todo y sin todo de nada!
¡Y todo terminó por nada!
Mª Nieves-C.Martín Magdalena
Grupo B
El todo y la nada. La nada y el todo
Esta tarde me han pedido que escriba sobre el todo y la nada o, no recuerdo, ¿sobre la nada y el todo?
¿Importa el orden? ¿Qué fue aquello que percibimos primero? ¿La nada? ¿El todo?
En cualquier caso, qué más da si sobre lo que me han pedido que escriba, aunque ellos no lo saben, es sobre nosotros.
¿Recuerdas qué era todo antes de que nos conociéramos? Nada.
Era la nada en tus palabras de amor que no existían. Era la nada en tus caricias suaves que no sentía. Era la nada en tus labios donde no bebía. Era la nada de tu mirada sincera, de tu sonrisa tierna que no veía. Era la nada de tus manos, de tu pelo, de tu cuello, de tus pechos, de tu cuerpo todo porque todo, entonces, era nada.
Sin embargo, después, poco a poco, aquellas palabras de amor que nos dijimos lo fueron todo, aquellas caricias suaves en nuestra piel lo fueron todo, aquellos labios en los míos cada mañana al despertar, en cada anochecer, casi a cada minuto…lo fueron todo. Y tu mirada y tus manos y tu pelo y tu cuello y tu cuerpo entero en mí…lo fueron todo.
Pasé de ser dueño de nada a ser dueño de todo.
Sin embargo, ahora que te has ido, todo se ha vuelto nada.
Qué fácil parece todo cuando lo que tenemos es nada y qué difícil es nada cuando lo perdemos todo.
De la nada al todo y del todo a la nada en un retorno constante, en un ir y venir, en un punto de partida y un punto de llegada que se encuentran, se miran, se abrazan y hasta se aman.
No eras nada antes, lo fuiste todo después y ahora que te has ido vuelves a ser nada.
Me pidieron esta tarde que hablara sobre el todo, también sobre la nada y…ya ves. Nada se me ocurre que no seas tú y en todo lo que escribo estás. Tú.
Siempre que me preguntabas sobre el amor yo no tenía respuesta. Era algo tan grande que, aunque quisiera, no podía definirlo. Me devoraba, se me escapaba algo, o mucho, o casi todo de su esencia al intentar nombrarlo. Lo sentía, sí, pero expresarlo…no.
Hoy, tal vez, haya encontrado las palabras justas, las palabras precisas, sin fisuras para nombrarlo y definirlo.
El amor es todo. El amor es nada.
Todo, cuando te tenía. Nada, cuando te perdí.
Y así podría continuar con el todo y con la nada, con la nada y con el todo más allá del infinito, pero no. No serviría de nada a pesar de todo.
Me pidieron que escribiera sobre el todo y la nada, sobre la nada y el todo y, sin ellos saberlo, me pidieron que escribiera sobre nosotros.
José Manuel Romero
Grupo A
Todo o nada
Cuando la nada se hizo invisible en mi cabeza, empezó a cambiar todo.
Yo estaba acostumbrado en las tardes largas y ociosas del verano a mirar el horizonte, vislumbrando todo lo que había más allá de nuestro pequeño territorio donde nada ocurría que no supusiera un terremoto en nuestras vidas.
Yo, entonces, no conocía el mar; s
i acaso lo imaginaba peligroso y oscuro como en las novelas releídas de Julio Verne. Lo más parecido que conocía eran esas hectáreas de cereal ondulante que se perdían en la lejanía y que te permitían pensar con su movimiento que nada tenía una estructura sólida.
Agarrado a la mano de mi madre recorría los senderos sumergidos entre espigas y oía su voz diciéndome- todo esto es tuyo pero no vale para nada, tu lo que tienes es que irte muy lejos y escapar de este lugar perdido en la nada. A la vez deslizaba su mano sobre los párpados y señalaba un punto en el horizonte, cada vez uno distinto, y me decía que por allí estaba el mar.
Muchos años más tarde paseaba yo por la orilla de ese mar soñado que extrañamente estaba solo a tres horas de todo lo que había dejado atrás y pensaba solo me queda el goce de estar triste y que estaba dejando todo lo que fui para formar parte de la nada.
Que extraño que después de todo lo que tuve solo me quedara el recuerdo de aquellos paseos y como no tengo nada que perder pues lo he perdido todo, volver desde la linde de la nada a mi primigenio territorio donde en la mano de mi madre tenía todo.
Lucio Gómez
Grupo A
A tu ausencia
Tú lo llenabas todo y te fuiste en silencio sin decirme nada y ahora lloro tu ausencia. Todo está lleno de ti, nada ocupará tu espacio: todo lo que tú habitabas, sin ti ya no es nada.Todo se fue contigo, la nada te esperaba..
Todo es un sinsentido.¿ por qué tanto soñar si al final TODO es NADA?
Rosa Celia González
Grupo B
Lluvia
Al fin llegó la lluvia ( “ ese besar azul que recibe la tierra” dice Lorca) y todo lo demás, quedó para mi relegado a un segundo plano..
Nada como sentir el agua en mi cara después de tanto tiempo sin rastro de ella, pensé, asi que decidí salir a la calle .y ¡ nada de llevar paraguas! quería recoger sobre mi cuerpo esas gotas que caían ahora con fuerza y también atrapar todo el aire fresco que me llegó enseguida a bocanadas,.y ¡ nada de prisas! me dije, tenía todo el tiempo que quisiera para disfrutar de ese momento y quería aprovecharlo ..
Encaminé mis pasos hacia una solitaria calle para que nada pudiera impedirme escuchar todo el sonido de la lluvia al caer. Cerré mis ojos durante unos segundos: todo me pareció distinto en esos momentos: el tintineo de esas gotas al chocar contra los cristales de las viviendas, el sonido diferente q ocasionaba al caer sobre el asfalto, la leve “ música” al rozar mi rostro…Nada podía describir lo que yo sentía..pero no duró mucho esa especie de encantamiento. La lluvia cesó de pronto y todo volvió a la realidad, el ensimismamiento había terminado…
Me di cuenta entonces de que estaba muy mojada y que mi pelo chorreaba agua sobre mis hombros pero no me importaba, me sentía bien….Encaminé mis pasos hacia casa, ahora ya más rápidos , no quería enfriarme..Y me di cuenta de lo importante y vital que era la lluvia, sin ella, nada sería posible…
Rosa Celia Gómez
Grupo B
Todo o nada. That's the question
Los extremos se tocan. Como el todo y la nada que siempre van de la mano.
Cuando nacimos, en la vida de nuestros padres ya nada fue igual.
Tiempo de bibis y pañales, de hidropolivit y de vitamina D3, de nanas y
parques, de besos y arrumacos…
Con nuestra llegada renovamos sus corazones y los encendimos. Todo olía a
limpio como cuando el día comienza en sus primeros minutos de luz.
Con la mocedad y la juventud, todo es promesa, proyecto, porvenir aunque no
tengamos nada más que eso, para algunos tanto.
El tiempo pasa y con los años y pelín de suerte ya lo tenemos todo.
Trabajo y con él llega la moto, el coche, la media naranja, la familia numerosa
que siempre quisimos ser, (la familia política va en el lote de regalo), una casa en la ciudad también en el campo, dos hipotecas, libretas de ahorro, fondos de inversión, cofres de experiencias, vida social y hasta prestigio, porque nada se improvisa de un día para otro…
Y al final. ¿Qué es la vida? Me pregunto.
De camino a la puesta de sol llego sabiendo que nada es para siempre, que el
tiempo puede con todo y que lo único que queda es el bien que hemos hecho.
Todo o nada. That's the question
Los extremos se tocan. Como el todo y la nada que siempre van de la mano.
Cuando nacimos, en la vida de nuestros padres ya nada fue igual.
Tiempo de bibis y pañales, de hidropolivit y de vitamina D3, de nanas y
parques, de besos y arrumacos…
Con nuestra llegada renovamos sus corazones y los encendimos. Todo olía a
limpio como cuando el día comienza en sus primeros minutos de luz.
Con la mocedad y la juventud, todo es promesa, proyecto, porvenir aunque no
tengamos nada más que eso, para algunos tanto.
El tiempo pasa y con los años y pelín de suerte ya lo tenemos todo.
Trabajo y con él llega la moto, el coche, la media naranja, la familia numerosa
que siempre quisimos ser, (la familia política va en el lote de regalo), una casa en la ciudad también en el campo, dos hipotecas, libretas de ahorro, fondos de inversión, cofres de experiencias, vida social y hasta prestigio, porque nada se improvisa de un día para otro…
Y al final. ¿Qué es la vida? Me pregunto.
De camino a la puesta de sol llego sabiendo que nada es para siempre, que el
tiempo puede con todo y que lo único que queda es el bien que hemos hecho.
Concha González
Grupo A
Grupo A
El todo y la nada
¡Nada!, ... ¡qué nades te digo!
¡Nada!, ... ¡qué no nada nada!
Pues se va ahogar si no nada nada.
Ya le dije que por si acaso al pantano se lo trajera
todo.
¿Y qué es para ti todo?
Pues el traje de baño, la crema solar, su flotador... ¡Ahí es
nada!
Paz Mateos Corbella
Grupo B
TODO ME LLEVA A TU SILENCIO.
ResponderEliminarTODO ...
TODO ?
TODO.
SILENCIO...
SILENCIO .
NADA.
NADA.
NADA.