Hablamos de canciones que forman parte de nuestra vida y que recorren nuestros recuerdos desde la infancia hasta la actualidad. Y sonaron los títulos y algunos acordes, incluso, de los temas que cada cual recogió en su playlist.
Cada uno de nosotros tenemos algo así como la banda sonora de nuestra vida. Acompaña etapas, momentos, relaciones y emociones. Ahí está, a las duras y a las maduras, para arrancarnos una sonrisa, provocarnos un flashback inmediato con apenas unos acordes o sacarnos de la cama los lunes por la mañana.
Crecimos con aquellas cintas regrabadas, ¿quién no se acuerda de su primer disco?, los conciertos irrepetibles, esas tardes de verano con amigos y una guitarra, éxitos de radio y viajes en coche con tu padre como dj de turno... Y van evolucionando (afortunadamente) nuestras preferencias, unos se decantarán por un estilo determinado al que seguirá una estética y un campo de cultura propio, otros tantos adoptarán el gusto de los 40 principales o la MTV y hoy, gracias a valiosísimas herramientas como YouTube, Spotify, Myspace o last.fm muchos iremos en busca de más y más sintonías con las que seguir caminando. La música nos permite sentir emociones colectivas, nos lleva al encuentro, multitudinario o personal, para compartir ritmos y letras.
Palabras de amor, historias de vida, mensajes de esperanza y canciones que nos mantienen una noche de fiesta y destrozan cada articulación del esqueleto... que hacen que nos salten los fusibles y dejan que las corcheas se mezclen con nuestros glóbulos rojos recorriendo arterias y venas hasta llegar al corazón. En un mundo cada vez más global, algunos artistas componen en inglés para llegar a más público, otros permanecen fieles a su lengua materna para llegar mejor, y lo mismo ocurre con los oyentes: ¿Entendemos el discurso que con tanta fuerza cantamos? ¿Te transmite lo mismo Dylan que Britney? ¿Vetusta morla que Keane? ¿Quique Gonzalez que Jack Johnson? Cada uno irá recopilando sus temas especiales, sus catalizadores, sus grandes éxitos, canciones que llenan nuestros iPods y, en definitiva, a nosotros también.
Me acuerdo de que el 31 de diciembre de 1987 muchos vimos en directo, en televisión, como a Sabrina se le salía un pecho del corpiño de cuero mientras cantaba “Boys, boys, boys”.
Me acuerdo de la noche en que disfruté, junto a Miguel Ruiz, de un concierto de Enrique Morente con las voces búlgaras y un coro de canto gregoriano en la Alhambra de Granada. Al terminar el concierto fuimos a tomar una copa y un cigarro al jardín mirador del hotel Alhambra Palace.
Me acuerdo del concierto de 40 Principales, en la Plaza Mayor, en el que Carlos Goñi, del grupo Revólver, se negó a actuar en playback y nos regaló un pequeño concierto en directo fantástico.
La música que recorre nuestra vida sugiere de manera implícita o explícita ese mismo territorio que conforman los recuerdos. Son como links que nos devuelven a un momento vivido o compartido. Y por eso siguen grabadas en los microsurcos de nuestro cerebro.Al entrar en la panadería, el tendero me recibió entonando un “buenos días” con voz de tenor. Le pedí unos colines y se acercó hasta ellos moviendo el esqueleto al ritmo de la melodía que salía de sus labios. Cuando salí de allí, mis vecinos y sus dos niños, me saludaron con varios pasos de claqué y un estribillo que hacía referencia a la derrama que aún no había pagado. Abrumado, entré al bar y pedí una caña. El camarero, Pepe, amigo de toda la vida, me miró fijamente y empezó a mover sus hombros hacia arriba con lentos movimientos. Luego hizo un paso de break dance y acabó haciendo el “gusano” sobre la barra, acompañando sus espasmos con pedorretas de hip hop. Al acabar el número, un nutrido número de clientes pidió su consumición al unísono mientras levantaban sus piernas hasta la cabeza de manera alternativa, como si fuera un cancán francés. Repetían cantando: “Una de rabas y un vermú, una de bravas y un raguttttt…” Los clientes me agarraron para que siguiera el ritmo, y pese a que intenté hacer el espagat, mis piernas apenas consiguieron abrirse y un chasquido sonó a la altura de mi pelvis. Mi vida se ha convertido en un asqueroso musical. Mis comidas familiares parecen “Sonrisas y lágrimas”. Mis padres me echan broncas en falsete, y en las discotecas todos ligan imitando a los imbéciles de “Siete novias para siete hermanos”. Este mundo en el que todos se hablan cantando y bailando no me parece real y no acabo de aceptar que mi novia haya cortado conmigo entonando una melodía triste mirando al suelo, como si fuera una versión gilipollesca de Olivia Newton John en Grease. Todos me miran implorándome a coro, pero yo he decidido tirarme del tejado, como si fuera un violinista desesperado, yadi dadi dadi didu didu didu didu dum
Las dos hijas del Gran Compositor -seis y siete años- estaban acostumbradas al silencio. En la casa no debía oírse ni un ruido, porque papá trabajaba. Andaban de puntillas, en zapatillas, y sólo a ráfagas, el silencio se rompía con las notas del piano de papá.
Y otra vez silencio.
Un día, la puerta del estudio quedó mal cerrada, y la más pequeña de las niñas se acercó sigilosamente a la rendija; pudo ver cómo papá, a ratos, se inclinaba sobre un papel, y anotaba algo.
La niña más pequeña corrió entonces en busca de su hermana mayor. Y gritó, gritó por primera vez en tanto silencio:
-¡La música de papá, no te la creas…! ¡Se la inventa!
Y dejamos por aquí también un microrrelato que podéis escuchar en este enlace. El titulado "Melomanía" y cuyo autor es Manuel Moyano.
Propuesta de escritura
Escribe un texto a partir de los títulos de las canciones que elegiste para tu playlist. Puedes traducir los títulos de las canciones en inglés, italiano o francés si te vienen bien para hilar con ellos tu relato.
Y estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:
La banda sonora de mi vida
“Ayer” recordé algunas cosas de nuestra vida “juntos”.
“Abajo en la esquina” de casa, nos abrazamos acaricié “un mechón de tu cabello”, y contemplamos como “cae la nieve”. Me puse romántico, susurré al oído “tu canción”, coloqué “mis manos en tu cintura” y fuimos “los dos tan felices”.
Hacía años que habíamos traspasado “el muro” de nuestras diferencias. Nos sentimos tan unidos que decidimos viajar “a través del universo”. Bueno bajando un poco el nivel viajamos mejor a través del Atlántico y llegamos a “San Francisco”.
“Imagina” lo “satisfecho” que me sentía.
“María orgullosa” me dijo: “el espectáculo debe comenzar”; Y como “poderoso caballero es don dinero” alquiló una habitación en el “hotel California”. Allí pasamos “la noche” envueltos en sábanas de “Blanco satén”.
A la mañana siguiente “sentados en el muelle de la bahía”, pude contemplar al atardecer el rostro de María “con su blanca palidez”. Abrazaditos los dos pensamos trasladarnos a vivir a “la casa del Sol naciente”.
José Luis Fonseca
Grupo A
La banda sonora de tu vida
para María
La mayoría de las canciones hablan de amor, y pueden tener su réplica
Los poetas y los cantantes escriben frases tan bonitas como:
-El amor es una barca con dos remos en el mar..YO NO SÉ NADAR.
-Ahora y en silencio, amor quiero llorar tu llanto..NO TENGO PAÑUELO
-El amor es un niño que hay que enseñar a andar..YO TENGO POCA PACIENCIA
-Que seas feliz es todo lo que pido en nuestra despedida..Y NO VUELVAS POR FAVOR
-El amor que yo soñé jamás lo pude conseguir..ME QUEDE DORMIDO
-Cuéntame, cómo te ha ido en tu viaje por este mundo de amor..PERO SÉ BREVE.
-La mujer que yo quiero no necesita bañarse cada día en agua bendita..PERO SI EN AGUA
-Quién me ha robado el mes de Abril..A MI EL MES DE MAYO
-Sin ti no soy nada..Y CONTIGO TAMPOCO.
-Dices que yo, no tengo nada en la cabeza..Y TÚ TAMPOCO.
-Solo pienso en ti..Y TU EN MI?
-A dónde irán los besos que guardamos, que no damos..AL BAÚL DE LOS RECUERDOS.
-Me gustaría darte el mar, todo ese mar que no conoces..PERO NO PUDE.
-¿Dónde estabas tú? Cuando un beso es brindar por tu salud..NUNCA LO SUPE.
-Imagina que no hay paraíso, tal vez digas que soy un soñador..SOMOS MUCHOS.
-Estoy metido en un lío y no se como voy a salir..OCURRE MUCHAS VECES.
-Aunque tú no lo sepas, me he inventado tu nombre..Y MUCHAS MÁS COSAS.
-Todavía tú y yo, todavía celebramos cada madrugada..QUE BONITO.
-De perder la cabeza, que sea contigo..ESTO ES AMOR.
-Lo mejor de tu vida me lo he llevado yo..Y LO PEOR.
-Abrázame, y no me digas nada, solo abrázame.. PERO DÉJAME RESPIRAR.
-Escogiste a la más guapa y a la menos buena..ESO ES PUNTERÍA
-Ha sido divertido, me equivocaría otra vez..SE RÍE Y SE LLORA A LA VEZ
-Porque llegamos desnudos, desnudos amamos, desnudos nos vamos.. VERDAD?
-Era primavera la noche que me besaste..YA NO ME ACUERDO
-Sé de un lugar, donde brotan las flores..NO HAY MUCHOS
-Ya verás lo que vas aprender cuando vivas conmigo..ME DA MIEDO.
-Amanecí otra vez entre tus brazos..SI TU LO DICES.
-La vida te lleva por caminos raros..NOS LLEVA
-Ayúdame a pasar la noche, no quiero dormir solo..TRISTE CANCIÓN
-Por los buenos tiempos..SI ES QUE LOS HUBO.
-Todos le tomaban por el cobarde del condado..HASTA QUE SE HARTÓ
-Si tu corazón está inquieto de esperar tanto tiempo..SIGUE TUS SUEÑOS
-La respuesta, mi amigo, está en el viento..EL VIENTO NO HABLA
-Déjalo ser, déjalo ser, si déjalo ser..HERMOSA LETRA
-Quiero saber. ¿Alguna vez viste caer la lluvia?..NO
-Porque tu no te vayas me beberé la luna..NO HIZO EFECTO
-Y si te vas, volveré sobre mis pasos, sin llorar, sin llorar..NO ES VERDAD
-Y qué más da, si ya no te espera nadie, no te espera nadie..Y QUE MAS DA.
-Convencido que estás en el tejado, esperando a ver si llego yo..YA ME GUSTARÍA
Luis Iglesias
Grupo B
Viaje a Itaca
Rayaban los filos del alba cuando él salió de su casa. A la puerta se topó con el gato que está triste y azul. Se agachó para darle las últimas caricias y, a su vez, el felino le correspondió mirándolo con ojos que parecían decirle cariño, cariño, no te vayas. Pero Juan Charrasqueado desoyó el chantaje emocional y emprendió, con paso firme, su particular viaje a Itaca. Atrás quedaron la cosecha y las casitas del barrio alto, cosas que ayer consideraba parte de su ser. Huyó de allí como un partisano. Solo pensaba en llegar a la ciudad de Kingston para encontrarse con Melina, porque “cada pequeña cosa que ella hace es mágica”, pensó.
Imaginaba su encuentro. Le diría: pasaba por aquí y me he acercado a saludarte. Sé que necesitas un amigo. Yo sigo siendo el mismo. Le confesaré que ella es mi ángel y la tranquilizaré: No nos precipitaremos. Nuestros amores resurgirán poco a poco. Dejaremos atrás las lágrimas negras y brindaremos por nuestra felicidad, sin nombrarla.
Canciones: Paso firme (Marisol). Los filos del Alba (Manolo Escobar). Juan Charrasqueado (Jorge Negrete). Melina (Camilo Sesto). El gato que está triste y azul (Roberto Carlos). Amores (Mari Trini). Felicità (Albano y Romina Power). Sugar sugar (the archíes). Yesterday (The Beatles) De mica en mica (JM Serrat). Pasaba por aquí (Aute). Las casitas del barrio alto (Victor Jara). Viatge a Itaca (Lluís Llach). Harvest (Neil Young). You’ve got a friend (James Taylor). Still de same (Bob Seger). Sans la nomer (George Moustaki).The partisan (Leonard Cohen). Every Little thing she does is magic (The pólice). Kingston Town (UB 40). Malaika (Miriam Makeba). Libiamo (Verdi, la Traviata). Lágrimas negras (El cigala)
M. Maximina Moreno
Grupo B
Aunque tú no lo sepas¹ muchas veces al alba² pienso en como enredarme entre las nubes de tu pelo³ y ser la niña voladora⁴ que por verte sonreir⁵ dibujaría mil burbujas de amor⁶ sobre tu cuerpo.
Te comería a versos⁷ y me iría contigo⁸ a cualquier otra parte⁹ y no sé como hablar¹⁰ para contarte que aunque lo que siento solo son ilusiones¹¹ envuelven mi existencia en un haz de luz¹² capaz de curar todos mis males¹³ y es que la realidad¹⁴ que necesito es quedarme en stand by¹⁵en el hueco que imagino entre tus brazos y desde allí escavar para los dos un túnel del amor¹⁶ que nos conecte con paisaje paralelo en el que cien gaviotas¹⁷ nos presten sus alas.
Es terriblemente cruel¹⁸ que tú no sepas lo fácil que es perderse¹⁹ en tus ojos y por eso me gustaría pintar un sol de invierno²⁰ en tu mirada y ser tu estrella polar²¹ porque a pesar de que un millón de cicatrices²² surquen mi corazón²³ no tengo miedo a volar²⁴ en tu universo.
Ojalá²⁵ pudiéramos encontrarnos allí donde se rompen las olas²⁶. Te ofrezco una historia para toda la vida²⁷ de esas que si te vas²⁸ no haya un final y habite eternamente en el espacio infinito de unos puntos suspensivos²⁹.
1 Enrique Urquijo.
2 Aute.
3 Fito y Fitipaldis.
4 Juanito Makandé.
5 La fuga
6 Juan Luis Guerra.
7 Leiva.
8 Dani Martín.
9 Dorian.
10 Amaral
11 Los chichos
12 Rayden.
13 Sidecars.
14 Extremoduro.
15 Extremoduro.
16 Tunnel of love, Dire straits.
17 Duncan dhu.
18 Leiva.
19 Lose yourself Eminem
20 Extremoduro.
21 Pereza.
22 El canto del loco.
23 El canto del loco.
24 Macaco.
25 Beret.
26 Robe.
27 Miss caffeina.
28 Extremoduro.
29 Robe.
Grupo B
La banda sonora de aquel verano
Te recuerdo Amanda, aunque por culpa de Serrat siempre te llamara Lucía. Mi venerada, mi santa Lucía. Sí, tú, agapimú, amor mío, la que apareció a mediados de agosto, en aquellos últimos días de verano que nunca olvidaré. Lo nuestro duró poco más que un suspiro: diecinueve días, y quinientas noches después aún sigo soñando contigo.
Solamente conservo unos pocos recuerdos, pero tan imborrables: tu nombre sobre un vidrio mojado, un ramito de violetas, el jardín prohibido… ¡Ay! Aquellas pequeñas cosas…La tarde que pasamos juntos en aquel apartamento de la calle Melancolía. ¿Te acuerdas, princesa? Llegamos temprano, más o menos a las cuatro y diez y el tiempo se hizo humo y nos dieron las diez… y las once... Al alba aún seguíamos fundidos en el mismo abrazo.
Luego, de alguna manera que no supimos intuir, se nosfue tiñendo el alma de blues. En la taberna del Buda, el hombre del piano nos previno de que, al final, deberíamos elegir: Una de dos… la orilla blanca, la orilla negra.
Y, cuando menos lo esperaba tú dijiste:
–¡Cómo hemos cambiado!
–No lo comprendo. ¿Quién me ha robado el mes de abril? –repliqué.
–¡Déjame! Quiero ser gaviota y volar por donde yo crea, una gaviota en Madrid… o en Londres… o en Berlín.
–Te esperaré, porque sin ti no soy nada –me rendí.
Desde que tú te has ido casi no vivo. Añoro tanto tus labios que me pregunto: «¿Adónde irán los besos que no llegué a darte?». Trato de evitarlo, pero solo pienso en ti, no puedo pensar en otra cosa. Y lloro, lloro lágrimas negras convertido en el gato que está triste y azul porque ahora siento que, de manera irreversible, para mí y para siempre,ya no puedes ser otra cosa más que la chica de ayer.
Canciones:
1. Te recuerdo Amanda. Víctor Jara.
2. Lucía. Serrat
3. Santa Lucía. Miguel Ríos.
4. Agapimú. Ana Belén.
5. Días de verano. Amaral
6. 19 días y 500 noches. Sabina
7. Sobre un vidrio mojado. Los secretos
8. Un ramito de violetas. Cecilia
9. Jardín prohibido. Sandro Giacobbe
10. Aquellas pequeñas cosas. Serrat
11. Juntos. Paloma San Basilio
12. Calle Melancolía. Sabina
13. Princesa. Sabina
14. Las cuatro y diez. Aute
15. Y nos dieron las diez. Sabina
16. Al alba. Aute
17. De alguna manera. Aute
18. Alma de blues. Presuntos implicados
19. La taberna del Buda. Café Quijano
20. El hombre del piano. Ana Belén
21. Una de dos. Aute
22. La orilla blanca, la orilla negra. IvaZanicchi
23. ¡Cómo hemos cambiado! Presuntos implicados
24. ¿Quién me ha robado el mes de abril? Sabina
25. ¡Déjame! Los secretos
26. Una gaviota en Madrid. Caco Senante
27. Esperaré. Presuntos implicados
28. Sin ti no soy nada. Amaral
29. Desde que tú te has ido. Mocedades
30. ¿Adónde irán los besos? Víctor Manuel
31. Solo pienso en ti. Víctor Manuel
32. Lágrimas negras. El Cigala
33. El gato que está triste y azul. Roberto Carlos
34. La chica de ayer. Nacha pop
Pepe Lorenzo
Grupo B
Mi madre pertenecía a una familia de artistas y músicos, que nadie piense en solistas reconocidos o grandes voces de la escena internacional. Actuaban en las fiestas de la ciudad y de poblaciones próximas con lo que llamaban "balls de tera". Además daban clases de baile y música. En alguna época, el tango fue uno de sus fuertes.
La posguerra y algunas desavenencias acabaron con esa faceta de mi familia. Mi madre no quiso que se perdiera esa tradición y mis primeros recuerdos musicales son los de ella intentando enseñarnos los bailes tradicionales valencianos, no sabía música aunque tenía una buena voz, le hubiese gustado cantar ópera.
Mezcladas con la sintonía de Elena Francis y la musiquita del anuncio del Colacao, mi madre tarareaba "L´u i el dos, l’u i el dotze, albades" y cantaba Jotas valencianas mientras nos explicaba cómo bailarlas, un intento que, como era de esperar, resultó estéril.
Con "Los cuarenta principales" mi hermano mayor introdujo en casa toda la música de aquel momento. Yo era más de los Pekenikes que de la “Chica Ye Ye”.
Conocí a los Beatles, con cierto retraso, en los guateques que montábamos en casa de Javier. “Hey Jude” era la favorita, siete minutos de baile lento. ¿Cuántas veces habré oído"Yesterday" o el disco “Sargent Peppers’ Lonely Hearts Club Band”?
Los cantautores y la “Nova Cançó” forman parte de mis recuerdos de la transición. "L’estaca" de Lluis Llach; "Els amants", un poema de Vicent Andrés Estellés, que cantaba Ovidi Montllor. ¡Y qué voz la de María del Mar Bonet!¿Quién no recuerda "Que volen aquesta gent" con texto de Lluis Serrahima? Y lo guapa que estaba cuando cantaba "Abril".
"Mediterráneo" de Joan Manuel Serrat y los poemas de Antonio Machado y de Miguel Hernández que musicó, "Yo no te pido" de Pablo Milanés, "Imagine" de John Lennon, "Suzane" de Leonard Cohen,…
Luego llegó la música clásica, el jazz y de la ópera. "El Aria de la Reina de la Noche" y "Nessun dorma" de Mozart y Puccini, respectivamente, me siguen emocionando.
"Because the night", que Patti Smith escribió con Bruce Springsteen, fue la banda sonora de muchas de las noches de mi segunda soltería.
Ahora, trasplantado a Salamanca, cuando salgo a caminar con amigos, después de comer, acabamos coreando Jotas Castellanas y Jotas Comuneras, ¡Qué bien las canta Carlos!
Ayer (Beatles) estuve pensando en las vacaciones de Abril
(Maria del Mar Bonet).Las pasaremos
junto al Mediterréneo (Joan Manel Serrat). Imagina (Jonh
Lennon) qué bien vamos a estar, Suzane (Leonard Cohen).
Las mañanitas (Nat King Cole) al sol junto al mar. Cuando
oscurezca, qué nadie duerma (Puccini) porque la noche pertenece
(Patti Smith) a los amantes(Ovidi Montllor), esta hecha para que bailemosHey
Jude(Beatles), nuestra canción.
Enrique Martínez
Grupo C
Biografía Musical
Mi infancia huele a la flor de la canela,
a camino verde
y a tango de Gardel.
En mi adolescencia
dibujé la imagen de Aline
en la arena del Mediterráneo.
Contemplé como gira el mundo
en su espacio infinito,
con amores que comienzan.
Vi llorar a la luna
y a las estrellas
porque no tenía
edad para amarte.
Los sonidos del silencio
se escuchaban al alba
de mi juventud.
Un velero llamado libertad
nos llevó a la tierra
de las mil danzas.
Juntos construimos
nuestra casa
del sol naciente.
En la madurez
con tus manos en mi cintura,
atravesamos la puerta de Alcalá.
Abrimos nuestra muralla
para ver que todo pasa
y todo queda.
Guardé un reloj que no funciona,
un ramito de violetas,
días de fiesta y noches
de blanco satén.
Después de aprender
que el amor dura
19 días y 500 noches,
doy gracias a la vida por
haberme dado tanto.
Marian Pérez Benito
Melodías entre el fuego
Mientras las llamas sobrecogían la destrucción del pasado entre brisas, y sus enseres se ahumaban en un instante efímero, gritó contra los sonidosdel silencio y el crepitar del fuego: -¡Os estáis llevando mi esfuerzo, mi vida…maldita sea, pero seguiré sintiendo y con las cenizas construiré un nuevo presente!. Un calor infernal acompasaba sus pensamientos y las melodías que fueron latidos, se agolpaban unas contra otras perfilando la silueta de su existencia.
Después de desayunar con el ritmo de “La Saga de los Porretas”, esperaba a Amanda y a Lucía, y juntos, iban a clase pisando las calles mojadas de aquel otoño lluvioso. Recordó especialmente a Julia, a la que años después quiso abrazar tantas veces, mientras subían a la planta catorce del edificio en ruinas, como dos cabecitas locas, porque entonces tocaba ser feliz. ¡Cómo seguía soñando! Siempre quiso tener algo con ella, pero un nueve de noviembre, necesitó tiempo, y el silencio se interpuso entre su corazón partido y la frialdad de ella. Querría mantener vivo los recuerdos, porque el abrasador fuego que le rodeaba aniquilaba suavemente su contacto con el mundo real, cuando la sombra de la luz de la luna se mecía en el horizonte, tiznado y envuelto en aquella noche de blanco satén, dio gracias a la vida y rogó para que, en su paso por ella, las costuras del alma fusionaran los nuevos comienzos. Era el destino, o tal vez la casualidad…
GuADAlupe Sanchón
Grupo C
Sueños
Las palabras de Jacques Brel se pasean entre los dedos de Julia. “Ne me quittepas” deja posos en su corazón joven y, aunque le ofrece “perlas de lluvia” no puede retenerlo.
Vuela a tiempos pasados y de la mano de la misteriosa Teresa Salgueiro adormece su sentir. “No me canso de recorrer la ciudad donde el Tajo viene a adormecerse”.
Julia cierra los ojos y el misterio se detiene en ese último atardecer, empezando a vivir. La melancólica voz de Paco Ibáñez se filtra en su corazón. “La vida es bella, ya verás…Tendrás amigos, tendrás amor…”
Símbolos que se filtran en el atardecer de toda una vida. Allí, en lo más profundo de su alma, permanecen junto a los recuerdos de tantos y tantos sueños perseguidos.
JB
Grupo C
Carta urgente
Fernando:
¡Como hablar contigo! ¡Es imposible!Por eso he decidido como mejor opción escribirte; la más elegante.
Busco en el baúl de los recuerdos y sólo encuentro mi corazón partío.
He querido pensar que podríamos caminar por la vida amarraditos, disfrutando de aquellas pequeñas cosas que nos podrían hacer felices.Nunca he necesitado, ni te he pedido una estrella azul, o rosas en el mar; ni siquiera un ramito de violetas.
Eso que tú me das no es a lo que aspiro.La muralla que se ha alzado entre nosotros, es más infranqueable cada día.No me planteo el decirte tómame o déjame.No soy esa, ya no.Tu amor,que al principio fue como una ola; ahora se ha transformado en tsunami.
Me voy. Por respirar. No lloraré lágrimas negras, ni de ningún otro color.Tomaría la misma decisión aunque viviera siete vidas.Ahora soy libre.No me importa nada.
Estoy convencida de que Venecia sin tí será una maravilla en esta época del año.
Piensa en mí.
Adiós.
Penélope
M.L.Fidalgo
Grupo C
Hojas muertas
Había decidido ya hacía tiempo no mirar a los ojos de la gente, porque dan miedo, siempre mienten. Así, paseaba cabizbajo por calles poco concurridas, evitando cualquier contacto físico o visual. Sabía que mi aspecto era de abatimiento y de tristeza. Una persona taciturna y melancólica. Mi transcurrir era siempre una balada de otoño. Paseaba sin rumbo fijo, a veces perdiéndome entre esas casitas del barrio alto, donde las gentes se sonríen y se visitan, pero me sentía un bicho raro, perdido en el espacio. Ni siquiera Major Tom podría rescatarme de mi deambular por la oscuridad de mi universo interior. No me imaginaba vivir en una de ellas, llevar una vida feliz y exitosa, donde todo es de color. Eso me estaba vetado. O yo me lo había vetado a mí mismo. Pero, algo pasó aquel día. Una brisa nueva me hizo sentir un frescor descarado, como un revulsivo, y alcé los ojos del suelo para encontrarme con su mirada. En ese momento, sentí que volvía a los diecisiete, a esos años tan lejanos en los que me enamoraba una sonrisa. Sentí que la luna me llevaba por un río de luz, y que, como dos balsas a la deriva, llevadas por la corriente, nos movíamos en la misma dirección. Sus ojos me hicieron bailar hasta el fin del amor. Eso es lo que sentí. Pero, ¡qué burro había sido, un burro terco, amarrado siempre, haciendo girar los ejes de mi carreta, en un giro eterno que me llevaba, dando vueltas, a mi libertad, sí, pero también a ser un solitario desesperado. Se llamaba Molly, vivía en una casa portuguesa en la parte vieja y vendía plantas medicinales en Scarborough Fair, ese mercado de las pulgas que estaba en la misma calle donde vivía. Ella decía que era muy llorona, pero, para mí, ella era el manifiesto de la belleza y la alegría. Se había producido una revolución en mi vida. Me hacía tanto bien y solo quería estar a su lado. Hacíamos nuestras cosas favoritas juntos y fuimos felices por un tiempo. Ella era el sitio de mi recreo. Sentía que el mundo era maravilloso.
Hasta que un día, ¡oh! ¡qué silencio! Un silencio que presagiaba la desdicha. A las cuatro y diez del veinte de abril del noventa, mi amor fue arrollado cuando iba camino a Soria. A mi pequeño pajarito, mi txori, suave y delicado, le rompieron las alas, lo mataron sin piedad. Como una maza. Y a mi me dejaron muerto en vida. El cielo se inundó de lágrimas. Llevarte mi amor hasta allí fue mi obsesión a partir de entonces. No me preguntes qué hice, no me preguntes quién soy. Tan solo soy una hoja muerta.
E lucevan le stelle
No me lamento de nada. Doy gracias a la vida como es. Tiempo que va pasando y no vuelve más.Soñaba que te quería y que era verdad. Te quiero siempre. Yo amo las pompas de jabón. Bailemos este vals de pánico hasta el final. Ya no quedan horas pero nunca he amado tanto la vida.
Sagrario Martínez y la playlist
Grupo B
Sobre la música
Creo que la música es “el secreto mejor guardado” de cada uno. Que cuando aparece una canción que nos toca la fibra, siempre “volverá” cuando pensemos en esa etapa de nuestra vida. Pero a veces hay que ser un poco “rebelde” y dejar que “la cabecita loca” olvide alguna de esas canciones. Porque duelen y porque esos momentos no son “perfectos”. Hay canciones que te hacen pasar noches “en vela”, como el trabajador de “el faro” que tiene que mantenerlo encendido esperando un barco “que levante la mano” gritando “ayúdame”.
La música es “la salvación”, y quien diga lo contrario es que no se ha sentido nunca entre dos “volcanes” a punto de erupcionar.
En mi caso, muchas veces he sentido caer “el universo sobre mí” “cada dos minutos”, y por supuesto he sentido que la música me salvaba.
Sentarme a escuchar un acorde secreto, el “hallelujah”, como decía Leonard Cohen, y después muchos otros que lo versionaron, y querer sentirme “parte de él” porque, lo tengo claro, la música siempre ha sido mi salvavidas. Y buscar ese acorde secreto me impidió volverme “majareta” durante los años que toqué el piano. Nunca lo encontré. Pero durante todo ese tiempo me sentí en una “luna de miel” (luna de papel, como cantaban Los Rodríguez) viviendo el sueño de vivir por y para la música. Y sí. Ese es otro de los motivos por los que la música me parece el invento más maravilloso del ser humano. Porque cura heridas más rápido que cualquier cicatrizante.
Mª Ángeles García
Grupo A
Soñando mi cancioón
Eva Mª se fue buscando el sol, Marco buscaba a su mamá y Martina buscaba un amor. Juntos en el bulevar de los sueños rotos hallaron el sitio de su recreo.
Mientras, en algún lugar, aunque tú no lo sepas; comienza la cuenta atrás.
El hombre del piano, contigo o sin ti,sigue tocando.
¿Lo ves?, la fuerza del destino hace que vengas tal como eres y los ángeles se conviertan en peces de ciudad.
Entonces por algún extraño motivo, diriges la mirada hacia la casa de campo donde la guerrera con alma de coyote se guarda del invierno para poder olvidar a su soldadito marinero, cuyo único interés es perseguir princesas que caminan por la vida tal como lo hacía Alfonso XII, en busca del amor…
Despiértame cuando septiembre termine.
Eva Mª, Formula V
No te vayas mamá, Marco
La Martina, Antonio Aguilar
Juntos, Paloma San Basilio
El Bulevar de los sueños rotos, los secretos
El sitio de mi recreo, Antonio Vega
En algún lugar,DuncaDhu
Aunque tú no lo sepas, los secretos
The final Countdown, Europe
El hombre del piano, Ana Belen
Whitorwithout, U2
Lo Ves, Alejandro Sanz
La fuerza del destino, Mecano
Come as you are, Nirvana
Angels, Robbie Williams
Peces de ciudad, Sabina
The look, roxette
Country house, Blur0
Guerrera, Valeria Castro
Coyotes, Travisbirds
El invierno nos guarde, Pablo López
Soldadito marinero, Fito
Princesas, Pereza
Caminando por la vida, Melendi
Dónde val Alfonso XII, Joaquín Díaz González
Wake me up when september ends, Green Day
Eva Hernández
Grupo A
Entrevistas y vendaval
Rodrigo veía desplegarse el paisaje abulense desde un Alvia con destino Madrid. Las rocas emergían desde un fino tapiz verde y el amanecer se abría tímidamente con tonos azules. Los avisos de megafonía sonaban rugosos, resistiéndose, perdiéndose en la atmósfera aburrida de los pasajeros.
Era la cuarta vez que Rodrigo tomaba el tren para afrontar otra entrevista en la misma empresa. Se trataba de un importante puesto con proyección y se aferraba a esa oportunidad tras sus dos carreras y un máster. Se repetía que el éxito le debía esperar en la gran ciudad, allí, escondido en alguna de las plantas de las torres cuya multinacional le había citado ya tres veces: presentación, pruebas técnicas, entrevista inicial, entrevista intermedia, demostración de habilidades, resolución de problemas, capacidad de desarrollo en entornos altamente competitivos. Los primeros rayos de sol se anunciaban por entre la sierra madrileña con destellos de esperanza.
La ciudad de Madrid le había parecido una mezcla macabra de furor, extravagancia y emoción nocturna al mismo tiempo que extenuación, fracaso y deambular zombi. Pensaba que si los adoquines hablaran lo harían en tono de quejido. Contarían historias ininteligiblespara terminar en un rasgado suspiro. Cuando hizo su primera entrevista portaba su mejor traje, aquél que le habían regalado sus padres, complementos incluidos. El precio fue alto y los retoques lo incrementaron. Sin embargo,la indiferencia de los empleados galopabaentre los despachos. Al indicarle el lugar de la sección de recursos humanos descubrió otros tantos de su estirpe.
Como Dennis en Lobo hombre en París, con algunos francos, se dirigió de nuevo a Madrid para una segunda entrevista. Hace falta más detalles y nos gustaría contar con usted para una segunda prueba, lunes 25 a las nueve. Contamos con usted si no nos dice lo contrario. Le dijo una voz femenina, cortante, casi metálica; desde el teléfono. Al llegar a la torre capitalina descubrió que eran menos candidatos. Mismo traje, mismas miradas. Una sucesión de pruebas en equipo -una de ellas consistía en decidir a quién de ellos echarían en una isla desierta- y otras astucias circenses le dejaron agotado. Le vino a la mente el “sálvese quién pueda” y pensó que ningún profesor trajeado le había advertido de eso en la prestigiosa escuela de negocios.Según Leonard Cohen, en Everybodyknows, el rico sigue rico y el pobre más pobre. Empezó a pensar que él no estaba en el primer grupo.
La tercera entrevista fue una tragedia. El tren se convirtió en un campo de batalla, un anfiteatro de actores con camisa y chaleco azulado. Todos haciendo clic sobre ridículos portátiles. A la dirección le está gustando su perfil. Necesitamos una entrevista cara a cara para confirmar el puesto de consultor junior. Es una gran oportunidad. Le dijo una mujer distinta, pero la voz sonaba igual de aburrida y cortante. Esta vez la ciudad le pareció una fruta de capas entrelazadas, con espinas y demasiado madura. Pensó en Rocío. Se acordó cuando le dijo que se iba a Londres con una beca de investigación para los próximos tres años. No puedo desperdiciarlo, es ahora o nunca. Le mencionó mientras recogía sus pertenencias del piso alquilado y compartido con otras dos personas. La había conocido estudiando, su pelo azabache y sus grandes ojos le traían a la memoria la letra del grupo Love ofLesbian: fan de John Boy. Cuanto más la veía, más fan era. Mirada universal de alcance personal.
En esta cuarta entrevista su recuerdo era una daga danzando en su maltrecha piel. Al principio le dejo de llamar a diario, luego le dijo que no podría estar mucho rato con él en sus regresos a Madrid. Le bastó tres meses para anunciarle el fin de su relación. Un mes antes su intuición ya le advertía de que el John de las fotos sería su infierno gris. Líquido y boreal.
Cuando se acercaba a la torre, le pareció todo una broma grosera, un berrido callado, una parodia sin gracia. Pero se dispuso a seguir, el viento ondeaba su americana del mismo modo que lo haría con las alas de los pajarillos. Y se dijo que sería como el mirlo blanco retando al vendaval. Cuando saliera de allí, se tomaría un café y después cambiaría el mundo al son de Mikel Laboa y sus bellos versos de Hegoak.
1. Leonard Cohen - Everybody knows
2. Fan de John Boy - Love of Lesbian
3. Lobo Hombre en París - La Unión
4. Shinova - Mirlo Blanco
5. Mikel Laboa-Hegoak (TxoriaTxori) ( Interpretado por Anne Etxegoyen y Les Voix Vasques)0
Ricardo Rodríguez Cobos
Grupo C
La casa se queda sola y se hace infinito el aire
Viejas canciones en el tiempo, que no en la memoria, revolotean como una mariposa entre los visillos del salón, buscando ahí fuera, junto a la ventana , el aire de la tarde.
Llueve, sobre los campos llueve, y tú no estás Lucía. Y, yo, con el libro sobre la mesa y el poema en el rincón.
Como marzo, te recuerdo padre, como la mar, bueno de frente, peligroso en día gris, duro y valiente.
Mi cabeza vuela hasta Madrid, Samaritana, para escribirte justo hasta la piel aunque no entiendas lo que te diré.
Solo pienso en ti y sin embargo mi canción es para Pilar. Hay mucho ruido, llegaremos a tiempo. ¡Ojalá tú y yo podamos reconstruirnos de nuevo! A donde van los besos que guardamos, que no damos. Procuro olvidarte y me pregunto quien puso más. No sé porqué te quiero. Te doy una canción y siento que me han robado el mes de Abril.
Pedro Gómez Rodríguez
Grupo C
LIFE IS LIFE
Con las ganas rasgando las entrañas
y aunque mil calles llevan hacia ti
si te vas, no quiero que vuelvas nunca
me quedaré con la frente marchita
y ardiendo como el Windsor, ya lo sé.
Solo soy la de la mochila azul,
ni tu ni nadie me podrá amargar,
con Marta, Sebas, Guilla y los demás
que dirán, ahí viene la llorona
y bailaremos el vals del obrero
hasta balbucear ya no me acuerdo.
Para mi fue tan poco tu cariño!
No vuelvas a decirme, hola mi amor
quiero nuestro sabor de amor de nuevo.
Sí, cuando los sapos bailen flamenco.
No lo sentiré, la vida es la vida.
Grupo A
Que seas feliz...Y NO VUELVAS POR FAVOR, muy bueno Luis. 😃
ResponderEliminarIgnacio