La cuarta loba

La sesión del día 6 de mayo la dedicamos a la novela histórica La cuarta loba de José Luis Sánchez Iglesias. Hablamos del tema que ocupa la novela, de los personajes, de la investigación previa, de la trama. El autor nos dio detalles de su proceso creativo y de sus métodos de trabajo.
Y nos acercamos desde la historia, y desde la imaginación, a la revuelta de los comuneros.

Este es el texto promocional de la novela:


En una época en la que los más pobres sufrían con las tres lobas (guerra, hambre y peste), un sentimiento, una idea descabellada, empezaba a surgir en el pueblo. Alimentada por voces aparentemente espontáneas, una revolución se va fraguando en las calles de Salamanca y de otras ciudades castellanas. Testigo de excepción ante el surgimiento de esta “cuarta loba” que era la Revolución será nuestro protagonista, Diego Bocanegra, que se verá envuelto en una trama mucho más oscura, arriesgada y excitante de lo que él jamás había imaginado vivir. Su destreza, inteligencia y valor le guiarán entre las luces y las sombras de una época convulsa, inestable y emocionante, mientras que su familia, amigos y conocidos vivirán los cambios desde la complicada y licenciosa vida  de estudiantes y prostitutas, hasta el honor y la lucha de capitanes aventureros, pasando por austeros trabajadores y casamientos de conveniencia.
¿Quién es el verdadero instigador del sentimiento revolucionario? ¿Qué intereses ocultos se mueven entre las telarañas de una revolución? ¿Cómo se teje la peligrosa telaraña de la conspiración? Y sobre todo, ¿quién es el misterioso “caballero negro” que tan bien oculta su identidad en las secretas reuniones a media noche?
“La cuarta loba” es la historia de un joven, de una familia que sin saberlo está a punto de presenciar un momento histórico. La cuarta loba puede caer o triunfar; sus líderes, los comuneros, pueden ser alzados victoriosos o morir decapitados; nuestros protagonistas podrán morir o vivir, pues toda revolución o batalla conlleva riesgos y pérdidas, pero pase lo que pase, ellos ya habrán hecho Historia. La historia de una revolución; la historia de un pueblo que se alzó contra sus gobernantes; la historia de “La cuarta loba”.

Si quieres saber algo más sobre la novela y sobre la presentación que se hizo en la Biblioteca Pública de la Casa de las Conchas pincha en el siguiente enlace:



Propuesta de escritura:

Hace años se presentó un logotipo que pretendía ser la “marca” de la comunidad de Castilla y León, un proyecto para dar a conocer los valores que demuestran la existencia de elementos diversos que la identifican y la singularizan.
Escribe un artículo o una breve reseña turística y señala en ella lo que más aprecias de las diferentes provincias de la comunidad: Salamanca, Zamora, León, Valladolid, Palencia, Segovia, Ávila, Burgos y Soria.


Estos son algunos textos de los componentes del taller:

Piérdete y repetirás

Empápate de arte y paisajismo y sumérgete en la degustación de su platos autóctonos elaborados con materia prima “marca de la tierra”.
Experimenta el adentrarte en diferentes épocas históricas en una sola jornada.
La herencia arquitectónico de renombre internacional y las nuevas creaciones convierten a nuestra Comunidad en un referente para artistas y gentes que quieran disfrutar de un legado inigualable.
Entra y mézclate con la población, déjate llevar por su ambiente rural de sierra o de llanura. Vive las fiestas y la riqueza cultural de sus municipios.
Una dotación hotelera que cumple con las expectativas más exigentes. Dispondrás de todos los servicios que puedas desear en cualquier época del año.
Ahora ya se han acortado las distancias entre las diferentes localidades gracias a un trazado de carreteras diseñado con los proyectos más vanguardistas y con medios de transporte público de última generación.
Piérdete por Castilla- León una semana o más y repetirás.

Antonia Oliva


Castilla y León

Cuando el pan huele a pan, el mundo huele a Castilla.
Da igual la forma, el tamaño o la textura que tenga; cuando el pan huele a pan, el mundo entero huele a cielo y a meseta y a río y a tiempo.
Cortar una rebanada, morderla, paladearla… es la forma más sencilla de perderse y recuperar el calor de la infancia; de rescatar en un instante y por un instante, el sabor de la niñez; una niñez dorada donde todos éramos monarcas de castillos que nacían en el aire o leones sin miedo que jugaban en sabanas de encinas y pastizales.
Este Paraíso de harina, según cuentan los ancianos, emergió del Duero y se asentó en sus cercanías dispuesto a pasar la eternidad mecido por sus aguas de oro; una linfa colmada de riquezas capaz de fecundar a sus tierras, a sus habitantes y a cuantos peregrinos tuvieran a bien probar su jugo por los siglos de los siglos. Un Edén. Un Edén imperecedero, generoso y fértil.
Fue en sus lindes donde se engendraron reinados e imperios como jamás se habían conocido; donde filigranas de piedra bordaron por vez primera los gruesos muros que cobijaron a los fieles, donde la naturaleza se hizo palabra y el pincel dehesa; donde nobles tenebrosos convivieron con plebeyos heroicos; pero sobre todo; fue en sus lindes; donde labriegos, canteros, locos y mesoneros trazaron huellas únicas, estelas que aunque hace tiempo fueron olvidadas, duermen en el rio y multiplican la fortuna de su caudal. Un caudal que continúa fecundando campos bajo un cielo infinito en manos de cuantos soñadores consagren su vida a aprender y practicar la magia que convierte el aroma del pan en pan. Un pan que huele a Castilla. Un pan que según dicen los ancianos consigue que quien lo pruebe recuerde el auténtico sabor del Paraíso. Un Edén hecho de castillos en el aire donde los leones juegan sin miedo.

Ana Isabel Fariña


Nueve ciudades, nueve momentos.
León y Castilla / Castilla y León

(Orgullo esparcido por sus aradas llanuras donde se oxida entre los trigales)

Salamanca
Nostalgia transformada en poesía.
Mi ciudad… todo lo que diga es poco.
La plaza Mayor esconde en el color de sus piedras los sueños y amores de miles de estudiantes que la han paseado.

Zamora
Contempla al Duero en su camino a Sayago y Portugal.
En la Semana Santa sus calles se llenan de gente entre curiosidad y tradición.

León
Nombre que habla de poderío.
La vidrieras restauradas de la catedral y la casa Botines de Gaudí son una muestra admirable de arte y colorido.

Burgos
Las agujas góticas de la catedral le hacen cosquillas a las nubes, mientras en el mesón del Cid se puede degustar una “olla podrida”.

Soria
Cuna del Duero, por sus calles todavía resuena la voz de un gran poeta: “Campos de Castilla”.

Palencia
El cristo de Otero da la bienvenida al visitante.
Muy cercana a Valladolid.

ValladolidFábrica de coches Renault.
Los coches atestan las calles silenciando su historia.
Aspira ser la capital de una región creada para servirla.

Segovia
Conocida y reconocida por su impresionante acueducto.
Comedor de lujo de los vecinos de Madrid y demás turistas. ¡Sabroso cochinillo!

Ávila
Habla de mística, de espíritus libres encerrados en unas magníficas murallas.

Vicente M. Martín


Fogonazos de Castilla y león

Ávila
Marcada, como un tatuaje, por su recinto amurallado, santo y seña de la urbe, éste ejerce la frontera entre dos estilos. Dentro, tradición y callejuelas, espacios cortos, rodeados de piedra, ahora dando seguridad, ahora aprisionando. Fuera, espacios amplios en una ciudad que se moderniza resistiéndose a ello, una vez más, su muralla. Y esa muralla observa, a su alrededor, las inmensas almenas de Gredos.

Burgos
Eliminada casi en su totalidad de sus resquicios medievales, Burgos hace honor a su aburguesado nombre. Ciudad de frío abrazo (forma de C y temperaturas heladoras) es cálida es sus calles, que bullen actividad en andanadas, como si sus paisanos surgieran bombeados por el corazón de la ciudad misma. Paseos amplios y señoriales, como sus gentes. Imbuida en la tradición, pugna por hacer honor a su carácter de ciudad pionera, abundando en propuestas artísticas vanguardistas. Pero honrando su rancio abolengo, está plagada de pequeñas librerías, varias de las cuales deberían reclamar nuestra atención.

León
Marcada por su rotundo nombre y rotunda Historia. Marcada en diagonal al noroeste por el verde y suave Bierzo, que a ratos pide cuerda, y al sudeste por Valladolid, al que ellos se la piden. Guarecido de la anodina ciudad de hoy, su casco antiguo, famoso por su bullir ansioso de gentes que no en vano dan calor a la fría urbe y lo bautizan como El Húmedo, condensado en tapas. Y presidiéndolo todo, el ojo de su señorial Catedral, intercambiando reflejos de colores con las cristaleras de su insigne museo, que recuerda a la ciudad que también hoy quiere seguir estando en vanguardia.

Palencia
A medio camino entre los dos grandes centros industriales de la comunidad, Palencia se sabe chiquita, y de ahí su carácter. Palencia es pequeña y sobria, calmosa, una ciudad con ademanes de pueblo, dicho en el mejor de los sentidos. En Palencia parecen haber puesto un poquito de todo para que “su pueblo grande” quede coqueto, bajo la atenta mirada de las cigüeñas.

Salamanca
Ciudad de cultura, la muy docta se enorgullece de su universidad, que le da nombre internacional. Muy cerca presume de dos catedrales y otro par de templos que merecen. Cuidad de doble vida, turismo y clases de día, fiesta de noche. Salamanca oscila entre dos polos, la tradición de sus gentes y el jolgorio de sus estudiantes, que hacen que no pierda la vida. Salamanca, con sus incunables a la sombra de la siempre buscada rana, a veces entre conchas. Características piedras de Villamayor plagadas de tallas anecdóticas que se debaten entre el señorío y el desenfado.

Valladolid
De largo la más grande de las ciudades de Castilla y León, Valladolid se sabe capital. Conste o no, pesa como tal, y saca músculo de infraestructuras culturales y comerciales, a golpe de tamaño. Presume, y en sentido literal, de las más renombradas exposiciones, de los más sonados conciertos y de lo más potente del escaso teatro que a estas tierras nos llega. Valladolid se gusta, pese a la mirada ladeada de muchos vecinos, y se jacta de ello rodeada de los castillos de sus dominios, con la solemnidad de su Semana Santa.

Zamora
Lamida al sur por el Duero, se yergue la perla del románico. Adusta ciudad como adustos y solemnes son sus templos. Ciudad pequeña, orgullosa de sí misma, de gentes de carácter seco como la decoración de sus iglesias. Zamora gira en torno a la Semana de Pasión, en la que se enorgullece y saca pecho, y se encierra en su memoria e invocación en sus estrechas calles repletas de iglesias, arropada por su muralla.

Miguel Ángel Pérez

1 comentario:

  1. Hemos sido poquitos eh!. Me gusta el pan que nos sirve Isabel. Y comparto el cariño por Valladolid de Vicente jeje.

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