La farmacia de las palabras

Está probado científica y literariamente que las palabras tienen un valor terapéutico extraordinario y provocan toda suerte de efectos secundarios. Los estados son muy variados, desde la irritabilidad cuando son de tintes oscuros o la pasión cuando contienen un concentrado alto de emoción.



Abrimos la puerta de nuestra botica de las palabras de la mano de José Mercé, quien hace años aceptó el reto de cantar el prospecto del Bisolvon en un programa "Crónicas marcianas".
Aquí está ese momento:




Pablo Neruda se encargó de pasearnos por una farmacia con su "Oda a la farmacia", un delicioso texto lleno de olores, sensaciones y texturas.
Pero Javier Marías nos devolvió con su artículo a la triste realidad de los medicamentos y sus efectos adversos, auténtica literatura de terror.

El poeta danés Morten Sondergaard nos prescribió su botiquín de palabras de urgencia. Aquí dejamos información sobre su proyecto "Wordpharmacy"

Transcribimos, por último, el poema "Vademecum" para que calibren el número de medicamentos que han formado parte de su historia clínica:

Ardine, Alugelibys, Aspirina,
Ornade, Frenadol, Polaramine,
Feldene, Mucorama, Betadine,
Bio-Hubber, Oralsone, Buscapina,

Prozac, Celestoderm, Maxicilina,
Septrín, Cefalexgobens, Augmentine,
Saldeva, Ferromorgens, Oraldine,
Vaspit, Oftalmolosa, Biodramina,

Isdinium, Hibitane, Nolotil,
Fluidasa, Termalgin, Rinofrenal,
Orudis, Tanakene, Clamoxyl.

Adiro, Conductasa, Senioral,
Profer, Optalidón, Gelocatil,
Zantac, Aureomicina y Hemoal.


La tarea propuesta fue doble

1. En el taller: Elige alguno de los fármacos de la ficha adjunta e inventa su prospecto siguiendo los modelos expuestos en la sesión.


2. Para casa: Escribe un texto donde tenga una presencia justificada el fármaco que elegiste. También puedes escribir un texto, más abierto, relacionado con las farmacias.



Y estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:


"San Ventolín, para los que asman intensamente"
Para enamorarte

Este medicamento te dejará sin aliento, sirve para enamorarte a cada instante.
Consigue generar en tu organismo y de una manera realista la incubación mariposas monarca en tu estómago que con su revoloteo te provocan esa sensación de tontuna tan maravillosa y adictiva.
Antes de inhalar este oxigeno de amor, se recomienda revisar todo lo que te rodea antes que llegue tu amor, tu enamorado. Nos referíamos a tus relaciones sociales, tu cuenta bancaria e incluso el estado de tu ropa interior.
Se inhalará una vez por la mañana antes de salir de casa y es apto para hombres y mujeres, abstenerse embarazadas.
Los posibles efectos secundarios que puede tener mantener esas mariposas durante demasiado tiempo es genera locuras de amor, travesuras románticas incluso en casos extremos pedidas de mano.

María Vaquero
Grupo B


Vagina loka

Consiste en un gel íntimo efecto calor diseñado para la mujer, con el que llega al clímax total.
Indicaciones: no es para mujeres embarazadas debido a la cantidad de flujo puede provocar sangrados.
2 veces/día. Se puede conservar el lugar fresco y seco. Fuera del alcance de hombres y niños menores de 12 años.
Efectos secundarios: en exceso puede provocar picor vaginal, alergias y contagio de lo mismo a la pareja.
Con dolores de cabeza fuertes y ovarios. Se recomienda no usarlo durante la menstruación, debido a los dolores en exceso que puede provocar.

Y el texto...

La verdad yo era bastante burra pero las cosas de mayores, quería probar, disfrutar de algo más y ya desde pequeña me atrajo lo de los lubricantes y esas cosas. No era de esperar con todo lo que anunciaban en la TV. Luego que si el vaginesil, que si tantos productos que ya no sabes cual escoger. Lo repetían tanto que parecen las campañas de Navidad con el Ferrero Rocher, polvorones y demás. Que justo se hacen después del verano. Tiene que ver con el comercio no hay otra explicación. Luego, la saldeva alivia dolores menstruales. A mí la único que me ha quitado es el Enantyium que me recetó el ginecólogo. Ahora con Vagina Loka es una maravilla, clímax al 100%. Sin esfuerzos, sin jadeos. Así es. Deberían probarlo. Realmente merece la pena.

Iria Costa
Grupo B


Me la pica

-Me cuesta hacer planes con la gente; No puedo cocinar sin pensar que se me va a quemar la cena. No me concentro al leer. Me da miedo la lluvia- le dice a su médico.
-Está usted deprimida-, contesta él. Y allá va la receta de “Me la pica”. 20 mg, una vez al día. Duración estimada del tratamiento: Un año.

“Me la pica” tarda en entrar en sangre, y el mundo sigue sin entrar en ella. La gente es cada vez más peligrosa, la música cada vez más monótona, el invierno un túnel con accidente seguro, navidad. Le da miedo la navidad. Juntarse como cada año con todos aquellos que adora, pero siendo consciente de que ella no está. Aún así se esfuerza sobre manera, quizá por ese innato que todos tenemos de doblegar lo que no es vida. Y llora cuando sale a correr, pero sale a correr. Le quema estar con su gente, pero está. No puede abrazar, pero quiere que la abracen.

“Me la pica” entra con la primavera. Y todo empieza a encajar tan rápido, que no sabe si es mérito de su esfuerzo, o de la pastilla. Sigue corriendo, pero no hay lágrimas. Sus tiempos bajan asombrosamente, los árboles se quitan el sombrero al verla pasar veloz. Puede bailar el Réquiem. El panadero es el más majo, la portera es la mejor jardinera, los abrazos y los te quiero salen disparados. Podría ser un estado ideal, piensa. Energía, querer mucho y bien, lo que siempre anheló porque además no hay tormento. Pero los niveles de agitación y euforia no son normales, apenas puede dormir entre millones de planes e ideas. Por lo que sí hay un tormento, no es verdad.

- Estoy demasiado alegre,- informa al doctor.
- Es una subida normal del estado de ánimo, efecto de la medicación. La regularemos-, dice él. Y allá va la receta de medio “Me la pica”.

Las cosas, lentamente, alcanzan cierto equilibrio durante el verano. Empieza a sentirse ella misma. A poder centrarse en las cosas que le gustan, que le hacen bien. El panadero sigue siendo majo, pero no siempre tanto. A la portera se le han estropeado un par de rosales. Baila con Calle 13, y adora el Réquiem a la hora de dormir. Y quiere, con cuidado, porque acepta que quiere querer aunque querer duela.

Pero de nuevo empieza a sentirse muy cansada. La máquina desacelera. Más sueño, más argumentos para no querer ir allí o allá, llamadas que no puede atender. No tolera asustar más a su gente, así que no se lo cuenta a nadie. -Quizá sea una infección-, desea, casi suplica, al notar un pequeño picor cuando va al baño. Pero el picor desaparece, cada vez está más agotada, y la sombra del pánico empieza a cernirse sobre ella. Pánico a volver al punto de partida, a la inmovilidad, al final del tiempo.

Sabe que si va al médico, va a ser lo mismo. “Bajada normal del estado de ánimo. La regularemos” Y allá irá la receta de “me la pica” en su dosis original. Así que no va. Decide no ir. Decide gritar, llorar, dormir. Escribir, leer, pedir ayuda a la gente que quiere. Decide sufrir. Y sufre, se esfuerza, se retuerce, se destroza. Pero gana. Nadie, ni los que más la conocen saben cómo ni cuánto gana. Hasta que de repente, la ven organizando la cena de navidad, que ha decidido cocinar ella misma.

Néstor Valverde Merlo
Grupo A


Keledén 1000 mg

1. Es un medicamento efectivo para combatir los problemas diarios , como: depresión, exceso de trabajo, problemas familiares y económicos.
2. Utilizarlo en casos de crisis personal y estados de ansiedad.
3. Tomarlo en pequeñas dosis: tres pastillas al día durante las comidas.
4. Efectos secundarios: Si se toma durante mucho tiempo y en grandes dosis, puedes estar demasiado alegre y pasota, hasta el extremo de olvidarte de las acciones cotidianas.
5. Conservar el medicamento fuera de las zonas de calor y llevarlo consigo para no olvidarse, sobretodo en momentos críticos.

Keledén, solución a tu vida negativa. Con Keledén te sentirás con energía y positividad.

Perdida en el mundo de la prisa, de los problemas diarios, de las soluciones no resueltas, trato de ordenar mi yo. El tiempo me lo impide, rompe mis proyectos, desata mis impulsos, bloquea mi mente. Acudo a la farmacia de mi zona: “SUEÑOS”. Pregunto a la farmacéutica como aliviar mis penas familiares y sociales con un medicamento que me ayude a desbloquear mi vida. Entre otros, se encuentra uno que se ajusta a mi problemática, se llama: Keledén. Leo el prospecto y me convence, es la solución a mis bloqueos mentales. A pesar del alto precio, me lo venden sin receta y me arriesgo a comprarlo. Comienzo a tomarlo en tres dosis al día. Lo llevo consigo para no olvidarlo. Al cabo de una semana, me encuentro genial: domino mis situaciones familiares, de trabajo, económicas y personales. Mi pregunta es : ¿Qué pasará cuando deje de tomar el medicamento? ¿Volveré a mi estado anterior? ¿Remontaré con un ánimo suficiente para enfrentarme a las dificultades de mi vida cotidiana? ¿Tendré que depender de Keledén para toda mi vida?. Sería un fastidio vivir con esta dependencia, a pesar de tener un nombre tan gracioso y chispeante.

Sofía Montero
Grupo B


Keledén

Esta es la solución. ¡Necesito un envase!
Hoy he recibido carta de Carmen. ¡Pobre Carmen!, pero, ¡no sabe ella lo cerca que está de solucionar su problema!
Hoy también me he encontrado con Alberto, ¡Vaya sorpresa, después de tantos años!
Carmen es mi prima preferida, tiene treinta y cuatro años, una persona inteligente, activa, con muy buena facha, simpática, generosa y, si sigo por ese camino no acabaría; es funcionaria del Ministerio de Hacienda, donde está muy bien considerada, la menor de tres hermanos, todo podría ser perfecto, pero el destino le ha jugado una mala pasada: Su madre es la tía Carmina, la generala, como la llamamos y, que a ella no le disgusta, sino al contrario, es una forma fehaciente de demostrar el ¡aquí mando yo!;viuda desde que el tío Pedro Coronel del Alto Estado Mayor, murió en un accidente.
Mi madre, es su hermana, trata de defenderla, ¡la pobre ha sufrido tanto!, la justifica, o quizá no, pero no le queda otra. Su actitud absorbente el autoritarismo que ejerce con los suyos quizá en un deseo de protección, su pesimismo, su desgana por disfrutar de tantas cosas buenas como tiene, casa, hijos, nietos… le han convertido en una persona tan negativa, que amarga a quienes la rodean y, Carmen vive con ella y no es capaz de rebelarse, desde el primer momento del accidente, se dedicó a cuidar de ella, a acompañarla, se olvidó de vivir su vida. Alberto, que por aquel entonces era su novio, no pudo aguantar la presión de La Generala, acababa de conseguir su título de ingeniero químico y con una flamante beca marchó a Estados Unidos.
Yo por trabajo estoy en Suiza, donde voy a pasar unos meses, la empresa me ha proporcionado un apartamento desde el que el paisaje que contemplo es espectacular, al fondo el Mont Blanc, fascinante y, me he acordado de Carmen. Plántate, dile a tu madre que te vienes, sin más, si protesta dile ¡que le den!
En su carta ¡pobre Carmen!, contestación de su madre, -¿Y si en esos días me muero?-
El encuentro con Alberto fue casual, momento de saludos, querer ponernos al día de nuestras vidas, trabaja en un laboratorio farmacéutico, estaba tan indignada y disgustada, que le hablé de Carmen, su situación,-Eureka, ¡tengo la solución!- Me habló de un medicamento, Keledén, al momento enviamos un envase, yo leí el prospecto y sí, vi que era lo que necesitábamos.

Keledén
Prospecto

Información para el usuario
Lee el prospecto con atención, todo lo que dice es verdad, te va a convertir en una persona distinta, feliz, así que cúmplelo a rajatabla.

Qué es keledén
Keledén, es una combinación de paracerfeliz y tramailusión que actúan juntos para quitar “la mala leche”.
Keledén, está indicado en el tratamiento sintomático del deseo de fastidiar.
Keledén, sólo debe ser utilizado por adultos y adolescentes que son capaces hasta de pisar una flor.

Qué necesitas saber antes de tomar keledén. 
No tomes Keledén, si eres alérgico a ver sonreír a un niño, a una puesta de sol, a una buena comilona, si no encuentras placer en nada, si es así, mejor toma cicuta y muérete.

Forma de administración y dosis. Vía rectal, se aconseja previamente visitar al Sr. Roca, para efecto más duradero; dos supositorios al día.

Efectos secundarios. Los únicos efectos conocidos sobre este medicamento y que afectan a cien de cada cien usuarios:

Deseo desenfrenado de movimiento, se recomienda apuntarse a una escuela de baile. Deseo convulsivo de renovar el vestuario, de mejorar el aspecto físico, de viajar, de reír, de sacar el poso de amargura que reconcomía el alma; se recomienda ir al taller de escritura de Raúl y allí jugando con las palabras, sobre un folio en blanco, hacer tabla rasa de su pasado y, empezar a ser feliz y dejar a los demás que lo sean.

Ese medicamento está autorizado y recomendado su uso en todos los países.

Inés Izquierdo
Grupo A


Crisisteína

Solución intravenosa contra el estancamiento
Amanece otro día más poniendo el pie derecho en el suelo, yaaa…
Ejecuta fielmente todos sus rituales mañaneros: acude al baño, tac, tac; hace el zumo para el desayuno, del que no puede prescindir, roomm roomm; dobla la ropa meticulosamente, zas zas; sale de casa y se dirige al trabajo en su pulcro automóvil -ni un rayón- boinggg.
Revisa los mails, organiza su tiempo de forma escrupulosa, planifica sus tareas concienzudamente, zud zud zud zumba y dale.
De vuelta a casa compra el pan, un bollo integral en la panadería de la esquina.
En frente, la farmacia, mira el cartel y siente una ligera opresión en el pecho. En un momento de lucidez se acerca y solicita una caja de CRISISTEÍNA.

Lee el prospecto, como no podía ser de otra forma.

Composición indicada para vidas aburridas y necesitadas de cambios.
Efectos secundarios: sobresaltos, novedades, raramente taquicardia o aritmia (1 de cada 10.000 casos).
Toc toc, tic toc, toc toc, tic tic toc tic toc tic toc.
Encontraron su cadáver en el Hampton Inn Kansas City Liberty Hotel (Misuri).
En el escritorio un pequeño ramo de flores tenues, una cubitera con hielo conteniendo una botella de champán sin descorchar. Al lado una nota manuscrita en un pequeño sobre.

“No lo pude suportar”.

En el monitor de su ordenador se podía leer lo siguiente:
¿Cómo se abre la botella? [Ver vídeo+]

Abriendo el morrión (alambre), pero sin sacarlo, puesto que si lo hacemos el corcho resbalará en nuestra mano. Se coge el corcho (con el alambre abierto) con una mano, y con la otra se da vueltas a la botella. Es la botella la que gira, no el corcho. Es mucho más fácil. Los cánones dicen que debe de sonar como la ventosidad de una monja, en todo caso, cuanto más ruido, más carbónico perdemos. Para un vino de añada perder carbónico puede ser perjudicial, en cambio para un vino joven puede ser incluso beneficioso…

Aronbanda
Grupo B


Divorción

Granulado para solución

Qué es divorción y para qué se utiliza
Es una solución de autoestima y libertad. También está indicado para sociedades de gananciales arruinadas por hipoteca y a punto de petar que cursan con dolor y agobio.

La autoestima es un analgésico que reduce el dolor.
La libertad es un antihistamínico que alivia el agobio.

Qué necesita saber antes de empezar a tomar Divorción
“Perderá un marido y ganará un armario”.

No tome Divorción

- Si es alérgico a los principios activos.
- Si padece dependencia emocional.
- Si está en tratamiento con otros medicamentos utilizados para el tratamiento del dolor.
- Si es inmaduro emocional no pueden tomar este medicamento.

Cómo tomar Divorción

La dosis recomendada es:

Empiece tomando pequeñas dosis y aumente de forma progresiva la cantidad, entre dosis y dosis descanse una semana, no se vaya a quedar sin armario antes de tiempo.

Uso en niños
Este medicamento está contraindicado en niños.

Uso en personas mayores
Recomendado para personas que no estén dispuestas a jurar amor eterno ni a pronunciar frases del tipo “hasta que la muerte nos separe”.

4.- Posibles efectos adversos
Los efectos adversos pueden aparecer con muy poca frecuencia (muy raros).

Otros efectos secundarios son:
- Se notará más alto y rubio.
- Ensanchará sus pulmones.
- Moverá nuevas sonrisas.
- Prevendrá arrugas de la piel.

Conservación de Divorción
La fórmula es altamente vulnerable si es sometida a frío intenso o calor ardiente.
Divorción no se debe tirar por los desagües ni a la basura.

Presentación
Envase de cartón con 3 sobres por vida, se pueden tomar los tres juntos si llega a darse el caso de que sea la muerte la que les tenga que separar.

Medicamento elaborado por Laboratorios Ketedén Amiplín.

Aronbanda
Grupo B


Pandemia: Tiranostop-plus

Un pitido en el tímpano, y más y más explosiones. El polvo devora los contornos de la cordura. La tromba de violencia es ingobernable: Infierno aterrizado.
Gritos, carreras, pánico, disfonía de la sinrazón. ¿Acaso alguien erró el calibrado de la brutalidad humana?
Ya no hay hospitales en los que enjugar la agonía, ya no hay techo seguro. La infancia, paraíso del hombre, quedó hoy desahuciada. Niños descuartizados, como muñecos rotos, aquí y allá, sin nadie que los reclame, olvidados entre los escombros de la ira.
Pero el aluvión de bombas no cesa hoy ni ayer ni cesará mañana: Apocalypse Now! ¿Qué importa que el colegio esté atestado de niños…? ¡Mejor! ¡Hay que amortizar esas bombas! El súper-predador humano afila los dientes. ¿Canibalismo…? ¿Y por qué no? Ya no hay sociedad, ni cultura, ni moral, ni ley ni orden. Y… cuando el homínido libera la bestia, su bestia congénita, ya no hay vuelta atrás, toda la carne, huesos calcinados, vísceras desparramadas y hedor a muerte sabe a poco. El monstruo de la guerra es insaciable.
“¡Los han matado a todos, no les basta con todo lo que han matado ya!”, grita, hipando entre el llanto desconsolado, un niño ante los escombros de su escuela.
“¡No me dejes solo, por favor!”, implora otro crío en los brazos del médico que corre con él sin rumbo definido.
“¡Mamaaaaá! ¡Mamaaaá!”, reclama una niña aturdida a las ruinas mudas de lo que un día, acaso soñado, fue su hogar.
Pero, ¡no olvidemos, no lo olvidemos, nunca!: detrás de cada soldado hay un mando, y al cabo de la escala del poder, siempre, un tirano. Apoye nuestra campaña de vacunación Tiranostop-plus, el futuro de la humanidad está en sus manos.

Prospecto: información para el elector
Tiranostop-plus 100/50 cápsulas

Tolerancina/Empatiazol

Lea todo el prospecto detenidamente previa administración de este pharmakon, pues contiene información relevante para la paz mundial.
Siga exactamente, sin perder su libertad de pensamiento, las instrucciones de administración del medicamento contenidas en este prospecto o las indicadas por su historiador, poeta o filósofo de cabecera.

1. Qué es Tiranostop-plus y para qué se utiliza
Tiranostop-plus contiene tolerancina y empatiazol como principios activos y pertenece al grupo de profilácticos llamados inhibidores barbarieideos (IBs).
Este medicamento es recomendable para el ser humano, independientemente de edad, sexo, cultura o condición social.

2. Qué necesita saber antes de empezar a tomar Tiranostop-plus
No tome Tiranostop-plus

- Si ve usted el noticiario y no le arranca ni tan siquiera una lágrima la ruina, desesperación, torturas y crímenes padecidos por la mayor parte de la población mundial.
- Si, mientras un allegado se sincera con usted para compartir sus miserias, usted termina por transfigurar tales palabras en un molesto pitido que le impide disfrutar cómodamente de su whatsapp.
- Si el envanecimiento del poder y/o la riqueza le inclinan a legitimar la injusticia social al tiempo que vomita términos como: “¡Mucho vago es lo que hay…!”, “No te jode, les voy yo a pagar el médico… ¡con mis impuestos!”, “¡A mí plin, yo duermo en Picolín!”, etc.
- En resumidas cuentas, si es usted un tirano, habrá, urgentemente, de recibir la terapia de choque pertinente, en cuyo caso contamos con la presentación farmacéutica: Tiranostop-elephant-plus, inyectables.

Advertencias y precauciones

Informe a los profesionales competentes
- Si usted, repentinamente, arde en deseos de besuquear al vecino cojonero.
- Si no es capaz de soportar las noticias de las 15:00 sin dejar de llorar a moco tendido.
- Si la crueldad humana, en cualquiera de sus manifestaciones, le provoca vértigo, náuseas, siente asco de su especie y/o alberga ideas suicidas.
En cualquiera de estos casos, usted podría haber excedido la dosis recomendada de Tiranostop-plus: deje, durante un tiempo, de ver el noticiario. No obstante, no se alarme, usted estaría recobrando, en el peor de los casos, su humanidad, corrobórelo (si lo encuentra) con algún otro ser humano.

3. Cómo administrar Tiranostop-plus
Siga, al pie de la letra, las instrucciones de administración reflejadas en este prospecto, respetando, en todo momento, la edad del usuario, de lo contrario, algunos de los componentes de este pharmakon podrían herir la sensibilidad y/o traumatizar al elector.


Edad
Pauta
Niños de 0 a 12 meses
Caricias, achuchones, besos y amor a granel (24 horas)
Niños de 1 a 3 años
Risas, cosquillas, nanas, juego y mimo a discreción (24 horas)
Niños de 4 a 6 años
Lectura, antes de acostarse, cada noche, de un bello cuento proveniente de culturas remotas
Niños de 7 a 12 años
Lectura, 2-3 páginas (pequeñas dosis, bien mascadas y digeridas), tres veces al día, de aquellas obras de la Filosofía Político/Ética inmiscibles con planteamientos fanáticos y/o proselitistas (imprescindibles: República de Platón y Ética a Nicómaco de Aristóteles)
Adolescentes y adultos
2 a 3 poemas antes de cada ingesta (como tónico aperitivo literario). Aplicar friegas enérgicas de Platón, cuanto sea preciso, hasta lograr que la verdadera raíz del término “diálogo” llegue a calar en el espíritu del elector. Visionado íntegro (con sus 9 horas) del largometraje Shoah de C. Lanzmann. Dado el amargor de dicho documental, se recomienda dosificarlo e intercalarlo con textos selectos, bien de Unamuno bien de H. Arendt


La tabla posológica hace referencia a la pauta de mantenimiento, pero, para electores en edad de voto e inmersos en procesos electorales, se recomienda, encarecidamente, redoblar la terapia con objeto de emitir una votación bien macerada y, en cualquier caso, desde los valores de la tolerancia y respeto a la dignidad del ser humano. Adminístrese, en todo momento, la fórmula farmacéutica con desmesura en la prudencia.

4. Posibles efectos adversos
Solo en casos muy excepcionales, se han detectado ciertos brotes ocasionales de pedantería. Para dichos cuadros se recomienda acuda, cuanto antes, a su poeta de confianza, quien podrá recetarle el debido eupéptico intelectual.

5. Conservación
Preferentemente en bibliotecas y/o anaqueles debidamente preservados de las inclemencias meteorológicas.

6. Contenido del envase e información adicional.
Composición de Tiranostop-plus 100/50 cápsulas

- Los principios activos son 100 mg de tolerancina y 50 mg de empatiazol.

- Los demás excipientes literarios corren a gusto del elector, manteniendo siempre al margen adulteraciones fanático-integrista.

Aspecto del producto

En suspensión de sopa de letras lista para ingerir.

Responsable de la fabricación

Tolerantexts Labs. S.L.

Este prospecto ha sido revisado en noviembre de 2016, tras los últimos bombardeos de escuelas y hospitales en Alepo.

Roberto Sánchez
Grupo A


¿Donde he dejado mis pastillas?

¿Dónde he dejado mis pastillas?- se preguntó Julia al extender la mano a la mesilla, recién despierta y en camisón.
Se puso sus lentes de hace más de diez años, ancladas en lo que una quiere ver, y exploró con ansia su campo visual.
Se calzó. Se puso la bata que le había regalado su marido aquellas últimas navidades. Bebió un poco de agua concienzudamente servida la noche anterior. Inspiró profundo y volvió a buscar con la vista que pesa y la mirada que se puede perder.
Ni rastro.
Julia empezó a inquietarse, reconoció sentir que podía desarmarse el poco control que había conseguido de su trivial existencia.
Buscó debajo de las cosas y encima de las encimeras, fuera de los límites de la razón y dentro de la lavadora y de la nevera.
Ni rastro. Ni una sola cápsula se dignaba a contentar a Julia.
Parecía una broma pesada. Lo era.
¿Pero dónde coño están mis pastillas? – dijo en alto para los sesenta metros cuadrados que la limitaban.
Nadie contestó. Nada contestó. Todo se derrumbó.
Julia se puso apresurada el abrigo encima de la bata, los zapatos negros de tantos entierros, cogió el bolso donde creía que podía tener algunas monedas oxidadas y abrió la puerta de su casa.
Sí, la abrió. Después de 3 años.
Respiró el aire distinto del rellano. Escuchó hablar a la madera mientras bajaba con prisa las escaleras. Sintió el frio del pomo del portal 36 de la calle Almendrada. Y empezó a venirse el miedo de una niña que quiere des-cubrir lo desconocido y que no sabe por qué fuerza sobrenatural no puede dejar de hacerlo.
Sacó su pierna izquierda antes que la derecha. Sintió calor. Y un escalofrío. Los pájaros madrugadores le estaban dando las malas nuevas.
Paso apresurado para llegar cuanto antes a la farmacia. Tuvo que hacer un esfuerzo para recordar dónde estaba. Sabía que estaba cerca, que tenía que pasar por donde tantos veranos vivió su hermana. De pronto se le vino a la mente que conocía un atajo. El atajo que frecuentaba en los años de espalda erguida y tez cálida. El atajo que llevaba a casa de Miguel.
Tragó saliva. Vino la punzada. Calmó el paso, no pudo no hacerlo.
Y el limbo en sistema de Julia se despertó.
No sin cierto agotamiento, llegó a la farmacia. Al entrar, le pareció que habían sido pintadas las paredes de un color pastel.

-Buenos días, Doña Julia. ¿En qué puedo ayudarla?¿Se encuentra bien?- habló la boticaria.

Julia atravesó la bata blanca con las pupilas dilatadas. Había un calendario que ponía 25 de Noviembre. Hoy era el cumpleaños de su nieto. Y le apetecía verle. Verle crecer, verle crecido.

-Pues..quería Amiplín Retard…me han desaparecido todas las pastillas en casa…Casi me vuelvo loca hasta llegar aquí. ¿Sabe? Me las dió un nihilista para no sufrir. Pero espere, que no, que hoy no, hoy decido sentir.

Tania Hermnida
Grupo A


Soneto al oculista

Un soneto al médico oftalmólogo,
Quiero escribir, padre, en tu memoria,
Que no vaya en desdoro de la gloria,
Del científico, ni del filólogo.

Que las dos cosas eras, un dios Jano,
Recitando poesía cual Valladares,
Restañando ojos, no siempre a pares,
Divina voz, gran gesto y santa mano.

Ni mal humor vítreo o nervio óptico,
Una pequeña queja a estas alturas,
Entre el fondo de ojos y el abismo.

Mácula, tu fallo oftalmológico,
Si hacia ultratumba van mis amarguras,
Es que no me curaste el estrabismo.

Ignacio Aparicio
Grupo A


Paroyruina

Es un medicamento que se comercializa en cajas de 30, 60 o 90 comprimidos. El médico de cabecera lo tiene así más fácil, pues dependiendo del tipo de paciente, les receta 1, 2 o 3 pastillas diarias, siempre haciéndolas coincidir con desayuno, comida y cena, si es que tienen algo que llevarse a la boca, sino recomiendan se tome con una vaso de agua del grifo de la cocina.
No figuran efectos secundarios, ni fecha de caducidad, pero algunos pacientes manifiestan no dormir por la noche y estar abobados todo el día, tener ardores de estomago y tener una cierta crispación (o mala leche) al poco de ingerir la pastilla.
Se comercializa en farmacias, bares, gasolineras, iglesias y por internet.
Los clientes habituales suelen ser parados de corta o larga duración, drogadictos, inmigrantes, violadores, maltratadores, desahuciados por la hipoteca, jubilados con pensiones ridículas y analfabetos de cualquier edad.
La farmacéutica que lo comercializa, garantiza al que lo tome, paro, ruina, miseria y la muerte en un corto periodo de tiempo, para así sufrir menos.

Luis Iglesias
Grupo B


Amiplin. ¡A mí plin!

Ahora que los años empezaban a pesarle, a Gervasio, un ejecutivo maduro, la vida se le hacía cada vez más cuesta arriba..Se daba cuenta de que el estrés se había apoderado totalmente de él y que apenas tenía tiempo para nada que no fuera trabajar y trabajar de la mañana a la noche. Y además, ahora que en la empresa en la que trabajaba se había producido un E.R.E , con la consecuente reducción de plantilla, al personal restante se le habían incrementando trabajo y horarios, con el consiguiente malestar generalizado de todos los empleados.
Cuando llegaba a casa, Gervasio vivía ahora solo (después de haber superado un doloroso divorcio) ,no tenía ganas ni ánimo para nada..Había dejado de leer, él que había sido siempre un lector empedernido y, hasta ver la televisión, una de sus aficiones favoritas antes, le resultaba ahora aburrido. Cada vez se sentía más deprimido y apático …Hasta que un día, un amigo le habló de un medicamento reciente que había salido al mercado , de nombre “AMIPLIN” y del que había oído era bastante eficaz..
Al principio, se resistió a probarlo pues no creía en nada que pudiera obrar “el milagro”que necesitaba su anodina existencia, pero llegó el día , que ante su angustiosa situación, decidió probar el fármaco recomendado , asi que compró una caja de “Amiplín” , no con muchas expectativas, y comenzó el tratamiento escrupulosamente: un comprimido antes de cada comida principal, según la posología indicada.
Al cabo de unas cuantas semanas , empezó a notar el cambio;¡ no podía creerlo¡La tranquilidad, que hacía tiempo no conocía, volvió a aparecer y, en el trabajo, sus compañeros no daban crédito del cambio que observaban estaba experimentando Gervasio .Hasta tal punto, que llegó el día en el que trabajaba con una lentitud desmesurada, y siempre con una sonrisita burlona en su rostro, asi que los jefes tuvieron que llamarle la atención repetidas veces ante su nueva actitud y el retraso de su trabajo.Pero él, siempre imperturbable contestaba “ A mí “ plin”¡ y seguía con su parsimonia, que iba en aumento..
Sí, era cierto: el tratamiento fue muy eficaz. Las ganas de vivir y disfrutar volvieron a resurgir .. sólo que Amiplin le costó su puesto de trabajo..Ante el profundo cambio experimentado, Gervasio fue despedido de la empresa, eso sí sintiéndose muy tranquilo y despreocupado al irse…

Rosa Celia González
Grupo B


Hay fórmulas magistrales para jóvenes
El sonido el teléfono se propagó como una onda expansiva recorriendo e impregnándose, escandaloso, en cada rincón de la farmacia.

- Farmacia Apolo, buenos días, dígame.
- Hola Vicky, ¿cómo estás? Soy Pilar, ¿te pillo en buen momento?
- Ah, hola Pilar, dime. Ya sabes que las tardes por aquí son más tranquilas con el hospital a medio gas.

La Farmacia Apolo estaba situada en un enclave estratégico en términos farmacológicos, pues compartía manzana con el hospital y con una clínica de medicina estética privada. La Farmacia Ruíz, sin embargo, se codeaba con una pacientela mucho más joven proveniente del cercano campus y de un par de institutos aledaños.

- Ay Vicky, no voy a entretenerte mucho. Ya sabes que en cuanto toque la campanilla esto se me llena. – del rostro de Victoria, pegado al otro lado del teléfono, nació una mueca de desagrado ante el comentario. Se negaba a admitir que aquella farmacia entre chiquillos pudiese llegar a entrar en la primera división de las boticas. La suya pertenecía a esa liga de superior facturación por derecho propio: ¡cuántos habían envidiado su enclave privilegiado! No podía comprender qué había cambiado entre tanto para que ahora la Farmacia Ruíz empezase a disputarle el puesto.

-Te quería pedir un favor – continuó Pilar, intentando disimular la sonrisa que lucía, a pesar de que sus comisuras acariciaban el auricular.- No sé cómo andarás de existencias de Amiplin® o Melapela®. Me tienen loca con la distribución: está siendo lentísima. Que si no esperaban tanta demanda, que si están preparando nuevos pedidos, que si la fábrica está desbordada… ¡a mí que me cuentan! Estoy enfadadísima. Nunca me habría esperado algo así de los Laboratorios Melasuda Hispana, con lo bien que responden normalmente…

- Pilar, mujer.-cortó con asertividad Victoria- Es normal: este es un sector poco acostumbrado a revoluciones como esta.-dijo la farmacéutica, deseando colgar a aquella advenediza. De haber probado alguno de esos medicamentos que pedía Pilar, lo habría hecho sin remordimientos; pero ella aún respetaba las normas no escritas y el saber estar. No podía dejarse llevar y manchar con ello su imagen, que era la de todas las letras de su apellido. – Déjame comprobarlo… creo que algo te puedo mandar: mis pacientes están preocupados por otras dolencias de, digamos, mayor raigambre…

- Si me pudieses ceder unas cuantas cajas… no doy abasto, me las piden a pares.- se lamentaba Pilar, pero sin perder la sonrisa.

Victoria Apolo apretó los dientes. Siempre había tenido apego a sus proveedores: rápidos y a la última en investigación farmacológica. Pero aquello de inventarse dolencias y diseñar medicamentos cortados por el mismo patrón…

“Los jóvenes son el futuro”, le había dicho Pilar hacía tiempo. Victoria nunca lo tomó en serio. Pensaba que Pilar lo decía como simple consuelo que mitigaba el hecho de haberse endeudado hasta las cejas para pagar el traspaso de una farmacia instalada entre aulas de colegio, bibliotecas y facultades. Victoria se había reído en su cara ante tal ocurrencia. Viniendo de una saga farmacéutica que siempre se había dedicado a los reveses inesperados de la vida y al envejecimiento natural, no podía entender cómo, de repente, cuerpos jóvenes, llenos de energía vital, iban a necesitar acudir cada semana a la farmacia… Y al principio, la realidad dio le dio la razón a ella, a Victoria Apolo. Aún recordaba cuando Pilar la llamaba desesperada por los retrasos e impagos de la Seguridad Social al abrir sus puertas la Farmacia Ruíz. ¿Era esa la misma Pilar que ahora esperaba ansiosa la respuesta al otro lado de la línea?

- Tengo en almacén, Pilar. Te podría mandar unas 50 cajas de cada. ¿Cómo lo ves?

- Ay madre mía, me resuelves el fin de semana, que además me toca guardia. Mando a Pablo a por ellas, ¿te parece? Si no tuviese tanto jaleo, iría yo y nos tomábamos un café pero ahora no puedo dejar la farmacia sola ni un minuto. Al menos estoy empezando a acostumbrarme a no depender de la Seguridad Social. - Pilar elegía con tino las palabras y sabía muy bien que aquellas escocían a la siempre altiva Victoria.

- Sin problema.- dijo Victoria, masticando cada sílaba. – Espero a Pablo por aquí y ya nos tomaremos el café en otra ocasión, cuando tengas menos lío.

- Te prometo que en cuanto me aseguren la distribución, saco un rato.

- Dales tiempo, quién iba a imaginar todo esto…

Tras una impaciente despedida, Pilar colgó el teléfono, con una sandía por sonrisa. Las malas lenguas había apodado a su farmacia Ruín por lo pequeño y humilde que había empezado siendo el negocio. Ahora, los client… pacientes entraban a pares. Todos chiquillos y chiquillas, adolescentes muchos, otros jóvenes estudiantes.

Acudían a ella buscando una solución para sus inseguridades, su exceso de timidez, su vergüenza patológica. Con diagnósticos de ese tipo, el medicamento que les hacía falta era Amiplin®, marca registrada. Técnicamente, el genérico se llamaba “descongestionante del habla”. Sin embargo, cuando en el problema entraba el aspecto físico, tan solo Amiplin® no era suficiente y se acababan llevando Melapela®: una medicina mucho más potente que servía para olvidarse del culto al cuerpo y así evitar el estrés relacionado con los selfies y la inalcanzable perfección estética.

Pilar conocía ya de tal modo a sus pacientes que con un simple vistazo intuía el medicamento que venían buscando, se sabía ya el prospecto de memoria… Gracias a aquellas gotas y grajeas para jóvenes, el apellido Ruíz ganó presencia y sonoridad y, poco a poco, Pilar lideró el ascenso a la primera división de las farmacias.


Prospecto de Amiplin ®

Composición
Cada 100 ml. contienen: hidrosoltura del habla, solución de refuerzo de personalidad, fosfato de claridad de ideas y agua purificada.

Indicaciones
Descongestionante del atraganto de palabras. Tratamiento sintomático de la obstrucción del habla frente a casos de rechazo social, enviditis y miedo a relacionarse. Amiplin® sigue el principio activo desinhibidor de la personalidad frente al miedo al “qué dirán”. Está indicado para casos de vergüenza extrema que se traducen en un exceso de timidez y baja autoestima. Estos síntomas pueden traducirse en tartamudeo o anulación de reacciones autodefensivas frente a comentarios hirientes. Suelen venir acompañados de un agachamiento de cabeza generalizado.

Dosificación
Después de limpiar la nariz y aclarar la garganta, se administran 2-3 gotas en cada orificio nasal, tantas veces como sea necesario sin sobrepasar las 8 por día. En cuadros congestivos muy acusados, se recomienda diluir las gotas en agua y hacer gárgaras.

Contraindicaciones
Amiplin® no debe administrarse a pacientes que se crean los más listos o hayan expuesto comportamientos agresivos contra otras personas, en particular con aquellas más débiles que ellos.

Amiplin® está especialmente pensado para niños y adolescentes, pero también puede ser administrado a adultos jóvenes o embarazadas. Para el postparto, se recomienda tomar Melapela®, puesto que tiene un efecto inmunizante ante comentarios sobre la crianza del bebé y sober los efectos físicos del embarazo.

Precauciones
Amiplin® debe ser administrado ininterrumpidamente. Si no se observan cambios en el modo de actuar frente a comentarios negativos externos y no se recupera completamente la ironía en el habla, consulte a su médico, puesto que puede necesitar otro tipo de medicamento más potente.

Efectos secundarios
En la primera semana de tratamiento, puede experimentar ganas de echarse a llorar. Deje que fluya, es algo natural.

Beatriz González
Grupo B


El Afinador

Día tras día escucho como la voz de mi piano se ahoga. Es por la temperatura, Demasiado alta. Demasiado tiempo. Este clima de diálogo seco es su verdugo. El puente que une la tabla armónica con las cuerdas ha perdido carga. Tiene el tono caído. He hecho todo cuanto se por recuperarle. Nada. Mis desvelos no han conseguido encauzar su son al patrón armónico, ya sabéis, ese tempo rítmico  donde un intercambio suave despierta acordes teóricamente imposibles. Las cuerdas están excesivamente laxas. Sus batidos por segundo son tan veloces que por mucho que me aplique ya no puedo contarlos. La frecuencia de sus tonos se aleja. Su rumor errático se pronuncia. Hay una sierra en su boca. Duele escuchar esa melodía argallera y fantasma que le pauta. Ninguna partitura le sobrevive.
Solo un afinador, un soñador que navegue sin rumbos o anclajes férreos, puede salvarle. En él pueblo no quedan. Los he buscado. Ha sido una odisea sin más  fruto que un rosario de puertos sin agua. Nunca había visto algo parecido. Cada casa esconde grietas en el viento, metales sin brillo o maderas envilecidas. Instrumentos que se aferran a la lectura de claves adulteradas, discursos de promesas fabulosas, ofertas de sinfonías extraordinarias. Todas ellas, juramentos monofónicos y sordos a la humildad de lo bueno. Es desolador. El pueblo entero se duele. Una enfermedad cíclica y extraña le consume. Es malo el dolor que no calla. Reduce los campos de hierba a una alpaca amarga que se regurgita. La desesperación  es un virus de mutaciones muy variadas. Una de las mas peligrosas, la rabia. Ratera rabia perruna que te muerde los pies hasta que te lanzas a la carrera donde solo el egoísmo gana.
Estoy cansado.
Ayer noche regresé de la  ciudad. Fui a buscar medicinas en la meca de las farmacias. Confiaba que allí, en la apoteca, encontraría soluciones; un aerosol, una inyección, una cápsula, una vacuna; cualquier cosa. Estaba seguro de que en sus cámaras boticarias hallaría una fórmula capaz de atemperar el clima seco que se empecina en mutilar la música. Recorrí sus gradas.  Inspeccioné sus probetas. Las había de distintos colores y tamaños. Escaparates de apariencia vistosa y productos encorsetados por el lastre del rencor. Vitrinas de aspecto llamativo y muestras aquejadas de la miopía voraz que regala la soberbia. Pronto supe que el gas  o el líquido de esos cristales graduados por un diapasón tan rígido como deforme no poseía el vigor necesario para diseñar un pentagrama sin cerrojos.
Regresé a casa. En el pueblo todo sigue igual.
La voz de mi piano se ahoga. Las grietas en el viento cementan murallas. Los metales opacos suenan a bofetadas. Las maderas bastardas utilizan sordina para ocultar su melodía agusanada. Demasiada temperatura. Demasiado tiempo. Ninguna partitura sobrevive.
No sé si os lo he dicho ya. A veces olvido cosas.  Estoy cansado. Puede que tenga algo de fiebre. Tal vez el vector de esta peste que se extiende me haya infectado. Noto como el ruido del dolor me consume. Me he tomado el pulso. Demasiado rápido. La balumba de profecías endogámicas me tiene laxo. Algo en mí no va bien. Me he tumbado en el sofá bajo una manta. Es mi puente. Ha perdido carga. Duermo sin dormir. Mi oído no descansa. Oigo como en nombre de la igualdad se veta la diferencia, como en nombre de la justicia se diseñan balanzas a la medida de una visión monolítica, como en nombre de la libertad se engendran cadenas cada vez mas sutiles y pesadas. Por todas partes hablan de tiempos difíciles, como si eso fuera algo nuevo. Por todas partes se izan banderas estériles, pendones ostentosos de proclamas que colectan desgracias, estandartes que abonan horizontes sin futuro. Tengo frío y la voz de mi piano se ahoga. Aunque todo esta oscuro, se que hay una sombra cerca de su teclado. Es un chamán de dedos largos. Escucho su canto, es un juramento hueco donde anidan pócimas falsas de curanderos sin magia. Espero que no las beba. Intento gritar, pero no se si lo hago o el intento queda en un amago.  Me ahogo. Varias batutas zafias presionan mi garganta. Están marcadas. Su única regla es la trampa. No puedo escribir más.

Han pasado siete días, una semana, desde que escribí por última vez. Nada ha cambiado. Bueno algo si. Poco a poco recupero las fuerzas. La voz de mi piano es más clara. He dejado de buscar entre boticas remedios embotellados. He abierto las puertas al temporal. No puedo engañaros, hay hielo en los cristales. Pero cuando el frío arrecia, entono "La Heroica". Parecerá una locura, pero creo que el aliento de Beethoven poco a poco lo derrite. No se cuál será mi rumbo. Lo que si se, es que intento navegar sin anclajes. Tal vez, algún día, en algún lugar encuentre una apoteca sincera que en sus gradas guarde una probeta noble. Un cilindro trasparente que contenga una composición de altura, una sinfonía  capaz de coser las grietas que se abren en el viento. No tiene que ser tan difícil. Un suave intercambio y los imposibles nacen.

Ana Isabel Fariña
Grupo B

Haikus urbanos

La sesión del lunes pasado la dedicamos a los haikus urbanos pues somos conscientes de que la ciudad nos ofrece a diario maravillosas sorpresas en forma de imágenes. Así que decidimos cambiar las libélulas, los estanques, las ranas y las mariposas por ascensores, asfalto, hospitales e incluso bares. La calle será nuestro escenario pero también los muchos lugares que forman parte de lo urbano como estadios de fútbol, centros comerciales, cines o tanatorios.

Dice Vicente Haya -reconocido estudioso de haiku- que “cada cosa es mirada por un haijin como si en ese momento hubiese sido creada, como si nadie antes la hubiera visto nunca. Si tuviésemos que utilizar un ejemplo del mundo de hoy para explicar lo que merece un haiku, diríamos que sería todo aquello de lo que puede hacerse una fotografía. No es casualidad que la fiebre japonesa por el haiku haya sido continuada por una idéntica afición por la fotografía. Conservar un instante especial de la realidad, ésa es la finalidad del haiku”.

Hablamos del libro Gotas negras de Andrés Neuman pero también del libro Nieve, una deliciosa novela breve de Maxence Fermine sobre un joven poeta que escribe haiku.
Y mencionamos, tras comentar los textos de la ficha, el Manual de haiku urbano para peatones de Israel López Balan, una buena manera de caminar por la ciudad contando sílabas:




Recogemos aquí una breve antología de haikus urbanos:

asfalto seco
a la sombra de un coche
se arrima un perro

José Alberto Piña

Tras el derribo
los colores de viejas
habitaciones

Susana Benet

Revolotea
en el andén del metro
la mariposa.

Jesús Munárriz

seat león
se detiene un instante
paso de cebra

Raúl Vacas

Tarde en el parque.
Hay un anciano solo
en cada banco.

Sr. González

Cesa la lluvia
todavía en la esquina
la mujer pública

Camila

afuera llueve
todos los pasajeros
guardan silencio

Zeta

el albañil
-mientras unto tostadas-
pone ladrillos

Palmira

abren las puertas
nadie sube ni baja
de los vagones

Zeta

diciendo adiós
limpia el vaho del cristal 
del parabrisas

Raúl Vacas


Propuesta de escritura

Trata de captar esos instantes que nos sacan de nuestra rutina, que nos devuelven el asombro, que nos roban un suspiro: un vestido rojo en un cementerio, un niño espantando palomas, una limusina en una barriada humilde, un rebaño de ovejas por la Gran Vía... Procura dibujar una secuencia con cinco, siete o diez haikus.

Y estos son algunos de los trabajos presentados hasta ahora:



Pasacalles

I

vuelta la esquina
un cruce de miradas
le cede el paso

II

frío en la calle
bullicio en la taberna
camina solo

III

en el portal
la pareja follando
vuelve la vista

IV

botella en mano
escribe con su orina
hola al pasar

V

motín en el bar
voces y cascos rotos
azul sirenas

VI

rojo carmín
lencería y asfalto
luces de freno

VII

grita al caer
desde el séptimo piso
los ojos ávidos

Roberto Sánchez
Grupo A


Haikus urbanos

1)

Cielo soleado
Niños en la orilla
Pelotas ruedan

2)

Arena blanca
Personas caminando
Toallas vacías

3)

El mar al fondo
Los delfines saltando
El agua en calma

4)

La barca azul
Hombres recogen redes
Los peces saltan

5)

Gaviotas vuelan
Dibujan en el cielo
Paisajes blancos

María José Marín
Grupo B


Haikus urbanos
Un hombre piensa
en la calle vacía,
mientras camina.

Bajo el azul,
florecen los jardines
en la Avenida.

Rayos de sol
calientan el asfalto,
la piel se hidrata.

Pasos de cebra
controlan mis pisadas,
destaca el blanco.

Acera gris
despierta mi mirada
bajo mis pies.

Pequeñas calles,
vacías de sonido,
asfalto limpio.

Puerta nevada
enfría el interior,
piel abrigada.

Ciudad de luz
con cielos despejados,
sol en mi piel.

En carretera,
ausencia de peatones,
circulan coches.

Casas azules
Iluminan la calle,
cielo invisible.

Sofía Montero
Grupo B


Haikus urbanos
Un día

Compro helado
en la panadería
menos un grado.

Llora Antonio
en una terapia.
Rie al final.

La super luna
ilumina Garrido.
Farola rota.

Subo a la cama
cuento cinco sílabas
siete sílabas.

No puedo dormir
Cuento siete sílabas
Envío esto.

Néstor Valverde
Grupo A


Haikus urbanos

1

Una farola
Echa su red de ámbar
Sobre la acera.

2

Escalofrío
El pobre se sacude
Entre hojas muertas.

3

La boina roja
Circula entre los coches
Una ciclista

4

Ropa tendida
Los vecinos se ocultan
Tras las cortinas

5

El monumento
Un grifo que gotea
Viejo que orina.

6

Desconocida
Sin poder evitarlo
Me doy la vuelta.

7

El viejo cruza
La moto se encabrita
Una estampida.

8

Por la avenida
Un perro abandonado
Va cojeando.

9

Tacón de aguja
El pitillo en los labios
Cae la ceniza.

10

El cementerio
Es un parking privado
Para los muertos.

Ignacio Aparicio
Grupo A


Haikus

Un tropezón
una rodilla duele
radiografía

La cara triste
espera que le llamen
sala urgencias .

Está enferma
el personal sanitario
la inyección

La bata blanca
el yeso preparado
silla de ruedas.

Está contenta
la rodilla sin dolor
escribe haikus.

Inés Izquierdo
Grupo A


Haikus

Cielo en porciones
los pájaros se posan
en las antenas.

Luna y catedral
la piedra se ha encendido
con el ocaso

Gente en peligro
los coches corren raudos
no tienen sangre.

las maniquíes
que en lugar de pecado
ofrecen frio

Torres de plata
cortan el horizonte
Luna tapada.

Calles, colores
la gente se amontona
supermercados

Emilia González
Grupo B


Haikus

Gran avenida
atestada de coches
tiendas abiertas.

Claros y sombras
atardecer sombrío
en la azotea.

Salgo a la calle
pavimento mojado
cojo el paraguas.

Niño llorando
explorando el espacio
globo perdido.

Ramón Sánchez Rodríguez
Grupo B


Haikus Urbanos 
(En la calle, supermercado)

El pescadero
corta la pescadilla
con tranquilidad.

Al final del mes
los carros de la compra
pasan repletos.

El vigilante
controla con sigilo
al sospechoso.

Por la navidad
los centros comerciales
ponen música.

Los reyes magos
reparten los regalos
los niños duermen

La plaza mayor
llena de jubilados
es Salamanca.

Niños jugando
profesores hablando
hora del recreo.

Luis Iglesias
Grupo B


Sábado lluvioso

Lluvia en la calle
Paraguas trabajando
Pasos veloces

Coches con prisa
Semáforos abiertos
Bocinas vivas

Domingo de agua
Comercios rebosantes
Bocas felices

Bolsas repletas
Cajeras satisfechas
Carteras vacías

Niños llorando
Manos llenas de chuches
Padres tranquilos

Letras finales
Palomitas tiradas
Familia alegre

Toñi Martín del Rey
Grupo A


Ojos de yedra

Se desvanece el
Perfume del verano
entre las ramas

Quedan desnudas
Las huellas que en sus brazos
El viento araña

Lumbre apagada
Chimenea dormida
Ya el roble duerme

En plenilunio
Las sombras en la noche
Crecer parecen

Nadie le dijo
Que el roble al olivo le
Haría sombra

Ojos de yedra
Testigos ciegos de las
Ramas cortadas

Con tu permiso
Madre Naturaleza
El frío acecha

En primavera
Vuelven tus ojos verdes
Sobre la tierra

Lumbre encendida
Caballo de madera
El sueño llega.

Tina Martín Mora
Grupo A


Por la calle

Poda las ramas
subido en una grúa
el operario

Llueve en la calle
Un señor cono paráguas
destroza mi ojo

Se hace de noche
iluminan las luces
la Plaza Mayor

Se oyen sirenas
el camión de bomberos
para la calle

Asan castañas
y gritando su precio
chispea el fuego

Supermercado

Cola en la caja
cuando llega mi turno
cobran la bolsa

Estoy en el supermercado
y no llego a la balda
quiero galletas

Pescado fresco
grita la pescadera
hielo en el suelo

La frutería
no tiene chirimoyas
hoy sin postre

Están pegadas
en unos congelados
todas las gambas

Beatriz Gorjón
Grupo B


La noche oscura
resplandor de farola
ojos de gato.

Hoja pegada
pavimento mojado
tarde de fútbol.

Luna menguante
los charcos inundados
de resplandores.

Calle Libreros
lluvia endomingada
el chocolate.

Sopla el viento
recomienda silencio
la malhablada.

Lucio Gómez
Grupo A


Frente a la escuela,
en doble fila, coches
Es primavera

Los días de sol
las persianas se bajan
hasta la noche

Entre la niebla
Una mujer camina
sobre hojas secas

El café negro
de la mesa esquinada
es del abuelo

Cruzan la calle
un bebé y siete ancianos
Todos en silla.

Ana Isabel Fariña
Grupo B


Haikus de un día

Despierta blanca
La ciudad amarilla
Comienza el día

Primera hora,
Los autobuses pasan
Llenos de gente

Abren las puertas
Los establecimientos
Que más madrugan

Hospital, bancos
Colegios, oficinas
Plena actividad

En la plazuela
Las madres los vigilan
Y ellos se esconden

Dos hombres jóvenes
En la barra de un pub
Segunda gratis

Termina el día
Penumbra en la avenida
Luna creciente

Antonia Oliva
Grupo B


Haikus urbanos

Un beso fugaz
Ya son las ocho y diez
Coleta al viento

Coches parados
Mochilas multicolor
Suena el timbre

Bicis rodando
Militares corriendo
Perro meando

Café con churros
Jubilados con boina
Dame el Marca

La niebla se va
La colada tendida
Hora del pincho

Cuatro y media
La USAL y la Ponti
Un hervidero

El barrio calla
Bajo la luna llena
Un gato negro

Caroline Rott
Grupo A



Pinceladas de un día de otoño en Salamanca

Bajo el reloj
en la Plaza Mayor
visten de azul.

De púrpura higo
tras el escaparate
la mermelada.

Solo un balcón
a la extrema derecha
luce amapolas.

Un cuadro de agua
bajo una mujer pétrea
en sepia fluye.

Desde el portal
cae el triángulo recto
del haz de luz.

Van en fila india
las doce asfaltadoras
color mostaza.

Ante la zanja
estrechan la avenida
conos naranja.

Nubes lavanda
tras la malla de alambre
cubren la tarde.

Entre hojas verdes
se abraza las rodillas
cansado el niño.

Caminan todos
bajo la noche pez
entre farolas.

Ismarie Díaz Flores
Grupo B


Haikus Urbanos
De camino al trabajo a las 7:30 de la mañana

Luna, sol, farol
calles casi vacías
el tacón se oye.

Ausencia de luz
Tercera edad dormida
y alguien vela 
(pasando por el asilo)

¡Buenos días!
Sin conversación, lleva
los cascos puestos 
(la chica de la limpieza)

Kioskos, bancos,
tiendas aún cerradas
cruz verde sin luz.

Con frío hablan
frente a puerta cerrada
chicos obreros.

Con la tarjeta
bancaria raspa el cristal
del coche helado.

El autobús va
con luz azul y rostros
soñolientos.

Perro con jersey
y pata levantada,
¡Dueño helado!

Mochilas llenas,
espaldas dobladas de
los colegiales.

Humo con vaho
antes de la tarea
un cigarrillo.

Paloma Rodríguez
Grupo A


Haikus urbanos

Día lluvioso
Paraguas hojas viento
Hogar caliente

Hay nubes grises
Pavimentos con charcos
Calles vacías

Bufandas gorros
Los árboles helados
Asfalto helado

Hojas doradas
En el jardín del cole
Niños jugando

El sol calentó
El agua del río Tormes
y se bañaron

Mi perra Blanca
juega con la pelota
En los jardines

Tocó el músico
La viola en la calle
Le dí dinero

El coche patinó
en el asfalto roto
Por el mal tiempo

Una viajera
Duerme en la calle
Con su mochila

Luisa Sánchez Mayorga
Grupo A


Haikus urbanos

Guante mojado
Cuelga de una verja
Ser solidario

Las crines mueven
Energía del viento
Siento libertad

Horno de leña
Crujiente pan caliente
Huele a pueblo

La rana quieta
Turista atónito
Sera mentira

Venus es el mío
El cielo me envuelve
Oh Salamanca

A borboleta
Fala com suas asas

Doce som e cor

María Vaquero
Grupo B


Haikus

Calle de Toro.
Mezcla de luz y gente.
Llega la noche.

Cruz de farmacia,
cuya intermitencia
nos reconforta.

Nariz y boca
en el escaparate.
Huella de niño.

Bajo el farol
los amigos esperan.
Está llegando.

Ventana con luz.
El visillo esconde
lo más íntimo.

Outlet en Mango.
El maniquí no ofrece
la modernidad.

Coches que cruzan,
bandera ondeante...
Plaza España

María Maximina Moreno
Grupo B


Haikus Aveiro

Calle Principal
Aveiro despierta aún.
Niebla intensa.

Cruza la barca,
intensamente canal
Avanza rápido.

Café Portugués,
miro al horizonte,
última noche.

Grandes olas van
rompiendo murallas
tarde de playa.

Flamenco rosa
buscando alimento
en el barro aún.

Mercadona

Polvorones en sí
en las estanterías están,
momento dulce.

hay polvorones
en las estanterías
dulce momento


Iria Costa
Grupo B


Haikus

Llego al supermercado a comprar carne, 
le digo al carnicero que la corte
y que me dé alguna salchicha.

el carnicero
corta la carne por turnos
supermercado

Me dirijo a la frutería
a coger peras y mandarinas para comerlas, 
ahora de camino a casa.

compro unas peras
y también mandarinas
regreso a casa

Llego a la panadería a comprar pan, 
para hacerme unos bocadillos 
para el viaje que haré.

compra unas barras
para hacer bocadillos
mañana viaje

David Álvarez
Grupo B


Haikus

Calle de Toro.
Mezcla de luz y gente.
Llega la noche.

Cruz de farmacia,
cuya intermitencia
nos reconforta.

Nariz y boca
en el escaparate.
Huella de niño.

Bajo el farol
los amigos esperan.
Está llegando.

Ventana con luz.
El visillo esconde
lo más íntimo.

Outlet en Mango.
El maniquí no ofrece
la modernidad.

Coches que cruzan,
bandera ondeante...
Plaza España

María Maximina MorenoGrupo A