Recordamos la nana de este gran poeta "Nanas para la metralla" dedicada a su hija y comentamos algunas cuestiones relativas a un excelente texto firmado por Federico García Lorca, una conferencia sobre las nanas que dictó en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Dejamos aquí un extracto:
[...] Hace unos años, paseando por las inmediaciones de Granada, oí cantar a una mujer del pueblo mientras dormía a su niño. Siempre había notado la aguda tristeza de las canciones de cuna de nuestro país; pero nunca como entonces sentí esta verdad tan concreta. Al acercarme a la cantora para anotar la canción observé que era una andaluza guapa, alegre sin el menor tic de melancolía; pero una tradición viva obraba en ella y ejecutaba el mandado fielmente, como si escuchara las viejas voces imperiosas que patinaban por su sangre. Desde entonces he procurado recoger canciones de cuna de todos los sitios de España; quise saber de qué modo dormían a sus hijos las mujeres de mi país, y al cabo de un tiempo recibí la impresión de que España usa sus melodías para teñir el primer sueño de sus niños. No se trata de un modelo o de una canción aislada en una región, no; todas las regiones acentúan sus caracteres poéticos y su fondo de tristeza en esta clase de cantos, desde Asturias y Galicia hasta Andalucía y Murcia, pasando por el azafrán y el modo yacente de Castilla.
Existe una canción de cuna europea, suave y monótona, a la cual puede entregarse el niño con toda fruición, desplegando todas sus aptitudes para el sueño. Francia y Alemania ofrecen característicos ejemplos, y entre nosotros, los vascos dan la nota europea con sus nanas de un lirismo idéntico al de las canciones nórdicas, llenas de ternura y amable simplicidad.
La canción de cuna europea no tiene más objeto que dormir al niño, sin que quiera, como la española, herir al mismo tiempo su sensibilidad.
El ritmo y la monotonía de estas canciones de cuna que llamo europeas las pueden hacer aparecer como melancólicas, pero no lo son por sí mismas; son melancólicas accidentalmente, como un chorro de agua o el temblor de unas hojas en determinado momento. No podemos confundir monotonía con melancolía. El cogollo de Europa tiende grandes telones grises ante sus niños para que duerman tranquilamente. Doble virtud de lana y esquila. Con el mayor tacto.
Las canciones de cuna rusas que conozco, aun teniendo el oblicuo y triste rumor eslavo, pómulo y lejanía, de toda su música, no poseen la claridad sin nubes de las españolas, el sesgo profundo, la sencillez patética que nos caracterizan. La tristeza de la canción de cuna rusa puede soportarla el niño, como se soporta un día de niebla detrás de los cristales; pero en España, no. España es el país de los perfiles. No hay términos borrosos por donde se pueda huir al otro mundo. Todo se dibuja y limita de la manera más exacta. Un muerto es más muerto en España que en cualquiera otra parte del mundo. Y el que quiere saltar al sueño se hiere los pies con el filo de una navaja barbera.
No quiero que crean ustedes que vengo a hablar de la España negra, la España trágica, etc., etc., tópico demasiado manoseado y sin eficacia literaria por ahora. Pero el paisaje de las regiones que más trágicamente la representan, que son aquellas donde se habla el castellano, tiene el mismo acento duro, la misma originalidad dramática y el mismo aire enjuto de las canciones que brotan en él. Siempre tendremos que reconocer que la belleza de España no es serena, dulce, reposada, sino ardiente, quemada, excesiva, a veces sin órbita; belleza sin la luz de un esquema inteligente donde apoyarse y que, ciega de su propio resplandor, se rompe la cabeza contra las paredes.
Se puede encontrar en el campo español ritmos sorprendentes o construcciones melódicas llenas de un misterio y una antigüedad que escapa a nuestro dominio; pero nunca encontraremos un solo ritmo elegante, es decir, consciente de sí mismo, que se vaya desarrollando con serenidad querida aunque brote del pico de una llama.
Pero aun dentro de esta tristeza sobria o este furor rítmico España tiene cantos alegres, chanza, bromas, canciones de delicado erotismo y encantadores madrigales. ¿Cómo ha reservado para llamar al sueño del niño lo más sangrante, lo menos adecuado para su delicada sensibilidad?
No debemos olvidar que la canción de cuna está inventada (y sus textos lo expresan) por las pobres mujeres cuyos niños son para ellas una carga, una cruz pesada con la cual muchas veces no pueden. Cada hijo, en vez de ser una alegría, es una pesadumbre, y, naturalmente, no pueden dejar de cantarles, aun en medio de su amor, su desgano de la vida. [...]
Aquí tenéis la conferencia completa: "Añada. Arrolo. Nana. Vou veri vou"
Propuesta de escritura
El cd “Nanas contemporáneas (Canciones de ternura en los tiempos del rencor)” nos ofrece unas nanas llenas de desesperación ante el incierto futuro de nuestros niños en un tiempo dominado por el odio. Pero detrás de esa desesperación se esconde la belleza que nos hace mirar aún con cierto optimismo hacia adelante.
¿Qué tipo de nana escribiríamos a un bebé de hoy? ¿a qué miedos debe enfrentarse el niño a la hora del sueño? Trata de responder a estas preguntas en un texto. Si es una nana aún mejor.
Aquí están algunos de los trabajos enviados hasta ahora por los participantes en el taller:
No llores mi niña
no llores mi bien
papá hoy trabaja
y mañana también
No tengas pena
no tengas miedo
si estoy a tu lado
yo todo lo puedo
Vigilo que nadie
enturbie tu sueño
de toda la noche
yo me haré dueño
Duerme mi niña
duerme mi bien
papá hoy trabaja
y mañana también
No pases frío
toma mi manta
que el calorcito
los males espanta
Qué guapa es mi niña
qué boca más tierna
cuando se duerme
estira una pierna
Sueña mi niña
sueña mi bien
papá hoy trabaja
y mañana también
Qué oscura la noche
qué claros los días
duérmete vida
con alegría
Mi niña se duerme
con su peluche
y sus miedos los guardo
en un estuche
Ríe mi niña
ríe mi bien
que papá hoy trabaja
y mañana también
Vicente M. Martín
Nana a mi peluche
No tengas miedo, Panchito,
las estrellas te iluminan,
se posan en tu regazo
y juegan en tu carita.
Cubierto en un largo sueño
descansas en tu cunita.
Los miedos se van marchando,
se acerca ya la lunita.
Tus pupilas se han cerrado
con mi nana favorita.
¡Que tengas alegres sueños
hasta comenzar el día!
Cuando los rayos de sol
se sienten en tu cunita,
tus ojos despertarán
con alegría infinita.
El cielo se volverá
azul clarito enseguida
para ver tu bello rostro
radiante y lleno de vida.
Los ojos de mi peluche
parecen dos ventanitas,
abiertas a la ilusión
de vivir un nuevo día.
Sofía Montero
Nana de las guerras olvidadas(En humilde homenaje a Médicos Sin Fronteras)
Silban las balas
allá en la noche,
suenan sirenas,
estallan coches.
Sé que no hay agua,
falta comida,
pero tu madre
no está vencida.
Fallan las fuerzas,
no tiene cuerpo,
pero su amor
vela tu sueño.
Silban las balas
allá en la noche,
pero están lejos,
tú no te azores.
Piensa en el hombre,
rojo chaleco,
que ha prometido
llevarnos lejos.
Miguel Ángel Pérez
Nana a Pablo y Alonso
Alonso y Pablo se van a dormir
Han visto la luna que está por allí.
Pablo quiere saber si en todos los sitios es de noche a la vez.
Alonso pregunta:
¿Dónde está el sol?
Contesta mamá: el sol ha ido a Perú a ver a papá.
Ahora nos ha mandado la luna para que vosotros durmáis mientras él está despierto.
Alonso y Pablo tiran un beso a la luna y se duermen.
Teresa Sanz
Este minino llora,
llora de miedo
Siempre la noche roba
su dulce sueño.
Duerme minino duerme
que esa raposa,
nunca podrá encontrarte
si tú no lloras.
Algodoncito dulce
de azúcar tierno
luce, la luna luce
clara en el cielo
Clara en el cielo
luce, la luna luce
algodoncito dulce
de azúcar tierno
Este minino ríe
ríe de dicha
ya la noche no puede
robar su dicha
Un platito de leche
muy templadita,
y una mantita verde
bien calentita
Una cunita blanca
que surque el cielo,
y una sonaja cana
que entone un cuento
Un tejadito rojo
con chimenea,
y una ventana abierta
a la ribera.
Duerme minino duerme
que esa raposa
nunca podrá encontrarte
si tú no lloras
Este minino sueña
sueña de nuevo
que una cometa preña
al mundo entero
Mundo de caramelos
cielo de cielos
manzanita sin celos
y sin recelos
Algodoncito dulce
de azúcar tierno
manzanita que luce
cielo de cielos
Duerme minimo, duerme,
que esa raposa
nunca podrá encontrarte
si tú no lloras
Duerme minimo, duerme,
duérmete ahora
que tus ojitos mecen
toda la aurora.
Ana Isabel Fariña
En silencio
La luna se mueve,
al son de la tuna.
Cambiando de cara,
nos hace figuras.
Escondida entre nubes,
parece dormida,
Mece a los niños,
que están en la cuna,
entre nubes de algodón,
y almohadas de espuma
La luna se mueve,
al son de la tuna,
soñando caricias,
y gotas de lluvia.
Amanece,
el sol tiene prisa,
la luna desaparecerá
al son de la tuna.
Luis Iglesias
Duérmase madre que el sol ya se fue
y todos sus males se fueron con él
Duérmase madre
Duérmase ya
El rayo sestea. Los orcos se van.
Duérmase madre, la noche llegó
y con su sosiego el mundo calmó.
Duérmase madre
Duérmase ya
El rayo sestea. Los orcos se van.
He visto a la noche. La he visto llegar
Traía en su manto una llave especial
Duérmase madre.
Duérmase ya.
El rayo sestea. Los orcos se van.
La llave era blanca, de un blanco lunar
La llave de un mundo donde sólo hay paz
Duérmase madre
Duérmase ya
El rayo sestea. Los orcos se van.
La paz que en mi
tiempo su mano sembró
La paz que en su rostro el tiempo tejió.
Duérmase madre
Duérmase ya
El rayo sestea. Los orcos se van.
Tiempos de hambre que supo engañar
con risas y cantos en
torno al hogar
Duérmase madre
Duérmase ya
El rayo sestea. Los orcos se van.
Mañana de nuevo el doctor vendrá
Traerá entre sus manos la cura a su mal
Duérmase madre
Duérmase ya.
El rayo sestea. Los orcos se van.
Un rico brebaje que
vive en el mar
Entre mil corales y estrellas de mar.
Duérmase madre.
Duérmase ya.
El rayo sestea. Los orcos se van.
Duérmase madre que todo está bien
El río rezuma perfumes de miel
Duérmase madre.
Duérmase ya.
El rayo se ha ido. Los orcos se van.
Duérmase madre que el sol ya se fue
Duérmase madre que todo está bien.
Duérmase madre.
Duérmase ya.
El rayo sestea. Los orcos se van.
Ana Isabel Fariña
Nana
Mi niño
En la escuela
Ríe pero ríe triste
Se le van los ojitos
Distraídos fuera
Nana
Mi niño
En la escuela
Ríe pero ríe triste
Se le van los ojitos
Distraídos fuera
Qué busca mi niño
Un universo entero le daría
Si pudiera
Lloró mi niño
Quien tiene la culpa
Por qué a ti
Impotencia
Engaña al hambre
Con un sobre de azúcar
Que le han dado en la escuela
La madre canta
El niño llora
Por su innata emoción
Mi niño no llora
Corre desnudo
Y juega y se pega
Como cualquier niño
Mi niño está enfermo
No rinde en la escuela
Y se duerme
Su madre es ausente
Pasa frío
Y yace encogido
Sin pensar en salir
Indiferencia
Fabrica un juguete
Con cartón e hilo
Y la imaginación
Hace el resto
El niño lo entiende
Se resigna
Y algún día podrá olvidar
Antonia Oliva
El Niño Mundo
Duerme niño lindo,
Duerme niño hermoso,
Cuando entres en sueño
No se te olvide dibujar,
Duerme niño lindo,
Duerme niño hermoso,
Cuando entres en sueño
No se te olvide regalar,
Al niño que pasa hambre
Un cachito de chocolate
Un cachito de tu lumbre
Duerme niño lindo,
No se te olvide dibujar
A los niños caminantes
Un barquito de papel
Un barquito de ternura
Duerme niño hermoso,
No se te olvide regalar
A los niños escopetas
Cañonazos de purpurina
Cañonazos de alegría
Duerme niño lindo,
No se te olvide dibujar
A la niña sin carné
Una casita con calor
Una casita con amor
Duerme niño hermoso,
No se te olvide regalar
A la niña siempre triste
Una muñeca juguetona
Una muñeca inocente
Duerme niño lindo,
No se te olvide dibujar
Al niño carga ladrillos
Lapiceros de colores
Lapiceros escolares
Duerme niño hermoso,
No se te olvide regalar
A la niña sin melena
Una sonrisa amistosa
Una sonrisa victoriosa
No temas vida mía, no te asustes,
Cuando vengan unas y otras noches,
Estaré para espantar tus pesadillas
Y pintaré para ti millones de estrellas
Y cuando por fin sueltes mi mano
Quiero que en tus sueños llegues
A campos de flores multicolores
Y contigo, algún día, El Niño Mundo.
Sara Pérez
El Niño Mundo
Duerme niño lindo,
Duerme niño hermoso,
Cuando entres en sueño
No se te olvide dibujar,
Duerme niño lindo,
Duerme niño hermoso,
Cuando entres en sueño
No se te olvide regalar,
Al niño que pasa hambre
Un cachito de chocolate
Un cachito de tu lumbre
Duerme niño lindo,
No se te olvide dibujar
A los niños caminantes
Un barquito de papel
Un barquito de ternura
Duerme niño hermoso,
No se te olvide regalar
A los niños escopetas
Cañonazos de purpurina
Cañonazos de alegría
Duerme niño lindo,
No se te olvide dibujar
A la niña sin carné
Una casita con calor
Una casita con amor
Duerme niño hermoso,
No se te olvide regalar
A la niña siempre triste
Una muñeca juguetona
Una muñeca inocente
Duerme niño lindo,
No se te olvide dibujar
Al niño carga ladrillos
Lapiceros de colores
Lapiceros escolares
Duerme niño hermoso,
No se te olvide regalar
A la niña sin melena
Una sonrisa amistosa
Una sonrisa victoriosa
No temas vida mía, no te asustes,
Cuando vengan unas y otras noches,
Estaré para espantar tus pesadillas
Y pintaré para ti millones de estrellas
Y cuando por fin sueltes mi mano
Quiero que en tus sueños llegues
A campos de flores multicolores
Y contigo, algún día, El Niño Mundo.
Sara Pérez
Mi reconocimiento a nuestros “poetas muertos”: Gelman, Pacheco, Félix Grande… de ellos nos quedan sus obras de las que, sin duda, aprenderemos los “poetas vivos”.
ResponderEliminar===
Sofía: Me gustaría ser Panchito, un peluche. Además de que las tiernas manos de los niños te apretujan, las estrellas “juegan en tu carita”. Muy bien Sofía
Miguel Ángel: Ojalá las guerras se olvidaran…
“Sé que no hay agua,
falta comida,
pero tu madre
no está vencida.”
Esas madres fuertes, calladas, luchadoras, son el verdadero motor para que la humanidad no pierda la esperanza. Espléndido Miguel Ángel.
Teresa: Pablo y Alonso, tiernos curiosos, quieren conocer y preguntan… a veces los mayores no sabemos qué contestar… hay mucha poesía en las preguntas de los más pequeños. Genial Teresa
Ana: tu nana luce dulce, sabe a tocinillo de cielo…
“Mundo de caramelos
cielo de cielos
manzanita sin celos
y sin recelos.” Mucha dulzura Ana, encantadora como siempre.
Vicente: Aunque seas mi amigo puedo decirte que estás a la altura de las circunstancias y destaco:
“Mi niña se duerme
con su peluche
y sus miedos los guardo
en un estuche”.
Ventini: Ojalá nos olvidáramos de hacer la guerra, pero dejemos de olvidar las que están en marcha :-)
ResponderEliminarMe uno a tu reconocimiento al "Club de los Poetas Muertos" y te agradezco tu opinión.
VICENTE: ¿Autobiográfico? Estas rutinas imposibles aveces no nos dejan disfrutar de las cosas que realmente importan.
SOFÍA: Si hubiera que cantarla a veces me costaría coger el ritmo. Es toda una delicadeza, peor a ver cuándo nos sacas un poco de mala leche a los textos :-)
TERESA: Metes una dura realidad en media linea. Muy sutil.
ANA: Muy dulce y muy tierna.
Luis: Poético canto... esa luna tuna que nos hipnotiza, esas nubes almohadas de algodón, ese sol con prisa y las gotas de lluvia que acarician... todo un mundo de ternura y naturaleza que permite aplazar esa rabia que se nos acumula en la garganta de ver tanta manipulación y mentiras. Magnífico Luis, desbordas sensibilidad por los cuatro costados. ¡Enorme!
ResponderEliminarAna: ¡La carne de gallina!... Una lágrima ahoga a la tecla "A" del ordenador... ¡LAS MADRES!. Te mereces un "bico" fuerte.
ResponderEliminarAntonia: Magnífica nana. Toda la realidad mostrada en un canto donde los más débiles e inocentes pagan el "pato"... Gran sensibilidad. Fenomenal trabajo. Un beso
Sara: Tus escritos tienen un sentimiento y una ternura compremetidos que no queda más remedio que empatizar con ellos... ¡El niño mundo!. Gracias Sara, un beso.
ResponderEliminary 2:
ResponderEliminarLUIS: Sutil referencia salmantina con esa tuna.
ANA (2): Aparte de que gotea ternura, me gusta mucho cómo le das la vuelta a la nana, un atrevimiento del que sales reforzada.
ANTONIA: Me gusta como describes muy bien desde el punto de vista del niño una realidad muy cruda y la pincelas de esperanza. Me falla el ritmo (he tratado de cantarla y no lo consigo)
pd: Pero mira que soy tocapelotas.
SARA: Hermoso. Controlas la realidad social escribiendo como nadie. En el último verso, veo un guiño a los "Niños Raros".