Vine a escribirlo todo

La sesión del lunes, 9 de noviembre, la dedicamos a la minificción. Y como en el taller no necesitamos pretextos de ningún tipo sino textos nos servimos unas cucharadas del libro "Lady Ofelia y otros microrrelatos" de Atilano Sevillano a quién conocimos de cerca a través de una entrevista que concedió al portal todoliteratura.es. Podéis leerla aquí.
Pero antes hicimos un rápido repaso por el muestrario de características que según Dolores M. Koch ha de tener cualquier minificción.

Dejamos aquí un breve repertorio de textos de Atilano para abrir boca:

La explanada

Me senté en un banco del parque a leer el libro que acababa de sacar prestado de la biblioteca pública. Era un compendio de relatos cortos. Decidí comenzar por uno al azar, uno que se titulaba “La Explanada”. Poco a poco fui adentrándome en el argumento. De repente pude percibir unas lejanas voces que parecían que acaloradamente discutían. Coloqué el marcapáginas en la hoja del libro por donde me encontraba leyendo y lo dejé en un banco. Me acerqué hasta la explanada a escudriñar el horizonte para descubrir de quién diablos procedían aquellas voces. No viendo nada regresé y continué leyendo.
No viendo nada regresé y continué leyendo. Me acerqué hasta la explanada a escudriñar el horizonte para descubrir de quién diablos procedían aquellas voces. Coloqué el marcapáginas en la hoja del libro por donde me encontraba leyendo y lo dejé en el banco. […]

Abandono

Un post-it lo dejaba bien claro: no volveré en cinco minutos. En el frigorífico dejo comida para varios días. No te olvides de sacar a pasear el perro todas las noches antes de acostarte.

¿Segundas oportunidades?

Cuando se topó con los buitres, tuvo la fatal ocurrencia de hacerse el muerto.

Epitafio II

El que aquí yace no se repuso nunca de la primera impresión. Se le infectaron unos puntos suspensivos. La familia hizo todo lo imposible, pero no hubo manera de salvarle. Lo enterraron con una nota a pie de página.

Bálsamo

En plena rabietas, la niña tomó un libro entre sus manos miró y remiró las solapas, olió la fragancia de sus lomos, luego lo dejó sobre la mesa y lo acarició como si de un osito de peluche se tratara.




Propuesta de escritura

Construye un relato a partir de las premisas que se enuncian en el texto de Atilano Sevillano. Puedes combinar varias. Si te atreves con todas mejor aún. 


Relato (de)construido

• Carta de amor incriminante escrita por prostituta a su amante.
• Pistola. Prueba incriminatoria de asesinato.
• Loción para después del afeitado confiscada.
• Libro de tarot abierto por la lección nueve de sánscrito, encontrado en la mesita de noche también confiscado.
• Fotografías del estado en que se encontró el fiambre tras ser arrojado desde el noveno piso como evidencia.
• Falso carnet de identificación policial usado por el proxeneta.
• Media de seda utilizada por el psicólogo en el interrogatorio policial.
• Desaparecida “pata de cabra”, herramienta utilizada para forzar la entrada.

Dejamos aquí las tareas de algunos de los participantes en el taller como botones de muestra:


"Detenido el asesino de "La Juani"

El diario "EL Caso", en su portada del domingo, aportaba una fotografía de "La Juani", tapada con una manta.
El comisario " Romero " había logrado introducirse como falso proxeneta en los bajos fondos de la Rambla de Barcelona, y tratar de aclarar la muerte de 2 prostitutas.
Allí, contacto con el proxeneta mas famoso, el apodado "El Fideo", su delgadez extrema y una cicatriz en la cara le hacían inconfundible.
Para lograr su amistad, le facilitó un carnet falso de policía y una pistola.
El día de la muerte de "La Juani", el comisario ordenó la detención de "EL Fideo", como principal sospechoso.
El comisario "Romero" suplantando al psicólogo de la comisaria, mediante la colocación de una medía en la cara, para no ser reconocido, procedió a su interrogatorio:
-Al principio de hizo el duro, pero ante la evidencia de los hechos, se vino abajo y cantó.
-Reconoció haber forzado la puerta de apartamento donde vivía en un noveno piso con una herramienta llamada pata de cabra, ver la carta enviada a su amante y tras un forcejeo dispararla por la espalda y después tirarla por la ventana.
-En el momento de la detención portaba la pistola con una bala menos, la que faltaba estaba incrustada en la espalda de "La Juani".
-El fuerte olor a "Floid" en su cara y el frasco en la mesilla llevaban sus huellas.
-En la mesilla estaba una carta del tarot que representaba la muerte.

Luis Iglesias


Poco tiempo después de llegar al escenario del crimen, Sam Spade se dio cuenta que aquello era un montaje y más cuando le informaron que el sargento detective Harry Callaghan estaba a cargo del caso.
La hipótesis oficial era que la chica, Susan Roberts, de oficio prostituta y de afición yonki, se había puesto de acuerdo con su amante, Rómulo Banderas, para quitarse de encima al chulo Tom Ripley, que, además de maltratarla se había pasado en su parte del negocio.
Ella le había llamado desde su piso con cualquier excusa, y cuando llegó le estaban esperando después de hacerle unos arañazos a la puerta para simular que había sido forzada. Una vez dentro, Rómulo intentó noquearlo pero Ripley esquivó en parte el golpe y, groggy, sacó su pistola. Susan le pegó con un taburete y Rómulo le arrebató la pistola acabando con él de un tiro. Luego lo tiraron por la ventana del noveno piso del nº 31416 del Sunset Boulevard.
En el registro posterior la policía encontró una carta de Susan a Rómulo, convenientemente oculta, insinuando la posibilidad de deshacerse de Tom Ripley.
Spade pensó que todo el asunto apestaba. Después de un detenido análisis de las pruebas y el escenario, llegó a la conclusión que los hechos se habían sucedido de manera diferente.
Harry había ido a ver a Susan a la que utilizaba como confidente y reposo. Mientras la esperaba, se presentó Ripley con cierto cabreo y malos modos amenazando con contarle a su jefe la doble relación con Susan. Llegaron a las manos, y en el forcejeo, el macarra cayó sobre la mesa baja golpeándose la nuca. Harry tuvo que improvisar. Le pegó un tiro con la pistola de Ripley, escribió la carta inventándose a Rómulo y tiró el cadáver desde la terraza. Dejó bien visibles la pistola y la loción para después del afeitado.
Lástima que las prostitutas no tengan amantes, que Ripley recibiera el tiro cuando ya estaba muerto y que no necesitase la loción. No se afeitaba, era alopécico total.

Dionisio Alonso


Afortunado accidente

Sobre la mesa del despacho del comisario se extendían las fotos de la escena del crimen. El cuerpo de la joven prostituta, destrozado sobre el asfalto, se exhibía en toda su cruda y cubista desnudez. El informe del forense, abierto sobre las fotos, establecía como causa de la muerte un fuerte golpe en la nuca, no se podía determinar si había sido anterior o provocado por la caída desde el noveno piso.
El comisario apartó el informe y fijó su atención en la imagen tomada en la habitación: la ventana abierta, la loción derramada por el suelo… unos pies descalzos bien podían haber resbalado, precipitándose al vacío. Un desafortunado accidente, decidió, recogiendo todo para dar carpetazo al asunto.
Antes de volver a casa, quemó la carta que la chica había estado escribiendo a su esposa y limpió por enésima vez la culata de la pistola.

Leticia Vicente


Porque era mía
La historia "terminable"

El fiambre se llamaba Catalina Bolívar. Era romana, muda, delgadina y con tetas grandes. Entró en el paraíso muy joven. La puerta, la ventana de un noveno. Su proxeneta, el policía que la mató con una media de seda: Lapidario Márquez. Este nombre, talismán de los respetables, hoy-nueve meses después de los hechos-, se ha convertido en cenizas. Bajo él se escondía Alberto Yarinis: "El Rey de los Chulos". Famoso cubano al que hace años se dio por muerto.
Yarinis, miembro de la Sociedad secreta de Abakuá, supo tejer un camino de baldosines ficticios. El mayor, el libro de tarot-sánscrito que agujereado por nueve balas tenía la finada en su mesita de noche y que a lo largo de la investigación fue incautado junto a la pistola que sangró sus hojas y un tercer elemento aparentemente ritual por extraño: la loción de afeitado que se encontró abrazada a un crucifijo con un lazo rosa bajo la almohada de la adolescente.
Pero todos tenemos una pata de cabra, un salto vertiginoso que fuerza la entrada. Hay que saber encontrarla.
En este caso, el hallazgo lo ha realizado un muchacho en flor, un joven psicólogo llamado Marcel. Colaborador ocasional de la oficina del crimen, ojito derecho del excomisario Márquez, halló en el despacho de Lapidario un sobre. En su interior una foto de la finada desnuda mientras dormía y una misiva:

"Amado Amo
Las magdalenas que me regalaste ayer eran sedosas como tus caricias. Todas y cada una de ellas conocían mi verdadero nombre. Un nombre tan antiguo como el hombre. No quiero cadenas de camelias y bombones. Voy en busca del tiempo perdido. "

Nunca la prisionera llegó a fugitiva. ¿O sí?

Ana Isabel Fariña


Las tribulaciones de un joven druida

Las chisteras están selladas. Los conejos presos. Los hechiceros mudos. La magia amputada. Ha desaparecido la pata de cabra.

Ana Isabel Fariña


Midas, hijo de Gordias

Han afeitado los bosques a navaja. Pactolo, la loción que cierra sus heridas, está confiscada. Babol se seca. Rocinante no pasta. La tierra y el cielo se desangran.

Ana Isabel Fariña


El motel Bates

Fue fácil conseguir que Norman se pusiera las medias de seda antes de que la policía le interrogara. Tenía práctica.
Lo que no resultó tan sencillo, fue oírle narrar su historia. Las psicosis no se digieren con facilidad.
Recuerdo que el doctor Richmond afirmó que a todos nos podía suceder.
De eso hace mucho tiempo.
Diana, mi princesita, falleció hace dos semanas en un horrible accidente. No llegué a conocer al hombre que la acompañaba.
Esta mañana vi como sus pequeños jugaban con sus ropas.

Ana Isabel Fariña


Fausto

Ayer, el comisario jefe de la Europol fue declarado culpable. Tras un proceso largo repleto de incidencias, se consideró probado que nada más llegar al cargo, vendió su alma al diablo.
Pronunciado el veredicto, rompió su silencio. "Ser o no ser" y desapareció.
La tesis más extendida mantiene que ese día vencían sus 24 años de ejercicio y Belzebú reclamó su pago.
Hoy nadie sabe qué hacer con sus perros.

Ana Isabel Fariña


La reina y la mosca

La mosca mira a su hermana. Ya no se bate contra el cristal. Una pistola gigante reposa en la mesa que queda a sus espaldas. El cow-boy es un niño con lentes y hierros en los dientes. Come a dos manos. Celebra su hazaña. Es un delincuente, un ignorante. No conoce a Ahhoped, la reina tebana que celebraba el valor, la tenacidad y la resistencia que poseen las muscidae ante el conflicto. Pronto estará en su reino, lo sabe.
Una corriente de aire batió la ventana. El pistolero no supo reaccionar a tiempo.
"Los hombres son un hormiguero débil. Sin armas no se baten"

Ana Isabel Fariña


Evidencias

El científico abrió la ventana y lanzó el fiambre al vacio. Cuando la loncha de jamón york tocó el suelo había descendido nueve pisos. No tenía ni una magulladura ni un roce. Si acaso algo de polvo en su envés. El erudito satisfecho concluyó: "La naturaleza ha hecho inmortal al fiambre". Mientras garabateaba su deducción irrefutable, pasó una dama con su perrito. El cánido se lo comió de un bocado. Rápido como el pensamiento, nuestro científico anotó: "los perros devoran a los inmortales"

Ana Isabel Fariña


Nanà

Querido Jorge:
Bien sabes que tu hermano Felipe, es un joven educado y apuesto. Como tú, me colma de atenciones que sinceramente no sé si merezco. Que yo le corresponda de la única forma que puedo, no me parece razón para tu enojo. Que comparta mi lecho, mi cuerpo y mis besos con él, no supone que disminuya el amor y la admiración que a ti, mi joven niño, te profeso. Me conoces bien. Entrego de mi cuanto tengo.
Ven a cenar esta noche, zanjaremos este ridículo desacuerdo. Hablaremos y nos amaremos. Sólo vestiré mi cuello. Entre tú y yo, no se precisan ornamentos. Dejemos que el zafiro que con pasión me regalaste, selle las fisuras de este triste desencuentro.
Te espero.

Ana Isabel Fariña


La Biblioteca

Siempre que alguien llegaba al capítulo nueve, el libro desaparecía. Era un ejemplar escrito en sánscrito, un ejemplar antiguo y caro. Siglo tras siglo, los eruditos lo habían buscado con celo.
Mientras, en las ruinas de Alejandría, un anciano, un ermitaño milenario los recogía cuando sus páginas lo invocaban. Tenía cientos de cientos. Todos iguales. Una gota de agua era su refugio. Aleph la llamaba. Solo él respiraba su misterio. Cuando caía la noche, la esfera se convertía en un punto de luz: el principio y el final de una página. Él lo sabía: las palabras escapan del depredador vanidoso que las persigue con codicia y ansia.
Muy cerca, a miles de kilómetros de distancia, las arenas del mundo gemían: alguien o algo les robaba.

Ana Isabel Fariña


Mini micros re-construidos

¡Ya se dejó Marco la “carta de amor incriminante escrita por prostituta a su amante” encima de la mesa! ¡Este muchacho todo lo que tiene de listo lo tiene de despistado!
El autor del crimen de "la tienda de chuches" en cuya pistola (prueba incriminatoria del asesinato) tenía marcadas las huellas, ha aparecido muerto en la celda 313 de la prisión de Topas.
La “loción para después del afeitado confiscada” contiene el veneno más mortífero que se conoce. No cabe dudas, le provocó la muerte inmediata.
En el libro de tarot abierto por la lección nueve de sánscrito, encontrado en la mesita de noche también confiscado aparece la gota de sangre que lo delata.
Esas fotografías del estado en que se encontró el fiambre tras ser arrojado desde el noveno piso que tenía el fiscal como evidencia estaban trucadas.
El falso carnet de identificación policial usado por el proxeneta detenido, fue encontrado en el bolso de la mujer asesinada por su marido.
La Media de seda utilizada por el psicólogo en el interrogatorio policial, no sirvió de nada. Al inculpado no se le pudo sacar ni media palabra que le hiciera confesar su crimen.
Desaparecida “pata de cabra”, herramienta utilizada para forzar la entrada de la sede del "PiPas". Algún cabrón se hizo con ella sin que nadie se percatara.

​M. Venttini​


Muerto por amor 
(el crimen perfecto)

Sobre la cómoda de la habitación de la casa compartida donde ella vivía, la policía encontró la carta de amor que Gladys había escrito, misiva de dardos de reproche que había lanzado cuando la esperanza se tiró por la ventana aquel martes por la noche.
La carta dormía doblada sobre el libro del tarot abierto por la página de la carta del diablo, representada por un feo hombre animal con cuernos, barba de cabra y patas peludas terminadas en pezuñas. A ambos lados del diablo, los amantes encadenados, esclavos voluntarios. Junto al libro, un tarro marrón de cristal de loción para el afeitado que la policía confiscó.
“El diablo que me encadena será el encadenado”.
Había dejado el arma sobre la mesilla de noche, minuciosamente limpia, sin huellas, sin disparar, dentro la bala que había comprado en el mercado negro. Una bala tiene que encajar bien en la pistola, de manera que muchas sólo funcionan con un tipo de bala.
Durante el interrogatorio, el psicólogo forense utilizó la media de seda como arma para sonsacar la verdad, cual experto polígrafo humano había observado como el sospechoso cambia el gesto, suda, se acelera, capaz de detectar mentiras y medir las reacciones del cuerpo, de distinguir incluso cuando la persona está tan nerviosa que su cuerpo muestra una fuerte reacción incluso cuando dice la verdad.
Al ver la media Gladys se estremeció y comenzó a sudar por la barbilla.
Le encontraron esposado, con los ojos vendados y amordazado. Tenía escritas por todo el cuerpo palabras sexualmente explícitas pintadas con lápiz de labios rojo.
Juego mortal de asfixia erótica, cómplices fetichistas del juego de la respiración.
“No consigo respirar, sigue hasta el fondo del mar”. 

Aronbanda


Relato (de) construido

Decenas de curiosos contemplaban el cuerpo de un hombre que se precipitó desde su casa, desde el noveno piso. La policía le hacía fotos y también, disimuladamente, a los curiosos.
El comisario encontró en la chaqueta del fallecido una carta de una prostituta dirigida al finado: una carta de amor y despecho en la que se le recrimina no haberle dicho que estaba casado.
Al ver el contenido de la carta y el estado del cadáver el comisario sospechó que lo habían arrojado desde su casa y ordenó entrar en la misma. En el salón encontraron a la prostituta y a la esposa del finado. Ésta última sostenía una loción para después del afeitado que ha sido intervenida por la policía.

Óscar Fernández


El psicólogo (testigo de lo ocurrido) no paraba de tocar la media de seda que tanto olía a loción de afeitar, era lo único que le quedaba de él. Tenía que habérselo imaginado al ver aquel libro de Tarot.
En la sala de interrogatorios, explica, como estando con su amante, entra forzando la puerta con una “Pata de cabra¨ la prostituta pistola en mano .Al verlos, comprende todo y dispara directo al corazón del proxeneta, qué en un intento de huida, salta al vacío.
En las fotografías se aprecia el falso carnet de policía que escapa de uno de los bolsillos del pantalón, junto a la carta de amor que le había escrito su protegida.

Lourdes Hernández


A American Beauty, el padre...

Copa de vino. Hermoso rostro joven.
Jamás nadie me ha preguntado como me encontraba.
Ella solo ella.
Tan bella, cálida, profunda y tierna.
Ella...
Sería un hombre demasiado afortunado.
Nunca tuvo relación con ningún hombre.
Y la deseo, muy profundamente.
Mientras la dejé un poco de comida, se fue al baño.
Y me quedé reflexionando. Había discutido con mi hija y su novio.
Y yo jamás me he alegrado tanto por ver a mi hija feliz.
Tan solo un disparo. Manchada la pared y el suelo.
La verdad, no me arrepiento de haber muerto así.
Fue un final feliz.
La pistola. Prueba incriminatoria del crimen.

Iria Costa


Tapizado de flores

Decidió llevarse el sofá al taller, aunque la cliente aún no tenía claro qué tipo de tapicería quería. Era la quinta vez que Matías iba a casa de la anciana con el muestrario, además de las visitas de ella al almacén para ver el resultado de otros encargos ya terminados.
Matías comenzó a quitar las puntas y las grapas que sujetaban la ajada tela a la madera noble del sofá. Pensaba, mientras lo hacía, en las horas que la indecisa clienta había pasado recostada en aquel horrible sofá. Agarraba con fuerza la herramienta: La pata de cabra que a diario utilizaba para esos menesteres. No terminó. Levantó la mirada un momento y comprobó que la batería de la vieja Nikon D90 ya estaba cargada. Entonces, salió decidido buscando una nueva foto. Hacer foto de calle era lo que realmente le fascinaba, el gesto de las prisas en los desconocidos, la huella de la inseguridad, las cicatrices que marcan el paso del tiempo. Pero, esta vez, su próxima foto llevaría nombre propio.
Esta vez, no llamó al timbre. Utilizó la pata de cabra para entrar. Era el último piso, el noveno. Nadie pasaría por allí. Abandonó el edificio quince minutos más tarde. La sangre en la acera marcó el lugar. Se acercó hacia el cuerpo, ya sin vida, y apretó el botón de su Nikon varias veces.
Aquel rostro le resultaba conocido. El rictus que atravesó su objetivo era diferente a todas las expresiones que, hasta ahora, había conseguido atrapar.
Giró la esquina y, de nuevo, continuó su trabajo en el taller.

Tina Martín Mora


Perdido en la reconstrucción

Continúa en paradero desconocido el cuerpo de Radjha, la prostituta hallada muerta el pasado sábado en la calle de La Seda.
La policía no alberga ninguna duda sobre que Radjha está muerta bien muerta por los grados de deterioro y amputación que pueden apreciarse en las fotografías y, han confirmado como hipótesis principal de los hechos que, ya fiambre, fue arrojada desde el noveno piso por su amante, Kalil. Se barajó el suicidio como segunda opción pero esta posibilidad la descartan el 99% de los investigadores.
Entre los objetos hallados en la vivienda de la fallecida, relacionados con el suceso y que han sido aportados como pruebas en el juicio para inculpar a Kalil, se encuentran los siguientes:

1. Carta de amor firmada con el nombre de Radjha cuya traducción dice, “….grabado con gena en mis brazos el amor más profundo que tú quieres borrar para que no te sea infiel, Kalil…. ”
2.Frasco de loción sin alcohol para después del afeitado con las huellas dactilares del sospechoso
3.Libro de tarot abierto por la lección nueve de sánscrito que enseña a interpretar las líneas de las manos bajo el prisma del Corán.

El forense ha certificado que el cuerpo se extravió en la reconstrucción del relato y achaca la culpa de la desaparición al proxeneta que se fugó con una identidad falsa y no aparece hasta el final.

Antonia Oliva


Detenido el proxeneta acusado de matar a una prostituta y al amante de ésa
El Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid ha decretado prisión provisional y sin fianza para el presunto autor del doble crimen que ha conmocionado al barrio madrileño de El Pilar. Al parecer, L.G., asesinó fríamente a su explotada y al reciente amante de ésta la noche del pasado 15 de octubre.
El hipotético homicida, de 35 años, sufrió, aparentemente, un ataque de celos que le llevó a acabar con la vida de ambos.
La policía, encargada del caso halló en el bolsillo de la americana del supuesto asesino varios objetos incriminatorios: una media de seda con la inicial B, una pistola de calibre 9 y una carta escrita por la prostituta:

Me he enamorado y he decidido abandonar para siempre esta vida. Creo haber saldado ya la deuda que me ataba a ti, así que no me busques más.

Bibi


Además, encontraron varias pistas en el lugar del crimen: en la mesilla de ella, un libro de tarot abierto por la página del arcano mayor número 13 y un carnet falso de identificación policial utilizado por el proxeneta para huir en las redadas.
Según se desprende del sumario de investigación, L.G. siguió a la prostituta hasta su nuevo hogar y allí esperó la llegada de su amante. Tras una breve espera, abrió la puerta del apartamento con una pata de cabra y, una vez dentro, asestó por la espalda dos tiros certeros en la cabeza de éste mientras se afeitaba. La loción para después del afeitado, marca Floid, flotaba todavía en el suelo. El asesino nunca llegó a ver la cara de su rival. La prostituta, que intentó huir, fue arrojada por la ventana del noveno piso. L.G. antes de salir del apartamento quiso asegurarse de que su contrincante estaba realmente muerto. Se acercó a él y al verlo, huyó despavorido de la vivienda.
Cuando lo detuvieron, varias semanas después, se encontraba en un estado deplorable. Lloraba y gritaba constantemente. ¡Dios mío, qué he hecho!
Al parecer, Bibi pretendía rehacer su vida con el hermano gemelo del asesino. P.G.


Toñi Martín del Rey

6 comentarios:

  1. Luis:
    Este año estás lanzado con las tareas, amigo Luis. Eso está muy bien.
    “El comisario "Romero" suplantando al psicólogo de la comisaria, mediante la colocación de una medía en la cara, para no ser reconocido, procedió a su interrogatorio”
    Nada por mi parte que objetar a tu tarea, me parece correcta y me gusta.

    Dionisio:
    “Susan le pegó con un taburete y Rómulo le arrebató la pistola acabando con él de un tiro.”
    Buen argumento de una serie para las noches del lunes. Me gusta.

    Leticia:
    “El cuerpo de la joven prostituta, destrozado sobre el asfalto, se exhibía en toda su cruda y cubista desnudez”
    No siempre las cosas suceden como parecen. Muy bien tu texto, Leticia. Me gusta.

    Ana:
    “El fiambre se llamaba Catalina Bolívar. Era romana, muda, delgadina y con tetas grandes”
    “Las magdalenas que me regalaste ayer eran sedosas como tus caricias”
    “Han afeitado los bosques a navaja”
    “"La naturaleza ha hecho inmortal al fiambre""los perros devoran a los inmortales"”
    “Dejemos que el zafiro que con pasión me regalaste, selle las fisuras de este triste desencuentro”
    Encomiable tu dedicación y maestría. Me encantan tus textos.

    M. Venttini:
    Se busca comentador para mis tareas (no me importa si es crítico)… ¡me siento solo!

    Aronbanda:
    “El diablo que me encadena será el encadenado”
    “No consigo respirar, sigue hasta el fondo del mar”
    Genial tu texto. Me gusta. Está claro que esté año has despegado con las tareas ¡estupendo!

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    1. Venttinni, aunque no soy nadie para hacer el comentario, te digo, con tu permiso, no te ciñas literlalmente al motivo q te da Raúl, recrealó. Aronbanda

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    2. Gracias Aronbanda. Tomo nota. "Recreo" qué bonita palabra me recuerda mis andanzas escolares... jejeje. Me recrearé... pero ya para la próxima.
      ¿alguien más se atreve?... esto es un avance. Me siento menos solo.

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    3. Ah... por cierto, ¿cómo que no eres nadie?. Eres una escritora creativa de las conchas. Y eso querida Aronbanda es mucho... no, MUCHÍSIMO. Gracias otra vez (ya sabes mi condición de "gracioso")

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  2. Oscar:
    “Decenas de curiosos contemplaban el cuerpo de un hombre que se precipitó desde su casa, desde el noveno piso”.
    Mucha curiosidad, demasiada curiosidad… ¡es curioso! Muy bien Oscar por atreverte con la tarea.

    Lourdes:
    “El psicólogo (testigo de lo ocurrido) no paraba de tocar la media de seda que tanto olía a loción de afeitar, era lo único que le quedaba de él.”
    Debía ser fetichista y terminaba de afeitarse…
    Muy bien Lourdes. Me gustan tus apreciaciones.


    Iria:
    “Fue un final feliz”…
    Bien está lo que bien acaba… bien Iria.

    Tina:
    “Hacer foto de calle era lo que realmente le fascinaba, el gesto de las prisas en los desconocidos, la huella de la inseguridad, las cicatrices que marcan el paso del tiempo.”
    Tienes razón son muchas las cicatrices que marcan el tiempo… hay que aprender a curarlas y mirar adelante, aunque a veces solo quede como lecho el duro y frío asfalto… y una fotografía. Tina, como siempre, muy bien.

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  3. Antonia:
    “El forense ha certificado que el cuerpo se extravió en la reconstrucción del relato y achaca la culpa de la desaparición al proxeneta que se fugó con una identidad falsa y no aparece hasta el final.”
    Tal vez resucitó. Esta vida guarda sorpresas increíbles.
    Muy bien Antonia, fiel a tu cita con este blog. Me encanta.

    Toñi:
    “Me he enamorado y he decidido abandonar para siempre esta vida. Creo haber saldado ya la deuda que me ataba a ti, así que no me busques más.”
    No le debió quedar bien claro el: “así que no me busques más.” Los buscó y los mató.
    Muy correcto tu texto, Toñi.

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