Pliegos de descargo


La sesión del lunes, día 19 de febrero, la dedicamos a la literatura como defensa propia. El título de esta nueva propuesta fue "Pliegos de descargo". Con ello quisimos señalar los numerosos textos donde se cruzan el lenguaje literario con los lenguajes administrativos, económicos y jurídicos.
El poeta Juan Carlos Mestre señala que “la poesía es un acto de legítima defensa contra la soberbia obstinación del poder para mentir”. La poesía en particular y la literatura, en general, nos ayudan a conformar un universo de palabras con las que explicar el mundo -nuestro mundo- y defendernos de él, ya sea en la realidad o en la ficción.
Si yo trabajase en la administración agradecería un buen pliego de descargo en el que pudiéramos demostrar el potencial de las palabras, ya sea en el terreno de la ironía o en el terreno de lo poético. ¿Un pliego de descargo en forma de soneto? ¿Y por qué no?
El lenguaje administrativo ha sido empleado por muchos grandes escritores para mezclarlo con su propia literatura. Hay que escribir en defensa propia pero también “hay que leer en defensa propia”, como señala Rafael Reig en una entrevista reciente. Así que tomemos ejemplo.
Acompañamos esta introducción con un chiste gráfico de Forges que incluímos aquí como homenaje:




Si alguien tiene la certeza de que realmente existe es porque no conoce el poema de Mario Benedetti titulado "Certificado de existencia":

Ah ¿quién me salvara de existir?
Fernando Pessoa

Dijo el fulano presuntuoso /
hoy en el consulado
obtuve el habitual
certificado de existencia

consta aquí que estoy vivo
de manera que basta de calumnias

este papel soberbio / irrefutable
atestigua que existo

si me enfrento al espejo
y mi rostro no está
aguantaré sereno
despejado

¿no llevo acaso en la cartera
mi recién adquirido
mi flamante
certificado de existencia?

vivir / después de todo
no es tan fundamental
lo importante es que alguien
debidamente autorizado
certifique que uno
probadamente existe

cuando abro el diario y leo
mi propia necrológica
me apena que no sepan
que estoy en condiciones
de mostrar dondequiera
y a quien sea
un vigente prolijo y minucioso
certificado de existencia

existo
luego pienso

¿cuántos zutanos andan por la calle
creyendo que están vivos
cuando en rigor carecen del genuino
irremplazable
soberano
certificado de existencia?

La fórmula de la instancia ha sido empleada en ocasiones en el terreno literario. Veamos dos ejemplos. El primero de los textos, titulado "Poema instancia" es de Gloria Bosch. Aquí esta fórmula administrativa incursiona en el terreno del amor. El otro texto cuyo título es "Instancia" lo firma Gabriel Celaya, uno de los grandes poetas sociales de este país:

Esta noche, entre todos los normales, 
e invito a cruzar el puente.
Cristina Peri Rossi

Me dirijo a ti, por la presente
si tienes a bien adjudicarme
una noche cualquiera para besarte
a la luz de la luna o entre tinieblas
entre mis sábanas o entre tus piernas.
Siendo consciente de que mi premura
es incompatible con tu escasez de tiempo
efectúo las gestiones oportunas
a fin de que no caduque mi deseo.
Esperando cumplir los requisitos
establecidos a tal efecto
curso esta petición con carácter urgente
y adjunto documentación en forma de verso.
En Barcelona, a una hora cualquiera 
y en un día impreciso del mes de noviembre
firmo la presente instancia desde mi cama
acechando la puerta con obsesiva mirada.

* * *

Etceterísimo Señor: 
Yo, Gabriel Celaya, aspirante a poeta, 

que pase lo que pase siempre estoy donde estoy, 
visto su tal y cual del tantos y adelante, 
le digo a usted que no. 

Confieso que he clamado mi verdad hasta en verso, 
mas también Don Quijote dijo: «Yo soy quien soy», 
y al ser era un «nosotros», y al decir, se cumplía, 
y al hacernos, se hacía, como en él me hago yo. 
Soy sin remedio español. 

Soy humilde, soy digno, las dos cosas a la vez. 
Soy como el pueblo, invencible. 
Suplico en consecuencia, Señor, que no me acuse 
si aún hace tanto ruido mi viejo corazón. 
Esa explosión que le asusta, sólo es un grito de amor. 

Dios le coja confesado. Yo ya di el «sanscacabó»; 
mas, por si acaso, aún disparo mi sagrada indignación. 
Fecho y firmo en tierra vasca con la sangre de Unamuno, 
con lo uno que es lo humano de un unánime clamor, 
y suplico a Vuestra Eso: ¡déjeme ser español!

Gloria Fuertes emplea la fórmula de la carta en muchos de sus poemas, como en esta misiva que envía "Al Señor Ministro":

Señor Ministro de la Vivienda:
También desconocéis
los problemas de las familias del cuarto mundo,
(digo cuarto mundo
porque toda la familia vive en un cuarto).
En una sola habitación
-dormitorio, cocina y comedor-
(sin retrete, luz ni agua).
En la cama
el matrimonio y los abuelos,
los nietos duermen en el suelo.
Tome nota de mi anhelo.
Ruego a su Excelencia.

Incluímos aquí una curiosa factura que un carpintero-fontanero le presenta a la señora marquesa.


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Propuesta de escritura

La propuesta de esta sesión fue doble:

1. Escribe un poema o un relato con el lenguaje propio de la “instancia” o un “certificado” en el que haces constar que algo o alguien existe. También puedes escribir una carta comercial con tono literario o una misiva dirigida a algún particular o alguna institución curiosa.
2. Escribe un pliego de descargo en el que alegarás de forma convincente, divertida y con un toque de literatura los motivos por los que entiendes que deben condonarte la deuda que te exigen por la circunstancia que te haya tocado en suerte. 


Y estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:


A QUIEN PROCEDA


Sr. Alcalde o concejal de Movilidad o a quien proceda:

Soy un humilde ciudadano, cumplidor de normas y leyes, del que su querido ayuntamiento nunca se acuerda y mira por cuanto, justo el día de mi cumpleaños, recibo carta suya.
Para aumentar mi sorpresa, me notifican una multa por estacionamiento delante de su querida casa.

Reflexiono y me pregunto:

¿Cómo es posible que por aparcar 5 minutos en espacio para autorizados me pongan una sanción mayor que mi sueldo de una semana?
¿Cómo es posible que por estacionar en la casa de todos, es decir también la mía, se me castigue de forma tan brutal?
¿Cómo es posible que dejar el coche el tiempo justo para mi padre prostático evacuase tenga semejante castigo?
¿Cómo es posible que ese espacio sólo pueda ser utilizado por políticos de visita, de compadreo?
¿Cómo es posible que tenga esas ansias recaudatorias?

Reconozco que aparqué pensando, que como vecino, estaría autorizado para hacerlo en caso de emergencia. Reconozco que no había tiempo para colocar una simple nota.
Han de ser los ayuntamientos más humanos, menos recaudación y más consideración.
Muchas promesas en campaña, vamos a abrir los ayuntamientos al pueblo, aparcas cinco minutos por una causa noble y ¡zas! Te la meten atravesada.

Suplico a sus señorías que tengan en cuenta mi reclamación -adjunto fotos en el baño municipal y certificado médico del estado de la próstata- anulando la denuncia de una infracción a todas luces injusta.

NOTA: Le envío la reclamación en formato Word, PDF, por e-mail, por fax, en prosa y por último resumida en verso para que le sea más fácil anular.

Apenas quedaban
cinco minutos para llegar,
pero la próstata no podía esperar
en una persona de mucha edad.
Veo un sitio para aparcar
es la casa consistorial,
solo autorizados dice un cartel
necesitados pienso también.
Estaciono, bajamos como podemos
al baño apurados llegamos,
la urgencia se resolvió genial.
Pasada una semana
un regalo me llegó
que al no ser de mi agrado
presento ahora reclamación.
Espero que su señoría
tenga en cuenta mi alegación,
la próstata no entiende de prohibición
cuando soporta gran presión.
Un saludo cordial.

Antonio Castaño Moreno
Grupo A


INSTANDO AL CIELO
(O instancia a S.D. -Su Divinidad, léase Dios mismo)

Eva Mujer Primigenia, con DNI nº cero millones cerocientos cerocuenta ceromil cerocientos cerorenta cero cero, con domicilio en la Calle Paciencia Infinita, nº Pi de Paraíso Perdido (AntesDeHallado- también llamado Tierra);

EXPONE:

- Que, el sexto día de la semana que V.D. decidió ( dando por terminado su tiempo de asuntos propios), dedicarse a crear el mundo tras haberse empleado a fondo los cinco días anteriores fundando cielos y tierra; dando a luz a la luz y separándola de las tinieblas, poniendo el nombre de día a la claridad y a la oscuridad el de noche; dando origen al firmamento al que tuvo a bien llamar Cielo y apartarlo de las aguas superiores e inferiores; absorbiendo una parte del líquido elemento para dejar al descubierto una parte seca, Tierra (llena de hierba, árboles y frutas) rodeada de lo que V.D. dio en llamar mares; alumbrando lo seco y lo húmedo con una gran farola diurna que, tras barajar muchos nombres tuvo a bien llamar Sol y, una más tenue y pequeña bombilla nocturna a la que decidió poner el nombre de Luna y acompañar a ésta con un número infinito de lamparitas menores, también llamadas estrellas; luego de enfrascarse en dar forma y vida a peces, animales terrestres y aves que poblaran mares, corretearan por la tierra seca y surcaran los cielos disfrutando de tales maravillas; pensó que debía tener una representación digna en la Tierra que tuviera dominio y se hiciera cargo de su obra la cual, consideró, dada su belleza, que V. D. debía contemplar y admirar desde su escaño en el Cielo.

- Que, llegado a esta conclusión, al finalizar el almuerzo del día sexto, se puso V.D. a jugar con arcilla y agua y así se le ocurrió dar forma a Adán, ese primer hombre que lleva milenios jactándose de estar hecho a su imagen y semejanza porque, según dice, fue a él y a nadie más que a él a quien V.D. sopló para darle vida y a quien colocó similar en genio y figura en primer lugar en Paraíso, mientras le encomendaba el ciudado de tan armonioso jardín.

- Que, ese mismo día V.D. también otorgó a Adán el dominio sobre cuantos seres habitaban tierra, mar y aire y, que ambos se entretuvieron un rato dándoles nombres para poderlos distinguir.

- Que, como notó V.D. que a Adán la compañía de tales seres no le desgradaba, pero se le hacía poco amena y, habiéndose percatado asimismo de que en cualquiera de las especies animales, todo macho tenía hembra y que se le hacía muy cansado cuidar sin ayuda la “granja”; previendo V.D. que pudiera entrar en depresión; le hizo caer en un profundo sueño para que no notara que le iba a sustraer una de sus costillas -la arcilla se había terminado-, con el fin de fabricar con ella a la primera mujer: Eva, o sea, una servidora.

- Que, Adán recibió el regalo con gran regocijo al saber que ese ser ( o sea yo) era “carne de su carne”, sin reparar que también o más bien era “hueso de sus huesos” y ambos, fuimos dejados en el Edén para que de él disfrutáramos, con la única prohibición de no comer el fruto del Árbol de la ciencia del bien y del mal, que más tarde descubrimos que era un manzano.

- Que estando una tarde, desnudos como siempre, sin reparar en ello y tranquilamente tumbados ambos a la sombra de dicho árbol, como podríamos haberlo estado debajo de cualquier otro -aunque ello ahora da que pensar-; uno de los frutos del mismo cayó y le dio de lleno en la boca que, en ese instante tenía abierta por estar entonando un cántico de alabanza a V.D.

- Que, por la sorpresa, mordió la fruta sin darse cuenta de que era la prohibida y como le gustó tanto su sabor, quiso compartirla con si compañero Adán, el cual no puso reparo alguno a la degustación.

- Que, si bien pudo después ver una serpiente con un rictus raro enroscada en una de las ramas del árbol, no fue ella quien la incitó a comer la fruta aunque no pueda asegurar si fue su movimiento sinuoso o la fuerza que, gracias a ese tal Newton, hoy sabemos que se llama “de la gravedad”; la que hizo caerse de madura a la manzana.

- Que, si bien tanto Adán como ella fueron, por tal pecado, expulsados de Paraíso y deportados a Paraíso Perdido; aunque a él le condenó V.D. a labrar la tierra y ganarse el pan con el sudor de su frente, y a ambos nos impuso la labor de multiplicarnos y llenar la Tierra; esta humilde servidora considera que si condena fue desproporcionadamente mayor ya que, además de los sudorosos trabajos, V.D. la obsequió con fuertes dolores en los partos –sin paliativos anestésicos epidurales- y la convirtió, durante milenios en su sierva y no en su igual. (No voy a entrar en detalles sobre escenas domésticas de arrastre hacia la caverna y otras escenas románticas :D )...

Que, habiéndose tomado V.D. muy en serio el descanso del séptimo día y, habiendo blindado la entrada del Edén con ese ejército de querubines que no dejan pasar a nadie para que nadie le moleste; sospecho que debido a esa sempiterna y descansada reclusión celestial que mantiene, V.D. puede estar pasando por alto cuanto tiempo ha transcurrido desde que creó el Universo y por ende la Tierra y todo lo que, desde que nos expulsó del Paraíso, ha acontecido por aquí.

Que, son muchas las penurias por las que ha pasado esta humilde mujer durante milenios como servidora de Adán y madre de todos sus hijos –millones ahora- y que, habida cuenta de que ha cumplido a la perfección durante tantos años con el imperativo de llenar la tierra y sudar tanto y más que Adán en su batalla por merecer la vida, no quisiera terminar sus días discriminada con respecto a él.

Que, incluso Adán se ha vuelto ahora más sensible y está más de acuerdo con sus demandas, no sé bien si porque le va tomando cariño tras los años de convivencia, o por no escuchar sus lamentos –lo que ahora es irrelevante. No obstante, el otro día le oyó decirse por lo bajini que, igual V.D. sacó a la mujer de una de sus costillas flotantes, y que de la misma forma que él no nota la falta de tal costilla; la costilla quizá pueda también vivir por su cuenta sin echarle mucho de menos e, incluso llegó a cuestionar la veracidad de esta historia que, se decía, en realidad nunca se la había oído contar a V.D. (esto último, me consta, le gustaría en cierta medida; pero sospecho que a veces le asusta).

Que, ambos, Adán y una misma, pensamos que V.D. en su infinita sabiduría y misericordia, debería tener esto último en cuenta y perdonarle a él también por aquel inocente mordisquito a la manzana; si no quiere tener eternamente que oir mis persistentes lamentos. Que terrenal es una, pero cansina, dice Adán, que también. Y puesta en la eternidad, podría serlo eternamente sentada en cualquiera de los otros escaños reservados a la corte divina. (¡Qué cosas tiene Adán!- no se lo tenga V.D. en cuenta que hasta quien suscribe se lo perdona 😁 )

Es por todo lo anteriormente expuesto que,

SOLICITA

Se arbitren las medidas necesarias a fin de ser tenida y tratada como igual a Adán y los de su género en la Tierra, pues habiéndose éste y los suyos convertido a veces en poetas y habiéndonos a las mías y a mí misma, pegado –dicen que dijo en su día uno de ellos- el dicho ataque de poesía; ha llegado a componer poema declarativo en el que hace constar que se tiene por desquitado del mal que pensó le había hecho, dándole a probar la manzana.
(Se adjunta tal declaración firmada, por triplicado ejemplar).

En Paraíso Perdido, a 22 de febrero de 2018.


Fdo. : Eva Mujer Primigenia

A SU DIVINIDAD, DIOS MISMO EN LA CORTE CELESTIAL.

Mercedes González
Grupo A


Si no me la quitan, al menos mereció la pena.

Muy señor mio:

A V.I. con el debido respeto u consideración EXPONE:

Servidor se encontraba conduciendo plácidamente por la Avenida de Mirat, cuando de repente, me pareció ver a una antigua novia con la que no había quedado muy bien que digamos. Entonces me dije, mira tu por donde tengo la oportunidad de aclarar aquella situación, aquella escapada, aquella desaparición que me ha dejado un regusto amargo durante años. Adelanté un poco, subí el coche en la acera y aparqué; eso si dejando las cuatro luces intermitentes, para dar a entender que era una situación de emergencia y que iba a durar poco. Salgo del coche, me hago el encontradizo con la susodicha, y veo que me sonríe. Acabamos tomando un café en un bar cercano, le aclaré toda la situación, quedamos como amigos y volví todo contentito al coche.

Al llegar encuentro en el limpiaparabrisas la consiguiente multa.

Por consiguiente RUEGO a V.I. se digne quitarme la multa, ya que la tardanza está justificada debido a que suturar una vieja herida sentimental, requiere cierto tiempo.

Post-data: además si me quita la multa me evitaría dar explicaciones a otra persona con lo que V.I. mata dos pájaros ( sentimentales) de un tiro.

José Luis Juan Fonseca
Grupo A


A quien corresponda

D. Luciano Sánchez Bellido, natural de Cantalapiedra, provincia de Salamanca, mayor de edad, con DNI 07777666 – R,

EXPONE:

Que el pasado día 4 de febrero de 2018, domingo, a las 11,45 h. de la mañana se me realizó un control de alcoholemia por parte de una patrulla motorizada de la Guardia Civil correspondiente a la Comandancia de Peñaranda de Bracamonte.

Que ese control tuvo un resultado positivo, motivo por el cual se inmovilizó mi vehículo y se me impuso una multa de 500 euros, así como la retirada de dos puntos de mi carnet de conducir.

Que esa inmovilización del vehículo supuso un grave trastorno tanto a mi humilde persona como a la población al completo de tres localidades de nuestra provincia que esa mañana esperaban contar con mi presencia; asimismo se perjudicó a la familia de un difunto – Dios lo tenga en su Gloria –, a la que no pude asistir en tan doloroso trance.

Que la tasa de alcohol registrada es causa directa de mi ejercicio profesional, dado que es imprescindible que en cada una de mis actuaciones ingiera una cantidad moderada de alcohol, sustancia esta que no puede – bajo ningún caso – ser sustituida por otra sin alcohol o de menor graduación.

Que, además, esa bebida ha de ser ingerida en ayunas, esto es, sin haber tomado previamente ningún tipo de alimentación sólida que pudiera llevar a mitigar los efectos supuestamente nocivos de la libación, más allá del Cuerpo de Nuestro Señor al que no hay que pedirle más milagros de los estrictamente necesarios.

Que la tasa de alcohol en aire expirado que superó los límites marcados es responsabilidad directa de las autoridades legislativas y ejecutivas que han fomentado un tipo de organización del territorio con multitud de pequeñas poblaciones dispersas en el entorno.

Que, además, esas autoridades no han afrontado de manera eficaz el problema del envejecimiento de la población y de la falta de natalidad, cuestiones – ambas- que repercuten directamente en la falta de personas dispuestas a comprometerse en las tareas que realiza mi humilde persona a mayor gloria de Dios.

Que esa falta de personas hace que los sábados y, muy especialmente, los domingos tenga que realizar desde primera hora de la mañana múltiples salidas con la correspondiente ingesta de alcohol.

Que esas salidas son siempre en beneficio del bienestar y salud espiritual de la población, así como de su consuelo emocional y su reconciliación con Dios, Nuestro Señor.

Todo lo anterior es por lo que SOLICITA:

Que sea revocada la multa económica impuesta, así como la retirada de puntos del carnet de conducir, dado que la ingesta de alcohol se encuadra en una situación de Deber Inexcusable que este siervo de Dios debe realizar.

Que se articule une reforma de la legislación vigente por la que se autorice a religiosos y sacerdotes de la Santa Madre Iglesia a ingerir el vino en la eucaristía – recuerdo de la Última Cena de Nuestro Señor- sin temor a ser sancionados por ello; lo cual, además, evitaría posibles demandas al Estado por actuaciones de éste contra la libertad religiosa.

Y para que así conste, firmo la presente en Salamanca a 22 de febrero de 2018, festividad de la Cátedra de San Pedro.

Javier Portilla
Grupo A


La multa

Declaro la hermosura de la agente
culpable de mi grave error vial,
prohibida dirección no vi señal
a su rostro mirando dulcemente.

Elogio de su pecho celestial
para ella fue piropo impertinente
y agravó la sanción, tan inclemente,
por mi leve exabrupto gutural. 

En un anexo va el justificante
de mi prisión de amor, severo zulo,
es pena que ya cumple el declarante.

Solicito, sin otro disimulo,
que me quiten la multa, tan campante,
y licencia, para tocarle el culo.

Ignacio Aparicio Pérez-Lucas
Grupo A


Cómo Lázaro quiso asentarse en un libro en el que poder disfrutar de los placeres de la carne.

En la culta y bella ciudad de Salamanca, siendo el día primero de Enero del año del señor de mil quinientos cincuenta y cinco expreso mi deseo de:

Mandar escrito, por parte desta mi humilde persona, a quien en gracia fuera menester el poder cambiar lugar, situación , tiempo y en incluso desdichas, gracias y también desventuras. Solicito, a bien poder ser con cierta premura, se me aleje en un corto espacio de tiempo de clérigos, ciegos y escuderos y asimismo déjeseme beber sin miramientos de las dulces mieles del amor y del placer, en manuscritos de notable calado erótico como bien pudiera ser la hermosa obra del muy honorable don Fernando de Rojas, bien llamada “ tragicomedia de Calixto y Melibea” y hacer de mi un mancebo bien dotado que en buena fe pudiera corresponder a la muy bella hija de Alisa y Pleberio.

Sin más y por la presente agradecido, su humilde servidor Lázaro de Tormes

Poli Rubia
Grupo A


Jefatura Provincial de Tráfico 
PLAZA

En relación con la denuncia formulada, SA123XX1702, y que se ha hecho llegar a mi domicilio, dentro del plazo pertinente y como más procedente sea en derecho, deseo hacer constar:

a) Que, en efecto, servidor circulaba sin casco a bordo de la motocicleta que se referencia, pero que la señora que viajaba a mi espalda (ella con casco) es casualmente mi esposa y que llevamos casados más de veinte años, sin que en ningún momento me haya sentido en la necesidad de proteger mi integridad física hasta el extremo de cubrir mi cabeza con un casco.

b) En cuanto a lo de haber dado positivo en la prueba de alcoholemia, he de referirme de nuevo a lo expuesto en el apartado anterior para manifestar ahora que las cosas no siempre son tan sencillas como se cuentan; siendo así que a veces uno precisa de acudir al alcohol en busca del valor que se precisa para conducir una motocicleta preocupado por atender a las disposiciones de tráfico vigentes y a la vez llevando de paquete a una persona, su mujer para más señas, con las dos manos libres.

Por todo ello ruego el sobreseimiento del expediente y la condonación de la multa, toda vez que afrontar el pago de la misma no haría sino dificultar más aún las relaciones de pareja.

Espero estar haciendo esta exposición a persona casada, ya que en otro caso no se entendería cabalmente lo que expongo. En esa confianza, saludo a usted atentamente.

Fdº: Flavio Amador

Pascual Martín
Grupo B


Carta a los toca pelotas:

A todas aquellas personas que por ignorancia, incompetencia profesional y o personal, una mezcla de todo lo anterior, aderezada de unas gotitas de prejuicios, conscientes o no, que tenéis la fastidiosa habilidad de convertir en difícil lo fácil, poner inconvenientes donde no los hay, poner trabas al acceso a bienes, servicios, derechos, etc , que habláis con toda soltura de lo que desconocéis y queréis convertiros en salvadores sin que nadie os lo pida:

Sabed que esta tarde he completado la actualización de la aplicación toca pelotas Premium y en cuanto detecte vuestra presencia, os lanzara una lluvia de destellos que os dejará paralizados, seguida de una serie infinita de zascas para que tengáis motivos de verdad para hacer lo que mejor sabéis, al menos en mi presencia.

No pongo recibí ni fecha para facilitaros las cosas.

Teresa Sanz
Grupo B


Carta de un perro guía a los perros mascotas que se cr4uza por la ciudad:

Estimados amigos mascotas.

Seguro que os habéis dado cuenta por mi arnés y mi actitud, que yo voy trabajando. Tengo un trabajo de mucha concentración y responsabilidad, sometido a distintas reglas, como todos los trabajos.
Una de ellas es que no puedo pararme a saludar ni a jugar con vosotros en horario laboral, porque me puedo despistar y ya sabéis que mi trabajo es muy importante para mí y para la persona con la que voy. Me han educado para ello y dedico mi vida a esta misión tan apasionante.
Por eso, os pido que le digáis a esos de 2 patas que van con vosotros, que no se empeñen en pararse para que yo os salude, que no se queden plantados delante de mí como si mi amigo y yo fuéramos una aparición y que cuando a mí me digan ¡no! Entiendan que vosotros no os tenéis que acercar. Es que luego todas las broncas me las llevo yo. Con lo mal que lo paso por no poder jugar y saludar y por qué no, contar algún que otro chascarrillo de esta vida perra.
Nos vemos en esos parques habilitados para perros.
Allí me sueltan y me convierto en uno de vosotros por un ratito.
No olvidéis contárselo a los de 2 patas. A ellos les cuesta un poco más entender estas cosas.
Ya sabéis que tenemos mucho que enseñarles.

Muchas gracias amigos.
Feliz vida perra.

Teresa Sanz 
Grupo B


KFO

Me dirijo a las autoridades competentes que quieran leer e intentar comprender mi caso.
Mi falta se basa en la superación del límite de velocidad permitida a la salida del túnel de Oloz en la Carretera de Monteperdido en dirección este, el pasado viernes a las 04:00 horas.
Aunque resulte difícil de creer, llevábamos circulando casi una hora por aquel túnel maldito cuando al fin logramos avistar la famosa luz. A medida que la ruta se iba torciendo, mi ansiedad progresaba poco a poco hacia la sien hasta llevar a mi estado al borde de la enajenación. Mis acompañantes no ayudaban a calmar el cuadro, sino más bien todo lo contrario, chistes al principio pero nervios y palabrotas después. Veía que aquella garganta nunca se abría paso, que habíamos entrado directamente en un círculo paranormal que nos llevaba a pasar varias veces por el mismo sitio; en concreto recordamos el km 326 que está indicado en el pivote con un emoticono diablillo.
Ya podrán imaginarse mi grado de desesperación y la necesidad vital para los cuatro ocupantes de que ese gusano fatídico nos expulsara de una santa vez. Por eso, era imperioso pisar el acelerador a fondo, hasta los 200 km/h, para salir lo más rápido posible de ese mal sueño si no queríamos volvernos todos locos dentro del malogrado vehículo. (Nota de la autora, el coche comenzó a arrojar humo unos pocos kilómetros después de salir del túnel)
A la vista de la agobiante situación que les he relatado, confío en que coincidirán conmigo que la decisión que tomé fue la más acertada por que de haberme decantado por cualquier otra, se podría haber provocado una catástrofe dentro del agujero. Por esto y por el relato de lo que aconteció expresado con más o menos acierto, les imploro me sean retirados los cargos de los que se me acusa.

Fdo: KFO

Antonia Oliva
Grupo B


PLIEGO DE DESCARGO IRREVERENTE

SR. ALCALDE:

Salamanca 14 de febrero-2018
El que suscribe Perfecto de Castro Antúnez.
Con D.N.I. 07990828F.
C/ Audacia nº 5 Salamanca.
Teléfono 923 798 339.

EXPONE:

Que mi vehículo-moto marca Harley-Davidson Touring. Modelo Road Glide 2018. Color negro.
Matrícula SA56567. Ha sido denunciado mediante boletín nº 26 con fecha 30 de enero a las 01:30 horas en calle Rua Mayor.

ALEGA:

Que circulaba por la calle Rua Mayor sin casco y debido a ello fui sancionado por un agente de tráfico con 200 euros de multa. Esta es para poner en su conocimiento que dicho casco había sido robado del manillar de mi Harley aquella misma mañana. Y para ser exacto, mientras compraba una barra de pan. Porque yo como, y también trabajo. Pero no para que mi dinero vaya a engrosar el bolsillo municipal. Un poco de vigilancia en las calles por su parte no vendría mal a los sufridos ciudadanos que pagamos sus sueldos.

Por lo que solicito a usted., tenga a bien eximirme del pago de esta infracción y de las otras siete que obran en su poder. De las cuales me llega notificaciones molestas día tras día. Poca cosa: circular por dirección prohibida, dar positivo en alcoholemia, saltarme un semáforo en rojo, estacionamiento en la puerta del ayuntamiento (Plaza Mayor) y otras que no recuerdo. Ya que, como ser humano, no soy perfecto. Me confieso algo despistado, pero muy responsable. Lo que ocurre es que tengo mala suerte.

Saludo a usted atentamente.

Pepita Sánchez
Grupo B


La verdad no siempre es suficiente

En mi ciudad a hoy de este mes del año en curso

Al Excmo. Sr. Ministro del Interior.

Muy Sr. Mío.

A pesar de mis pesares, habiendo agotado todas las vías previas antes de recurrir a esta que me ocupa, pero, eso sí, de conformidad con lo dispuesto en el artículo que usted conoce y dentro del plazo que establece el artículo que se redactó siguiendo sus instrucciones, ambos de la Ley que usted firmó en fecha que bien debería recordar, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, un servidor, abajo firmante, interpone RECURSO contra el acto administrativo que a continuación se indica.

El pasado día treinta de abril recibo notificación de la Dirección General de Tráfico en la que, de manera precisa, detallada y argumentada se me incoa Expediente Sancionador con el fin de determinar la infracción en que hubiera podido incurrir y la aplicación, en su caso, de la sanción que proceda.

La infracción: exceso de velocidad (134kilómetros a la hora ) en la A-99 a la altura del km. 176 en un tramo limitado a 120 kilómetros.

La sanción: TRESCIENTOS (300) EUROS, pudiendo hacerse efectiva durante el plazo de QUINCE DÍAS HÁBILES contados a partir del día siguiente a la notificación del presente pliego de cargos, en cuyo caso se aplicará una reducción del cincuenta por ciento (50%).

Indudablemente, pensé al instante, se trata de un error. Yo aquel día, tengo pruebas que hasta ahora, Sr. Ministro, no he creído conveniente revelar , no cogí mi coche y si me desplacé (y sí es cierto que lo hice) fue en transporte público (conservo ticket de autobús aunque desestimé aportarlo como prueba a sabiendas de que lo rechazarían). ¿Qué pruebas aportar y que pudieran desarmar el contenido de aquel acta? Era un error, no había duda, yo no cogí mi coche ese día, pero, en estos casos… ya se sabe: ante la presunción de veracidad por parte de un agente nada puede nuestra presunción de inocencia, diga lo que diga la ley. Y haciendo uso de mi derecho a formular alegaciones, y siempre dentro del plazo de DIEZ (10) DÍAS que se me concedía, aporté la única prueba: mi verdad, la verdad: “Se trata de un error”. Fue todo. Pero aquello no sirvió. Mi pliego de descargo fue desestimado y se me concedió otro nuevo plazo para alegar. Alegué. Aporté la misma prueba, la verdad, y la respuesta fue contundente: desestimada.

Después, más y más intentos más con igual resultado. Es por eso, Sr. Ministro, que, muy a mi pesar, he decidido dirigirme a usted, que a buen seguro me creerá, en un acto de absoluta sinceridad.

Era una mañana radiante de primavera. Una mañana de domingo lento. Nunca olvidaré aquel día, diez de abril, (anote bien este primer dato) cuando, a eso de las diez (tenga en cuenta este segundo dato), la musiquilla de mi teléfono móvil interrumpió mi navegar por internet. El nombre en la pantalla me sorprendió; deslicé mi dedo índice hacia el icono del teléfono color verde, aproximé mi oído al terminal, escuché durante unos segundos una voz al otro lado, colgué, me quité las zapatillas de andar por casa, me calcé los zapatos, me puse una cazadora por si la temperatura a esa hora temprana pudiera sorprenderme y salí de casa ansioso por llegar.

Eran las 10:45 (tercer dato, por favor, Sr. Ministro) cuando llamé al interfono. Al no obtener respuesta, insistí. Al poco, preguntó. Yo contesté. Escuché el sonido que me invitaba a empujar la puerta, tomé el ascensor (7º D) y toqué el timbre. Allí me esperaba ella. Radiante, bellísima, distinguida. “Tardaste en abrirme” –comenté-. “Hablaba por teléfono” –me dijo-.

Me besó, la besé y, de la mano (no era la primera vez y la naturalidad es lo que tiene), avanzamos lentos hasta el salón. Un salón del que siempre me ha llamado la atención (vuelva a tenerlo en cuenta, Sr. Ministro) ese cuadro enorme, esa naturaleza muerta que cubre casi la pared entera donde está la chimenea.

Le pregunté con quién hablaba. “Era mi marido” –me dijo- “Ha quedado con unos compañeros de partido; es lo que tiene la política. Comerán juntos. Volverá a eso de las siete.”

Me tranquilicé. Teníamos tiempo; no como otras veces en las que las prisas eran las protagonistas del encuentro. No obstante, la pasión que nos embargaba hizo que de los besos en aquel sofá de cuero negro cubierto de cojines estampados color gris claro (es un dato más, Sr. Ministro) pasáramos a los abrazos y de los abrazos a las caricias externas y de las caricias externas a las internas entre su ropa interior y su piel, y de las caricias internas a la búsqueda ardiente de los sexos, el suyo humedecido, el mío enhiesto. Y en este trance de apasionamiento y excitación, su teléfono sonó (serían poco más de las 11:15 por si le sirve de algo, Sr. Ministro) pero ella no lo cogió. Un minuto después, el sonido inconfundible de un Whatsapp y un mensaje que me enseña: “Te llamo y no contestas. Llego en quince minutos. Te quiero”.

Cogí rápido (puede imaginárselo, Sr. Ministro) la ropa que yacía desperdigada por el suelo, me vestí sin el menor esmero y salí a trompicones hasta llegar al ascensor. Allí coincidí con el vecino del 7º C : cincuenta años más o menos, pelo tendente a la canosidad, barba muy cuidada y de altura media (es importante que tenga en cuenta estas curiosidades, Sr. Ministro, como dato en mi defensa).

Llegué a casa como quien llega sin el deber cumplido o las ganas insatisfechas (a veces pienso que es lo mismo). Me recosté en el sofá. Comí sin apetito y dejé que pasara el tiempo aún con el sabor de aquel encuentro roto, a medias de un placer que no podía quitarme de la cabeza por cuánto me hubiera gustado consumar.

Todo eso ocurrió el pasado tres de mayo, Sr. Ministro. No hace falta, creo, que aporte más pruebas en mi defensa. Todo lo que he dicho debería resultarle, cuanto menos, familiar, cercano, íntimo. No obstante, y por si fuera necesario, como documentos que confirman fehacientemente lo que digo, adjunto lo siguiente:

1.- Trocito de tela negra con bordado haciendo dibujo de corazón correspondiente a sujetador usado

2.- Retazo de tela igualmente de color negro, sin incrustaciones en este caso, perteneciente a braguitas con olor…(seguro que usted, Sr. Ministro, sabe a qué tipo de olor concreto me refiero)

3.- Tres centímetros de vello púbico, tonalidad rubia perteneciente a una mata del mismo color y ensortijada.

Yo quise aportar la verdad como única prueba, Sr. Ministro, y, al parecer, no ha sido suficiente. Es por ello que, en virtud de lo expuesto,

SOLICITO se sirva admitir este escrito, dar por finalizado este periplo de cajón en cajón, de mesa en mesa, de despacho en despacho y, habida cuenta de los motivos contenidos en el mismo, acuerde sobreseer el expediente sancionador antes de que decida airear algo que considero, Sr. Ministro, y con el debido respeto, muy poco de su agrado.

Lo que firmo en la fecha y lugar arriba indicados.

José Manuel Romero
Grupo A


Jefe del Servicio recaudatorio de TRAFICO

Atentamente me dirijo a Usted para comunicarle el motivo de esta carta.

El dia 22 de FEBRERO iba conduciendo y a las 24 horas me paro una pareja de motoristas. En principio me alegré y vi una posible ayuda rápida y eficaz, pero ,enseguida comprobé ¡qué ingenuidad la mía. ¡Me paraban para SANCIONARME Iba hablando por teléfono, sí, y sé que es un motivo para sancionarme, pero ahora SOLICITO, de usted, valore y trate de entender porque iba hablando con el móvil.

Yo regresaba tranquilamente a mi casa y el móvil llamaba y llamaba, pensé que a esas horas seria algo de verdadera necesidad, mi teléfono no suele sonar después de las 22 horas, tanta insistencia, ¡No pude resistir y cogi el móvil.

Era una verdadera urgencia. He trabajado en el teléfono de la ESPERANZA en LEÓN y no sé si sabrá que es un Servicio que han dejado de prestar atención.La persona que me llamaba, estaba amenazada por su marido, que aún teniendo una (orden de alejamiento) se había acercado a su domicilio, una Casa Rural en un entorno paradisiaco, pero solitario, su vecino más cercano se encuentra a 2 KM. Ella había llamado al teléfono de ayuda que siempre desde años utilizaba, Habían transcurrido 2 horas y no había acudido nadie, y el SUSODICHO, marido, seguía porreando su puerta cada vez más agresivo, y ella imaginaba que también más borracho.ERA una costumbre habitual.
Al no tener la ayuda que había demandado, recordó mi teléfono, de cuando era atendida en el TELÉFONO DE LA ESPERANZA, y por eso me llamaba con insistencia,para que ¨¨por favor yo la ayudara.¨¨

Esto fue lo que les conté a la pareja que me paro, y que por favor hicieran ellos una llamada de EMERGENCIA a través de su emisora. También me atreví a sugerirles si podían ellos personarse por el lugar de la mujer amenazada, algo que consideraron en todo momento inoportuno e improcedente. Lo que si consideraron procedente fué ponerme la correspondiente SANCIÖN a la infracción por hablar con el móvil.

Intranquila después de tanto acontecimiento, decidí acercarme yo por la Casa Rural,y el espectaculo que me encontre fue aterrador, EL SUSODICHO marido había provocado un incendio y la casa estaba en llamas Ya solo pude avisar a los BOMBEROS.
Agradezco la lectura de esta notificación, y me sea revocada la SANCIÓN.

Atentamente .Esperanza Siempre

Josefa Agustín
Grupo B


CONDUCIR SIN CASCO

Con mi moto de colores
me voy a sitios cercanos,
la aparco muy fácilmente
para ir a cualquier lado.

Un día, en la carretera,
un guardia civil me para,
me multa por ir sin casco,
cien euros es la bobada.

Le digo que lo olvidé
al contemplar las estrellas,
me contesta que es excusa
para no pagar la deuda.

Yo le pido mil perdones
por la infracción cometida.
le invito a comer un día
y la multa me la achica.

El guardia mira dudoso
y me dice que lo haría,
pero la norma no es esa
su gente le culparía.

Yo le contesto enfadada
que actúa con cobardía,
pero aceptaré la multa
y adiós a la policía.

Sofía Montero
Grupo B


A quien corresponda

El que suscribe, mayor de edad,
Aunque niño en sentimientos,
Te hago saber que:
Ayuno del eco de tu voz
Estoy hambriento de tu sola presencia
Y de cuando eran míos tus momentos
Que mi alma se ha quedado al descubierto
Al no poder reflejarme ya en tus ojos.
Hoy solo tu recuerdo me acompaña,
Para dar luz a las perdidas horas,
En las que ya no se esparcen,
tu perfume y el aroma de tu cuerpo por mi alcoba.

POR TODO ELLO:

Te PIDO por el presente escrito,
¡¡Volvámonos a emborrachar
De la ilusión primera!!,
Que pudimos mantener en la distancia
Y me llevo a soñar contigo una quimera
Y como ha tanto tiempo que te evito
Para ver si cede esta pasión
Y no lo evito,
Ya de tanto evitarte, estoy ahíto
Gracia que espero obtener de Vd,
Cuyo cuerpo Dios conserve tan bonito
Y por la documental adjunta
A las pruebas me remito.

Carlos García Riesco
Grupo A



Tratando de convencer a un policía para que no me ponga la multa correspondiente por no llevar casco.

Mire señor agente que uno es muy cuidadoso con estas cosas de la seguridad y más cuando uno se juega la vida a cada momento. Y, no, no le miento si le digo que el casco está debajo del sillín. ¿Quiere verlo?. No, no es ningún capricho ni ninguna excentricidad. Lo he llevado puesto hasta hace unos pocos minutos, pero ahora no me entra en la cabeza. Mi mujer debe habérmela jugado otra vez. Apiádese señor agente... No puede ser que después de cornudo, apaleado.

Ismael Marcos
Grupo B


Control de alcohol

Por la noche al terminar de tomar unas copas con los amigos cojo las llaves del coche para irme a casa.
Al salir del bar me dirijo hasta donde está ubicado mi coche, cojo las llaves para intentar abrirlo, intento meter las llaves, como no lo consigo me dirijo hasta un bar cercano.

-Disculpe, ¿sería tan amable de darme un paracetamol para el dolor de cabeza?
-Espere un momento que voy a buscarlo… Aquí tiene, un vaso de agua con el paracetamol para que pueda tomárselo.
-Por favor, tutéeme, muchas gracias por su amabilidad.

Al cabo de unos minutos salgo del bar para dirigirme hasta dónde está mi coche. Cojo las llaves para abrir, consigo entrar, dentro del coche me pongo el cinturón, al terminar de ponerme el cinturón meto las llaves para encender el motor.
Arranco el coche y acelero hasta alcanzar los ciento veinte kilómetros por hora. Antes de llegar al semáforo se me acerca un policía y bajo el cristal

-Buenas noches, ¿quería decirme usted algo?
-Llevo un rato observándolo y va ciento veinte kilómetros por hora. ¿Ha bebido usted?
-No he bebido.
-¿Me permite su carné de conducir?
-Aquí lo tiene.
-Vamos a hacerle la prueba de alcoholemia.

El policía me dice los resultados de la prueba. Da positivo, así que le vamos aponer una multa de mil euros y quitarle seis puntos del carné.

-Disculpe, podía quitarme por favor la multa. Estoy en paro, no tengo para pagar ese dinero es la primera vez que conduzco con efectos del alcohol.

El policía me dice:

-Está bien, se lo quito si me promete usted que no lo va a volverlo a hacer.
-Se lo prometo, muchas gracias.

David Álvarez Sánchez
Grupo B

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