Mujer de verso en pecho

Este año estamos de fiesta, que no de siesta, y la razón es no es otra que esta: los cien años del nacimiento de Gloria Fuertes. Qué suerte.
Quienes hemos crecido con sus poemas le debemos mucho. Por eso desde el Taller de Escritura Creativa de la "Casa de las Conchas" nos sumamos a las celebraciones con unos textos de homenaje.



Échale un ojo a este hermoso documental sobre Gloria Fuertes. Así la conocerás con más detalle.
¿Sabes que José Hierro le dedicó un poema? Aquí lo tienes:

Hablo con Gloria Fuertes frente
al Washington Bridge

Pasea con el luto de viuda de sí misma,
payasa, miliciana,
entre los arces plateados de New Jersey
(o tal vez sean pinos, encinas, jaras y retamas
de Chozas de Sierra... Yo ya no sé).
La navaja del río corta pan y tomate
de la tarde que se evapora.

Don Gil, Jilguero de las calzas verdes,
asado con madera del cajón de la portería,
miraba compasivo
cómo acunan tus brazos esqueléticos,
mientras dan de mamar a la guerra de nunca,
teta arrugada, guerra guerreada,
y todo lo demás.
Y todo blanco y negro. Y desvaído.
Un hombre levantaba su cabeza de ortiga
en el menesteroso anochecer.
Mendigos con fusiles (que yo los vi pasar
porque tú los mirabas).
Y niños muertos que esquivabas para no pisarlos
en la calle de Atocha
(nunca los vi ni quise verlos),
y aquel puente estrechísimo que no es el más con más
de Nueva York, sino de nieve y de cellisca,
(yo lo he visto, y lo veo, y seguiré viéndolo,
con las mujeres de ébano y marfil arrugado,
porque era entonces todo blanco y negro).
Y ahora vuelve sin Filis, cabalgando su cáncer,
¡hasta mañana, Filis!

Más tarde, en tu memoria cristalizaban sombras,
entre los rascacielos de acero y miel:
sombras de mondas de patatas
que has olvidado, pues no quieres morir,
no queremos morir,
y fachadas de catedrales bordadas de palomas,
y que mañana no será otro día,
y otra sombra resbalando sobre una lágrima,
enhebrando una aguja, zurciendo una bufanda
a la sombra de una lenteja.

Esto es lo que Gloria opinaba sobre la poesía:

"Poesía cotidiana deber ser “al pan, pan y al vino, vino” (pero con belleza, que para eso es Poesía). Algo directo, emotivo con gracia. Demostrar que: Cualquier sentimiento, idea, tema, o cosa, tiene poesía. No hay nada antipoético en la vida (a no ser el verbo matar y sus derivados). Cuando la Poesía es clara, viva, jugosa –sin salirse del tiesto–, escrita con emoción y con gracia, es cotidiana y útil como un traje barato de diario. Cuando la poesía es así, llega a los superfinos, a los críticos, a los catedráticos y llega (¡oh milagro!) a la masa –no quiero decir masa–, a la mayoría, sin educación ni cultura, porque para sentir lo poético no hace falta ser bachiller. No es un problema educacional, porque hay cierto tipo de poesía con la que puede llorar o reír un analfabeto –te lo digo por experiencia propia–."

Y dejamos aquí, como botón de muestra, un poema de la escritora:

A veces quiero preguntarte cosas, 
y me intimidas tú con la mirada, 
y retorno al silencio contagiada 
del tímido perfume de tus rosas.

A veces quise no soñar contigo, 
y cuanto más quería más soñaba, 
por tus versos que yo saboreaba, 
tú el rico de poemas, yo el mendigo.

Pero yo no adivino lo que invento, 
y nunca inventaré lo que adivino 
del nombre esclavo de mi pensamiento.

Adivino que no soy tu contento, 
que a veces me recuerdas, imagino, 
y al írtelo a decir mi voz no siento.


Propuesta de escritura

Gloria Fuertes dice en un verso “A veces quiero preguntarte cosas”.
Y yo te pregunto: ¿te animarías a escribir un texto de homenaje a la poeta?

Estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:



Gloria, a veces quiero preguntarte cosas

A veces quiero preguntarte cosas
y abro un libro para llamarte,
como si de una ventana se tratara
con portones y cristales.

Salen tus palabras a mi encuentro,
y me llevan hasta Marte,
si quieres, te cuento un cuento
de comba y de pati, de antes.

Cuando yo era más niña que ahora,
de coletas muy tirantes
conocí a doña Pito Piturra,
una mujer elegante.

Imaginaba que de mayor tendría
como ella, largos guantes,
los labios pintados de rojo
y en la cara dos lunares.

Tus poemas y tus cuentos,
meriendas de pan con chocolate.
Recitando tus poesías,
yo me fui haciendo grande.

Atrás quedan los veranos
de siesta y silencio implacables,
intercalando tus versos
con el calor de la tarde.

Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
mis coletas de niña
siguen tirantes.

Tina Martín Mora
Grupo A


Destino: La Gloria

A/A de Doña Gloria.

Distinguida Sra.:

Sí, me dirijo a Ud. Doña Gloria, “Gloria Nacional”, permítame este atrevimiento. Hoy se me ha presentado esta oportunidad, me han propuesto “escribir un texto de homenaje a la poeta” y, habiéndola conocido un poco, sé que realmente no lo considerará así, ni un atrevimiento ni un homenaje, por eso para mí es un placer hacerlo, me sale del alma.

¿Sabe que hubo un tiempo que me desayunaba, comía y cenaba, con “El hada acaramelada”?, a una de mis hijas le hizo sentirse ese hada, andaba por los cinco o seis años, se preparó su cesta, sus hermanos se aliaron con ella, le ayudaban a hacer cucuruchos que llenaban de papeles de colorines, su barita mágica, su gorro, todos los días desaparecía rápidamente el periódico, hasta el cartel de ¡todo gratis!, ¡todo gratis! ¡A cuántas niñas habrá hecho sentirse hadas, soñar con un mundo donde todo es posible!, ¡a cuántas les entraría la prisa por aprender a leer y así leer sus poesías!, ¡a cuántas se les despertaría el gusto por la poesía! Gracias Doña Gloria.

Y seguiría contándole que en Navidad fuimos a Belén con el camello cojito y…, y…

Pero no, no quiero cansarla, que tiene que estar muy a gustito, muy tranquila ahí, que habrá llegado cansada “del duro bregar” que dijo nuestro Unamuno, ya sólo le diré ¡cuánto me gustaría oír lo que le habrás contado a Dios!, porque ese “Breve diálogo celestial -Dios-.-Tú dirás Gloria-“, se habrá convertido en uno muy largo ¡Cuántas cosas habrá pedido!, aunque Dios no le ha hecho caso en todas. Pero siga, siga dando gloria, ternura, felicidad, ilusión.” Mi nombre me condiciona, / es dar Gloria, / es darme.

¿Puedo enviar un abrazo?, ahí va.

P.D. Seguro que en julio le harán una fiesta, por aquí espero que sí celebremos sus cien años.

Inés Izquierdo
Grupo A


Gloria gloriosa
Gloria sin gloria en tus días,
madrina de los niños gran luna,
confundida por los sin alma,
ardías dentro como un sol que esplende,
sola como sol de cegada luz
para la masa que no lee,
y menos poesía de mujeres;.
Los menos y mejores te aceptaron:
Aleixandre, Hierro,
mas no aparecías en los libros de texto,
de las sagradas facultades de letras.
Tuviste que morir y salir en la T.V.
Y pasó el tiempo,
olvidada igual que tus hermanas
en la belleza;
solo los niños amaban
tus palabras de ida y vuelta,
hacia almas puras.
Pero el sol quema si se sofoca
por esta sociedad de machos tristes,
vives brillante a pesar de ellos
es tu momento, Gloria:
la tan dolorida y sola
como buena y artista.
¡Al fin, Gloria llegaste hasta tu nombre!

Emilia González
Grupo B


Querida Gloria

Querida Gloria: disculpa mi atrevimiento. A decir verdad, no sé muy bien qué tratamiento he de usar contigo. Si bien es cierto que no te conocí personalmente, tus escritos, tu figura, tus palabras tan próximas y campechanas me parecen una invitación a alejarme de incómodos términos protocolarios. Déjame, pues, tutearte, aunque con el debido y obligado respeto, claro está.

Por favor, no me tomes por un chivato. Lo que sigue te lo revelo en la confianza de que siempre quedará entre nosotros. Hoy el profe ha hecho “novillos” y nos ha dejado solos en la clase. Eso no puede estar bien; al menos a mí no me lo consentían. Aunque te cueste creerlo, nos hemos portado correctamente. Hemos hablado, pero no alborotado; nada que ver con el desbarajuste que montábamos cuando el maestro en mi escuela salía a fumar un cigarro. Leímos poemas tuyos y textos de señores importantes referidos a ti. Si hubieras estado te habrías ruborizado un poquito por tanta alabanza hacia tu persona, hacia tu vida y hacia tus escritos. Yo (ya sabes, siempre tengo que dar la nota) traté de embarullar el ambiente y me dio por decir que en muchos de tus poemas para niños más que poeta eras ingeniosa, llena de lógica, decir llano y alma infantil. Sí, reconozco que tienes una forma de expresarte que hasta a mis niñitas chicas, que bien saben que los lobos están en los montes, los pollitos en el corral, los peces en el agua y los barcos en el mar, les encanta que se lo repita. O En mi cara redondita,/ tengo ojos y nariz, /y también una boquita/ para hablar y para reir… ¡De sobra los conocerás!. Es posible que a esta mentalidad mía la educaran para que se devanara con lo complicado, porque en lo complicado, me quisieron hacer ver, se hallaba lo valioso.

Para tu satisfacción todos cuantos hablaron te homenajearon, de forma sincera, sin duda, aunque quizá pretendieron dar por realizados los deberes propuestos por el maestro, que consistía en eso.

Bueno, Gloria, que ellos sí, pero yo no, y ahora tengo que discurrirte frases bonitas y sonoras que no se dejan atrapar, pues has de saber que la inspiración, sin ningún motivo aparente, se me ha enemistado de un tiempo a esta parte. Además, y no lo tomes como pretexto, he de acercarme a visitar a Alba que ya recita de corrido algunos de tus versos, y a Blanca a quien se le ilumina su carita de dos años cuando le leo: la pata desplumada/ como es patosa/ ha metido la pata/cua, cua,cua/ en una poza./ En la poza había un cerdito/ vivito y guarreando… ¿te lo sabes?; pues no sigo. Y no le voy a hacer el feo a Carmen, pobrecita, que abre sus ojos como platos cuando le canturreo: La gallinita/en el gallinero/dice a su amiga/ cuanto te quiero/ Aquí te espero/poniendo un huevo/me dio la tos/ y puse dos/… Por si no bastara, he de revolver entre las estanterías de casa para ver si encuentro un libro en el que una vez leí algo así como… A veces quiero preguntarte cosas/ y me intimidas tú con la mirada/ y retorno al silencio contagiada/ del tímido perfume de tus rosas. …
Disculpa, hoy imposible; otro día será. Y si por circunstancias no se me arreglara plasmártelo en papel, mira en mi interior, que te lo rezaré devotamente.

Un abrazo sincero, y muchas gracias por ayudar a hacer felices a mis niñas, a las niñas, a los niños y también a los mayores.

Evaristo Hernández
Grupo B


Consejos de la madre a G. F.
Si a tu marido quieres hacer feliz,
dale mucho regaliz.

Si quieres adelgazar,
desayuna un verso nada mas.

Si el amor lo ves lejano,
procura buscarlo temprano.

Si tu marido te hace enfadar,
en la comida, ponle mucha sal.

Si quieres tener un marido infeliz,
no le dejes escribir.

Luis Iglesias
Grupo B


Soledades para Gloria

Malos tiempos, amiga,
estos que te recuerdan.

Ya no hay sitio
para infancias, nos las han robado
o – no sé – las hemos perdido.

La maldita muerte
lo llena todo,
empoderada entre dimes y diretes
de dioses, santurrones,
patrioteros y extremistas
que se venden ¿sin saberlo?
al poderoso caballero.

Los pobres siguen siendo pobres,
analfabetos, incultos,
explotados y dominados por la tele de turno.

Y la poesía, ¡ay la poesía!
camina embozada – amiga –
escondiéndose de ser apedreada
por los pragmáticos y biempensantes
del informe y la abreviatura.

Ya no quedan sencillos, amiga.
Todo está lleno de soledades,
sí, soledades, como la tuya,
que buscan y buscan
ojos en los que mirarse y con los que mirar a la luna
y no encuentran más que ira,
ciega y muda.

Tal vez, algún día, la esperanza
recobre vida.

Mientras, nos quedan tus
miedos, tus neuras, tus rimas.

Javier Portilla Serrano
Grupo A


Sonrisa de poeta
Juegos de poeta
pintan pensamientos
de sueño y realidad.

La imagen de su vida
desnuda la palabra
con gracia depurada.

Un canto de inocencia
libera su expresión,
envuelta en sensaciones.

Irónico saber,
pulido entre sus versos,
dialoga con las cosas.

Su muerte despeinada
nos deja dibujado
un cálido fluir
de vuelo hacia la vida.

Sofía Montero 
Grupo B


Homenaje a Gloria Fuertes

Llega el momento de hacerle un reconocimiento a la escritora Gloria Fuertes. Recuerdo que con apenas siete años leía con entusiasmo las poesías que hacía para niños. Si tuviera que elegir un poema escogería "En las noches claras", Lo leí siendo niño con entusiasmo y lo releo ahora de adulto.
Con el paso del tiempo he leído algunos poemas de Gloria Fuertes con el mismo entusiasmo .
A Gloria  le deben ese reconocimiento que se merece y deberían poner una calle en su nombre para recordar su forma de escribir y su amor a la poesía.

David Álvarez
Grupo B


Carta a Gloria Fuertes en su centenario
Querida Gloria:

Tienes cara de abuelita dulce y cariñosa, pero se me antoja imaginarte, ante todo, impropia, que no idealizada y aséptica. Quiero imaginarte como persona de pies a cabeza, humana hasta la médula, con alegrías y penas, fuera de esa aura etérea que le endilgan a lo infantil. Fuiste mujer encorbatada y fumadora, de verso en pecho, de sonrisa desfachatada y voz ronca. Tu ternura era franca, sin plano ni esquema, sin envoltura ni etiqueta.

Cometiste el error, ¿fue un error?, de escribirle a los niños, y tus otros versos se perdieron en el olvido. Los adultos más adultos te enviaron al trastero, con tus rimas y tus sentimientos, a hacerle compañía a las muñecas viejas.

Pasa que muchos, al crecer, meten incluso al niño que fueron en un cajón para no acordarse más de él. Entonces, se pintan en su cabeza un niño que no existe ni nunca existió, incapaz de distinguir el bien del mal o siquiera comprender absolutamente nada. Es todo una falsedad. Los niños entienden, claro que entienden, y algunos con una sensibilidad que en los adultos se ha quedado abotargada. No se dan cuenta de que son ellos, los adultos de madurez en pecho, los que ya no se enteran de la mitad de las cosas. Han perdido el oído para la música, el tacto para sentir el viento y la gratitud para apreciar las historias sencillas. Se quedan esperando magnas revelaciones y la verdad más pura se les pasa por delante como un espectro.

Triste es su caso; hay que apiadarse de ellos.

Sin embargo, también les escribiste a los otros adultos, a los que han dejado el corazón a la intemperie. Sobre ellos cae tu poesía olvidada como lluvia caliente. Un vapor de tierra húmeda los envuelve.

Por eso salgo a la calle sin paraguas y te digo: gracias, Gloria, gracias por todo.

Se despide con cariño,

Otra escritora, impropia a su manera

Ismarie Díaz Flores
Grupo B


Homenaje a Gloria Fuertes
Acrósticos desde el corazón

G loria Fuertes, admirada mujer " de verso en pecho"
L a poesía cotidiana se encumbró en ti
O ¿ quién si no tu, supo hablar de las cosas como tú lo hacías ?
R ompiste moldes, creaste..
I mágenes sorprendentes, sonoridades saltarinas..
A lma de niña en tu grandullona presencia.


F uíste niña de posguerra y eso te marcó..Además,
U na muerte inoportuna, la de tu madre, descolocó tu vida
E ras una adolescente y la necesitabas más que nunca.Y te pusiste a inventar versos
R isas y lágrimas provocas con ellos..
T e fuiste hace unos años y dejaste un hueco irremplazable
E·res única y tu poesía: especial, llena de ternura, de música y de filosofía de vida; por eso 
S iempre permanecerás entre nosotros..¡ Gracias Gloria!

Rosa Celia González
Grupo B


Gloria reencontrada

La verdad ni me acordaba de ti, más allá de algunas desafortunadas imitaciones. Cuando vi tu nombre en la programación del curso me sorprendí; pensé: una boutade de Raúl. Además “Gloria Fuertes para adultos”, si definitivamente nos quiere tomar el pelo y esto enmascara una regresión a nuestra infancia, a la televisión de un globo, dos globos tres globos, a esos juegos a los que es tan aficionado Raúl.
Yo, lector, contumaz y empedernido, desde niño, no te había leído. Me gustaban Salgari, Verne, Defoe, Dickens, Dumas.
Te descubrí como escritora muchos años después cuando leia cuentos a mis hijos para que pudieran dormir y un día tras otro repetía los que había en tu libro “Cuentos para 365 días.”y les narraba las aventuras de tu diccionario estrafalario.
Mis hijos si te conocieron y aprendieron a leer con tus héroes : Calixto el calamar listo, Donosito el oso osado, el ciempiés futbolista y tantos otros, y se olvidaron de mis héroes de mares y países lejanos. Los tuyos los tenían más cerca en su imaginación.
Preparando la clase empiezo a leer cosas sobre ti, sobre tus libros y me va sorprendiendo, niña de los perdedores de la guerra que da clases en una Universidad norteamericana sin haber pasado por la universidad y que además tiene una producción literaria para adultos mucho más notable que para niños. Pienso que esa es la sorpresa de Raúl.
Llego a casa esta tarde y me pongo a leer “ Mujer de verso en pecho “ , uno de tus libros de poesía y poco a poco me va dejando impactado tus poemas con carga social que sería tan necesaria hoy, me golpean tus poemas de amor.
Levanto la vista y veo, en mi librería, un libro de cátedra con similar encuadernación a la del tuyo. Miro su título: . “ Lírica española de hoy” y observo una hoja doblada; abro el libro por esa marca y aparece tu nombre y debajo, subrayado, el título de un poema “CUANDO TE NOMBRAN”
Y los recuerdos se agolpan y las lágrimas pugnan por derramarse y repito con voz entrecortada este poema que empieza así:

Cuando te nombran.
me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira
que media docena de letras digan tanto.

Yo memoricé este poema, yo me enamoré con ese poema; y se lo recite y se lo escribí cientos de veces a la persona amada.
Me acordaba de grandes poetas como Salinas, Neruda, Bécquer….y no me acordaba de ti
Tu te instalaste en mi vida en mayo del 81 y no te concedi importancia; tu eras tú poema quizás eso es lo que verdaderamente pretendías.
Dices en “ Mujer de verso en pecho”:

A qué sagrado desván irá el amor
cuando se nos oxida?

Te he vuelto a encontrar en estos versos , que cierran el círculo de aquellos que aprendí de memoria.
Valga esto como homenaje de un pobre lector a ti GLORIA.

Lucio Gómez
Grupo A


Todos con GloriaInspirado en el poema “Todos contra la contaminación” de Gloria Fuertes

Que tus pensamientos no caigan en el olvido.
Que tu literatura deje imborrable huella.
Que leer tus libros no sea nada aburrido.
Que tus palabras iluminen como una estrella.

(Gloria, hay que leerte en tu aniversario,
celebrar por todo lo alto tu centenario).

Que el tiempo no apague tu voz,
que, por favor, no sea tan atroz.

Que los niños aprendan tus versos,
que de tus poemas no se pongan a dieta,
y, sobre todo, que todos ellos
lean a la poeta.

Toñi Martín del Rey
Grupo A


La isla ignorada

                         Porque ser "Fuertes" no es cosa vana
                                 Ni tiro, ni veneno, ni navajas


En una isla ignorada residen tres reinas magas.

La primera has de saber que además de reina y maga, es por decisión un hada, un hada acaramelada. Como podrás suponer adora la mermelada. Aconseja  beber hilo a sus animales amigos que son todos pues no conoce enemigos. Tiene una cocinita grande por ser chiquita, donde a toque de varita, elabora comidita. Sencillos manjares para extraños paladares. Letrillas que casi siempre "estribilla". Una costumbre rarilla. Es curiosa esta chiquilla, piensa mesa, dice silla  y a tu alrededor despierta una brisa sin hebilla. Es mejor que las cosquillas.  Sabe uno y mil cuentos de risa, de esos que receta el doctor con un caramelo o dos.

La segunda es una oca y está terriblemente loca. Afirma ser un poemario. Un poemario sin breviario. A veces, para entender su raro vocabulario, no te queda mas remedio que acudir al diccionario: el diccionario estrafalario que custodia Don Hilario. Esta oca maga y real es un ansar sin pesar, una gansa que sin duda es tan gansa como mansa. En su vuelo hay elegancia sin nada de petulancia, bebe ser porque al crecer no perdió el plumón de la infancia. Siempre huele a jazmines y le gusta organizar festines. Unos son de altos vuelos, con clarines y violines que acarician los delfines. Otros son festejines de preciosos colorines. Los disfrutan muñequines apenas coronadines por tres o cuatro pelines.

La tercera, aunque no te lo creas, es una vaca. Una vaca que es la traca. Gorjea y canturrea ideas con zumo de seda y humo de  chimeneas. Tiene alergia a las penas y a las peleas. Nadie sabe si es  checa, polaca o austriaca. Dice llamarse Paca, pero como es tan flaca, flaquísima, flaca, en la isla la conocen como la vaca flaca.

Las tres llevan coleta , como las buenas poetas.  
Les encantan las glorietas aunque les den agujetas. Allí crecen versos fritos, lo mejor de lo mejorcito para conceder la paz al apetito mas exquisito. Dónde están es un misterio, parece que en cualquier sitio. Más si veis al dragón tragón arrastrar el barrigón y relamer con gustito sus mayúsculos colmillitos, seguidle el rastro un ratito. Os llevará derechitos. Luego probad un poquito.

Puede que para ti, ésto sean meriendas de duendes y duendas sin riendas.
Puede que para ti, ésto sean prendas a las que no atiendas por carecer de ostentosas prebendas.  
Más puede, que si las pruebas, te gusten más que las brevas, las tiendas o las estupendas haciendas.

En un globo encantado por el hechizo de un hipo sin prototipo, hay una isla ignorada.
Flota sin más flotador que el calzador del amor.
Es  una morada de innumerables ventanas, el caserón de la loca   la llaman. Allí habita la poeta de los niños que juegan sin meta y los adultos que no enterraron su cometa. Una poeta de guardia.  Una mujer de verso en pecho sin mas suelo que un invisible techo. Nunca está sola en la sala. Pecea como los ángeles   en un acuario sin adversario, erario o calendario. Con ella  tres reinas magas, de porte literario, celebran cada día su eterno aniversario. 

Burro o patán serás si a conocerla no vas.

Si pretendes acudir olvida el avión, vete en carro y prepárate para un buen cotarro. Pues alli, entre los cacharros hallarás momias con catarro,  pollitos miopes que cansados  de los golpes aprenden a ver con Don Lope, mas allá de su impuesto tope, perros que no saben ladrar pero si recitar. Entonan la  selva en verso con un verbo la mar de terso. También hay camellos cojos que galopan entre enormes fosos gracias a nuevos ojos y una pata  que siempre mete la pata y después siempre la saca y un domador que sin rubor sabe morder al león. Incluso un tigre al que ataron los bigotes para que no te acogotes

Burro o patán serás si a conocerla no vas.
¡A qué esperas! Coje el carro aunque todo sea barro.

Es fácil llegar a su puerta. La encontrarás siempre abierta.
Si te tienta cruzar el umbral, de la garra de la guerra te has de librar, y en eso, mi buen amigo,  nadie te puede ayudar. Se que acoquina con inquina abandonar el corral. Hace tiempo, que uniformados granjeros, nos repiten sin cesar, que un balón para jugar, es  matadero mortal. Unos días  refinado y otros días, los más, brutal. Su garra agarra y desgarra y cuanto más desgarra, más amarra. Más el verbo de un granjero también puede ser andrajero. Permítete al menos dudar. Acaso esa arenga  que tu decisión derrenga, no sea más que un estabulario de parvo parvulario. Hay mucho emisario que clama, más que declama, poemas de suburbio: entonces todo asusta. Es su resabio turbio el maná de los disturbios.

En una isla ignorada, vive  sin guardia, una poeta de guardia. Adora la mermelada. Huele a jazmines y le gustan los festines. Puede acariciar delfines y hablar con colorines. Tiene alergia a las cloacas donde se amontonan penas, peleas y ratas. Es "cangura para todo". Reparte golosinas por las sendas mortecinas. Cuando encuentra un globo roto le prepara un buen bizcocho, y si con eso no vale, como coser apenas sabe, se los lleva a la pájara pinta para que les trasfunda tinta o a Doña Pitu Piturra, que aunque es algo cazurra, nunca jamás les zurra. Burra y buena, la Piturra, les zurcirá una cena de esas que limpian las venas de confusas condenas.

En una isla ignorada vive por siempre sin guardia, una poeta de guardia. Una mujer con dos pechos. Repletos están de versos. Ninguno ileso. Ninguno preso.
Burro o patán seras, si a conocerla no vas.
Despues, si te tienta el umbral, piensa mesa, escribe silla. Es mejor que las cosquillas. Lo sabe cualquier Ardilla. Bueno, también su pandilla.

Ana Isabel Fariña
Grupo B

No hay comentarios:

Publicar un comentario