Aleluyas. Literatura de cordel

La sesión del taller de escritura creativa del lunes pasado la dedicamos a las aleluyas o aucas. Después de enmarcarlas en la denominada "Literatura de cordel" y de hablar de los romances y las coplas de ciego pasamos a señalar algunos de los aspectos más importantes en las aleluyas y a leer numerosos ejemplos para hacer oído.

Pertenecientes al subgénero del pliego de cordel, las llamadas aucas (en catalán) o aleluyas, se convirtieron entre los siglos XVIII y XIX en una forma de literatura narrada en voz alta. Consistían en series de viñetas, impresas sobre una pieza de papel, donde la iconografía se complementaba con un breve texto de frases pareadas. Así se narraban noticias o historias de diversa índole en un intento por construir o recrear de alguna manera el imaginario popular del momento.



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Dejamos aquí las famosas aleluyas "Vida del hombre flaco" de José Moreno Villa:

Largo como una cerilla
el flaco nació en Castilla.

Los chiquillos se mofaban
cuando al paso lo encontraban.

Querían apedrearle
pero no lograban darle.

Olvidando su largueza
se pegaba en la cabeza.

Enciende una tagarmina
en el farol de la esquina.

Cuando bebe en una fuente
parece el arco de un puente.

Si la casa no está abierta 
entra por bajo la puerta.

Hace el amor a una dama
y ella no ve quien le ama.

Triste y sin una peseta
decide hacerse poeta.

Coge fruta con la mano
en un copudo manzano.

Un avión lo enganchó
y en el aire lo dejó.

Rota la espina dorsal
se murió en un hospital.


Y transcribimos a continuación un delicioso texto de Alonso Zamora Viente, en el que recuerda las aleluyas:

―¡Aleluyas de toos los colores! ¿Para tirar al paso del Santísimo! […]  Flotaban al vientecillo cobarde, levantándose por un extremo, sujetas por el otro a un listón con una pinza de ropa. Indecisión curiosa, azoramiento siempre renovado al escoger un pliego (¡enséñame los cuartos primero!), si Felipe o la muerte del Espartero, la Reina Regente y la guerra de Cuba, o la guerra carlista, o el crimen de doña Baldomera y las niñas desaparecidas […]. 
En casa, los chiquillos recortábamos cuidadosamente los recuadros, que, una vez mezclados los colores, se arrojaban al paso de las procesiones. […] La aleluya era para nosotros un simple color, regalo fácil a la brisa de la tarde con campanas, con música, olor a fiesta sorprendente, quizá buena merienda, gentes extrañas que vienen a aprovecharse del balcón. […]
―¡Aleluyas de toos los colores! El pregón se levantaba en primavera. Placer infinito ir haciendo crecer el montón de recortes, los cuadros a un lado, lo inservible a otro. […] Nosotros no mirábamos siquiera los pliegos, lo importante era cortarlos […] y suenan las tijeras con su chirrido minúsculo, guiño brillante, y mirad qué toro, es el que mató a Joselito, hijo, y más explicaciones sobre Talavera y su plaza, y Dios sepa cuántas cosas más, mientras el montón de cuadritos va creciendo, creciendo, celosamente cuidado […] Y se guardan los cuadraditos a la espera del impulso fiero de mezclar los colores, bien mezclados, que no queden esos dos iguales juntos, picazón en los dedos, tan apretadas estaban las tijeras.
Las aleluyas bajaban, indecisas, un distraído vuelo sin orden, locas alejándose, súbita elevación luego, vacilantemente hundiéndose en la siesta olorosa […] y siento que alguien me levanta en brazos para que pueda ver la custodia por encima de la barandilla, y reveo el desfile de personajes, que pisotean, insensibles, a la Reina Madre azul, a Felipe amarillo, a los bolcheviques, revueltos con pétalos de rosa, flores, incienso, gritos, y la paciente tarea del recorte, sí, aleluyas de todos los colores al paso del Santísimo. 


Propuestas de escritura:

Aunque inicialmente no estaban pensadas para ellos los niños se apropiaron de las aleluyas para “mirar los santos”. Las recortaban para jugar a la lotería o a las cartas, o también para levantar las viñetas a golpe de mano ahuecada (como después se haría con los cromos y miniaturas).
Haz inventario y escribe, en forma de aleluyas, tu vida o la de algún personaje real o de ficción. 
También puedes recopilar besos, juegos, caricias, amores y desamores, sueños o recuerdos.



Y estos son algunos de los trabajos recibidos:


Baldomero el Molinero

Aleluya, aleluya
cada uno con la suya.

De los hijos del molinero,
Baldomero fue el tercero.

De pequeño monaguillo, 
perdonen, me desternillo.

La escuela era bagatela 
a él le gusta la novela.

Todo Julio Verne devora, 
 al club de los siete adora.

Los clásicos juveniles? 
Antes de los diez abriles.

La comunión? Ignorante,
vestido de almirante.

A los doce años de edad 
lo llevan a la ciudad.

Vive con sus seis hermanos 
 estudiando en el Moyano.

Ojo avizor ha de estar 
para poder avisar.

Su padre,muy cauteloso, 
los vigila receloso.

Buenas notas sacan todos 
hincando fuerte los codos.

Al pueblo en el verano 
vuelven todos los hermanos.

Su padre les amenaza 
tirando la gallinaza:

Esta ocupación tendréis, 
si estudiar no quereis.

El mozalbete barbihecho 
quiere estudiar derecho.

A Salamanca conviene!
en el Matías va y viene.

El estudiante avispado 
ve todo atolondrado.

En canónico ni pisar, 
a a las doce hay que jugar.

No frecuenta el romano 
para no perder la mano.

Que bien se bebe el barril!
el estudiante zascandil.

No aprueba ni una nota 
el licenciado bellota.

Tres años que estudia ya. 
El padre le dice: ven aca.

Al pueblo volvió en febrero 
para ser el molinero.

Todos los días trabaja 
y se lleva una migaja.

Por necesidad de parné, 
las orejas al lobo ve.

Oposita a funcionario 
y así sale del calvario.

En Cáceres y Castellón
trabaja en la prision.

La historia incompleta queda, 
el poeta tiene veda.

Lucio Gómez
Grupo A


Octavidilla 

En Salamanca campera
Nací, casi en otra Era.

Pasé la infancia en Emérita
Augusta, y algo pretérita.

Me encandiló una señora
Que era madre aquella hora.

En el Mérida Industrial
Jugué al fútbol, no tan mal.

Ya con dieciséis añitos
Me volví con los charritos.

Y detrás de las chiquillas
Corre, corre, y no las pillas.

Por la Universidad pasé
No me digas para qué.

En un veranito en Francia
Me enamoré con constancia.

En la mili, tomatero,
No llegué a cabo primero.

Lidiando con algún zote,
Entero leí el Quijote.

Mi vida en las oficinas
Tomando mil aspirinas.

Me casé y me divorcié
Porque había perdido pie.

El amor es cosa buena,
Si nos aguantamos, nena.

Después de años de fatigas
Me retiraron con migas.

Con más tiempo que dinero
Leo y vivo, como quiero.

De ideas, materialista,
Por la paz no pacifista,

Que si Hitler amenaza,
No quiero ser fácil caza.

La guerra es un cataclismo,
Pero la vida, lo mismo.

La palabra de los Dioses
Son sus silencios atroces.

A la espera de una moza
Que me ponga una carroza,

Y, con estos adelantos,
Me quedo “pa” vestir santos,

Pero no me importa mucho
Si me das un arrechucho.

Yo no sé qué hay tras la puerta,
La vida es a tumba abierta.

Y de ripios, este tocho
Yo cuento cuarenta y ocho.

Ignacio AparicioGrupo A


La cita
Sale de casa corriendo
mi amiga, con gran estruendo.

Ve mucha gente en la calle,
pero no conoce a nadie.

Se para con alegría
al ver que yo aparecía.

Nos divertimos con ganas
y comemos dos manzanas.

Entramos en un café,
a mi me apetece un té.

La tarde nos acompaña,
ella se toma una caña. 

Salimos hacia la calle,
ya no se ve casi nadie. 

Caminamos en silencio,
unidas en pensamiento.

De repente, la palabra
protagoniza la charla.

Ya llega la despedida,
tengo que irme enseguida.

Pronto yo la citaré
para tomar un café.

Me lo he pasado genial
con mi amiga, es ideal.

La amistad es muy importante,
la vida sigue adelante.

Sofía Montero
Grupo B


Mi vida en verso
De pequeña me gustaba
salir a jugar, muy brava.

Mi madre me repetía:
A cenar, que no es de día.

Yo muy cabreada entraba,
sin ganas, pero aceptaba.

En el cole yo estudiaba
y sí que me concentraba.

Cuando llegaba el recreo,
yo veía a Timoteo.

En casa me divertía
con el gato de mi tía.

Cuando ya me hice mayor,
el juego sí fue menor.

En las horas de descanso,
a veces, hacía el ganso.

Llegó el tiempo de carrera.
¡Qué difícil, pijotera!

Por fin terminé el estudio,
pronto empecé con el curro.

Trabajando, trabajando,
me fui soltando, soltando.

La jubilación llegó
y sigo como un reloj.

La vida es un gran invento
para vivir el momento.

Y colorín , colorado,
el verso se ha terminado.

Sofía Montero
Grupo B


Aleluyas
Un menú con aires Charros

Pon una ración de amor
y así te saldrá mejor.

Con un buen plato de entrantes
pon chorizo algo picante.

Un buen jamón de Guijuelo
eso viene que ni al pelo.

De Valverdón un buen pan
que está que parece flan.

Agua de Babilafuente
recién cogida en la fuente.

Y una tabla de quesos
con uvas saben a besos.

Con huevos y farinato
te rebañarás el plato.

Albóndigas de bacalao
que esté muy bien desalao.

Con frescas truchas del Tormes
esperemos que retornes.

Un plato de ensaladilla
y croquetas de morcilla.

Un conejo con tomate
tomillo y aguacate.

Pollo al horno con limón
y después un buen melón.

Una pata de lechazo
eso nunca lo rechazo.

Un zumo de mandarinas
nos aportan vitaminas.

Con unas copas de vino
andarás bien el camino.

Para terminar la fiesta
después una buena siesta.

Inés Izquierdo Pérez
Grupo A


Aleluyas
Yo era una niñita
que llamaban Inesita.

Con rubios tirabuzones
y ojitos soñadores.

La cigüeña no sabía
la casa donde vivía.

Y por eso de París
no volvió más por allí.

Y la pobre Inesita
se sentía muy solita.

Sin hermanos en la casa
cada día ella pasa.

Con las muñecas jugaba
y con ser mamá soñaba.

Y tendría muchos hijos
es lo que ella se dijo.

Y cuando el tiempo pasó
aquel sueño realizó.

Y Maestra soñaba ser
por eso empezó a leer.

Con una maleta nueva
que de ilusión va muy llena.

Con libros y una esfera
se encaminó a su escuela.

Pájaros revolotean
piar y volar esperan.

Letras, números, poesías
viajan con el alma mía.

Y la niña no soñaba
que siendo ya jubilada

En aleluyas rimadas
su bella historia cantaran.

Inés Izquierdo Pérez
Grupo A


El rapto
Porque escrito esta en el viento
que lo que cuento, no es cuento.

Bien podrías escuchar
lo que he venido a narrar

Es una historia real
que aconteció en un terral

Sucedió en tiempos remotos
tiempos de estanques y lotos

Tiempos de magia escondida
en el dolor sin huida

en la herida que no ciega,
en la risa sin bodega,

en la chispa que es hoguera,
en la fe en la primavera.

Tiempos que bien conocieron
los que de la vida hicieron

Un mesón sin mesonero
donde el vino no es dinero

donde el baile solo es danza
cuando la fuerza no es lanza,

la ternura no es blandura,
ni la piel una armadura.

Fueron tiempos de belleza
sin mezquindad, ni bajeza

donde el ombligo de un hombre
era estambre de otro hombre

y no la oscura frontera
de un pronombre con cojera

Más has de saber, que un día
un Don y su cobardía

El amanecer raptó
y en su castro lo ocultó

Lo vistió con trajes de oro
y lo llamó su tesoro

Lo escondió con esmero
entre el agorero acero

En una grandiosa alcoba
donde una réproba loba

con verrugas y joroba
hechizaba con su escoba

al infeliz que buscaba
como deshacer la traba

de una noche sin mañana
donde la esperanza es vana

Ufano y feliz el villano
al ver que su plan insano

no hallaba émulo par
mucho más quiso usurpar

La alegría del bendito
que entre sombras ve bonito

La bruja que era muy bruja
con tiento enhebró la aguja

y cada vez que él dormía
con sigilo le decía:

"Hazme reina de tu reino
y tu poder será eterno"

Pudo más la ambición
que la veraz repulsión

Celebraron esponsales
en los salones ovales

Raudo llegó el otoño
y con él, un cruel retoño

Tan hermosa era la cría
que solo verla aturdía

Tanto candor desprendía
que gozosa conseguía

que cualquiera complaciera
cuanto su maldad quisiera

A los siete años de edad
ebria de gran vanidad

Supo que acabar podía
con la dicha que vivía

el bendito que veía
más allá de lo que había

Disfrazose de mendiga
Fue incansable cual hormiga

Recorrió casa por casa
Puso cicuta en su masa

Los sueños que antes tuvieron
Los que otrora allí rieron

Se pudrieron entre el cieno.
Todos merendaron su heno.

La noche se hizo más noche
Nadie buscaba su broche

Durmiéronse las estrellas
Nadie buscaba sus huellas.

Y es así, que desde entonces
Las alas son solo bronces

No hay color en los olores
Ni música en los amores

Paciencia has tenido amigo
en escuchar cuanto digo

Deber he de compensar
tu tiempo en este pausar

Escúchame bien hermano
Siempre has sido tú el villano.

Porque escrito esta en el viento
que en este cordel no hay cuento

Porque escrito está en el viento
te he de decir que no miento.

Ana Isabel Fariña
Grupo B


Aleluyas
Fui charro de nacimiento
aunque me largué al momento

Estudiando con los curas
mi vida no fue muy dura

aunque ya casi al final
hay quien me hizo pasar mal;

que aunque ahora es tema de moda
es más viejo que la boda.

Luego ondeando melena
vine a estudiar la carrera.

Químicas me cayó el pelo
y acabé siendo enfermero.

Tres años gasté en Guijuelo
de donde me fui sin duelo

para recalar en Palma.
La isla me secó el Alma

A la vuelta Piedrahíta.
Vaya viajes, telita

Y anda que manda carajo,
vuelvo a Zamora al trabajo.

Y allí sigo de momento
mientras me dé el alimento.

Y aquí tenéis resumidos
mis cuarenta años vividos.

Sensación puede quedar
sólo hablo de trabajar

pero para ser sincero
aburrido soy que muero

De dinero voy tirando,
para qué andarse quejando.

En cuestiones de amoríos
más bien pocos desvaríos

Que en temas de corazón
siempre fui más bien torpón.

Buena mujer me ha cazado
y estoy muy feliz casado

y ya sería de diez
si viniera un churumbel.

En la salud un redoble,
estoy sano como un roble.

Poco más puedo decir
pues ya sería aburrir

y es muy desconsiderado
el pasarse de pesado.

Así que ahí os lo dejo
y me sigo haciendo viejo.

Miguel Ángel Pegarz
Grupo B


De las nubes que visten nuestros cielos
Aunque le falten querubes
al cielo le sobran nubes.

Son ellas gotitas de agua
que al azul sirven de enagua.

Se les asigna una clase
por la altura de su base.

Van dispuestas en rodajas:
altas, medias y muy bajas.

A continuación les describo
un par como las concibo.

Los cirros son la pelusa
que el céfiro hábil atusa.

Los cúmulos de algodón,
el trazo albo de un crayón.

Los cirrocúmulos pacen,
como ovejitas, eso hacen.

Los cumulonimbos graves
se deslizan como naves.

Los altocúmulos fríos
tejen un manto de bríos.

Los estratos hilan sombras
como pesadas alfombras.

Y hasta aquí mis nubecillas,
leve adorno de puntillas.

Ismarie Díaz Flores
Grupo B


Aleluyas al gran Sabina
Adivina qué cantante es,
con pocos indicios lo ves.

Existen imitadores,
que no llegan a mayores.

Gran fumador y bebedor,
de todo fue muy abusador.

Juerguista y mujeriego,
le gusta esto lo primero.

Atlético y futbolero,
sufridor como el primero.

Los dos hermanos Secretos,
crearon algunos éxitos.

El flacucho del bombín,
está hecho un chulapín.

De libros es devorador,
se ha convertido en cantautor.

Gran músico y mejor poeta,
nos emocionan sus letras.

Y también publica poemas,
en alguno hasta blasfema.

Músicos y literatos,
amigos pa’ un buen rato.

Ya conoces el secreto,
su vida ahora es el reto.

En Jaén está su origen,
ama el aceite extravirgen.

A un colegio de curas fue,
allí perdió toda su fe.

Detenido por su padre,
le supuso un gran descuadre.

Aunque en Úbeda nació,
al foro pronto marchó.

El principio fue muy duro,
negro veía el futuro.

A Inglaterra se exilió,
y como artista volvió.

Comienza a cantar con Krahe,
aunque el grupo rápido cae.

En España bien triunfó,
después el charco cruzó.

Mucho tequila bebió,
y con la Vargas cantó.

Sufre un severo pinchazo,
con un cruel marichalazo.

Pasó un periodo oscuro,
se sentía muy inseguro.

Emergió del agujero,
para su público entero.

Como el ave que bien se iza,
renace de sus cenizas.

Con su Panchito Varona,
vaya pareja campeona.

De sus temas paso a paso,
vamos a hacer un repaso.

Odio cometer delito,
si olvido alguno bonito.

Pongamos que hablo de Madrid,
lo escribió cuando era aprendiz.

Del lado de Viceversa,
nos llega a todos “Princesa”.

Con “Así estoy yo sin ti”,
al escucharla me abatí.

El pacto entre caballeros,
lo situó de los primeros.

Todavía sin descubrir,
quién le robó el mes de abril.

Con su “Y le dieron las diez”,
¡qué temazo, pardiez!

El guapo pirata cojo,
llevaba parche en el ojo.

Si oigo “más de cien mentiras”,
rápido se enciende mi ira.

Pasar el tiempo “contigo”,
era más bien un castigo.

Aunque con regusto amargo,
elijo: “Y sin embargo”.

Con su compadre Rosendo,
cantó un tema tremendo.

Muchos días y más noches,
son bailados con derroche.

El menor de los Urquijo,
al olvido dio cobijo.

Un enemigo íntimo,
aportó frutos ínfimos.

Pa’ halagos no hay adjetivos,
ya “nos sobran los motivos”.

“La más hermosa del mundo”,
lleva un mensaje profundo.

Con el alivio de luto,
un éxito diminuto.

El Serrat, su buen amigo,
dos pájaros con buen tino.

“Ahora lo niega todo”,
su pasado sobretodo.

Si a Dylan premiaron antes,
Joaquín merece el Cervantes.

Toñí Martín del Rey
Grupo A


Aleluyas en Homenaje a Gloria Fuertes
Nació y creció en Lavapiés
y de lo más castizo es

Portero humilde su padre
y costurera su madre

Fue a un colegio religioso
se aburría más que un oso

Tuvo que empezar a trabajar
su familia estaba mal

Su afición por la poesía
su familia no entendía

La guerra, muere su madre
dos sucesos destacables

Como contable de empresa
hace poemas en las mesas

La revista Maravillas
de redactora la pilla

Escribe para niños
a todos les hace guiños

Publica cuentos de humor
y los hace con gran primor

Construye una biblioteca
ambulante, por mas señas

El grupo Versos con Faldas
lee versos en las salas

Directora de revista
Arquero para más pistas

Dio clases en Universidad
en América, no está mal

Escribió Las Tres Reinas Magas
yo, una vez, fui Baltasara

En La Cometa Blanca tiene
un espacio donde lee

Fue una gran pacifista
lo prefería antes que artista

Era una niña grande
grande, grande, muy grande

No solo a niños escribía
para adultos también había

No recitaba, leía
tan claro como podia

Es feminista y social
para la época, liberal

La meten con los postistas
aunque iba para modista

No se sintió valorada
por mujer, menospreciada

En sus libros aparece
soledad, dolor y muerte

Este año será leída
que era lo que más quería

Beatriz Gorjón
Grupo B


Aleluyas
De pequeño yo lloraba
porque me daba la gana.

Me gustaba mucho leer
los cuentos de tres en tres.

Jugando al baloncesto
un día casi encesto.

Dibujaba con el lápiz
caricaturas en papel.

Mortadelo y Filemón
y la banda del chicharrón.

En el fútbol destacaba
y muchos goles marcaba.

En la era y con un balón
jugábamos un mogollón.

La música me gustaba
pero no tocaba nada.

La primera que me miró
me vio muy facilón.

La corrupción empezó
y el trabajo se acabó.

El trabajo no me gustó
ni tampoco me mató.

Disfruto mucho leyendo
y también escribiendo.

Buenas noches compañeros
yo mañana, os espero.

Luis Iglesias
Grupo B

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