Literatura de cordel

La sesión del taller de escritura creativa del lunes pasado la dedicamos a la literatura de cordel. Primero hablamos de las aleluyas o aucas. Después de enmarcarlas en la denominada "Literatura de cordel" y de hablar de los romances y las coplas de ciego pasamos a señalar algunos de los aspectos más importantes en las aleluyas y a leer numerosos ejemplos para hacer oído.
Pertenecientes al subgénero del pliego de cordel, las llamadas aucas (en catalán) o aleluyas, se convirtieron entre los siglos XVIII y XIX en una forma de literatura narrada en voz alta. Consistían en series de viñetas, impresas sobre una pieza de papel, donde la iconografía se complementaba con un breve texto de frases pareadas. Así se narraban noticias o historias de diversa índole en un intento por construir o recrear de alguna manera el imaginario popular del momento.



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Dejamos aquí las famosas aleluyas "Vida del hombre flaco" de José Moreno Villa:

Largo como una cerilla
el flaco nació en Castilla.

Los chiquillos se mofaban
cuando al paso lo encontraban.

Querían apedrearle
pero no lograban darle.

Olvidando su largueza
se pegaba en la cabeza.

Enciende una tagarmina
en el farol de la esquina.

Cuando bebe en una fuente
parece el arco de un puente.

Si la casa no está abierta 
entra por bajo la puerta.

Hace el amor a una dama
y ella no ve quien le ama.

Triste y sin una peseta
decide hacerse poeta.

Coge fruta con la mano
en un copudo manzano.

Un avión lo enganchó
y en el aire lo dejó.

Rota la espina dorsal
se murió en un hospital.


Y transcribimos a continuación un delicioso texto de Alonso Zamora Viente, en el que recuerda las aleluyas:

―¡Aleluyas de toos los colores! ¿Para tirar al paso del Santísimo! […]  Flotaban al vientecillo cobarde, levantándose por un extremo, sujetas por el otro a un listón con una pinza de ropa. Indecisión curiosa, azoramiento siempre renovado al escoger un pliego (¡enséñame los cuartos primero!), si Felipe o la muerte del Espartero, la Reina Regente y la guerra de Cuba, o la guerra carlista, o el crimen de doña Baldomera y las niñas desaparecidas […]. 
En casa, los chiquillos recortábamos cuidadosamente los recuadros, que, una vez mezclados los colores, se arrojaban al paso de las procesiones. […] La aleluya era para nosotros un simple color, regalo fácil a la brisa de la tarde con campanas, con música, olor a fiesta sorprendente, quizá buena merienda, gentes extrañas que vienen a aprovecharse del balcón. […]
―¡Aleluyas de toos los colores! El pregón se levantaba en primavera. Placer infinito ir haciendo crecer el montón de recortes, los cuadros a un lado, lo inservible a otro. […] Nosotros no mirábamos siquiera los pliegos, lo importante era cortarlos […] y suenan las tijeras con su chirrido minúsculo, guiño brillante, y mirad qué toro, es el que mató a Joselito, hijo, y más explicaciones sobre Talavera y su plaza, y Dios sepa cuántas cosas más, mientras el montón de cuadritos va creciendo, creciendo, celosamente cuidado […] Y se guardan los cuadraditos a la espera del impulso fiero de mezclar los colores, bien mezclados, que no queden esos dos iguales juntos, picazón en los dedos, tan apretadas estaban las tijeras.
Las aleluyas bajaban, indecisas, un distraído vuelo sin orden, locas alejándose, súbita elevación luego, vacilantemente hundiéndose en la siesta olorosa […] y siento que alguien me levanta en brazos para que pueda ver la custodia por encima de la barandilla, y reveo el desfile de personajes, que pisotean, insensibles, a la Reina Madre azul, a Felipe amarillo, a los bolcheviques, revueltos con pétalos de rosa, flores, incienso, gritos, y la paciente tarea del recorte, sí, aleluyas de todos los colores al paso del Santísimo. 


La literatura de cordel recibe su nombre porque los ciegos acostumbraban a colgar sus romances, coplas y aleluyas sobre una cuerda, a modo de tendal, sujetos con pinzas.

En este vídeo, Jorge Drexler, habla de cómo la "décima" exportada de España aún tiene recorrido en muchos países:



Don Miguel de Unamuno describe muy bien el sentido y la esencia de estas piezas literarias: 

“Aquellos pliegos encerraban la flor de la fantasía popular y de la historia; los había de historia sagrada, de cuentos orientales, de epopeyas medievales del ciclo carolingio, de los libros de caballerías, de las más celebradas ficciones de la literatura europea, de la crema de la leyenda patria, de hazañas de bandidos y de la guerra civil de los siete años. Eran el sedimento poético de los siglos, que después de haber nutrido los cantos y relatos que han consolado de la vida a tantas generaciones, rodando de boda en oído y de oído en boca, contados al amor de la lumbre, viven, por ministerio de los ciegos callejeros, en la fantasía, siempre verde, del pueblo”


Propuestas de escritura:

Escribe un romance a partir del título que te fue asignado


Y estos son algunos de los trabajos recibidos:

Romance de Marina

¿Quién es esa señorita
que está junto al presidente?
Se preguntan intrigados
todos los allí presentes.
De porte sobrio y sereno,
vestida con elegancia,
acapara la atención
por su lúcida prestancia.
Es Marina, su asesora.
dice el jeque descontento.
Hace ya más de dos años
que le asiste en los eventos.
Nadie sabe de su origen,
de dónde o cuándo ha venido,
aseveran otras voces.
¡A saber de qué ha huido!
Marina, entretanto, observa
todo lo que allí acontece
intentando desgranar
qué es y cómo aparece.
Su misión es importante
para dominar un mundo
en que pierde sin remedio
el ignorante profundo.
Persigue con insistencia
datos, fechas y lugares
para informar a sus jefes,
los magnates principales.
¿Cómo llegó a ser espía
Marina, la de Vallecas?
¿Cuando se coló en la jet
la muchacha de las pecas?
Porque nació en los suburbios,
se crió en la indigencia,
pidió limosna unos años
y paseo su insolvencia.
Cuántos misterios se ocultan
en el desarrollo vital
de esa delatora infame
que ahora sirve al capital.
Adulando al empresario,
acechando al accionista,
consigue discretamente,
los encargos de su lista.
Regresa al hotel contenta
del trabajo realizado.
Su jornada productiva,
por hoy ha finalizado.
En la cama, aun despierta
recuerda cuántos dolores
sufrimientos y pesares
le infringieron sus captores.
Por amor fue traicionada,
sumida en el desespero
cuando fue proporcionada
a una banda de cuatreros.
Trabajos ignominiosos,
castigos y humillaciones,
envidias, celos, traiciones
la alejaron de varones.
Fijó nuevos objetivos
buscó renovados dones,
forjando alianzas nuevas
conquistando otras uniones.
Los años fueron pasando
y cerraron las heridas
que en alma y cuerpo dejaron
cicatrices de por vida.
Marina la de Vallecas
se perdió en el olvido.
A la triste y pobre niña
le torcieron su destino.

Maxi Moreno
Grupo B


El alcalde y la diputada

Atienda la concurrencia,
No vale risa ni chanza,
Escuche atenta la historia,
Y aproveche la enseñanza.
Oigan chicos y mayores
Esta aleluya moral
Y aprenda quién no lo sepa
Donde están el bien y el mal
Si bien nadie lo esperaba
Alcalde acabó Perico
Aunque jamás hincó codo
Ni manejó pala o pico
A nadie pudo extrañar
Que María, la aplicada,
Se licenciara en Derecho
Y llegara a diputada
Ella milita en Podemos
Y en un grupo ecologista
Perico apoyó al Pepé
Y aspira a comisionista.
Debatiendo con María
El lugar de un vertedero
Se ofendió mucho Perico.
¡Que no toquen su dinero!
Y entre disputa y disputa
Más de un roce acabó habiendo
Y, aunque ningún acuerdo hubo,
Se vieron juntos yaciendo
La cosa siguió adelante
Ella dejó al compañero
Perico hasta la familia,
La alcaldía y su dinero
El partido echó a Perico
Acusación: Populismo.
María dejó Las Cortes
Similar, más no es lo mismo.
Acabaron en América
Él, de pastor protestante
Y lo de ella fue peor
Que terminó en traficante.
Y aquí se acaba la historia.
Eran diputada y alcalde
Que por insana pasión
Perdieron vivir de balde
Toma amigo la conseja:
No fíes en la apariencia.
Sean de izquierda o derecha
Te engañarán a conciencia.

Pepe Lorenzo
Grupo B


Romance de los envenenados

Se oyen voces airadas
que anuncian Armageddon,
científicos, humanistas,
y de jóvenes, montón,
el planeta nos avisa
le prestemos atención,
hagamos caso, escuchemos
su fatal premonición.
Sembrando tanto veneno
sembramos nuestra extinción,
seremos envenenados
por la contaminación,
que acabará de un plumazo
con la superpoblación.
Todo lo puede el dinero,
todo pueden los mercados,
los recursos naturales
por su codicia esquilmados,
lluvia ácida, si llueve,
huracanes y tornados,
incendios y terremotos,
son los climas extraviados;
los plásticos, las basuras,
los mares contaminados,
calentamiento global,
Gaia nos tiene avisados,
porque matando la vida
los hombres son condenados,
el final de nuestra especie
será por nuestros pecados.
Pasarán cientos de años
y al fin volverá la vida,
la luz del sol, aire puro,
y los limpios oceános,
una nueva Evolución
nos tendrá por descontados,
los futuros Neandertales,
simios o Denisovanos,
se saltarán nuestra estirpe,
nos darán por reciclados,
cuando renazca la vida
seremos desheredados,
por malos, insostenibles,
para siempre envenenados,
sobrevivirá el planeta,
y los hombres, desahuciados.

Ignacio Aparicio.
Grupo A


Del corregidor y la diputada

Llamaba a la casa un día,
corregidor de pasada,
en espera de que abriera,
la señora diputada.
Era feo como un lobo,
ella, belleza exhalaba,
pero debía dinero
y el hombre se impacientaba.
Abre la mi raposuela,
mi bolsa no ha sido dada,
ay señor corregidor,
no piense que he sido mala,
que si es usted bienpensado,
gasto, mas soy muy honrada,
porque ahora en mi aposento
ya le señalo mi cama,
pase usía y sírvase,
y seré la que bien paga.

Emilia González
Grupo B


Romance de los envenenados

A contarles he venido,
de un pueblo no muy lejano.
Medico y boticario,
en un remedio pensando.
Crear el elixir perfecto
para cualquier castellano.
para hacerlos mas felices,
Para que todos estén sanos.
Y Con la salvia de un tejo,
un brebaje han sacado.
Mas casi todos han sido,
del tejo envenenados.
Bien calculada la dosis,
a ninguno le ha matado.
Pero todos están solos.
Los demás se han marchado.
Locos ojos en sus rostros,
están todos atontados.
Ya no cuidan a sus hijos.
Ya no cuidan ni sus campos.
Por allí no puedo volver,
y menos con mi caballo.
A pedradas te reciben,
todos los damnificados.
Algunos muy abotonados,
pero otros en taparrabos.
Y por todas estas cosas,
El pueblo quedó aislado.
Privados de su razón,
ya parecen agotados.
En su locura de tejo,
ya nadie está razonando.
Que Dios le proteja siempre,
al hombre, al envenenado,
del árbol de la locura,
Del maldito árbol del diablo.
Y este de hoy es mi consejo,
como de hombre maltratado.
Que No os acerquéis al tejo.
Que No más envenenados.

Esther Yubero
Grupo A


El pregón de la Malhablada

Me llaman “la Malhablada”
sin razones escuchar.
Porque no entienden verdades,
me prefieren difamar.
Escuchen bien y sin prisas
lo que les voy a relatar,
no vayan luego diciendo
que nadie vino a avisar:
Hasta el culo estoy, señores,
de teneros que aguantar
diciendo barbaridades
sin poder ni respirar.
Las verdades no os importan
si podéis relegar
a multitud de mujeres
que quieren participar
fabricando mundos nuevos
y capaces de albergar
las razones de personas
sin su género importar.
Tiempo era de echarse al monte,
¡no nos vamos a callar!
Que se calle vuestro suegro
porque yo pienso hablar.
Ahora estamos seguras
de que se puede aportar
sin que vuestras sucias manos
lo puedan manipular.
Aunque os toque los cojones,
preferimos apostar
por crear espacios nuevos
de iguales, y caminar
agarrados de la mano
con quien quisiera empezar
lanzándose a la piscina
de vivir sin intentar
someter persona alguna
y empeñado en la cuidar.
Que nos llamen como quieran,
importa perseverar
y lograr que nuestras hijas
lo consigan disfrutar.

Francisco Javier Portilla
Grupo A


Romance de los envenenados

Hagan círculo señores
historia voy a contar
y si no la creen cierta
será que atentos no están.
Habla de muchas personas
que nunca pueden dejar
el dichoso aparatito
también dicho celular.
A todas horas consultan
los mensajes de whatsapp,
en el coche y en la calle
un día van a chocar.
Será que un letal veneno
en sus cuerpos habita ya
y no hay antídoto bueno
que lo pueda remediar.
Y así se pasan la vida:
aislándose cada vez más;
les llegan dos mil mensajes
y nerviosos ya están.
No queden sin batería
o cobertura, da igual,
tan virulento es el drama
que no saben dónde están.
Miren ahora a su lado
y apaguen el celular
respiren hondo y profundo
verán que felicidad.

Jaume Castejón
Grupo B


El maestro me tortura

Permitidme compañeros,
una breve explicación
al romance que publico,
sin ninguna relación
con el tema que el maestro
el lunes nos asignó.
Y es que por más que he implorado
a las musas el favor
de sugerirme un romance,
de obispo o de desahuciado,
(igual daba, como fuera,),
las musas no han contestado.
Y entre tanto desespero
se despertó la memoria.
Y recordé que, hace tiempo,
pretendí escribir la historia
de un maletilla atrevido,
que en una noche de mayo,
traspasó las alambradas
que acotaban un cercado.
Si el maestro me lo admite,
ni desahucios ni obispados,
que publique el Maletilla,
aunque sea un poco largo.

Evaristo Hernández
Grupo B


La luna, el toro, la fuente, el maletilla y la muerte.

Era una noche de mayo,
en las orillas del Yeltes.
Con astas finas la luna,
brilla sobre el campo verde.
En la sombra que proyecta
el álamo de la fuente,
yace exhausta Platerita
rumiando su propia muerte.
A su lado respirando
por vez primera la vida,
un ternerillo morucho
parece que la acaricia.

Al nacimiento del alba
recogieron al becerro,
dándole tierra a su madre.
Mayoral y ganadero
decidieron que sería
el nombre de Tortolillo
el que habría de llevar
aquel pequeño asesino.

Ha crecido Tortolillo.
Ahora con la manada
se pierde en el horizonte,
entre tomillos y jaras.
Y cuando el sol en el cielo
dice su adiós a la tarde,
sacia su sed en la fuente
donde bebía su madre.

Era una noche de mayo,
envuelta en nube de estrellas.
La sangre de Tortolillo
hierve dentro de sus venas.
Errante, sin rumbo fijo,
busca el ardor de una hembra.
Camina con paso lento
por una angosta vereda.
No hay luna, porque la luna
se cansó de ver tragedias.
- “¡Negro toro, toro bravo”
Le han llamado desde cerca.
Buscó con sus negros ojos
quien invadió su vedado.
Ante sí, sin más defensa
que un trapo sucio y rasgado,
casi temblando, un chiquillo
vuelve a gritarle sin fuerza.
Las astas que en la cabeza
de Tortolillo nacieron,
traen recuerdos de la muerte,
de luna en noche de mayo,
del álamo y de la fuente.
Tres pases fueron, tres pases.
Al cuarto cayó en el suelo.
Al cuarto se hundió su mundo,
Con las nubes van los sueños.
Señora de blancos tules,
diosa de triste misterio,
señora de negro augurio
cruza la noche en silencio.
- “Toro noble, negro toro,
déjame buscar la gloria,
que son muy pocos mis años,
y aún no se ha escrito mi historia”.
En los turbios pensamientos
del toro y del maletilla
se concertó una alianza
entre la muerte y la vida.
Y Tortolillo se aleja
bajo una nube de estrellas.
Poco más tarde ilumina
el campo la luna llena.

La plaza está engalanada.
Hay peinetas y mantillas.
Es una tarde de agosto.
Va a comenzar la corrida.
Todo en ella es colorido
bajo los rayos de fuego.
Hasta reflejan colores
las arenas del albero.
Los tambores y clarines
lanzan sus notas al viento.
Cuando detienen sus sones,
se hace expectante silencio.

El último de los toros
acaba de entrar al ruedo.
Es un novillo morucho,
con dos agujas por cuernos.
Nació una noche de mayo,
en las orillas del Yeltes,
en la sombra que dibuja
el álamo de la fuente.
Creció entre tomillo y jaras,
bajo encinas, bajo robles,
Buscaba al atardecer
la tierna yerba del monte.
Mayoral y ganadero
lo nombraron Tortolillo;
y porque mató a su madre
lo apodaron “asesino”.
Rugido de masa humana
sube al cielo desde el coso.
Noble toro desterrado.
¡Toro negro, bravo toro.!
Al terminar la faena,
nadie adivina que el viento
grita a voces la tragedia
que se cierne sobre el ruedo.
Llega el momento supremo,
(último paso a la gloria).
Tortolillo reconstruye
la imagen en la memoria
de un maletilla atrevido
que en una noche de mayo
traspasó las alambradas
que cercaban su vedado.
Antes de que se perfile
y hunda en su cuerpo la espada,
clama en su mugido al aire
las promesas olvidadas.
Señora de blancos tules,
señora de augurios negros,
triste y pálida señora
cruza la plaza en silencio.

No hubo perdón para el toro.
¡Frágil memoria la humana!.
“Buscas sin piedad la gloria,
yo he de lanzarte a la fama”,
pareció que Tortolillo
le decía, mientras su asta
era también un estoque
clavándolo en las entrañas
de aquel que fue maletilla
y no cumplió la alianza
entre la muerte y la vida.
El plazo al punto se acaba.

Se apagó el sol de la tarde.
El viento transporta el eco
de las campanas que doblan
por la muerte de un torero.
Lo dice el búho en la noche;
lo canta el agua del río:
“ de una cornada traidora
lo asesinó Tortolillo”

Evaristo Hernández
Grupo B


Del corregidor y la diputada

Siéntense señores todos,
y escuchen con atención.
Contar quiero la historia,
que oí desde un balcón.
La diputada era hermosa,
y serio el corregidor.
Ella le enamoró,
con sutileza y candor.
Bañábase en el rió
en bragas y sujetador.
Viola el novio de lejos,
en todo su esplendor.
Tanto quiso acercarse,
para disfrutarla mejor,
que cayó al agua vestido,
y la corriente lo llevó.
La diputada al verlo,
con la mano lo agarró.
Juntos cayeron al rió,
allí se abrazaron los dos.
El molinero cercano,
con una cuerda los pescó.
Con el fuego del molino,
se han secado los dos.
Esta vez tuviste suerte,
un hombre te rescató.
No haberme provocado,
contestó el corregidor.
Ahora ya calentitos,
podemos hacer el amor.
Y esta aventura termina,
requetebién para los dos.

José Luis Fonseca
Grupo A


Del horrible crimen de la charcutería

Esta historia se contaba
por la tierra y por el mar,
pongan atención señores
que hoy se la voy a narrar.
Este hecho tan macabro
que aconteció en mi lugar,
empezó cuando una tarde,
siete niños con sus padres
se acercaron hasta el bar.
Preguntaron por Hilario,
todos quedan sin hablar,
Hilario, el matarife,
y el más burro del lugar.
Se aposentan en su casa,
y el pueblo empieza a hablar,
¡cómo engordan los mozuelos,
vaya robustos que están!
Y después de san Martín,
nunca se les vio jugar.
El Hilario ha prosperado
vende chichas y salchichas,
y filetes empanados,
morcón, morcilla de sangre,
el negocio ha ampliado.
Las zarzas están floridas,
un perro allí escarbando
entre las flores y espinas,
siete cabezas ha hallado.

Inés Izquierdo Pérez
Grupo A


Romance de la niña pobre

Escuchen y atentos oigan
las verdades que este ciego
hoy les pasa a relatar
pues vienen de tiempo “pa trás”.
Mediados de un siglo era
pariola su madre en casa
como todo el mundo hacía
costumbre muy extendida.
Ni dinero ni hospitales
eran cosas conocidas
y hasta los muy ricachones
también así lo hacían.
Segundona era y fue
y el padre decepcionado
pués varón querer tenía
ya que la primogénita
también una mujer fue.
La recién nacida supo
del disgusto paternal,
llora siempre sin consuelo
día y noche noche y día.
Más lo que en verdad tenía:
¡era un hambre descomunal,
leche materna no había!.
y día a día se moría.
Y la “probe” criaturita
Ni callaba ni dormía
ni comía ni dormía
solamente y lentamente
día tras día moría.
Mas la madre inteligente
como todas las madres son
que aman a “tos”sus cachorros
solución dio y encontró.
Que si no fuera por ella
la “probita”segundona
seguro que a cuestas horas
malvas ya estaba criando.
Y por eso no murió.
¡Viva mi madre y que viva
la madre que me parió!.

“Probe” término popular empleado en lugar de pobre por la gente del pueblo incluso hoy en día.
Mª Nieves-C. Martín Magdalena
Grupo B


Buenas tardes les deseo
Hoy les vengo a recordar
Suceso que sucedió
En este mismo lugar
Rodrigo Blanco presunto
Autor para investigar
De una chacinería dueño
Y natural del pueblo
Que se llama Pizarral
Convivían en su feudo
Mujer y 5 hijas de amar
Hombre que trabajando
Un día quiso medrar
Y perdiendo la razón
Empezó a matar
TODO lo envenenó
Carnes para embuchar
Muertes y miedo
Querer tanto acumular
Provoco este suceso
Todo era de locura
Y de consternación
Mejor no escenificar
Querer tener tanto
No suele ser natural
Mejor ser honrado
Sino quieres acabar
Como el asesino
Del pueblo de Pizarral.

Pepa Agustín
Grupo B


Desahucio por cuatro cuartos

La pena vino a mi casa
bajo su sombrilla negra
con el desahucio en la mano
y una sentencia rastrera.
Tendrás que entregar tu casa
al usurero que espera.
Me dijo sin más palabras,
y yo la senté a mí vera.
¡Que por cuatro cuartos viles
que fortuna no me dieran,
pierda yo techo y abrigo
y memorias solariegas!
¡Malaya la suerte mía!
¡Malaya sea la hora aquella
que pagué ciento por uno
y ciento y casa perdiera!
Adiós a los años mozos,
flores de mis primaveras,
que aquí quedan enterrados
con mis esperanzas secas.
No quiera el Señor del cielo!
¡No lo quieran las estrellas
que bajo el techo del mundo
no haya hogar para mi pena!
¿Dónde dirigir mis pasos?
¿Qué amigos consuelo dieran
a un infeliz desahuciado
que una mano amable espera?
Recordaré a los que dicen
que una democracia griega,
reza que el buen ciudadano
no viva en calle o acera.
¡Vengan a mí los escraches!
¡Vengan los que abusos frenan!
¡Vengan a salvar mi casa
y no me vendan quimeras!

Pepita Sánchez
Grupo B


Historia del Santo Obispo Atilano de Zamora

Civiles y militares
tutores y coadjutores
amancebadas, casadas
amas de cría o doncellas
escuchad las aleluyas
que empiezan como es normal,
saludando a las mentadas
y al público en general
¡Callaos niñas y niños
que el ciego os quiere trovar,
los extraordinarios hechos
de un Obispo singular!.
En novecientos cincuenta
en Tarazona nacido-
novecientos diecinueve
en Zamora fenecido.
Esta es la historia de un hombre
de cristiana y noble cuna
que fue educado en las armas
y no quiso tal fortuna.
Una infancia regalada
con vida solaz y ociosa,
su primera juventud
fue vana y pecaminosa.
Pero los cielos quisieron
mudarle su condición
y se torno en eremita
de los montes de León.
Con Froilán de compañero
y animados por su Rey,
fueron fundando conventos
con varios más de su grey.
Siendo nombrados Obispos
por su santa condición,
a Atilano de Zamora
y Froilán lo fue en León.
Abrumado por el cargo
y de sus cargas rehén
quiso hacerse peregrino
y se fue a Jerusalén.
Al abandonar Zamora
y cuando cruzaba el Duero,
tiró el anillo a sus aguas
e hizo promesa en su fuero:
“Si es voluntad del Señor
que yo te vuelva a encontrar,
sabré que ya mis pecados,
quisolos Dios perdonar
pues con inmenso fervor
y sin ser con Él mendaz,
no dudaré en ser pastor
de Zamora y de su alfaz”.
Y con aquella promesa,
partió para Tierra Santa,
de la que volvió en dos años
con renovada esperanza.
A la vista de Zamora
y afuera de sus murallas
le dan un pez, por limosna,
con nacaradas agallas.
Hincóle el diente Atilano
y dentro de las entrañas,
encuentra el anillo de oro
que ha dos años el extraña.
y al instante del prodigio,
sin mediar manos humanas,
en las torres de Zamora
repicaron las campanas.
y de Obispo es revestido,
por angelicales manos
y en las orillas del Duero
le aclaman los Zamoranos.
Ya se terminó la trova
de historia tan singular,
no os olvidéis de este ciego
por si le quereis pagar.
Quien dona a un necesitado,
a sí mismo ayudará
¡acomete buenas obras
y Dios te lo pagará!

Carlos García Riesco
Grupo A


Romance del niño de dos cabezas

Acudid chicos y grandes,
algo nuevo que contaros
pues un suceso tan raro,
nunca pasó en el condado.
Esta es la historia de un niño,
que de dos veces alumbró
y que al parirlo su madre,
maldita sorpresa le dio.
La Consuelo lo mostraba,
envuelto en una toquilla
timorata y pesarosa,
a todos confundiría.
Moza lozana y fermosa,
embelesó a un pueblo entero
con su alegría y donaire,
se le acercaron dos diestros.
Con Romualdo de la Mano,
jugueteó la muchacha
y con Alfredo Seisdedos,
hizo lo propio la dama.
 Dos cabezas tenía el crío,
sus cuatro ojos abiertos
unos fijos en poniente,
otros en levante tiemblos.
Testarudo y cabezota,
Benito Facundo asomó
entre los pliegues del paño,
a todo ser atribuló.
La villa estaba espantada,
ante maligno secreto
a algunos pena le daba,
toda la villa al acecho.
Fue por San Judas Tadeo,
que al niño de cuatro manos
el consistorio dispuso,
le cortaran por lo sano.
Dos mitades recogieron,
si eres señora haz lo que hacer.
Descabezar mal remedio,
o esto te puede suceder.

Concha González
Grupo A


Del Banquero ciego

Participen caballeros,
la banca presta dinero,
le recogemos sus ahorros,
no lo guarde en el colchón,
con riesgo asegurado,
le producirá emoción,
nunca sabrá lo que tiene,
piense en un mogollón,
suscriba preferenciales,
también fondos de inversión,
haga sus transferencias,
con una pobre comisión,
nos ingrese su nómina,
domicilie su pensión,
sorteamos muchos viajes,
desgravados por inversión,
tenemos miles de pisos,
aproveche esta ocasión,
los directivos son pobres,
católicos de religión,
Dios les está esperando,
para darles un coscorrón,

Luis Iglesias
Grupo B

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