La nueva normalidad

Después de haber pasado por una cuarentena y un confinamiento. Después de haber ido superando las fases de una desescalada que nos sitúa de nuevo en la calle y, en muchos casos, en el trabajo estamos en lo que se ha denominado "la nueva normalidad". Pero, ¿qué es lo normal? ¿Únicamente lo que atiende a norma?
Enfrentamos un futuro con incertidumbre pero también con esperanza. Para conocer hay que nombrar así que a la luz de diferentes ideas y conceptos concretados en diferentes frases pronunciadas por escritores y escritoras reflexionaremos sobre este y otros conceptos. Veremos también en la ficha de trabajo un repertorio de microrrelatos que incorporan la palabra normal o alguno de sus derivados.

En el articulo "La necesaria frecuencia de la anormalidad" Gonzalo Rojas May señala: "Normalidad, ¿qué es eso?, ¿qué fue de ella?, ¿existió?, ¿era mejor que lo que tenemos hoy y lo que se nos viene? Hay tantas preguntas que hacerse en estos días, se supone que tenemos tiempo –en las cuarentenas que recorren el planeta–, podría incluso sobrarnos, pero muchas veces sentimos que no tenemos ni la fuerza, ni la claridad mental para poder contestarlas."

“De cerca nadie es normal” señala Caetano Veloso para que podamos discernir sobre la riqueza y la profundad de los demás. Afirma también que la "normalización tiene su origen en la generalización y los estereotipos" de ahí que sea un camino en el que tenemos que indagar, preguntar, dejarnos impactar.




Coral Herrera Gómez señala en su artículo "¿Qué es lo normal? ¿Quién es normal? que "lo normal, la normalidad, lo normativo, son conceptos que hemos creado para tratar de definir el conjunto de normas que regulan nuestra convivencia, el comportamiento de las mayorías, los lugares comunes, la lógica de nuestra sociedad."

Rumiemos con calma todo este asunto de la normalidad para sentarnos después a escribir algún texto fuera de lo normal, o dentro.


Propuesta de escritura

Escribe un texto, verso o prosa, que incorpore el concepto de "lo normal" o "normalidad" desde tu punto de vista, después de llegar a tus propias conclusiones a partir de lo leído.

Estos son algunos trabajos:


Receta Bizcocho “Nueva Normalidad”

Era el primer fin de semana que tenía libre, se levantó del sofá y fue hacia la cocina, abrió el frigorífico, luego el mueble, allí estaba aquella amasadora que había comprado con tanta ilusión, no le daba mucho uso, pensó que todo lo que podía realizar con ella engordaba, hoy era el día para activar esas varillas y darle vida. Abrió un viejo libro de recetas. Entre sus páginas encontró lo que buscaba, no estaba demasiado segura, pero podría ser una buena idea de desayuno para comenzar la jornada cada mañana.
Receta “bizcocho nueva normalidad”, catalogada como dificultad media. Siguió leyendo con más interés,”máxima precaución en la realización del último paso, suele ser raro pero en ocasiones se apelmaza la masa y debe de hacerse una nueva", los ingredientes no son difíciles de localizar, solemos tenerlos en casa, si falta alguno siempre podremos recurrir a los vecinos. ¡Qué curioso todas las marcas de los ingredientes principales comenzaban por “r”de recuerdo! Había una nota al margen, “no cambiar la marca de ningún ingrediente, si no fuera posible conseguirlos, pasaremos de un delicioso bizcocho a un producto desagradable”

320 gr. de huevos,aproximadamente cuatro huevos marca “Responsabilidad”
160 gr. de azúcar, marca “Respeto”
80 gr. de harina, marca “Racionalidad”
80 gr. almendra rallada, en este caso podemos utilizar varias marcas
"Comprensión”,”Agradecimiento”,”Optimismo”,”Paciencia”,”Tranquilidad”
Una pizca de sal “Alegría”

Se baten los huevos y el azúcar hasta conseguir doblar su tamaño, poco a poco iremos agregando la harina y los demás ingredientes, lentamente con movimientos suaves para no bajar el tamaño conseguido, siempre con mucho cuidado.
Una vez finalizado introducir en el horno ya precalentado a temperatura media, mucha precaución con los últimos pasos podemos perder un resultado apetitoso, cremoso, dulce, jugoso; en fin, suculento, por un resultado amargo y empalagoso.
Desmoldar su nueva creación y colocarla sobre una bandeja. ¡La verdad, no había quedado tan mal!, seguramente lo compartiría con sus vecinos.

Josefina Félix 
Grupo A


Lupus

Amanecía. Un rayo de luz se coló por las rendijas de la persiana. Alberto abrió los ojos, molesto por la intensidad del haz luminoso que caía directamente sobre sus párpados. La habitación era un caos y eso hizo que espabilase. De un salto se puso de pie y levantó la persiana para poder ver mejor. Estaba desnudo, pero había rastros de sangre por todo su cuerpo y también por el suelo. Nervioso, con la respiración agitada, levantó la vista para intentar averiguar qué había podido suceder.

Sobre la cama, completamente revuelta, estaba el cuerpo de una mujer. Tenía la mirada vacía y una mueca de horror en su rostro. Al bajar la vista descubrió que su garganta estaba destrozada, igual que su vientre. Las vísceras eran visibles y Alberto estaba cada vez más aterrado, mientras le invadía un sudor helado. Se veía el hígado mordisqueado, el bazo, los músculos abdominales desgarrados y chorretones de sangre seca que habían quedado detenidos en las piernas de la muchacha.

Alberto tuvo náuseas al ver el espectáculo macabro que sus ojos le ofrecían. No pudo reprimir la arcada y el vómito agrio se derramó por encima del cadáver de aquella infeliz. Quiso bajar la persiana para que nadie pudiese observar lo sucedido, pero la luna llena, todavía visible en el cielo de aquella madrugada, le hizo recordar, de repente, que era normal que cada 28 días su enfermedad se manifestase.

Jaume Castejón
Grupo B


¿Qué hay de nuevo, viejo? (nUEVA nORMALIDAD) 

La "nueva normalidad" es una búsqueda para volver a una normalidad anterior. No se busca “novedad”, sino partir de lo que objetivamente se hizo mejor en una normalidad anterior que se toma como modelo. De ahí la responsabilidad de los que fijan los cánones.

Calgari

La nueva normalidad es la realidad disfrazada de esperanza.
La normalidad nunca es nueva, te la pintan así para ocultar los problemas de chapa.
Lo anormal es que lo normal dure al menos una generación.
El ser humano cree que todo lo que salga de sus rutinas es anormal.
Lo normal es que, cuando todo parece normal, un anormal lo desnormalice.
Lo normal en la anormalidad, es que sea habitual.
Lo normal es como el sillón de espera de la consulta del dentista.
Normalidad nueva: acabó la anterior, que obviamente era mejor.
Lo anormal de la normalidad es que sea habitual.
Lo novedoso de lo nuevo es que efectivamente lo sea.
La anormalidad repetida se convierte en referente.
La nueva normalidad es una normalidad conseguida a base de ”botox”.
Lo anormal de la anormalidad es su propia anomalía.
No es tan importante que cualquier tiempo pasado fuera mejor, si lo es, que el futuro lo mejore.
Nada hay que supere a la realidad, incluso la propia realidad.

Carlos García Riesco
Grupo A


Post presente

Cuando acabe la ilusoria nueva normalidad, entonces seguiremos en el mismo camino silencioso de la omisión. El vecino ha tenido que convivir con mi tos y mis ruinosas alergias. Pero pronto tocará a mi puerta para pedirme más discreción. Las flores de la vecina ya no caerán al patio interior del edificio, habrá podado sus ramas extendidas. Los pájaros en las avenidas de Salamanca ya no podrán, con sus trinos, dar el concierto alegórico a la alegría de vivir, serán espantados con ruidos castigadores por su atrevimiento. La paz de los hogares es fundamental. Tampoco habrá ya que inquietarse por el gasto excesivo del agua, del plástico y de los coches, reabrirán las fundaciones encargadas de estos asuntos. Fue bonito ver a los animales tan cerca, muchos niños no tuvieron que ir al zoológico, ni abrir las pantallas con la pinza de sus dedos para conocerlos. Y los animales marinos que se acercaron a nuestras orillas, como pidiendo reconciliación, volverán a su trajinada faena de evitación, las flotas armadas con artilugios industriales están de vuelta. Pero lo más importante es que la noticia alarmante de mayor pobreza en los países pobres solo será considerada como una lógica lineal, es necesario ocuparse solo de lo propio.

En la nueva normalidad hay un profundo deseo de volver a la antigua normalidad, no solo para amasar los abrazos y los húmedos besos que nos han prohibido, sino porque se anhela esa antigua “felicidad” subrogada.

Carmen Elena Ochoa
Grupo A


Nada volverá a ser igual

La vida. Cambio constante de nuestras realidades, momentos que nos sumergen en un escenario fuera de lo cotidiano. Cada uno de nosotros hemos visto afectada nuestra normalidad en varias ocasiones, si no es así, es que no hemos vivido lo suficiente, mi definición de nueva normalidad la cambiaria por… “nada volverá a ser igual”

Ejemplos de nueva normalidad:

El que por un golpe del destino se enfrenta a la muerte de una persona importante en su vida desprovisto de fuerzas para superarlo, sabe que nada volverá a ser igual.
El drogadicto que ha tocado fondo y con sus garras se abraza a la vida sin sustancias toxicas llevando la mochila del pasado.
El que deja su país frente a un futuro incierto dejándolo todo atrás y buscando una vida mejor también sabe que nada volverá nunca a ser igual.
El que sale de la consulta de un medico con un diagnostico terrible en la mano sabe que cambiará su vida para siempre.
El que recibe un hachazo del destino y se despierta a cada momento sabiendo que un accidente arrebató a su familia sabe que vivirá siempre en otra realidad.
El que sale de prisión después de años con la esperanza por sombrero. El que acierta los 6 números de la primitiva. El que es abandonado por un ser amado al que entregó todo. El que sufre un infarto y sobrevive débilmente. El que vive la sinrazón de una guerra y sabe que hay que continuar caminando hacia donde salga el sol.
O el que pasa por una pandemia global.
Nuestra realidad actual no es muy diferente a la vida, simplemente esta vez lo hacemos todos juntos, nadie se ha llevado nuestro queso, es solamente que nada volverá a ser igual.

Esther Yubero
Grupo A


Todo... aproximadamente igual

—Puedes besar a la novia —dijo el cura, extendiendo sus manos fragrantes de hidrogel.
Entonces, bajándose la mascarilla, sellaron su compromiso de amor con un cinemascópico beso. Y la madre del novio, que era policía local, no pudo reprimir una lagrimita de emoción mientras les ponía una multa por no guardar la distancia social de seguridad.

Óscar Martín
Grupo A


No, gracias

No, no, muchas zankius mis queridos gobernantes. Alguien habrá que esté deseando introducir cambios en su vida, pero no es mi caso. No les tengo escuchado a ustedes ―y tampoco leído ni visto en televisión―, que adaptarse a la “nueva normalidad” haya de ser solo para insatisfechos, para rendidos, para los que tienen vocación de derrotados. A los que tenemos la suerte de vivir la vida en plenitud, mejor si nos dejan ustedes en paz, que podríamos salir perdiendo. Estimo en lo que vale su intención, pero mejor dejamos las cosas como están. Y repito las zankius. Aparte de que si de entrada ya le dicen ustedes “nueva”, no puede ser muy normal, ¿o es que no era “normal” la de antes? Pero bueno, esa es otra cuestión.
Entiendo que se nos ha de tener en cuenta a las personas ―ciudadanos si lo prefieren― que miramos la botella y la vemos medio llena. Lo cual nos permite disfrutar lo bueno que la vida ofrece; con y sin reclusiones, con y sin mascarillas, con y sin distancia social de seguridad. Incluso con y sin “coronavirus”, que por cierto siempre los hubo, no es nada nuevo aunque a este se le haya bautizado Covid19 para diferenciar. Por suerte, repito, aún queda gente feliz y que aspira a continuar siéndolo.
Así que mejor si se dejan de gaitas y promueven que el personal ―perdón, el pueblo― haga suya la filosofía de buscar el lado amable de las cosas para saborear la vida en condiciones. Pese a los políticos. Es de cajón de madera de árbol, me permito la expresión. Y está luego que, “normalidad” por “normalidad”, cualquiera sabe; con la de antes a ustedes bien les ha ido. A ver si resulta que con la “nueva” le va a dar a la gente por ponerse a pensar. No sé si me explico.

Pascual Martín 
Grupo B


La nueva normalidad

Salía de casa cada día con ganas de comerme el mundo.
Siempre he sido así. Y de repente, todo el mundo confinado en casa.
La unidad familiar y tú. Ni un beso ni un abrazo. Solo los justos y necesarios entre nosotros dentro del núcleo familiar.
Daba besos y abrazos hasta a mis vecinas y ahora solo podía hablar con ellas durante los aplausos y a duras penas.
Nos veíamos a través del balcón.
Nunca imaginé que podía llegar a suceder algo así.
Y tras 4 largos meses en casa. Comenzó la desescalada donde las mascarillas, el gel hidroalcohólico y las distancias de seguridad eran el protagonista principal.
Lo nunca impensable, estaba pasando de verdad. Y daba igual porque todo seguía igual. Solo añoraba los besos y abrazos de cada día.

Iria Costa
Grupo B

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