Los abrazos prohibidos

Los abrazos siempre fueron importantes. Pero en este contexto de pandemia y distancia social la necesidad de contacto hace que los valoremos aún más.
José R. Ubieto explora en su artículo "El duelo por los abrazos" por qué es tan importante para nosotros más que para otras culturas el abrazo al otro.
El pintor Juan Genovés que murió semanas atrás sabía del valor real y simbólico del abrazo y así lo expresó en su obra "El abrazo". Dejamos aquí una de las últimas entrevistas que hizo en la que analiza esta obra:




Este déficit de abrazos llevó a Vetusta Morla a homenajear a los trabajadores de la sanidad pública con una canción titulada "Los abrazos prohibidos" que nació del poema colectivo "El vals de los salvavidas" un texto creado por Benjamín Prado y Elvira Sastre y al que se unieron Andrea Valbuena, Andrés Suárez, Guille Galván, Irene G., Jorge Drexler, Leiva, Loreto Sesma, Marwan, Raquel Lanseros y Rozalén. El poema fue adaptado por Benjamín Prado y Guille Galván:

Por los ángeles de alas verdes de los quirófanos
Por los ángeles de alas blancas del hospital
Por los que hacen del verbo cuidar su bandera y tu casa
Y luchan porque nadie muera en soledad
Por esas centinelas que no duermen
Para que el enfermo sueñe que va a despertar
Sin temerle a su miedo y usando su piel como escudo
Moviendo las camillas del peligro como un vals
Por los que hacen del trabajo sucio
La labor más hermosa del mundo
Y pintan de azul la oscuridad
Cada noche aplaudimos en los balcones
La muerte huye con sus dragones
Callamos al silencio un día más
Nunca olvidaremos vuestro ejemplo
Nunca olvidaremos la dedicación
Nunca olvidaremos el esfuerzo
Vuestro amor es nuestra inspiración
Por los que nunca miran el reloj mientras curan
Por los que hacen suyas las heridas de los demás
Por los que merecen los abrazos prohibidos
Y se meten contigo en la boca del lobo sin mirar atrás
Por los que hacen del trabajo sucio
La labor más hermosa del mundo
Y pintan, y pintan de azul la oscuridad
Cada noche aplaudimos en los balcones
La muerte huye con sus dragones
Callamos la boca al silencio un día más
Porque ya os habéis ganado a pulso
El aplauso más largo del mundo
Respeto y dignidad
Cada vez que salimos a los balcones
El miedo huye con sus dragones
Y callamos al silencio un día más
Supervivientes sí, maldita sea
Nunca me cansaré de celebrarlo



El cantante Juan Valderrama también expresa este deseo de que vuelvan, entre otras muchas cosas maravillosas, los abrazos. Escucha su canción "Que vuelva"

Propuesta de escritura

La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alcorcón puso en marcha un concurso de microrrelatos en colaboración con la Cadena Ser. Su título "Cuando vuelvan los abrazos". Esa misma tarea es la que proponemos para esta semana. Escribir un texto que no supere las 20 líneas y que incluya este lema, ya sea al inicio, al final o en el cuerpo de dicho texto y que exprese el deseo y la importancia del abrazo


Estos son los trabajos recibidos:


Detrás de la alambrada

Ya no voy a lo mío. Sólo quiero lo nuestro. Volver a sentir tu calor. Descansar mi corazón en tu pecho, como siempre hicimos. Recorrer el mapa de esa sonrisa con mis manos, y junto con las tuyas, cómplices, emprender el viaje. Qué bien olía tu abrazo sereno, lo echo tanto de menos…Demasiado tiempo sin ti detrás de la alambrada.

Carmen Pedrero Robles
Grupo A


Abrazos necesarios

Quiero abrazos que colmen la esperanza
y los quiero que alegren mis sentidos,
de los que siempre estrechan la alianza
en la ocasión en que estemos reunidos.
Abrazos largos, a la vieja usanza,
que no teman a las mezclas de fluidos,
que van bordeando el fiel de la balanza
entre los entrañables o prohibidos.
Abrazos en perfecta mezcolanza
reservados a los seres queridos,
como muestra de respeto y confianza.
Para tiempos de guerra o de bonanza.
Para días en que estamos abatidos.
Abrazos, contra la desesperanza.

Carlos Garcia Riesco
Grupo A


En otro momento

Se fue sin un adiós. Las circunstancias impedían el acercamiento, más aún el contacto personal. Pero ¿cómo despedirnos de aquella forma? Sin los abrazos y los besos que nos habían unido a lo largo de la vida; sin intercambiar el calor que había mantenido viva la llama del cariño; sin el roce de las manos ni el olor de nuestros cuerpos. La agonía se convirtió en tortura cuando la tuvimos que vivir en soledad, él postrado en la cama del hospital, yo alejada de su maléfica influencia.
El azote del SIDA castigaba duramente i estigmatizaba a los jóvenes de los ochenta, como ahora lo hace el COVID19 con los ancianos, o como en los años cuarenta lo hizo la tuberculosis con toda la población. Las pandemias, suponen una amenaza tan grave para la especie humana, que hacen tambalear los pilares de nuestra cultura, de tal manera que nos volvemos más individualistas. Las medidas sanitarias, las precauciones y, sobre todo, el miedo son los mejores aliados para un desarraigo al que no quisiera sucumbir.
Han pasado más de veinte años y conservo intacta la imagen de la última vez que le vi. Ni siquiera se despertó, quise acercarme a su rostro para darle el que seguramente iba a ser el último beso, pero el calor que irradiaba su cara consumida por la fiebre, y la severa advertencia de la enfermera me lo impidieron
Pensé que, a lo mejor, en otro momento… Perdí mi última oportunidad, porqué ese momento nunca llegó.

Maxi Moreno
Grupo B


Volverán 

Estoy seguro, Mábel, habrán de volver los abrazos. No sabemos cuándo, cielo, pero más pronto que tarde, confío. Entretanto, habremos de tener un poco de paciencia. Maldito coronavirus.
Te recomiendo paciencia y en realidad debería de recomendármela yo mismo. Se me hace más duro cada día, lo confieso. Mira que es mala suerte que nos haya cogido el estado de alarma tú en Madrid y yo aquí, separados. Y que a nuestros gobernantes se les haya ocurrido prohibir los desplazamientos. Si a lo mejor tiene que ser así, oye, pero hay razones de tipo emocional, o afectivo, no sé cómo decirlo, para las excepciones, y en eso ellos no han caído.
A lo mejor tú entiendes, Mábel, que lo nuestro podría ser lo mismo sin ese abrazo, pero ya conoces mi manera de pensar. Yo entiendo que un abrazo sincero, amistoso, no debe faltar; lo bien hecho bien parece, como dicen en mi pueblo. Me reprocharía toda la vida, cariño, el haber comenzado los trámites de nuestro divorcio sin ese abrazo previo con el que sueño.
Adolfo.

Pascual Martín 
Grupo B


Un nuevo paraíso

Tantas muestras dio el hombre de su incapacidad para lograr que el mundo fuera un lugar donde se pudiera vivir en paz, que al final los animales, cansados de tanta salvajada, decidieron mostrarle el camino. Así que el guepardo abrazó a la gacela, el lobo a la oveja, el cocodrilo al antílope (cuando cruzaba el río), el águila al conejo, el león al ñu, la pantera al venado, el oso al salmón, la orca a la foca, la lechuza al jerbo, el zorro a la gallina, y hasta la araña a la mosca, e incluso el elefante al ratón. Y el hombre, avergonzado, tomando nota de la lección se avino a vivir en paz. Entonces se deshizo de las jaulas donde tenía encerrados a los animales y cambió el nombre del recinto por otro más apropiado para los nuevos tiempos: abrazoológico.

Óscar Martín 
Grupo A


Tres abrazos

Martín miró a los niños. Estaban tan distraídos jugando en la arena que creyó que podía alejarse sin inquietarlos. Llegó hasta el alcornoque, tocó su corteza y extendiendo los brazos rodeó el tronco. Era tan grueso que sus manos no alcanzaban a tocarse. Cuando apoyó la mejilla contra la áspera superficie oyó el grito perentorio de su hija teñido con una gota de pánico.

–¡Papaaaá!
–Estoy aquí, Isabel –la llamó.

La niña corrió y él se agachó para acogerla en su regazo. Prolongó el abrazo para impedir que ella viera sus lágrimas.

–¿Por qué te fuiste tan lejos? –le reprochó su hija.
–Estaba aquí, cariño. Ven, acércate al árbol y estréchalo conmigo.
–¿Por qué?
–Mamá me dijo que podíamos hacerlo cuando nos apeteciera recordarla.
–¡Pica! –protestó Isabel cuando apoyó sus bracitos.

La superficie tenía un color de sangre seca. Lo habían despojado del corcho hacía poco y su piel había ido recorriendo una gama de colores que venía del crema y ahora alcanzaba al rojo. Mientras tocaba las manitas de su hija cerrando el círculo recordó las palabras que pronunció Maribel allí mismo, cuando la estrechaba por última vez.

–Si marcáramos nuestros nombres en el tronco el corcho los acabaría cubriendo. Así que, abracemos este árbol, y recuerda: cada vez que lo hagas estarás abrazándome a mí

Pepe Lorenzo
Grupo B


Testimonio de sobrevivencia

Cuando vuelvan los abrazos, estaré a solo un abrazo de enamorarme de tu piel. Cada métrica poética de esta distancia se ha llenado de a poco del olor ya desvaído de tus manos, del beso que te doy con el soplo de una vela, insuflado de ternura y miedo. He transitado silenciosa por los recodos de tu cuello, resguardado. He imaginado tu espalda, tu abdomen, tan encubiertos ahora.
Un día atisbé tus ojos: tu mirada, casi perdida.
No hace falta ni una sola palabra más para describir el vacío. Lo hemos repleto de flores, de inventos, de fantasías que no han caído del cielo, sino que han emergido del infierno, donde los instintos, como las almas, pulsan por salir:
Nuestra supervivencia no ha sido del más apto, sino del más enamorado…

Carmen Elena Ochoa
Grupo A


Los abrazos perdidos

Os abracos perdidos (portugués), les calins perdus (francés), die verlorenen Umarmugen (alemán), zagubiones usciski (polaco), the lost hugs (inglés), les abracades perduts (catalán), de verloren knuffels (holandés) Ushinawareta hoyo (japonés) Ob”yatiye poteryal (ruso), abbbraccio perduto (italiano), yougbao diushi (chino); lo importante no es el idioma en que se diga, lo importante es que estos no volverán.

Luis Iglesias
Grupo B


Tus abrazos

Cuando llegue ese día, cuando vuelvan los abrazos, no podré abrazarte como lo hacía antes, pero he aprendido a abrazarte ya sin verte. Abrazo los recuerdos, ¡tantos!, tantos que hemos vivido intensamente juntos, abrazo los sueños que se quedaron, solo en eso y, esos abrazos tienen tanta fuerza, que los siento, que me trasmiten la tuya, me ayudan a seguir viviendo, acurrucándome en ellos, a veces llega el sueño, y quiero que ese sueño me traigan más abrazos.
Cuando vuelvan los abrazos, seguiré sintiendo tus abrazos.

Inés Izquierdo
Grupo A


Abrazos prohibidos

                 a mi madre

Ella le pidió que la abrazara. Él la habló de las olas del mar.
Ella extendió sus brazos. Él le cantó a la primavera.
Las lágrimas bañaron sus labios. Él la pidió que no llorara.
Sus arrugadas manos suplicaban calor. Él no supo que decir.
Acurrucada en la cueva del olvido. Solo un reflejo en la mampara.
Cantaba con flores a María. Él quiso llevarla al fin del mundo.
Pero ella ya habitaba allí. Cruel epidemia de tristeza.
Hablaron como dos desconocidos.
Regresa a buscarme. Cuando vuelvan los abrazos.

Tomás García Merino
Grupo B


Besos y abrazos

Besos y abrazos
volved a nuestras vidas
venid conmigo.

Besos y abrazos
nos fueron prohibidos
eran veneno.

Besos y abrazos
muy limpios de verdad
debéis volver.

José Luis Fonseca
Grupo A


El amor no admite sucedáneos

El amor no admite sucedáneos,
cuando vuelvan los abrazos
se estremecerá la tierra,
florecerán las pieles
y los huesos del alma.
Recobraremos el calor
que sólo dan brazos humanos,
se condecorarán los pechos
de los hombres y mujeres de verdad,
los que han amado tanto
pues no hay otra manera
de adquirir el honor de ser seres superiores,
aún en la muerte.
sólo desde el abrazo y el amor,
puede el dolor ser vencido,
puede inventarse otro mundo.

Emilia González 
Grupo B


Abrazos en sueños

Por fin llegó el momento tan esperado. Lo he imaginado muchas veces. Pensé que podría ser a finales de abril o principios de mayo. Dejé de ponerle fecha cuando comprendí que me angustiaba mucho más. Ahora estoy a punto de entrar en casa de mi madre, esa casa que yo llamo también mía. Nunca hemos estado tanto tiempo sin vernos, ni siquiera cuando yo estaba interna en un colegio en Alicante y solo venía en vacaciones.
Abre la puerta y ninguna de las dos decimos nada. Nos fundimos en un abrazo. Sin palabras, le digo que he pasado más miedo por ella que por mí misma. Si se hubiera contagiado y no me hubiera podido despedir de ella, como les pasó a tantos, el dolor hubiera sido infinito. Las dos sabemos lo importantes que son las despedidas. Mientras nuestras lágrimas se juntaban, le he agradecido la fuerza que me ha dado como tantas veces, a pesar de que por edad, podría haber sido al contrario.
Sin palabras y con la fuerza de mi abrazo le he dicho lo que la quiero y lo que la necesito.
Después me he separado de ella y me he puesto a saltar de alegría.
En uno de esos Saltos, desperté. Pasados unos segundos, me di cuenta de que era domingo, 21 de junio, 6 de la mañana y también de que tendré que abrazarla a distancia.
No sé cómo se hace eso. 

Teresa Sanz
Grupo B


Abrazo postrero

Abrazo postrero, el que le faltó a ella. El abrazo más necesario que nunca, y, a la vez, un abrazo prohibido. En la UCI, en estos días oscuros, son las visitas prohibidas por necesidad, necesarias por necesidad. Nada más triste que partir solo, o sola. Probablemente, con calidad humana, alguien le dio la mano mientras se despedía de este mundo, nunca otras veces tan difícil. Duro para quien se va, y para quien se queda. Nunca, nunca, podrá recordar su familia sus últimas palabras, que hubieran sido de cariño, puesto que no las hubo para ellos. Maldito, maldito, maldito abrazo prohibido.

Javi Martín
Grupo A


Reencuentro

Con la duda en la espalda
decidí sortear el destino
y caminé hacia ti .
Hablamos con las miradas
llenas de recuerdos
y surgió la magia y el deseo.
Entonces me abrazaste
y descubrí en ti las fortalezas
que ya creía olvidadas.

Áfrika Gómez García
Grupo A


Rápido abrazo
del metro al autobús
una quimera

Alfredo Domínguez
Grupo B


Abrazos

Abrazos de sol
Abrazos de amor
Abrazos bajo la calma de la lluvia.
Abrazos de metal
Abrazos de ternura
Abrazos de curiosidad
Abrazos de hierba recién cortada
como el domingo en la cama toda la mañana envuelta en sábanas de amor.
Abrazos con sabor a helado de limón
Abrazos de tormenta, tras la tempestad.
Abrazos, abrazos... yo sigo queriendo seguirte aunque me cueste eternamente en abrazos de sol.
Abrazos prohibidos.
Abrazos aún de buen amor.

Iria Costa
Grupo B

1 comentario:

  1. Ohhhhhh abrazos.... De amor de locura de pasión.... Abrazos.
    Abrazos de amistad... Besos enormes. Ya estamos en desescalada 😁

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