Cosas de Federico

La sesión del grupo A del pasado lunes la dedicamos a la figura y la obra de Federico García Lorca
“Cosas de Federico” es un taller-exposición sobre diez objetos de Federico aparecidos dentro de una maleta enterrada en la Huerta de San Vicente: el babi escolar de Federico, su máquina de afeitar Gillette, una tacita de té, su carpeta de dibujos, dos de sus partituras, la pipa de un putrefacto, un libro de diapositivas de Nueva York, su mono de La Barraca, una carta de Miguel Hernández y unos crisantemos blancos.
Reproducimos la portada del diario "El ideal de Granada" donde se da cuenta del hallazgo:




Cuenta Santiago Ontañón la siguiente anécdota sobre Federico:

[...] En esa gran colmena de la Residencia de Estudiantes de Madrid vivía Federico con categoría de residente permanente en la época en que yo le conocí; salvo continuas ausencias en Granada o en el hotel de Málaga, en el cual ya he contado que le conocí por vez primera. Gozaba del cariño de todos y se le permitía alguna que otra locura, como aquélla en que, una noche, transformaron él y Salvador Dalí su habitación en balsa de naufragio y al amanecer empezaron a pedir auxilio por las ventanas haciendo señal con paños blancos y gritando "¡Socorro! ¡Auxilio" ¡Perdidos en alta mar!". Esto originó una alarma, un poco de escándalo y, ni que decir tiene, una reprimenda seria por parte del director. Pero él ya había llegado a esa situación maravillosa y dijeron simplemente: "Cosas de Federico". 

La compañía Intrussion Teatro, dirigida por Roberto García Encinas, realizó hace años un montaje teatral sobre la vida de Federico. El espectáculo se cierró con la canción "Federico", escrita por el propio Roberto e interpretada por Chema Corvo al piano y Mili Vizcaíno a la voz. Dejamos aquí el trailer de dicha obra teatral:






Propuestas de escritura

Recorrimos la vida del poeta y propusimos, entre otras, varias tareas: un anaglifo, un texto sobre el invierno a partir del verso "Yo quisiera quedarme desnudo como un cero y contemplar", una definición surrealista para los muchos términos también surrealistas con los que le definió el periodista Ernesto Jiménez Caballero o un texto sobre la infancia a partir de cinco palabras que contengan las letras de "Federico"


Y estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:


“Anaglifos y versos conversos.”

Federico,
Federico,
la gallina
y Gala desnuda.

*

Ay qué dramón, 
Ay qué dramón,
la gallina
y todos bizcos.

*

Braoadway 5 p.m.
Broadway 5 p.m.
la gallina
y Walt Whitman en Granada.

*

Ipotrocasmo, 
Ipotrocasmo,
la gallina
y el mote en los huesos.

*

Sobre papel Japón
una gallina,
por la madre de Dios!

*

Y en el invierno yo quisiera,
en el invierno yo,
ay, yo quisiera!.

*

¿No es verdad ángel de amor,
que en esta hirsuta mejilla,
apura más esta hojilla
-de Gillette-, y es la mejor?

Ignacio Aparicio Pérez-Lucas
Grupo A


Recuerdos de la infancia

Recuerdo siendo muy crío como el frío llegaba muy pronto, se instalaba cómodamente en todos los rincones, dentro y fuera de las casas, siendo muy difícil desalojarlo. Era el sentimiento del frío consustancial a la mayor parte de las actividades que hacíamos los pequeños, pero recuerdo de una manera especial el frío intenso que pasábamos cuando acompañábamos a mi madre y mis tías al río para lavar las tripas de los cerdos en la época de las matanzas.

Regresábamos ateridos hasta las cejas, con los sabañones revueltos, las uñas tan doloridas que, al ponernos cerca de la lumbre, dolían de lo lindo. Los días de matanza nos echaba una mano mi abuela. Al vernos tan desvalidos, sacaba de un arca, especie de cofre gigante, el vino dulce para darnos un buen calentón y espantar al dichoso frío. También recuerdo que mi abuela gran devota de santos y vírgenes, era de oración fácil, disponiendo de rezos para pedir por todo y a todas horas. Al terminar las tareas del mondongo, ya calentitos, alrededor de la lumbre, rezábamos un credo, para que la humedad y las nieblas no echasen a perder el principal ingrediente del menú del próximo año.

Antonio Castaño Moreno
Grupo A


Un recuerdo a Federico

He encontrado en “mi disco duro” un cuaderno de preparación de clase, el primero de tantos, paso sus hojas ya un poco amarillentas y me emociono ¡están tan grabados los recuerdos! que siento que aquel ayer es hoy. Y al azar me paro en una de ellas, hay dos lagartos verdes, el dibujo no era mi fuerte, pero para ellas, mis niñas de la escuela, era bonito, estaba bien, era una novedad ponerse en contacto con la poesía y, escrito con mi mejor caligrafía el poema de García Lorca “El lagarto y la lagarta”, a continuación los objetivos que quería conseguir y actividades que había que realizar. Pretendía despertar el gusto por la poesía, que descubrieran a través de ella sensaciones y sentimientos, que les llegase al corazón, que sintieran el ritmo y rima, la magia y el colorido que Federico nos ha regalado en tantas poesías que escribió para niños. ¡Y cuántas actividades a partir de ella!, pero ahora me lo salto.

En el “disco duro” conservo el recuerdo de que sus poesías fueron mis lecturas preferidas, tuve un libro “Federico García Lorca”, pastas azules, con él se despertó mi gusto por la poesía. Rubén Darío, Gabriela Mistral, Alberti... Gracias Federico porque me enseñaste a soñar, a ver más color en las cosas que me rodeaban, por eso en ese cuaderno que hoy he recordado apareces tú, me hiciste mucha compañía, contigo la poesía fue a mi escuela.

Inés Izquierdo Pérez
Grupo A

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