Manual de Instrucciones. Grupo C

La sesión de hoy del taller de escritura (Grupo C) ha sido muy instructiva pues la hemos dedicado a dar algunas instrucciones para lo cotidiano.
Cortázar sabía mucho de instrucciones. Por eso acudimos a sus Historias de cronopios y de famas para aprender a subir una escalera, a cantar, a llorar o a darle cuerda al reloj. Veamos cómo hay que proceder para llorar de forma correcta:

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos. (Instrucciones para llorar)




(Pincha en la imagen para ampliar)


Antes de dar cuerda a un reloj es preciso escuchar algunas consideraciones previas. Oigamos a Julio Cortázar:



Ahora sí podemos darle cuerda al reloj, después de saber qué significa en nuestra muñeca este objeto:

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.  (Instrucciones para dar cuerda a un reloj)

Hablamos de la vida, de la rutina, de cómo las acciones que nos acompañan en nuestro latir cotidiano están impregnadas de literatura, de arte. Y convertimos unas fichas de bricolaje en recomendaciones de uso práctico: "Instrucciones para reír correctamente", en lugar de para clavar correctamente o "Hacer una falsa introspección", en lugar de una falsa vidriera. "Arreglar muebles desencolados" se convirtió en "Arreglar amores desconsolados" y "Retapizar una silla" pasó a ser "Retapizar una vida".
Gustavo Martín Garzo también se sumó a esta fiesta con un texto en el que nos ofrece las claves para despertar el gusto por la lectura en los niños: Instrucciones para enseñar a leer a un niño

Recomendamos, por último, la entrevista que Joaquín Soler le hizo a Julio Cortázar en el programa "A fondo". No os la perdáis. Podéis verla aquí

Propusimos como tarea escribir un texto a la manera de Julio Cortázar y combinar en él ternura e ironía, banalidad y poesía, humor y cotidinaneidad. Y dejamos como sugerencia algunos títulos por si la inspiración no nos alcanza:

Instrucciones para coser un botón
Instrucciones para poner la lavadora
Instrucciones para planchar una corbata
Instrucciones para programar el vídeo
Instrucciones para fregar un suelo
Instrucciones para tirar de la cadena
Instrucciones para apagar el televisor
Instrucciones para saltar a la comba

Estos son los trabajos enviados por algunos de los participantes en el taller:


Instrucciones para escoger una novela en la biblioteca pública

Párete delante de la puerta de entrada y respira hondo para relajar tus músculos y tu mente. Abre la puerta y mantén silencio. A partir de este momento, conviene que seas lo más discreto posible, aunque siempre habrá alguien que te mire. La mejor forma de que deje de hacerlo es que tú también le mires.
Una vez salvado este primer contratiempo, que espero no haya distraído tu atención del propósito que llevas, dirígete lentamente hacia la sección de novela y al género que tengas pensado. Enseguida verás que hay varias estanterías llenas de libros. No te agobies, es normal, es una de las características de las bibliotecas públicas. Están pensadas para eso.
Si te encuentras tranquilo y con el cuerpo recto, dirige tu mirada hacia los libros. Están colocados de canto. Es ahí donde verás el color, el título de la novela y el nombre de su autor. Es muy importante que prestes atención a la parte inferior. Comprobarás que hay una serie de letras o códigos. Identifica tres letras en mayúsculas: son las tres primeras iniciales del apellido del autor. Si has llegado hasta aquí, enhorabuena, vas muy bien.
Ahora, si diriges tu mirada hacia ambos lados de la novela, comprobarás que están ordenadas por orden alfabético según el apellido del autor. Esto es crucial, pues te facilitará mucho la búsqueda. Pero no solo eso, sino que también leerás nombres de varios autores. Esta acción es fundamental para que te familiarices con sus nombres. Si no conoces a alguno, no te preocupes, suele pasar, hay que ir poco a poco.
Es necesario que, si quieres ver las novelas que hay en la parte de abajo de la estantería, dobles tus rodillas en noventa grados para que tu cuerpo descienda sin sufrir lesiones en la espalda. Ellas lo saben, pero no te lo pueden decir, pues su lenguaje es escrito. Además, de esta forma las podrás mirar de frente, algo muy importante, pues quizá una de ellas forme parte de tu vida durante los próximos días, espero que no semanas.
Cuando ya tengas localizado al autor en cuestión, lee el título en el canto. No tengas prisas, la novela no se moverá de allí hasta que tú decidas que lo haga. Si esta es tu decisión, coloca uno de tus dedos en su parte superior, lo más cerca posible del canto. Haz fuerza hacia a ti, aunque no mucha, pues entonces la novela entenderá que la deseas con pasión e irá volando hacia ti. Muchas de ellas son caprichosas y si notan en exceso tu fuerza se sentirían muy tristes si las vuelves a dejar en su sitio. Si lo haces bien, notarás que se levantará un poco por la parte contraria a la del dedo. Eso es que se ha puesto contenta porque ha sido elegida.
En este momento tendrás que cogerla con mucho cuidado y mirar bien la portada. Lo que pasa en tu mente ahora es normal, no te preocupes. Estás especulando sobre el contenido. No tengas prisas, disfruta del momento. Ya la tienes en tus manos y nadie te la quitará. Si te atreves, pero solo si te atreves, piensa en lo contento que estaría el autor o la autora si te estuviera observando.
Cuando hayas disfrutado lo suficiente de este bello momento, hayas identificado qué editorial ha apostado por publicarla y hayas comprobado su grosor, tendrás que girarla para ver la contraportada. Este paso es, quizá, el más importante, ya que, si lees con mucha atención las frases que hay escritas, una detrás de otra y haciendo todo lo posible por entender lo que dicen, te decidirás por ella o volverás a colocarla en su sitio.
La siguiente acción es crucial y, si la haces bien, mejorará enormemente tu experiencia. Llega el momento de abrir la novela. Para ello, levanta la portada con mucho cuidado. Verás que la primera página está en blanco. No es que la novela esté vacía, sino que esta página es una protección interior de lo que te encontrarás a continuación. Las editoriales la colocan para que te familiarices con el tacto del papel. Es recomendable que acaricies esta página en blanco, incluso que la huelas. Abstente de lamerla, no es necesario que le des rienda suelta al sentido del gusto.
En la siguiente página estará el título de la novela. En condiciones normales coincidirá con el de la portada. Si no fuera así, tendrías un serio problema, pues una novela con dos títulos es algo, de momento, imposible. No se ha dado ni en las de ciencia ficción. Si esto ocurriera, tendrías que informar urgentemente a algún bibliotecario.
En el caso de que ambos títulos coincidan, gira esta página disfrutando otra vez de la textura del papel. Las siguientes páginas te ofrecerán información técnica sobre la novela. Son como su carné de identidad. Casi nadie las lee, pero son cruciales, sin ellas no habría novela. Queda a tu elección si las echas un vistazo o no.
Ahora, prepárate para ver la primera página del primer capítulo. Tendrás que comenzar a leer para que compruebes si el lenguaje utilizado es de tu agrado. Conviene que sepas que al autor le costó mucho esfuerzo escribir esta primera frase y que estuvo varias semanas, quizá meses, pensando cómo escribirla.
Si te ha gustado, es muy recomendable que te sientes un momento a leer un poco más. Es probable, a muchos lectores experimentados les pasa, que no necesites hacerlo, pues ya te has quedado absorto con esa primera frase, y tu mente y tu corazón hayan decidido que es la novela elegida.
Si este es el caso, dirígete lentamente hacia la mesa donde está sentada la persona encargada de la biblioteca. Con la voz muy baja, pero que te pueda oír, dile que te la llevas y dásela un momento. Te la devolverá, no te preocupes. Podría ser que él o ella te diga algo sobre la novela o sobre el tiempo que te la prestan. Haz caso de lo que te diga y, si te queda alguna duda, pregúntale. No te pasará nada por preguntar, créeme.
Ya estás en el último paso. Ahora, tan pronto como salgas de la biblioteca, ten presente que tu vida cambiará un poco o, quizá, mucho. Eso ya es cosa tuya. Cualquier recomendación anularía tu sorpresa, tu imaginación o tu libertad. Recuerda, eso sí, llevar la novela en tu mano con mucho cuidado, pues las hay que tienen muchas ideas dispuestas a salir volando de sus páginas al más mínimo descuido por tu parte.
¡Buena elección!

José Carlos Arroyo Sánchez
Grupo C


Instrucciones para beber agua

Para beber agua no es preciso tener sed. Los urólogos recomiendan últimamente beber sin ganas para conservar sanos los riñones. La forma más sencilla es hacerlo con un vaso, que conviene esté limpio. El llenado del vaso puede realizarse desde una botella, fuente o grifo, siendo recomendable que el agua esté fresca. Puede realizarse de pie, pero sentado es mucho más gratificante. El siguiente paso es colocar el borde del vaso, vertical y boca arriba, entre los labios juntos e inclinar ligeramente el vaso hacia los labios mientras estos se separan un poco y la cabeza se inclina un ángulo idéntico al del vaso. Cuando note que el agua empieza a entrar en la cavidad bucal relentice el movimiento inclinatorio. Evite sorber o derramar parte del contenido del vaso. En el momento en que no desee más agua retome la verticalidad de la cabeza y del vaso. Vacíe el vaso y colóquelo donde corresponda para un próximo uso. Para más detalles utilice este video tutorial

https://www.youtube.com/watch?v=qHqDpUpbpJI

Hay otras formas mucho más primitivas, es reseñable por su eficacia la que utiliza el botijo y que ocupará otra instrucción también con vídeo tutorial. No lo intente sin verlo integro, corre riesgo de atragantarse o empaparse la pechera, además de convertise en el centro de todas las bromas innecesariamente.

Enrique Martínez
Grupo C

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